viernes, 2 de diciembre de 2011

PRIMER SORTEO EN EL ESPEJO DE LA ENTRADA: EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE.

Hola todos.

Para celebrar el primer año de funcionamiento del blog (que no su primer año de vida), os traigo un sorteo que espero que os haga la misma ilusión que a mí.

Los que leísteis la entrada, La relación autor lector, sabréis que uno de los escritores que ha colaborado ha sido Eloy Moreno. Cuando le pedí que me diera su opinión, él me propuso sortear un ejemplar de su novela, El bolígrafo de gel verde, entre mis seguidores. La idea me encantó, sobre todo porque a quien gane le llegará el ejemplar DEDICADO por él. Como muchos de los que atravesáis el espejo venís de lejos, le pregunté si el sorteo podía ser INTERNACIONAL y... me dijo que sí. Eso supone que TODOS, viváis donde viváis, podéis conseguir la novela.




Las reglas del sorteo son sencillísimas:

1º- dejar un comentario en esta entrada, pidiendo vuestra participación. Si habéis leído el libro, podéis decir alguna palabra que según vosotros lo defina. Si no, lo que os sugiere.

2º- enviar un correo aquí, con vuestros datos. No hace falta una dirección postal, eso sólo se lo pediré al ganador. Es para que os pueda decir el número con el que participáis en el sorteo. Si no os funciona el enlace, podéis poneros en contacto conmigo a través de la página CONTACT@.

3º- hacerlo antes del 15 de diciembre, fecha en la que se cierra el concurso.


Para que sea todavía más sencillo no es necesario ser seguidor del blog, pero me haría ilusión que lo fuerais, la verdad...


El nombre del ganador se publicará el día 17 de diciembre en este blog y avisaré al ganador.


¿A qué estáis esperando? Creo que es una oportunidad fantástica de conocer esta novela, si es que todavía no lo has hecho.



Suerte!!!

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ NO?

Es sólo una parte de la pregunta: ¿por qué no te ofreces a algunas editoriales para reseñar sus novedades? Me lo sugirió un amigo que sabe de la pasión que despiertan en mí los libros y el interés que pongo en cada uno de ellos. Así, me dijo, podrás leer sin que eso afecte a tu economía. Le respondí que no, que de momento quería seguir haciendo lo que hago, hablar solo de los libros que me apetecen. ¿Estoy dejando pasar de largo algo? Quizá. Puede que mi blog no se convierta jamás en un punto de referencia literario, ni que logre una cantidad inmensa de visitas pero no siento que me esté perdiendo nada. Me los regalen o no, sabré arreglármelas para seguir leyendo. Alguien que creció en una biblioteca no puede vivir de otro modo.


Algo que me frena es el tema de las puntuaciones a libros, tan habituales en muchos blogs. ¿Por qué hay que puntuar el arte? Arte es cualquier cosa que despierte emociones pero como esto es absolutamente subjetivo, ¿quién soy yo para decir que un libro no cumple esa condición? Cada persona es un mundo y las sensaciones que nuestros sentidos captan, por mucho que sean iguales, se procesan de modo muy distinto. Por eso prefiero estas reseñas mías, tan poco técnicas, tan llenas de sensaciones subjetivas. No pretenden ser más que mi propia verdad.

Además, últimamente me están gustando mucho más los libros autopublicados, y esos jamás llegarán a través de una editorial. Sabéis que no puedo resistir la tentación de abrir un libro. Tampoco a los que llegan hasta mí, porque me los enviáis a través del correo electrónico o porque, sencillamente, la suerte o la casualidad los ponen en mis manos. Nunca me voy a negar a darles una oportunidad, porque he descubierto novelas muy interesantes de este modo, mucho más que algunas que se exponen en los escaparates de las librerías con el sello de superventas.

Así que aquí seguiré, leyendo lo que quiera, escribiendo lo que necesite sacar de mi cabeza, dejando este espejo a la vista de todo el que lo quiera atravesar. Y ofreciendo mi propio reflejo, tan verdad o tan mentira como lo son todos los reflejos de los espejos de la entrada.

domingo, 27 de noviembre de 2011

INDECISIÓN

El buen escritor reinventa el mundo, suscitando en el lector emociones desconocidas o aletargadas, y mostrando la faz profunda de lo cotidiano, aquella que, por costumbre, ya no puede ver.


Fernando Lázaro Carreter.

