lunes, 11 de julio de 2016

COMO DIENTE DE LEÓN DE PILAR FERNÁNDEZ SENAC


Sinopsis:

Los dientes de león son trocitos de nubes que han echado raíces porque tienen miedo a volar. 

Esas palabras que Diana dice a su pequeña, reflejan la forma en la que ella se ha sentido durante el último año. La muerte de su marido de forma inesperada descose por completo su día a día y durante un tiempo va dando puntadas a ciegas. El dolor, vestido con traje oscuro y sonrisa torcida, es su nuevo compañero de piso y la acompaña en el descubrimiento de una traición que no esperaba. El miedo, como un borrón de carboncillo, oscurece algunas de las decisiones que debe tomar. 

Este libro es el viaje por el interior de una mujer que no sólo ha perdido a su marido, sino que también ha perdido la confianza en ella misma y en los demás. Rodeada de gente que la quiere y que la obliga a mirar hacia delante, Diana va creciendo a cada paso que da como persona y como mujer, y poco a poco va haciendo un hueco a la posibilidad de volver a amar. 

Con esta historia conocerás a una mujer de hoy, real, que se equivoca, que se esconde, que no es tan fuerte como pretende, que se enfada. Pero que, a la vez, es una mujer inteligente, con un irónico sentido del humor y que es consciente de sus errores. Diana va soltando las raíces que la sujetan al suelo y se ve más capaz de dejarse acariciar por una suave brisa y volar como diente de león.

Mis impresiones:

Esta es una de las novelas que llegan a tus manos por casualidad. Estaba gratis en Amazon, alguien lo compartió, lo vi y acabó en mi kindle. Y en el de unas cuantas amigas, porque al leer la sinopsis tuve la intuición de que detrás de ella se escondía una historia bien contada. Se lo dije a las cuatro personas que siempre suelen coincidir conmigo en gustos lectores y todas lo pusimos en la cola de lectura.

Se la saltó, algo que consiguen pocos libros, y puedo decir que ni siquiera fui la primera a la que le pasó.

De hecho, la primera de esas personas que lo leyó corroboró la sensación que tuve después de la lectura de las líneas de presentación de la novela, por lo que me adentré en ella teniendo la seguridad de que me iba a gustar.

La novela empieza con un párrafo maravilloso, en el que Diana, la protagonista, habla con su hija Nerea sobre los dientes de león:

"Los dientes de león son trocitos de nubes que han echado raíces porque tienen miedo a volar"

Así, de esa manera tan sencilla, le explica su propio miedo, ese al que se enfrenta a la vida un año después de que le cambie por completo.

Pero ¿qué le pasó a Diana? Santi, su marido, su novio desde los 17, su complemento, su mitad, su mejor amigo, su amante... esa persona que reúne todas las demás y que algunos tenemos la suerte de encontrar al principio del camino, se va a trabajar. Antes de que a Diana le dé tiempo a tomarse el café, recibe una llamada: Santi ha tenido un infarto y ha muerto.

A partir de ahí, Diana entra en un shock. ¿Qué va a hacer ella con una niña pequeña y sin Santiago? ¿Cómo va a enfrentar la vida? ¿Qué ha pasado? Las preguntas lógicas se suceden y el dolor empieza a ser su compañero.

¿Ha tenido suficiente con esto?

No, cuando a la vida le da por ponerse puñetera siempre encuentra la manera de hacerlo un poco más. Un día, Diana encuentra en el ordenador una carpeta con documentos del trabajo de Santiago y los envía a su empresa. De vuelta recibe uno de ellos, uno que no es de trabajo sino un diario personal de su marido en el que Diana descubre que durante dos años no ha sido la única mujer de su vida.

Diana opta por no contarlo, por preservar ante los demás la imagen de Santi y tarda mucho en atreverse a hablar con alguien. Su dolor se incrementa y a él se une otra sensación: la inseguridad, esa que es inevitable sentir cuando aparece el abandono de la persona que has elegido como compañero en la vida. Y el miedo a vivir, el miedo a volver a empezar porque no sabes si volverán a tratarte del mismo modo y no estás dispuesto a pasar una segunda vez por ahí.

