viernes, 21 de enero de 2011

APAGÓN EL 15 DE FEBRERO A LAS 22 HORAS

He recibido un correo convocando un apagón voluntario el día 15 de febrero a las diez de la noche. Y no ha podido llegar en mejor momento, porque en pleno cabreo por mi desorbitada factura de la luz he hecho lo único que podía hacer: programar una alarma en mi móvil para no correr el riesgo de que se me olvide.
Voy a apagar la luz. Del todo, desde el interruptor general. Y no creo que sean sólo los cinco minutos que me proponen. A lo mejor aguanto quince.
Propongo que nos programemos todos, que no lo dejemos correr. Si me apuras, con esto vamos a lograr un doble objetivo: por un lado haremos un hueco en las arcas de las compañías eléctricas y por otro le haremos un favor al medio ambiente. Se me ocurre algo. A lo mejor podíamos quedar los quince de cada mes. Qué putada, ¿no? Nada comparado con lo que le va a suponer a mi bolsillo a final de año. Nada menos que el doble de lo que pagué el año pasado. Y resulta que no ingreso el doble.

jueves, 20 de enero de 2011

LA FACTURA DE LA LUZ

Hoy casi me da algo cuando he visto la factura de la luz. Me han cobrado casi 76 euros y se han quedado tan panchos. Cuando se pagaba cada dos meses jamás alcancé esa cifra de consumo, pero es que en la última factura, abultada ya, no había llegado a los cincuenta. La luz ha subido pero, nos vendieron que en la factura final serían dos o tres euros. En la mía, en una casa normalita en la que más de medio día sólo está encendido el frigorífico (desenchufo hasta la cafetera aunque no esté dado el botón), la subida ha sido de 16 euracos!!!!
Me han dicho que uno de estos días la gente va a quedar para apagar la luz durante cinco minutos, a ver si a ellos las pérdidas les hacen tanta gracia como me ha hecho a mí ver la factura. No sé cuándo es, pero me pienso apuntar. En un recuadrito pequeño pone que mi consumo ha sido de 29,55 euros. Claro, sin incluir los impuestos. ¡Cómo se pasan!

sábado, 15 de enero de 2011

PAN

500 gramos de harina
25 gramos de levadura de panadero
250 cl de agua
sal
Me he puesto manos a la obra y, a lo tonto a lo tonto, me ha salido un pan. Os cuento el proceso. He puesto la harina en una ensaladera, he añadido la sal, la he mezclado y, a continuación, he puesto el agua con la levadura disuelta. El agua estaba tibia.
He mezclado los ingredientes y cuando llevaba unos diez minutos amasando he puesto la bola resultante en la misma ensaladera, la he tapado y me he ido al parque. Esto ha sido clave. No ha habido presión y la levadura ha hecho perfectamente su trabajo.
Cuando he vuelto a la hora y pico, he encendido el horno. He vuelto a amasar la bola (que era enorme) y la he dejado encima de un papel de hornear. Al rato, cuando ha vuelto a subir (esta vez ha sido clave que me haya ido a limpiar el baño), la he metido dentro, a unos 200 grados unos 40 minutos. Antes me he entretenido en hacerle unos cortecitos para que quedase más mono.
El resultado, ahí lo veis. Un pan que estaba delicioso. Ha durado un suspiro en la cena que teníamos en casa. Así soy yo. Salto al vacío sin red. Podía haber sido un desastre absoluto pero ¡no había comprado otro pan!

viernes, 14 de enero de 2011

LA METAMORFOSIS. FRANK KAFKA.

Esta semana he leído un clásico. Siempre esquivo a los autores con K, por alguna fobia extraña digna de un análisis de Freud pero, como en otra entrada mencioné a Kafka, me he decidido a leerlo. Empecé en inglés pero me acordé que tenía una edición en castellano y no he tardado ni dos horas. Y me ha gustado.
Supongo que habla del miedo. Gregor Samsa despierta una mañana convertido en un gusano y su familia lo encierra, para que no lo vean y para no verlo. Después del desconcierto llegan la compasión que se transforma en odio por la carga que supone para la familia. Y al final, el alivio al deshacerse del monstruo.
Pensaba todo el rato en él como en un enfermo, no como en un gusano, alguien a quien se le ha negado la capacidad de comunicarse aunque él sea capaz de entenderlo todo. Notaba la angustia. La suya y la del entorno. La peor cárcel es siempre uno mismo.

sábado, 8 de enero de 2011

UN E-BOOK EN MI VIDA

Desde que me encontré por primera vez con la noticia de la existencia de libros electrónicos he querido tener uno. El día de Reyes me lo encontré al lado de mis zapatos, justo entre una moto teledirigida y la guardería de los barriguitas. No me pilló por sorpresa, los Reyes Magos hace tiempo que perdieron su chispa en mi vida, pero reconozco que ha sido el regalo que más ilusión me ha hecho desde hace años. Siempre es mejor un e-book que un llavero...
En mis planes está que me acompañe en las interminables tardes de parque, en las que mi única misión es que ningún niño de los que cuido (míos o ajenos) se rompa la crisma con los columpios. Sin embargo, hoy mismo me he encontrado con el ¿decimo? escollo: ¡se calienta a lo bruto! En enero no es mucho problema pero puede que me de algo en pleno mes de agosto, en la calle desde las cinco de la tarde, me acuerde del que lo diseñó y hasta si me apuras de su abuela paterna.
¿He dicho décimo problema? También encuentro que en el mío no se puede ampliar la letra (o es que soy idiota y no soy capaz de hacerlo) y otro montón de pequeñas mejoras para que sirva para algo más que para añadir otro peso a mi bolso. Démosle tiempo y vayámonos quejando de lo que no nos convence. Hace poco leí que el 90% de los científicos que han existido en toda la historia de la humanidad están vivos, así que algo podrán hacer...