Qué hermoso sería ser capaz de hacer esto, proponerse despertar las emociones de quienes se acerquen a leer nuestras palabras y lograrlo. Una vez, lo sé, fui capaz de hacerlo pero con trampa, lo reconozco. No inventé. Con La arena del reloj fue fácil. Cómo te escondes del dolor, cómo te las arreglas para que no te inunde y contagie a todo lo que haces cuando es tan grande, tan nuevo, tan difícil de manejar. Al fin y al cabo, desde el siglo XV llevamos dándole vueltas a este tema en literatura. Es un libro difícil, de los que te gustan para siempre o los que no eres capaz de soportar. Justo como yo, carente de ese término medio que me haga encajar perfectamente en este mundo en el que vivimos. En lo único que soy exactamente así es en mi reflejo, esa imagen que tienen sobre nosotros los que nos ven a diario sin conocernos. Ni alta, ni baja. Ni guapa, ni fea. Ni tonta, ni la más lista. Invisible casi siempre.

Me puse un reto, un libro* que tocase a quien se atreviese a sumergirse en sus páginas, pero esta vez inventando, partiendo de cero. Está hecho y sé que lo he logrado con el pequeño círculo que siempre está ahí dispuesto a darme su opinión. Sin embargo, ha habido un "pero". Diminuto aunque desconcertante. Un matiz que se me había pasado por alto. Suficiente para que un proyecto de años no salga a la luz. La indecisión que siempre me acompaña de la que nunca voy a ser capaz de deshacerme. Podría corregirlo pero, fíjate tú por donde, no quiero. Se me olvidaba que también he sido una rebelde.

*Ese libro del que hablaba sin hablar era Detrás del cristal. Ese pero fue alguien que me sugirió que estaría mejor en la papelera de reciclaje (y a punto estuve de tirarlo). Por fortuna lo hice al contrario: rescaté el libro y tiré a la papelera a la persona. 10/01/2016

viernes, 25 de noviembre de 2011

NIVARIA, de ÓSCAR R. ARTEAGA




No hace falta que cuente cómo llegué a Nivaria. Los que sois asiduos de este blog sabéis ya que participé en un sorteo en Facebook y tuve la inmensa suerte de conseguir uno de los dos ejemplares que se ofrecían. En un par de días tuve la novela en casa, dedicada personalmente por Óscar, y debo deciros que me hizo muchísima ilusión.


Tenía entonces un libro entre manos y alguno más pendiente para su lectura, pero no lo pude evitar. Abrí sus primeras páginas, empecé a leer y me atrapó. Aunque traté de resistirme, perdí la batalla. No me la he leído de un tirón, ha sido un proceso tranquilo, porque esta novela creo que debe leerse con calma, saboreando cada palabra. Está repleta de frases que llegan, de esas que te obligan a reflexionar.

Su estructura, al principio, me descolocó. El narrador va contando dos momentos del pasado de Mara, la protagonista, y durante los primeros capítulos estaba un poco desconcertada, lo reconozco. Sin embargo creo que es muy acertado este enfoque, porque la actitud de la protagonista no se entendería sin conocer ese pasado suyo, las muescas que en su alma ha ido dejando la vida. El que las dos historias se alternen ofrece tiempo al lector para conocer al personaje. Mara, es una fotógrafa palentina que viaja a Canarias para ejercer su profesión en un hotel. En principio, parece una mujer fuerte e independiente, pero en el fondo vive inmersa en el miedo y el dolor. Dolor por el pasado, que pesa en ella como una losa y miedo a dejarse llevar por lo que la vida le va ofreciendo. La historia de Jimena, su madre, su fracaso vital, impiden a Mara una visión más optimista. Cree que está condenada a cometer sus mismos errores y trata de evitarlo a toda costa. Cuando se olvida de ello y se permite vivir, las cosas se tuercen, como si quisieran confirmarle sus sospechas. Vuelve a colocarse la coraza que dejó abandonada durante unos meses, huye y se resigna. Pero la historia, por supuesto, no acaba ahí… Para descubrirla creo que lo mejor que se puede hacer es abrir la novela y dejarse conquistar por ella.

