jueves, 26 de abril de 2012

TENGO GANAS DE MORIRME PARA VER QUÉ CARA PONGO, DE MIGUEL ALBANDOZ.



EDITORIAL: Nieva Ediciones
ISBN: 978-84-937560-5-5
EAN: 9788493756055
PRECIO:  18 € I.V.A. incluido
AÑO: 2010
LUGAR DE EDICIÓN: Avilés
NÚMERO PÁGINAS: 272

SINOPSIS:
Conozcan a Facundo Palomero la tarde en que la fortuna le sonríe con una quiniela de catorce aciertos, lo que despertará una rabia desmedida en su vecina, doña Justa.
Compartan las tribulaciones de Vicente Valladar, cuya vida pende de un hilo si no consigue saldar la deuda que tiene con una familia de malhechores; para lo cual le vendría de perlas el dinero de la quiniela de Facundo.
Asistan a una reunión de la junta directiva de ´Apochical´ y descubran qué es un esponjo, una púlgara o una biela rusa.
Bailen al son de una orquesta capaz de lograr que cualquier melodía suene como el ´Porompompero´.
Diviértanse con las peripecias de la gran estrella del asesinato profesional, las alucinaciones de un carbonero reconvertido en exterminador y los despropósitos de un camarero cojo la mar de desagradable.

MI OPINIÓN
Oí hablar de esta novela, por primera vez, a mediados de diciembre, cuando fue una de las cuatro seleccionadas por un blog como Fuera de Serie 2011. Leí en su momento Crónica Insignificante y Siete Historias, las novelas de Emilio Casado y Ángels Om y tenía la sensación de que, si compartía galardón con libros que me habían gustado mucho, esta novela no me decepcionaría en absoluto. No me equivoqué. La verdad es que la he disfrutado muchísimo. Su lectura me ha llevado dos tardes, porque una vez que empiezas a leer no puedes dejarlo a menos que sea absolutamente imprescindible. Si no hubiera sido por eso, porque mis obligaciones me frenaron, creo que me la habría leído de golpe porque el tipo de humor que se esconde en sus páginas me encanta. Sé que alguien me llamará exagerada (porque ya me lo han llamado) pero tiene varios puntos esta novela que me traen a la memoria a un maestro con quien creo que jamás estaré de acuerdo en muchas de sus ideas, pero cuyos libros me tienen rendida desde que los descubrí: Enrique Jardiel Poncela. El teatro del absurdo, su humor inverosímil, mordaz e ilógico, la ironía, los contrastes de registros de los distintos personajes… me tenían fascinada ya en COU. Encontrarte con un libro de humor que emplea estos recursos… el siguiente paso lógico, en mi loca lógica, era rendirme a sus encantos.

La historia es complicada de contar porque hay tantos personajes… pero trataré de no liarme. Facundo Palomero, vecino de Arroyoscuro, acierta una quiniela de catorce resultados y consigue una pequeña fortuna. Una de las primeras cosas que hace, aparte de comprarse toda una serie de elementos absurdos, es liquidar la hipoteca de su casa, fomentando así la enemistad con su vecina Justa, antigua propietaria de los terrenos donde está su casa, que quiere recuperar la propiedad de Facundo para poder legarle una casa a cada uno de sus cuatro hijos. Pondrá todo su empeño en lograrlo, aunque no con demasiado éxito. Por otro lado conocemos a Vicente Valladar, huérfano hecho a sí mismo, presidente de la asociación benéfica Apochical (Apoyo a las chicas de alterne), que está teniendo problemas económicos por culpa de su adicción al juego. Una apuesta insensata en el hipódromo le pondrá en un grave aprieto (¡ese caballo! Ya sé que no es normal, pero me sentí identificada con el caballo cuando se da la vuelta cuando casi está a punto de cruzar la meta). La conexión entre los dos hay que leer el libro para descubrirla.

