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lunes, 10 de mayo de 2021

AMAR EL DÍA, ABORRECER EL DÍA DE MARÍA DE ZAYAS

 Una de nuestras autoras del Siglo de Oro más desconocidas es María de Zayas. Fue una mujer adelantada a su tiempo, cuyas obras se publicaron en vida y que se ganó el respeto de grandes autores como Lope de Vega. Fue tanto su éxito que incluso un autor francés tradujo sus libros y los hizo pasar por suyos. Sin embargo, en el XIX, el academicismo decidió hacer con ella lo mismo que se hace con muchos de los trabajos realizados por mujeres: minusvalorarlos, silenciarlos, esconderlos... prentendiendo con ello, supongo, que su memoria desapareciera.

Se lo merecía, al parecer, por deslenguada, por hablar de sexo sin tapujos, por quejarse de que las mujeres no se educasen en las mismas condiciones que los hombres. 

María de Zayas era buena. De ella nos han llegado, a pesar de esos señores, obras muy variadas. Y poemas. Este soneto me fascina, creo que es tan hermoso como los que tratan el mismo tema que escribieron Lope de Vega y Francisco de Quevedo. ¿Qué es el amor?

Esto decía...

Amar el día, aborrecer el día


Amar el día, aborrecer el día,

llamar la noche y despreciarla luego,

temer el fuego y acercarse al fuego,

tener a un tiempo pena y alegría.


Estar juntos valor y cobardía,

el desprecio cruel y el blando ruego,

tener valiente entendimiento ciego,

atada la razón, libre osadía.


Buscar lugar en que aliviar los males

y no querer del mal hacer mudanza,

desear sin saber qué se desea.


Tener el gusto y el disgusto iguales,

y todo el bien librado en la esperanza,

si aquesto no es amor, no sé qué sea.


María de Zayas y Sotomayor.

domingo, 7 de enero de 2018

LOS CORRALES DE COMEDIAS



Acaba de empezar el siglo XVI y el gremio de artesanos de Madrid prepara la fiesta del Corpus con una representación. Ellos mismos, esos que en sus horas de trabajo se dedican a labrar los metales o a curtir pieles, durante unas horas se convertirán en actores. No habrá decorado, no habrá un escenario fijo: tan solo el humilde carro que después se usará en la procesión, con la pared de la iglesia al fondo.

Ni siquiera sabrán esos artesanos, aficionados a entretener a sus congéneres, que están sentando las bases del teatro que en un siglo será el mayor espectáculo del que disponga la capital. Pero han dado un paso de gigante, ha sido tal su éxito que, a mediados de siglo, ya existirán espacios donde se cobrará una entrada para verlos contar historias sobre un rudimentario tablado: los corrales de comedias. En ellos, el público se separará por clase social, puesto que los pudientes, incluido el rey, tendrán reservados los corredores de las plantas. Y por sexos: las mujeres al fondo, en la cazuela, y los hombres en el centro del patio. Ellas son espectadoras de segunda y tampoco tienen presencia en la escena. De hecho, los papeles femeninos hasta la segunda mitad del siglo los representarán hombres disfrazados...

Un escritor puede contar las cosas tal como sucedieron o darles una vuelta. A veces, solo con esto, aparecen historias inolvidables. La ficción, ante todo, es ficción. O debería serlo…


jueves, 31 de mayo de 2012

UN MES EN EL SIGLO DE ORO

Este último mes lo he pasado releyendo la poesía del Siglo de Oro. Entre poemas de Góngora y Quevedo se han ido pasando mis tardes, localizando metáforas, tópicos literarios, encabalgamientos, y significados ocultos entre las palabras de montones de composiciones que no han pasado a la historia de la literatura por casualidad.

Hay un autor por el que he pasado de puntillas, porque donde más destaca es en teatro, pero uno de sus poemas, dedicado al amor, me tiene fascinada. Hoy quiero compartir las palabras de Lope de Vega. Suscitan emociones universales en las que cualquiera puede reconocerse fácilmente. Es que, el amor, cuando es de verdad, te sumerge en un eterna contradicción.


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


Feliz día!!!!