De este libro me resultó sorprendente el hecho de que el autor eligiera un personaje femenino como protagonista de su historia. En las primeras novelas, no sé si es sólo percepción mía o se trata de algo generalizado, me he ido dando cuenta de que los autores muchas veces escogen como protagonistas personajes de su mismo sexo, incluso con edades parecidas a las suyas, supongo que porque resulta siempre más sencillo buscar en nuestras propias emociones, las que hemos sentido alguna vez, para crear con verosimilitud. Sin embargo, Óscar elige una mujer y encuentra las palabras justas para transmitirnos su sensibilidad. El tono de la novela, siempre pausado, suave, lo logra con un narrador omnisciente que conoce todos los detalles, y que es el dueño casi absoluto de la narración. Quizá el hecho de que el diálogo tenga menos importancia es lo que le permite reflexionar y lo que nos obliga a nosotros, los lectores, a hacerlo con él.

Tan protagonistas como los personajes y la misma historia son los escenarios de la novela. El autor los conoce de primera mano y ha sabido transportarnos a ellos. Nos sirve de guía para conocer Tenerife, Marruecos, Lisboa y Palencia.

Nivaria, el título, hace referencia al nombre que dieron los romanos a Tenerife, y se llama así por la nieve que suele coronar el pico del volcán. Mara es en cierta medida como la montaña, fuerte y con un interior ardiente que se recubre de frialdad para protegerse, como el Teide lo hace con la nieve de su cumbre.

El libro me ha gustado mucho, la verdad. Ha sido una sorpresa y una delicia acercarse a sus páginas, disfrutarlas y sentir a los personajes que desfilan ante nuestros ojos. Es la primera novela de Óscar R. Arteaga y, sinceramente, espero que no sea la última. Sólo una pequeña frase, para ir abriendo el apetito por esta novela:

''Sigo aquí, no he ido a ninguna parte, y si lo hiciera no hay duda que vendrías conmigo porque nuestro destino es el de estar juntos, por siempre, contra eso ni tú ni yo podemos luchar. ''

martes, 22 de noviembre de 2011

LA RELACIÓN AUTOR-LECTOR.

Encontré mi libro de literatura del instituto el otro día y lo abrí. Lleva días rondándome en la cabeza una entrada, la relación que se establece entre el autor de un libro y el futuro lector, auspiciada por este nuevo mundo que han abierto las nuevas tecnologías. Obviamente, un libro en el que en la portada pone 3º de B.U.P. poco podía aportar al tema, pero me llamó la atención un pequeño título, el que le pongo a esta entrada.

Para los autores de mi libro de texto, Fernando Lázaro Carreter y Vicente Tusón, el autor y el lector no están en el mismo contexto. El autor busca al lector pero es este el que acepta o rehúsa libremente la comunicación. Me llamó la atención porque aunque es completamente cierto, hoy se ha dado un paso más. El canal de comunicación permanece abierto a través de la red, de modo que a veces el libro no acaba cuando se termina la última página, sino que continúa con preguntas que no sólo hace el lector, a veces incluso es el mismo autor el que busca ese diálogo con sus lectores que surge tras la lectura (o durante la misma) de la obra.

Este nuevo enfoque es interesante desde los dos puntos de vista. El lector resuelve dudas, pregunta directamente al escritor y este recibe, de primera mano, las impresiones del público a quien se dirige. Antes, entre autor y lector, había una figura intermedia: el crítico literario. Hoy en día, ese crítico es un lector común, que entiende el libro más desde las sensaciones que desde la técnica. Y esto, en realidad, es fantástico. Aporta nuevos enfoques que antes no estaban.

He querido preguntarles a varios autores sobre este tema, su experiencia o lo que les sugiere y esto es lo que ellos me han contado. Creo que abre un debate interesante y demuestra que, de alguna manera, estamos siendo testigos de cambios importantes en el panorama literario mundial. Los autores pertenecen a géneros completamente diferentes, porque este fenómeno no hace distinciones.

Debo decir que la entrada ha sido modificada, varios días después, para añadir la opinión de dos autores más. El tema es tan interesante que me parece que sus opiniones no deben quedarse en simples comentarios.

Aquí os dejo sus opiniones.


Enrique Osuna Vega, autor de El Eterno Olvido.



"Abres un libro y, sin saber cómo, caes hechizado en la historia. Disfrutas, sufres y te angustias con los personajes. Vives lo que ocurre como si estuvieras dentro. Pero cuando acabas la última página asumes con cierta melancolía que no volverás a saber de los personajes. ¿Te resignas a que solo te quede el recuerdo? Ahora, de una forma sencilla, puedes conversar con la persona que mejor conoce a esos personajes: el escritor, el único médium capaz de establecer una mágica comunicación con ellos ¿No es eso maravilloso?"