Los amigos de Facundo, Virgilio, librero del pueblo que apenas vende libros, Evaristo, el dueño de una cadena de tiendas de cuartos de baño y Olegario, se reunirán con él para celebrar el premio, recordando viejas costumbres de la infancia antes de ir a comer a un asador vasco donde les esperará un camarero cojo con muy mala leche y una desgracia. Ahora, si hay un personaje que me ha hecho reír ha sido Hermógenes Portosilandínez, "técnico especialista en desinfección, desinsectación, desratización y control de plagas", o por abreviar y porque no cabe en una tarjeta de visita: exterminador…, "discreción absoluta"…

De las conexiones entre estos personajes y algunos más que me dejo, resulta esta desternillante historia. ¡Si es que no os puedo destripar la novela! No sé si alguna vez me ha resultado tan difícil contar algo de un libro sin cargármelo. Pasan tantas cosas que creo que lo mejor es que os animéis, vayáis a Amazon, le deis a comprar (un eurito de nada) y os pongáis con ella. Os aseguro dos cosas: que la historia está muy bien hilada, que os mantendrá intrigados todo el tiempo y que, además, os vais a reír. Pero nada de sonrisas, se os van a escapar carcajadas, muchas más a medida que avancéis, y cuidado no os atragantéis en alguna de ellas, que como Miguel se entere acabaréis convirtiéndoos en un personaje de alguna de sus novelas. Es que todo aquí es único, desde los nombres de los personajes hasta el lenguaje que emplea una de las prostitutas. Lo dicho, a leer que estáis tardando.

El libro también tiene su versión en papel que se puede conseguir en la web del autor.

Sobre el autor (extraído de su web):

Nacido en Vitoria, en 1962, trabaja desde hace más de 20 años en televisión. Ha sido editor de vídeo, grafista, cámara, guionista y redactor. Labores que ha desempeñado en una larga lista de programas.

Tras licenciarse en Ciencias de la Información, Publicidad y Relaciones Públicas, se dedicó a traducir de inglés a español documentales y series para televisión, como "Arnold",  "St. Elsewhere", "Bellamy's bugle", "Newhart", "Bless me, father" o "Yes, Prime Minister".

En 1991 inició en Murcia su relación con Televisión Española, para la que ha trabajado también en los centros territoriales de Castilla La Mancha, País Vasco y Andalucía, participando en informativos, retransmisiones y programas como "Tendido Cero", "Agrosfera", "Contraportada", "Euskadi de cerca" o "El menú de Karlos Arguiñano".

 Entre 1996 y 2000 trabajó en los estudios de Telecinco en Fuencarral, Madrid, donde tomó parte, entre otros espacios, en "Día a día", "Las noticias titulares", "Qué me dices", "Entre hoy y mañana", "Caiga quien caiga" y "El informal".


miércoles, 25 de abril de 2012

FOTOS DE LA CHARLA DE ERÓTIKA

Presentando la novela

Eva Ortiz, Karol Scandiu y Sandra Yagüe.

El público en la Sala de Conferencias del Centro Cultural


Ayer, en la Biblioteca Almudena Grandes de Azuqueca de Henares, tuvo lugar el encuentro con la autora Karol Scandiu. Os dejo algunas imágenes del encuentro con los lectores.

domingo, 22 de abril de 2012

EL HIJO DEL HERRADOR, DE RICARDO A. FERNÁNDEZ


Siempre me gusta contar los caminos por los que los libros acaban cayendo en mis manos. Este no es un blog de reseñas al uso, es mi blog y, como tal, quiero que conserve recuerdos que son míos, las vivencias que han rodeado la lectura igual que recuerdo el argumento o a los personajes de cada novela. El hijo del herrador se vino a casa conmigo tras visitar el mercadillo medieval que organizaron en Cantalejo (Segovia). Entre los puestos de artesanía, productos alimenticios, tabernas que recreaban la esencia medieval y el recinto donde se organizaban luchas entre caballeros, a mí, como no podía ser de otra manera, me llamó la atención uno en el que, expuestos encima de la mesa, había un montón de libros. Tras ellos estaba su autor y acabé allí, hablando un buen rato con alguien con quien comparto mi principal afición: escribir.

