miércoles, 21 de mayo de 2014

UNA NOVELA ES UNA MELODÍA QUE SE COMPONE DESPACIO.



Una novela es una melodía que se compone despacio.

Hace falta que los primeros acordes empiecen a sonar dentro de ti, seleccionar el tempo, el ritmo, la voz de cada uno de los personajes... Necesitas elegir otra voz, la del narrador, una que empaste con ellos de modo que esta canción que estás construyendo suene lo más armónica posible. No hay que descuidar la estructura, decidir los cambios de giro y el final que deje a quien se anime a acercarse a tu creación con un buen sabor de boca.

Luego hay que sentarse y trasladar esa música al papel.

Puede que si tienes todo lo anterior claro esta parte fluya con facilidad y logres acabarla rápidamente, pero aún falta muchísimo trabajo y una buena dosis de paciencia.

Hay que olvidarse de ella un tiempo.

Aunque cueste.

Aunque sepas que echarás de menos a tus personajes.

Aunque te hayas acostumbrado tanto a ella que constantemente la tararees en tu mente.

Luego, cuando transcurra un tiempo, serás capaz de ver si en algún punto se desafina una nota, si hay algo que se puede mejorar o si, directamente, deberías devolverla a ti porque no ha superado el examen del reposo.

Mayte Esteban

martes, 20 de mayo de 2014

¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR? DE CHARLES BUKOWSKI

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.

Charles Bukowsky

Leo este poema y me emociono. Por eso hoy quería compartirlo y guardarlo en mi rincón, para releerlo cuando se me olvide que me quema las tripas, que sale de mi alma y que solo lo hago porque es imposible evitarlo.

sábado, 17 de mayo de 2014

LAS LEYES DE HERMÓGENES DE JOSEP CAPSIR



Sinopsis:

A finales de ese mágico verano de 1984 hice una promesa, un compromiso que he tardado casi treinta años en cumplir pero que durante todo este tiempo, siempre ha estado presente en mi día a día. 
Inspirada en la novela “El viejo y el Mar” de Ernest Hemingway y basada en mi experiencia personal más profunda, pretendo dedicar mi más sincero tributo a una de las personas que forjaron mi personalidad, mi viejo amigo Hermógenes. Una historia que aborda los profundos lazos de amistad entre un adolescente y un anciano hosco y huraño, un hombre temido y despreciado por todo un pueblo. Él siempre fue diferente, quizá a causa de sus miedos, quizá por su tortuosa vida, quizá porque en el fondo solo pretendía ser especial. 
Fue el mejor espadachín de la retórica que jamás conocí, ninguno de sus dichos carecía de sentido porque Hermógenes hizo de sus vivencias un manual de enseñanzas, porque cada vez que pronunciaba una palabra la convertía en ley. 
Siempre serás el paradigma de mis decisiones y el legislador de mi personalidad. 

Por ti y para ti, Hermo. 

* Novela seleccionada por Amazon España - Sant Jordi 2013. 

Mis impresiones:

Hay veces que los libros se esperan a que llegue el momento de ser leídos. Es como si supieran que necesitas el momento vital exacto para disfrutarlos como se merecen. Ni sé cuánto hace que la tenía esperando, supongo que desde que el día que Josep la puso a la venta en Amazon pero por alguna razón la había ido relegando en mi lista de lecturas hasta que se me escapó de las primeras páginas del kindle y desapareció de mi vista. Hace unos días decidí crear carpetas con las novelas que tengo en él, las leídas ya, las mías (eso es un caos porque todas las pruebas que hago antes de subir una novela a la página están ahí y parece que he escrito un batallón) y una que se llama "no" y que contiene esas novelas que no sé por qué me las compré porque no las voy a leer ni bajo tortura.

Os sorprenderían algunos títulos que tengo ahí (otros no).

Las leyes de Hermógenes se quedó entre las pendientes, las que no están en carpeta y como ya eran bastantes menos, la volví a ver.

Pero tuvo que suceder algo más, una conversación con Josep sobre otro tema que no tiene nada que ver con la novela para que al buscar mi siguiente lectura viniera a mi cabeza y decidiera que ese y no otro sería el libro que leyera a continuación.

No sabes cómo me alegro. (Esta frase es para Capi, para cuando lea esto).