Eloy Moreno, autor de El bolígrafo de gel verde.

"Hasta ahora, el máximo contacto que podía tener un lector con un escritor consistía en asistir a una firma de libros y pasarle el ejemplar del mismo para que se lo dedicase; y si había suerte, hacerse una foto. Total, unos 30-40 segundos. Era un contacto frío y breve. Pero gracias a internet, y sobre todo a las redes sociales, todo esto está cambiando.

Cada vez que he acabado un libro de esos que te dejan huella, he pensado que me encantaría darle la enhorabuena al escritor, hablar con él, preguntarle determinadas dudas... pero claro, hasta ahora eso era prácticamente imposible. En cambio, hoy en día la tecnología nos permite hacerlo, por eso creé un perfil en Facebook, para poder conocer de primera mano las opiniones de los lectores, para poder charlar con ellos.
Este contacto siempre trae consecuencias muy positivas: los lectores pueden indagar y conocer curiosidades del proceso de creación de la novela, y el autor puede conocer distintos puntos de vista sobre la historia que ha escrito. Otra consecuencia es que si la novela gusta, el boca a oreja "digital" es mucho más rápido que el tradicional, y en poco tiempo las opiniones de los lectores pueden conseguir que el libro empiece a funcionar, son ellos quienes deciden.
En mi caso, he conseguido mantener una relación muy estrecha con todos los lectores, de hecho, en la última página de cada ejemplar escribí un agradecimiento a todos ellos. Siempre me han apoyado recomendando la novela, y yo siempre que puedo realizo acciones para compensarles por toda su ayuda.
Esta relación ha tenido momentos muy bonitos; por ejemplo, cuando realizamos el videotrailer de la novela, unos cuantos lectores me comentaron que la música no era la más adecuada y gracias a ellos la cambiamos y quedó mucho mejor. En otra ocasión realicé un concurso para que sus opiniones aparecieran impresas en la siguiente edición del libro.
Una de las últimas acciones que hemos hecho es un Club de Lectura a través del Facebook en el que se apuntaron más de 1600 lectores. Al finalizar el Club realizamos una quedada en la FNAC de Madrid que incluía una presentación y después irnos a tomar una cañas todos juntos. Para que luego digan que las redes sociales deshumanizan :)
En definitiva, hoy en día la relación lector-escritor debe ser mucho más directa y cercana, tenemos la tecnología y las herramientas para hacerlo; es algo que le debemos a toda la gente que nos apoya y nos lee."


Oscar R. Arteaga, autor de Nivaria.

"Bajo mi punto de vista, las nuevas tecnologías y el uso de la Redes Sociales ha cambiado todo el panorama literario dando lugar a una nueva generación de escritores que gracias a ellas logran darse a conocer aun sin contar con el respaldo de grandes editoriales y su potente maquinaria publicitaria. Creo que es una manera muy interesante de conectar con el lector y que fluya cierta comunicación entre ambos de manera constructiva y enriquecedora, es más, considero que todos estos medios hacen que el lector perciba las obras de los autores desde un prisma más emotivo sin limitarse a la mera adquisición de un ejemplar en cualquier librería viendo la foto de quien lo ha escrito. De hecho, muchos autores ya reconocidos se han ido incorporando a estas tecnologías buscando ese pulso entre un público ya consolidado tratando así de dar a conocer a la persona que hay detrás de la obra".


Noelia Amarillo, autora de Cuando la memoria olvida.



"Las redes sociales, blogs y foros, me permiten interactuar con mis lectores. Hablar con ell@s es la mejor arma con que cuento para seguir escribiendo día a día. El entusiasmo que muestran, sus consejos y sus chanzas bienintencionadas, son lo que me hace desear ser mejor y no defraudarles. Sus comentarios en mi muro, blogs y foros, y los mensajes por mail, son lo que me da fuerzas para seguir escribiendo. Por ellos y para ellos."




Emilio Casado Moreno, autor de Crónica Insignificante.

"Cuando terminé Crónica insignificante envié cuatro copias a cuatro editoriales y se la pasé, poco a poco, a mi círculo de amistades. En esas circunstancias la novela no hubiera pasado de los treinta o cuarenta lectores… a lo sumo cincuenta y en unos años. Lo más probable es que llevara ya varios meses en un cajón.