A partir de la mitad del libro aparece un personaje, Germán, el padre de un niño al que Diana da clases de dibujo y surge algo entre ellos. Suave. Pausado. Lleno de pies plomo, como es normal cuando una persona viene de un momento tan doloroso. Cuando ha perdido la confianza plena en otro ser humano. Ha logrado empezar a recomponerse y no quiere pasar de nuevo por la tristeza que aparece cuando te rompes.

El libro está muy bien escrito, es lo que más destaca de él. Transmite emociones en cada párrafo y las metáforas que emplea son muy originales. Todo esto lo consigue sin abusar del adjetivo, y eso yo se lo agradezco en el alma. Ya sabéis que si a mí me ponéis tres adjetivos seguidos, o sois Pérez Reverte o dejo de leer al instante.

Me han gustado los secundarios, cada uno con una historia personal a sus espaldas: Laura y el problema con su cuñado, su amiga Paloma y el deseo de ser madre, la depresión de Julia, la madre de Santiago o los problemas de su hemano Lucas, tan guapo, tan buenorro, pero que no consigue que la chica que le gusta le haga caso.

Si tengo que poner algún pero es que en mi archivo ha ciertos fallos en la edición del texto y la maquetación. A veces un diálogo de un personaje se continúa con el del siguiente. Aunque aparece la raya, cuesta un poco darse cuenta de que ha cambiado. También he detectado la falta de algunos signos de puntuación y errores en el uso correcto de la raya (esto es deformación profesional por las horas que me paso corrigiendo, seguro que un lector normal no lo ve). Le recomiendo a la autora que le eche un vistazo, porque merece la pena que este libro esté perfecto, ya que es maravilloso.

(NOTA: Me consta que ya está revisado)

Otro pequeño problema han sido media docena de palabras descontextualizadas que chocan, o alguna expresión que le da al narrador que cambia el registro. Casi toda la novela está en uno culto y salta a uno demasiado coloquial.

La recomiendo de verdad, os gustará si os gustó En un rincón del alma, por ejemplo. Me alegro mucho de haber seguido mi intuición cuando la vi.

Comprar aquí.

jueves, 7 de julio de 2016

PALABRAS MEDICINA




Mi medicina son las palabras. Las necesito escritas, me nutro de ellas y busco el consuelo de su compañía. Las coloco y descoloco a mi antojo, componiendo historias que hacen que, cuando el ánimo no acompaña, el mundo parezca un poquito más feliz.

Estos días estoy necesitando dosis extra. El calor ha arrasado con la sensación de sueño y las noches se hacen eternas. Los días, arrastrando el cansancio, tampoco dan tregua y, en cuanto encuentro un momento, me siento y escribo.

Es por ello por lo que la novela en la que me entretengo ahora avanza a un ritmo muy rápido. Tengo clara la trama  y  necesito esa dosis de calma que me da imbuirme en ella. Cada palabra escrita respiro mejor. Cada párrafo que avanzo me hace relajarme más. Cada página es el alivio para los arañazos del alma.


lunes, 4 de julio de 2016

SIETE LIBROS PARA EVA DE ROBERTO MARTÍNEZ GUZMÁN



Sinopsis:

Cuando en una calurosa noche del verano de 1999, la joven Eva aparece en una gasolinera, malherida y ensangrentada, todo el mundo se sorprende de que siga con vida. Desapareció quince días antes, tras pasar la noche con un compañero de universidad y todas las pistas apuntan desde un primer momento a un crimen pasional. En la novela viviremos las dos tensas semanas de duelo, en las que su ausencia sacará a la luz secretos familiares, mentiras guardadas durante años y una estudiada trama de corrupción política.


Mis impresiones:

Siete libros para Eva es la última novela de Roberto Martínez Guzmán, la tercera de la saga de la inspectora Santiago, aunque esta tiene una particularidad, es más bien una precuela, una historia en la que conoceremos a la policía de Muerte sin resurrección y Café y cigarrillos para un funeral cuando era joven.