Me perdí, claro. Mientras el juglar entretenía a la multitud yo me entretenía en una charla amena y acabé con un ejemplar de esta novela entre mis manos y la promesa de leérmela en cuanto encontrase un momento. Cumplí mi promesa y tengo que decir que la cumplí encantada, porque el libro me ha gustado mucho.

Sinopsis:


La Hispania medieval sirve como escenario a esta historia de conflictos personales que se engarzan hábilmente con los de Estado. La sociedad segoviana aparece retratada como un microcosmos en el que los odios y venganzas entre vecinos, las intrigas para alcanzar el poder local y las desgracias personales son espejo de lo que sucede en los distintos reinos.
Los caprichos del destino llevan al humilde hijo de un herrador de Segovia a conocer de cerca los vaivenes de la política de los distintos reinos peninsulares. Un buen día recibe el encargo de servir al Obispo de Osma y esto marcará para siempre su existencia...






Mi opinión:

Ricardo Fernández divide esta novela de 600 páginas en siete capítulos. Durante todos ellos irá desgranando la vida de un personaje peculiar, Diego López, el hijo de un humilde herrador de Segovia y entrelazados iremos conociendo acontecimientos clave de la historia de nuestro país.

El primer escenario que conocemos es la pequeña ciudad de Segovia, donde los padres de Diego, mucho antes de su nacimiento, hacen frente al asedio sufrido a manos de los leoneses. Las decisiones de Julián López, el padre de Diego, alimentan la enemistad con un personaje, Enrique Gil, que tras traicionar a su pueblo acabará convirtiéndose en el político más importante de la ciudad. En esta parte el relato se mueve en la tercera persona, con un narrador externo, ya que es el mismo Diego quien nos cuenta la historia y todavía no ha nacido. Será en la segunda parte cuando aparezca y entonces sea él quien, progresivamente, vaya brindándonos su voz y nos muestre, de primera mano, cómo vivió acontecimientos como la derrota de Castilla en la batalla de Alarcos. Será un hecho clave porque Diego, en su huida tras perder la batalla, salvará la vida de un clérigo que se acabará convirtiendo en el Obispo de Osma y reclamará sus servicios. A su lado, Diego López entrará en contacto con los musulmanes, conocerá a su primer amor, Shamina, con la que le separa la enemistad de sus pueblos y la religión y purgará sus pecados haciendo el Camino de Santiago. Éste, personalmente, ha sido el capítulo que más he disfrutado. A su regreso, Rodrigo Jiménez de Rada, el obispo, ya convertido en Arzobispo de Toledo, le encargará la tarea de hacerse cargo del infante Fernando, heredero del trono de Castilla. Tras un principio un tanto accidentado se ganará su confianza aunque finalmente las cosas no acabarán como más le hubiera gustado a Diego. Éste se enamora de nuevo de una dama de compañía de la hija del rey, Irene. El libro acaba con la victoria Castellana sobre los musulmanes en 1212.

El hijo del herrador es una novela que sorprende nada más empezar. La razón es el uso del lenguaje. Desde el principio, Ricardo elige utilizar un vocabulario y giros en las expresiones que recojan el sabor medieval del que quiere impregnar toda la historia. Lo explica al principio para que nadie se lleve a engaño y aunque pudiera parecer que eso entorpecerá la lectura, a mí no me ha pasado. Enseguida te acostumbras a ese ritmo diferente que le da a la narración. Creo, de hecho, que es su propia marca de escritura.

Me ha parecido una novela amena, muy bien documentada, y en la que, sin esfuerzo, nos vamos empapando del modo de vida de nuestros antepasados y conocemos los hechos que nos han conducido hasta nuestro presente.