Pero, casualidades de la vida, descubrí los Blogs Literarios y el ubicuo Facebook. ¿He conseguido publicar? Pues de momento no, pero de cincuenta lectores Crónica insignificante he pasado a tener quinientos, o mil… o quién sabe cuántos y lo más importante, he conseguido retroalimentación a espuertas. Mediante estos cauces el lector contacta conmigo y yo con él, el lector se materializa como alguien que está aquí, a mi lado, explicándome las sensaciones que le ha provocado mi trabajo. Muy enriquecedor.

Lo dicho, publicar no publicaré, pero que me quiten lo bailado.

Solo una cosa negativa, el feedback continuo amenaza con detener la producción, así que cuando se trata de juntar palabras hay que procurar que Facebook esté todo lo lejos que sea posible."

Fernando Trujillo Sanz, autor de La biblia de los caídos.

 "Personalmente, creo que estamos solo al principio de esa interacción entre autor y lector. Estoy seguro de que en el futuro los libros electrónicos serán mucho más que la historia que cuentan (que es lo más importante de todo), incluiran una comunidad de lectura en torno al libro. Ahora el lector se puede relacionar con el escritor enviando un mail, pero en el futuro se hará a traves del propio libro. Y no solo podrá el lector hacer preguntas, también podrá ver qué preguntas hacen otros lectores y participar en debates, es decir, se ampliara la relación de autor-lector, como funciona ahora, a autor-lectores.
Los libros electrónicos, además, mostrarán cuánto lleva el autor escrito de su siguiente novela (algo especialemente útil si se trata de una saga), la fecha estimada de publicación y muchas otras cosas. Incluso avisarán mediante el lector de libros electrónicos de que la siguiente novela ya está disponible y descargará el inicio gratis.
Van a cambiar muchas cosa en el futuro. Lo iremos viendo con los años."

Megan Maxwell, autora de Las ranas también se enamoran.



"Cuando tienes la posibilidad de relacionarte a través de las redes con las personas que leen tus novelas, es fantástico. Gracias a las nuevas tecnologías puedes saber en décima de segundo si los personajes que has creado les llegaron al corazón o si su historia les enganchó. Pero sobre todo, puedes conocer a muchas de las personas que leen tu trabajo y comenzar una buena amistad. A mi me pasa diariamente y estoy muy contenta por ello."





Armando Rodera, autor de El color de la maldad y El enigma de los vencidos.

Es interesante el tema a debatir, y seguro que cada autor tiene su punto de vista. En mi caso he de decir que la relación con mis lectores tiene sólo unos pocos meses de vida, desde que me lancé este verano a la aventura digital con la publicación en Amazon y en mi propia web de mi novela “El color de la maldad”.

La inmediatez de Internet, y las infinitas posibilidades de las redes sociales han logrado lo que a muchos nos parecía una quimera no hace demasiado tiempo: llegar con nuestras obras a cualquier parte del mundo. Yo intenté aplicar mis pequeños conocimientos de marketing online para intentar que ese lanzamiento en ebook resultara lo más provechoso posible, pero los resultados superaron mis expectativas.

En pocas semanas me di cuenta que el libro se estaba empezando a vender bastante bien entre la población hispana de Estados Unidos, pero también en otros países americanos como México, Venezuela o El Salvador, aparte de España, claro. Y enseguida la comunicación autor-lector empezó a fluir en ambas direcciones. Yo había creado un grupo en Facebook para hablar sobre la novela, aparte de tener web, blog, mail y perfiles sociales abiertos para poder hablar con cualquier persona de cualquier lugar del mundo. Y las sorpresas comenzaron a sucederse.

Resulta algo desconcertante la primera vez que alguien opina sobre una obra tuya después de haberla leído. Es nuestra criatura, nuestro pequeño retoño, y nunca sabemos cómo va a ser recibido por el gran público. Yo he tenido la suerte de recibir muy buenos comentarios por parte de los lectores, tanto en público como en privado y he de decir que esa comunicación bidireccional es fundamental en estos tiempos que corremos.

Una de mis primeras lectoras me decía que no había podido parar de leer al llegar al último tercio de la narración, quedando muy sorprendida por el giro final. Otra me “acusaba” jocosamente de haberle provocado ojeras, ya que se había tirado hasta altas horas de la madrugada leyendo para poder saber el final del libro. Otro chico dijo algo parecido: había llegado hasta el 80% de la lectura en su Kindle y no pudo descansar ni un minuto más ni hacer cualquier otra cosa hasta que supo cómo acababa la historia.