El grueso de la novela está ambientado en 1984, en el verano en el que Toni, el protagonista, tiene 14 años. Acaba de terminar la E.G.B. y su padre decide que va a trabajar durante los meses de vacaciones ayudando en la tienda familiar, un colmado en el municipio marinero de Blanes. Toni se entusiasma con la idea porque el sueldo que le promete Antonio, su padre, le servirá para concederse algunos caprichos. Está ansioso por crecer, como creo que todos estamos a esa edad y el trabajo será su iniciación en la vida adulta.

Una de sus funciones en la tienda será llevar pedidos a sus casas a algunos clientes, empujando una carretilla. Nada más empezar se encuentra con el encargo de llevarle la compra al viejo Hermógenes, un marinero retirado, huraño y con muy mala fama en el pueblo que vive en una de las casitas del puerto. Toni cumple el encargo aunque las dudas sobre lo que se va a encontrar cuando toque la puerta le acompañan. Sin embargo, desde ese primer encuentro, descubre que detrás de esa apariencia hosca y desaliñada hay un ser humano muy interesante. Toni se siente atraído por su fuerte personalidad y ambos provocarán que esos encuentros se sucedan.

La novela es la transición hacia la madurez de Toni, guiado por las enseñanzas que extrae de cada conversación con el viejo. En ese verano aparecen las chicas en su vida, las dudas que cualquier adolescente carga están perfectamente retratadas en cada pensamiento que escuchamos, porque es él, Toni, quien nos lleva de la mano en esta novela, sirviéndonos de narrador. Su voz nos acerca como lectores a la historia, como si la estuviéramos viviendo como espectadores.

Me han encantado estos dos personajes, la evolución que sufren a través de las páginas, el retrato que hace de ambos Capi y cómo consigue que se complementen. Hermógenes es sabio y en cada una de sus intervenciones lo demuestra pero Toni no se queda atrás, es un chico listo que aprende enseguida. Me ha parecido encantador.

La historia de amor de Toni es preciosa, me ha encantado el final (soy una romántica, qué le vamos a hacer), aunque reconozco que tuve mis dudas sobre quién se escondía detrás de ese "ella" en las últimas páginas. Las dos chicas, Patricia y Marga, me han gustado mucho, aunque me quedo con la pelirroja.

Los personajes secundarios que aparecen creo que están muy bien perfilados. Me reí mucho cuando Antonio utilizó la palabra "profesar" (lo buscáis) y con las frases de la madre, porque algunas de sus coletillas no solo las he escuchado sino que a veces se me escapan a mí, como madre de un adolescente. Me estuve riendo yo sola cuando Toni le pide las camisas planchadas porque me sonaba mucho, mucho. Cosas de madre...

La he disfrutado de verdad, estaba deseando tener cinco minutos para ponerme con ella al final, que fue cuando menos tiempo tenía. El principio, casi la mitad de la novela, lo leí durante un viaje del cual no me enteré. Fui incapaz de despegar mis ojos del kindle.

¿Que si la recomiendo?

¡¡¡Pues claro!!! Sobre todo a aquellos que en 1984 teníais 14 años. Todo os sonará muy familiar.

La novela está en amazon, en digital y tiene su versión en papel.


jueves, 15 de mayo de 2014

TENEMOS UNA CITA... EL DOMINGO

El próximo domingo 18 de mayo, 
desde las doce y media hasta las dos de la tarde 
estaré en la 
Caseta de El Corte Inglés, 
en la Feria del Libro de Guadalajara
firmando ejemplares de 
Detrás del cristal.





¡Os espero!

martes, 13 de mayo de 2014

EL PRECIO DEL ÉXITO


Hoy estaba viendo el concurso que acaba a las nueve, la última de las pruebas que en realidad es la única que me interesa del programa. Antes de ella, como cada día desde hace tiempo, tocaba la promo diaria del libro del presentador. La verdad es que no le hago mucho caso, ya sé que tiene un libro, no he escuchado lo que ha dicho aunque sí ha pasado por mi mente el mismo pensamiento que circula todos los días cuando lo veo: ¿qué pasaría con mi libro con una publicidad de esta entidad?