El blog de la novela es este y, de momento, me parece que sólo está en papel, ya va por la tercera edición. Si vais a algún mercadillo medieval, fijaos bien, a lo mejor está por ahí Ricardo, con esta o con su segunda novela Lágrimas por Qurtuba. Mañana mismo estará firmando ejemplares en Córdoba, protagonista de ésta su última novela, en la librería El lapicero. Una excelente manera de celebrar el día del libro.

viernes, 20 de abril de 2012

GENERACIÓN KINDLE


¿Sabéis qué es? Es como se autodenomina un grupo de escritores que ya hace un tiempo que se mueve en internet y que han encontrado en Amazon el portal adecuado para dar salida a sus obras. Se llama Kindle, como el dispositivo lector para el que están configuradas las obras que se cuelgan en esta página. La idea de adoptar un nombre generacional es interesante, pero creo que es muy pronto para afirmar si esta generación son todos los que están o están todos los que son. O somos, que yo también ando por ahí.

Mucho se puede hablar de las características que tiene que cumplir un grupo literario para ser considerado generación. Muy resumido podrían ser estas:
- edades próximas
- movidos por un acontecimiento
- reacción similar ante los problemas de su época.

En cuando a las edades próximas, me he fijado que en este grupo hay gran variedad, el abanico que separa a unos autores de otros es incluso superior a los veinte años. La proximidad de edad, entonces, se nos cae. El acontecimiento aglutinador podría ser la popularización de la plataforma digital en la que todos publicamos, Amazon y el contacto a través de las redes sociales como Facebook, pero lo de la reacción similar ante los problemas de nuestra época… ahí es donde creo que esto se desmorona. Por la variedad de géneros, de temática de las obras… Además, falta algo en esa lista previa que hice: lazos de amistad, tan importantes en generaciones literarias que todos tenemos en mente, como la del 98 o la del 27. Puede que entre algunos de nosotros exista en el mundo real, pero la amistad, en este grupo, es virtual en la mayoría de los casos.

El mundo editorial, la maquinaria que hasta hace poco era el único modo de llegar a los lectores, es bastante lento y se está quedando obsoleto. Desde que el autor termina el manuscrito, lo registra y lo pone en la mesa de una editorial, hasta que recibe una respuesta pueden pasar meses, años, o incluso toda la vida, porque hay algunas que ni se molestan en contestar. Demasiado tiempo para una época en la que el mundo se mueve a la velocidad de la luz. Demasiadas negativas también, todo hay que decirlo.

Internet, las herramientas que pone en nuestras manos, han suprimido largo proceso de espera al que obligaban las editoriales y con algunos conocimientos básicos de informática es posible convertir nuestros escritos en novelas y en tan solo unos minutos colocarlos en uno de los portales con mayor difusión mundial sin pasar por el frustrante trámite del rechazo.

En este proceso de publicación, los filtros sobre la calidad de la obra los decide la conciencia de cada uno. Los habrá que no acepten que nadie le ponga o le quite una coma a su novela, los que la revisen concienzudamente hasta que no quede ni un error, los que antes de lanzarse (como yo) hayan dejado que la obra pase por los ojos de más de una docena de lectores… Ninguna de las opciones considero que sea mejor o peor, supongo que tiene más que ver con la seguridad en uno mismo que con los resultados que cada método te vaya a reportar. ¿Quién me dice que el criterio de un taxista que se ha leído el manuscrito en sus ratos perdidos esperando clientes en el aeropuerto es mejor que el de un escritor que confía en cada una de sus líneas? Nadie, por supuesto.