He tenido situaciones curiosas. Por ejemplo en un foro en el que participo los usuarios me decían detalles que les habían gustado más o menos sobre esa obra, e incluso cosas que cambiarían. También lo comentábamos por mail, e incluso uno de ellos, sorprendido y curioso, me comentaba algunas cosas que yo le rebatía con mis propios argumentos sobre cómo había enfocado la historia, siempre desde el buen rollo. Él se sorprendía y me decía que nunca había podido hablar de ese modo con un autor sobre su obra, y que sólo por eso ya tenía ganado un lector para futuras novelas. Todos esos comentarios te hacen crecer como escritor y te pueden ayudar a mejorar tu novela, porque quizás tus lectores lo ven desde diferentes puntos de vista que quizás a ti se te han escapado. Con otros detalles no tienes por qué estar de acuerdo, claro, pero todo es enriquecedor. Luego tú, como escritor, puede utilizar todos esos comentarios para seguir mejorando poco a poco.

Incluso he llegado a debatir con los lectores de la obra sobre el posible casting que podríamos organizar si la novela fuera llevada al cine o la televisión, una experiencia muy divertida. O también sobre el booktrailer de la obra, las posibles portadas de esa novela y de la que acabo de publicar, y otros muchos detalles. Eso le genera al lector una sensación de implicación que es fundamental, sintiéndose importante en decisiones que quizás antes los autores no compartían con sus posibles lectores. A mí desde luego me ha parecido muy interesante y seguiré interactuando con mis lectores todo lo que pueda, innovando en la medida de mis posibilidades.

Internet me ha permitido ese trato directo con personas a ambos lados del Atlántico, y eso es algo impagable para nosotros. Personas que disfrutan, ríen, sueñan, sufren o se emocionan con nuestras obras, y que además pueden compartirlo con nosotros casi en tiempo real, mientras van leyendo la novela. Eso es algo increíble y que os recomiendo encarecidamente si todavía no lo habéis experimentado. Hubo una chica que me confesó que le encantaba la novela porque podía leerla arrebujada en su sofá, medio encogida por la tensión del momento, casi disfrutando de algo de miedo y temiendo que el sádico protagonista de mi novela policial apareciera en el umbral en cualquier momento. O ese otro mensaje de otra lectora que me permito copiar literalmente, para que entendáis lo que puedo uno sentir al leer estas cosas:

“Hola Armando. Antes de nada agradecerte tu amabilidad, y sobre todo tu cercanía a tus lectores. Decirte que he disfrutado muchísimo con tu novela, está bien escrita, te atrapa desde el principio, y cuenta con una trama muy atractiva. Finalizada de leer, una echa de menos a los protagonistas, que ya forman parte de alguna manera de tu vida (por así decirlo), por lo que espero que haya más en un futuro próximo. Apetece saber más de ellos. ¿Qué fue de ellos a partir de esos días que tanto les habrá marcado a todos ellos? En fin, que me tienes como lectora fiel. Espero poder leer pronto algo nuevo. Te deseo todo lo mejor, realmente te lo mereces. Un abrazo, querido escritor ;-) ”

Como podéis comprobar yo estoy encantado con la experiencia, es muy gratificante, y espero que con la nueva novela que acabo de lanzar a las procelosas aguas del mundo digital, mi opera prima “El enigma de los vencidos”, esto siga sucediendo. De hecho ya me ha ocurrido con una lectora mexicana que ha devorado la novela en dos días, haciéndome unas reflexiones en privado sobre la novela que no se me hubieran ocurrido ni en un millón de años.

Gracias de nuevo a Mayte por permitirnos contar nuestras historias en su mágico espacio abierto al mundo. Y un saludo a todos, lectores y escritores repartidos por todo el mundo.

* * *

Poco tengo que añadir a lo que han dicho ellos. Sólo insistir en lo que apuntaba Armando. Nuestros lectores vienen de cualquier parte del mundo donde entiendan castellano. Eso, algo inimaginable para autores que estaban empezando hace sólo cinco o seis años, hoy es una realidad.


¿Qué os parece a vosotros el tema? ¿Habéis vivido la experiencia de compartir una charla con el autor de algún libro que hayáis leído?

Muchas gracias a todos los autores que habéis colaborado en esta entrada. Por vuestro tiempo y, sobre todo, por vuestros libros.