El autor da un salto hacia atrás en el tiempo y nos presenta a una Eva universitaria. Es el verano de 1999 cuando, una noche de viernes, la muchacha se esfuma de Santiago de Compostela, donde estudia. Las pistas apuntan a que con ella se ha cometido un crimen pasional, pero su cadáver no aparece, por lo que pronto se organiza una búsqueda incesante de la chica. Durante dos semanas, asistiremos a la angustia de su familia por encontrarla, a la investigación policial y todas las emociones que eso genera en las personas que la quieren. Y, cómo no, también estará presente la prensa, que cubre el suceso.

Pero eso no es todo.

En paralelo a esta historia, Roberto Martínez Guzmán desgrana secretos familiares que llevan ocultos mucho tiempo y, por si nos parecía poco, una trama de corrupción política, centrada en un pequeño partido emergente en Ourense, la UDO, del cual es miembro Manuel, el padre de Eva. Aunque la novela date de finales de los noventa, el tema de la corrupción lo tenemos presente en nuestra sociedad. Todos los días lo vemos en las noticias, por lo que la trama, en ese sentido, se vuelve actual. La manera de actuar de estos políticos nos va a recordar a muchos de los casos que copan las portadas de los diarios de este 2016 en el que vivimos.

Si bien Siete libros para Eva puede clasificarse como novela negra, creo que tiene una particularidad destacable. Es también una novela donde los sentimientos están a flor de piel. El personaje que lo consigue es Lina, sobre todo, la madre de Eva. Transmite su angustia por la desaparición de su hija, a la que todos dan por muerta aunque no la encuentren, y desgrana ante nosotros su vida, sus miedos, la falsedad en la que vive envuelta. El cautiverio de Eva, su secuestro, vamos a vivirlo con ella, pero también veremos cómo transforma a Lina.

Me ha gustado, sobre todo, la parte del secuestro de Eva. El título de la novela tiene mucho que ver con el tiempo que pasa encerrada y en él vamos a descubrir a una muchacha que, a pesar de la angustia de verse encerrada, no se resigna a morir a manos de su secuestrador. Durante ese tiempo irá ideando maneras para escapar viva. Y de reunir pruebas para que el secuestrador no salga inmune de la situación. El carácter fuerte y analítico que conocemos de ella de otras novelas en esta se está forjando y es interesante conocerlo.

Los libros, esos que le lleva el secuestrador para que pase mejor los días, serán su compañía y un punto en el que Eva reflexiona con una frase certera:

«¿Por qué me traes libros? –preguntó Eva-. ¿No sabes que un libro es la mayor arma de insumisión del mundo?»

Durante el libro, mientras haces la lectura, en tu mente se suceden los sospechosos del secuestro de Eva. Los detalles que deja caer el autor, medidos con mimo, te hacen decantarte a veces por uno u otro y, al final, como siempre me pasa con Roberto, es alguien que no esperaba. Tampoco esperaba el último capítulo, pero eso es algo a lo que nos tiene acostumbrados.

Igual que no imaginaba que las tramas, sin aparente conexión, confluyeran en una explicación que las incluye a todas. Sin dejar cabos sueltos. Mezclando lo personal con la política, en una venganza redonda.

A nivel narrativo, creo que el autor ha dado un salto. Esta novela está llena de frases memorables, de las que se te quedan en la cabeza (de las que me anoto en mis libretas). Es fluida y en apenas dos días tenía la novela leída, aunque no es precisamente corta.

Esta novela participa en el concurso de Amazon de este verano. Le deseo mucha suerte con ello. Lectores sé que tendrá, y que pasarán un buen rato de lectura con ella. Ya estáis tardando en leerla.

Podéis adquirirla en Amazon siguiendo este enlace.

sábado, 25 de junio de 2016

ALICIA Y EL TEOREMA DE LOS MONOS INFINITOS DE MAYTE UCEDA



Sinopsis:

Alicia es una joven viuda que dedica sus días al cuidado del viñedo que heredó al fallecer su marido. Tras años de soledad, decide probar suerte en la búsqueda del amor a través de Internet. Después de varias decepciones, irrumpe en su vida Marco, un enigmático y endiabladamente atractivo…¿¡corso!? Bajo el sol mallorquín, surgirá entre ambos una conexión instantánea y darán rienda suelta a su pasión. Sin embargo, algo no encaja, Marco es demasiado bueno para ser verdad. ¿Qué esconde bajo esa maravillosa fachada? ¿Cómo ha podido fijarse alguien tan perfecto como él en alguien tan corriente como ella? Esas cosas no pasan a los 39 años.Alicia y el teorema de los monos infinitos es una cautivadora historia de amor manchada por el vino, la pasión, las mentiras, la intriga y el humor más fresco.