La respuesta que acude a mi mente optimista de las nueve menos cuarto es que seguro que había cola para que lo firmase en la Feria del Libro de Madrid. (La realidad es que ni siquiera hay planes de que vaya como autora; como persona normal iré, por supuesto). Inciso: mi última firma programada es el domingo de 12:30 a 14:00h en la Caseta de El Corte Inglés, en la Feria del libro de Guadalajara. Ya os ampliaré la información.

El presentador ha preguntado a una de las concursantes qué haría con el premio y entre sus objetivos estaba acabar un libro. Entonces él ha aprovechado para soltar un alegato, para decirle que lo intente y para dejar caer que a él se las están dando por todas partes porque le consideran un intruso en esto de la escritura. No ha dicho eso, en realidad se me han olvidado las palabras exactas que ha usado pero sugería que las críticas que recibe la novela tienen sobre todo que ver con su condición de personaje mediático. El precio del éxito de ventas es que las críticas caigan como machetes afilados por personas que ni han abierto el libro.

En parte lleva razón. Hay gente que lo leerá buscándole los fallos porque se trata de quien se trata y es normal que cuando tiran tu trabajo por tierra te sientas mal y revientes en algún momento. Hay quien lo critica sin haber abierto la novela. No sienta nada bien y eso no me lo tiene que contar nadie porque lo he vivido en primera persona.

Pero tiene otro lado, ese que le proporciona su situación de privilegio, el escaparate impagable que supone que te enfoque una cámara de lunes a viernes mientras enseñas la portada: está vendiendo. ¡Con lo que cuesta hacerlo cuando la única herramienta que tienes es vocearlo en las redes hasta que te quedes sin fuelle! (Lo bueno de las redes es que afónico no te quedas).

A mí no me molesta que haya escrito un libro.
Tampoco que se lo hayan publicado.
Mucho menos que venda muchísimos ejemplares.

Sé que hay autores que se rasgan las vestiduras cuando un personaje procedente de la televisión se pone el disfraz de escritor y se lanza al ruedo de la literatura. Yo no, no me molesta en absoluto porque todos somos otra cosa además de personas que escriben. Nos hemos puesto, en algún momento, ese mismo disfraz. ¿Por qué no un presentador de la tele que encima está todo el día entre palabras? No le veo el problema. Yo soy geógrafa. Conozco escritores que son médicos, otros ingenieros, algunos no tienen ni terminado el instituto. ¿Por no salir en la tele somos mejores? ¡Anda ya! ¡Eso sí que es pensar con simpleza! Otra cosa es cuando el personaje mediático demuestra día a día que no sabe hacer la o con un canuto, que ni se ha enterado de que el acueducto de Segovia es romano y no de la Edad Media. Reconozco que eso me molesta un poco (sobre todo cuando hacen bromas con mi apellido, que manda narices que hayamos tenido que coincidir publicando).

Pero tampoco me parece mal que se vendan estos libros porque son los que realmente sanean las cuentas de las editoriales. No se me olvida nunca que esto es un negocio y que como negocio el objetivo es ganar dinero. No sé dónde he escrito literatura. Pues no, no estamos todavía en eso. Lo dejamos en libros. Literatura la hacen los grandes y la reconocemos cuando ya ha pasado tiempo desde su publicación, cuando los textos, como el buen vino, han mejorado incluso. Cuando en cada relectura descubres algo más.
No tengo derecho a molestarme por el éxito de estos libros, al contrario, es una razón más para exigirme muchísimo más porque sé que no lo voy a tener nunca tan fácil, que lo único que tendré serán mis palabras y mis historias para convencer a los lectores.

Y tengo que decir otra cosa, me ha ganado la rabia que he sentido enredada en las palabras de Christian Gálvez defendiendo su Matar a Leonardo da Vinci. Ahora sí que digo su nombre aunque creo que sabíais de quién estaba hablando todo el tiempo (porque había que ser corto para no darse cuenta y por la foto que he puesto). Me ha convencido su mirada, transmitía dolor porque veía que siente este libro profundamente, que le ha puesto el alma y que, si bien tiene esa parte fácil para vender, lo tiene casi más difícil que yo para convencer porque le han puesto una lupa a cada una de sus palabras.

¿Sabes qué te digo, Christian? Que ojalá vendas muchos y te vaya fenomenal.

Esta foto es de la Feria del Libro del año pasado, la tenía por el ordenador.
De mi cámara, aunque no la hice yo.