Pero esta facilidad, la inexistencia de profesionales del tema me da que pensar. Pienso comparando, como siempre. Me acuerdo de los años en los que los profesionales del ladrillo (los albañiles de toda la vida, vamos) fueron sustituidos por mano de obra más barata que entraba a raudales en nuestro país. Fáciles de contratar, baratos, y que acababan los pisos en un santiamén. ¿A qué precio al final? Voy a hablar de algo que conozco. Mi propia casa. Mi terraza, hasta la reforma, tenía baldosas sueltas en varios tonos de teja. Aleatoriamente dispuestas. Acabaron todas destrozadas y a la simpática vecina de abajo no se le ocurrió otra cosa que ponerme una denuncia por las filtraciones de agua… Mis cuartos de baño, alicatados de aquella manera, resultó que debajo de una gruesa capa de gotelé (¡dios cómo lo odio!) que tenía que ir sólo en el techo, tenían azulejos. Para recuperarlos hubo que hacer una labor de limpieza que un poco más y me lleva el tiempo que tardaron los romanos en construir el acueducto. Al tratar de quitar la horrorosa pintura original de algunas habitaciones (más gotelé) se acabó cayendo el yeso de las paredes… Desistí.

¿No acabará pasando eso con estas obras? Puede que al principio, a simple vista, hayan quedado muy aparentes pero tras un tiempo, cuando la moda o las tendencias cambien, ¿no se les acabará cayendo el yeso? ¿No acabaremos descubriendo más mediocridad de la deseable? ¿No habrá sido exagerado hablar de generación tan pronto?

Creo que hacen falta profesionales en todas partes, en la construcción de casas y en la elaboración de libros. Evitarían, por ejemplo, errores de base. No voy a criticar a nadie más que a mí misma. Sigo con las analogías. Si tú vendes gasolina, ¿quiénes serán tus clientes? Obviamente, los que tengan dos cosas: coche que la necesite y dinero para pagarla, ¿no? Bueno, pues yo, que soy muy lista, no lo pensé. Elegí vender gasolina a gente sin coche y sin tarjeta de crédito. Mi novela no va mal, de hecho se ha colocado un montón de veces el número dos de su categoría (el uno se resiste y yo tan contenta porque no pierdo la apuesta del tatuaje) pero esto tiene que parar. ¿Por qué? Pues porque, de momento mis "clientes" han podido ser gente que me conozca pero mis potenciales clientes, el público que encaja con el perfil de mi libro, que yo sepa, ni tienen tarjeta de crédito ni un kindle. Son muy jóvenes. Eso, alguien con experiencia, con criterio, lo habría visto antes. El libro se acabará perdiendo en las listas que varían a cada hora. Listas que, por otro lado, no significan nada. ¿Quién decide la calidad? ¿El número de ventas? No estoy tan segura. De hecho, ni siquiera en papel, editados al modo tradicional, estoy segura de que el número de ejemplares vendidos vaya parejo a la calidad.

Por eso, sigo diciendo que es muy pronto para hablar de generación.

Estamos en medio de una tormenta, las aguas se mueven de manera violenta y hasta que el temporal no amaine nada ocupará el lugar que le corresponde. Amazon ha entrado con la fuerza de un tsunami, haciendo temblar las bases en las que se sustentaba un gran negocio. Creo que el sector editorial está reaccionado de manera muy lenta y esto les tiene que hacer pensar. Hace muy poco he leído que Kodak reaccionó tarde a la revolución digital y acabará desapareciendo. Yo espero que los libros en papel no desaparezcan nunca, lo espero y creo que no lo harán, pero también creo que no hay que menospreciar los cambios.

Tomen nota.

Enlace de la página de Esteban Navarro con los autores de la generación kindle.

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miércoles, 18 de abril de 2012

PRESENTACIÓN EN MADRID DE LA SOMBRA DE LAS HORAS

Pues ya no queda nada para que Luis Miguel Morales Peinado, nuestro amigo Román, presente su libro. Será mañana jueves 19 de abril, a las ocho de la tarde en Onder Bar, calle Las fuentes, 10 (metro ópera).


Yo no podré estar, pero te deseo una cosa, Román: que te lo pases muy bien.