Mis impresiones:

Tenía muchas ganas de leer la novela de Mayte Uceda. La anterior, Un amor para Rebeca, fue todo un descubrimiento (y lo ha sido para miles de lectores, no solo aquí, sino también en Alemania) y tras leer el primer capítulo de esta no tuve ninguna duda. Me encantaba el tono desenfadado de la narración y la historia prometía un buen rato de lectura.

Por cierto, si queréis leer este capítulo y comprobarlo por vosotros mismos, podéis. Solo tenéis que echar un vistazo pinchando en la portada del libro en la página de Amazon. Se abre una nueva ventana que os permite disfrutar del principio.

Como el precio del ebook me parece muy alto (y después de la entrada que dedicamos en el blog a ello y los comentarios, me parece que no soy la única que opina de ese modo) y como también había decidido que quería el libro de Mayte Uceda en papel, no dudé un instante en encargarlo. Hace una semana, ya estaba listo para mí.

Sobre la trama, poco os voy a contar, porque no quiero estropear futuras lecturas. Eso ya sabéis que es línea general del blog. Lo que sí os voy a contar es algo sobre el teorema de los monos infinitos.

No sé a vosotros, pero a mí el dichoso teorema no me sonaba de nada hasta que leí el título de la novela. Y no me sonaba porque tengo menos memoria que Doris, el pez de Buscando a Nemo, porque sí había leído ese teorema antes, aunque sin prestar ninguna atención. ¿Dónde? Pues nada más y nada menos que en Escribir ficción, el libro de Gotham Writers’ Workshop. Hace unos años descargué la muestra gratuita (y vuelta a lo mismo de antes, no descargué el libro entero por el excesivo precio del ebook) y en ese fragmento hablaba del teorema. Hace poco este libro estuvo en kindle flash, entonces sí me hice con él y al leerlo, el teorema volvió a aparecer.

¿Pero qué es eso de los monos infinitos?

(Va spoiler de la novela, tapaos los ojos si no queréis verlo o saltaos este trozo).


En Escribir ficción (un libro que recomiendo a todos los que nos gusta esto de entretenernos componiendo historias con palabras), dice que las semillas de las historias que podemos contar están en cualquier parte y que todos podemos, solo con observar, ir encontrando esas semillas que al final germinarán (o no) en un relato.

A Mayte le germinó el teorema en una novela muy fresca, desenfadada y divertida con la que he pasado unos días estupendos.

Los personajes de la novela me han encantado. La autora ha dotado a cada uno de ellos una personalidad muy bien definida, de manera que no solo vamos a conocer a los principales de la historia, sino que creo que es, en ese sentido, una novela coral.

De Alicia, la protagonista, vamos a saberlo todo. Sus miedos, sus anhelos, su pasado y la manera con la que se enfrenta a la gestión del viñedo que posee, y que heredó de su marido fallecido, Alfredo, al que también conoceremos a través de sus ojos. Esto es así porque la novela está narrada en primera persona, a través de los pensamientos de Alicia que nos hará de narradora de unos hechos pasados. La conexión con este personaje es instantánea y la empatía con ella la refuerza su brillante sentido del humor. Las comparaciones que usa para contarnos las cosas son muy divertidas, lo veréis desde las primeras páginas.

Alicia, como conductora de la historia, también nos pondrá en primer plano el viñedo de Mallorca en el que sitúa la acción, de modo que el paisaje de la isla (y después el de otra isla, Córcega) también tendrán su reflejo, creando una atmósfera donde me gustaría irme a vivir. No se conforma con eso, también nos muestra el funcionamiento de un viñedo, pero de manera muy amena, relacionado en todo momento con la historia, sin que dé la sensación en ningún momento de clase magistral.

En el viñedo, otros personajes tienen su propia historia, como será el caso de Alex, un empleado colombiano, su padre, Enrique, Tomás, Cati... para ellos reserva una segunda trama paralela que se va desarrollando entremezclada con la principal, la de la relación de Alicia con el enigmático Marco, un corso al que conocerá a través de la página de contactos de la excéntrica Nina, una rusa afincada en España que tiene una agencia.

Por cierto, es muy interesante el trabajo que se ha tomado la autora en el tratamiento del lenguaje. En el caso de Alex, el muchacho colombiano, estás leyendo lo mismo que escucharías si tuvieras un colombiano delante, y eso puedo afirmarlo porque cuando lo leía escuchaba las expresiones que siempre salen de los labios de mi amiga Clara (colombiana).

Mención especial merecen dos de los personajes de esta novela que no sé si debo llamarlos así o son simples ensoñaciones, parte de la mente de Alicia. Es verdad que es Nina quien se los "presenta", pero desde el momento en el que los conozca no dejarán de aparecer. Protagonizan algunos de los momentos más hilarantes de la novela. Son Dimitri y Natasha, de los que no digo más, porque quiero que los conozcáis. Tienen tanta personalidad que no descarto que alguna vez se metan en mis propios pensamientos y empiecen a discutir en ellos con tanta fuerza como lo hacen dentro de Alicia...

¿Y qué hay de Marco? Alicia, cuando conoce al corso, no se puede creer lo perfecto que es, y por eso siempre está alerta, porque le parece que detrás de esa perfección que la tiene encandilada por completo seguro que hay algún misterio escondido. Pero es que le gusta tanto... Bueno, es que Alicia no tiene un pelo de tonta y Marco es mucho Marco. Su relación es el eje de la novela, la química que fluye entre los dos. Los misterios que rodean la vida de un hombre que aparece de la mano de Nina.

La narrativa de Mayte Uceda en esta novela es brillante. Está muy bien escrita, es muy fácil de seguir y consigue que no se te borre la sonrisa del rostro porque, aunque los momentos que narre sean duros en apariencia (quedarse viuda a la edad que lo hace Alicia es muy duro), encuentra la manera de contarlo haciéndolo divertido. Bueno, es que esa historia... mejor que leáis cómo murió Alfredo...

Descanse en paz.

Aunque se trate de una comedia romántica, también está escrita por Mayte Uceda. No vais a tropezar con una historia empalagosa, llena de azúcar. No. El tono de la narración lo impide, destaca en ella mucho más el humor y la química entre los personajes. O la no química, porque hay que ver lo que le cuesta a Alicia conectar con Milo. ¿No os he dicho quién es Milo? Averiguadlo...

Si podéis haceros con un ejemplar este verano, ni lo dudéis. Seguro que se coloca enseguida entre las mejores lecturas.

¿A quién no le gusta mantener una sonrisa en el rostro mientras lee?

Mi aportación al álbum de fotos de la novela...







miércoles, 22 de junio de 2016

ESTOY FELIZ


Mis manos hoy se deslizan torpes por el teclado, intentando seguir la secuencia de las palabras que recorren mi cerebro a toda velocidad, sin alcanzar a transcribir las emociones que llevo dentro. Son tantas que se han transformado en un cosquilleo interno que impide que alcance la velocidad media a la que estoy acostumbrada.

Estoy feliz.

En el carrusel de emociones en el que llevo subida desde hace cuatro veranos han sido muchos los momentos de vaivén, de subidas lentas y de bajadas cargadas de adrenalina, y creo que desde hace tiempo he dejado de intentar controlar lo que me sucede.

Me dejo llevar.

Hoy toca un día pleno, un día de resultados después de muchos de espera, de unos meses complicados en los que he ido perdiendo algunas cosas –algunas de las cuales ya son irrecuperables por mucho que me empeñe-, pero también he ganado. Y lo que he ganado llena.

Me guardo esta emoción.

La necesito para afrontar el verano, para subirme a ella y, con su impulso, volver a dejar que salga de mí una historia que conozco porque llevo rumiándola muchísimo tiempo. He ido sentando las bases durante este tiempo y ahora solo queda pasear y, al volver a casa, recuperar las palabras que me susurran los personajes cuando estamos solos en el bosque.


Y seguir siendo yo.