jueves, 4 de diciembre de 2014

BRIANDA. EL ORIGEN DEL MEDALLÓN


Os la presento: 

Brianda. El origen del medallón. 

Esta novela ha sido un reto. Es un compromiso conmigo misma, terminar de contar una historia que empecé hace muchos años. Durante un tiempo fue a muy buen ritmo, pero un día del verano de 2012 las cosas se torcieron (y mucho) para mí, y me dejé a los personajes descansando en un camino. Ahí estuvieron casi año y medio, esperando con paciencia a que encontrara el ánimo de retomar su aventura.

¿Qué vais a encontrar?

Una novela complicada de catalogar, a la que no le queda bien ninguna etiqueta, porque todas se le quedan cortas. He encontrado una definición, una novela crossover, es decir, que puede ser leída por cualquier tipo de público. Creo, de verdad, que es la que mejor le va. 

Tiene un poco de todo...

¿Magia

Pues claro que hay magia, es la esencia por la que surgió, pero no la define.

¿Romance

Por supuesto, hay una historia de amor, pero tampoco se puede decir que sea solo eso. El romance es una excusa para hablar de diferencias de clase, de honor, de algunas cuestiones casi insalvables en la realidad del XVII.

¿Historia

Mucha. Los escenarios son completamente reales, basados en muchas horas de indagación sobre cómo era la sociedad del Siglo de Oro. A veces, un pequeño detalle, me ha llevado mucho tiempo de lectura. Un paseo, horas de mirar planos de ciudades para que apenas lance un apunte. Un capítulo, encontrar un hecho real que he insertado en la narración como si me lo hubiera inventado. Sucedió, aunque me he tomado la licencia de inventar algo sobre él.

¿Aventuras

Claro, es una novela donde hay espadas, peleas, personajes que se ganaban la vida como podían en un tiempo en el que nada era fácil, donde la palabra crisis encajaba tan bien como ahora. Pícaros, soldados, nobles, inquisidores, mendigos... y alguna que otra bruja que me he sacado de la manga.

¿Sentimientos

Están en todo lo que escribo, convertidos en palabras, recorriendo cada página y dando vida a los personajes.

¿Ciudades

Tres. Un aldea inventada, unos caminos que son fruto de la imaginación y de la lectura de otros libros y dos ciudades, Madrid y Toledo. Dos ciudades que adoro y a las que rindo mi homenaje en este libro.


Quiero seguir dando las gracias a todas las personas que me han ayudado a que esté aquí. 

En primer lugar, a Iván Hernández, autor de la portada que veis. Ha sabido captar en una imagen la esencia de esta novela, los elementos que la conforman están todos ahí, algunos de manera tan sutil que vais a tener que leerla para verlos. Iván, eres una persona excepcional, un escritor que me encanta y además te manejas como nadie haciendo portadas. Es la tercera de mis novelas en la que tu mano está detrás de la imagen. Por algo será. Yo sé que ahora has dicho que te tomas un respiro. No importa, tardaré en publicar otra novela. Te espero.

Después, a mis lectores cero

A Alberto González. Es una inmensa suerte contar contigo, compañero. Estás casi siempre ocupado en lecturas cero, pero siempre me reservas parte de tu tiempo. Gracias, por todo lo bueno que siempre me llega de ti. Por ser como eres, buena gente de la cabeza a los pies. Por el excepcional ojo que tienes para las lecturas. Por tu paciencia conmigo, que sé que a veces me pongo imposible. Por el entusiasmo que siempre demuestras. Y por las fotos. Y por dejar que te robe horas de tu ocio. Y por todo lo que se me olvida...

A Mónica Gutierrez, escritora, bloguera y genial remitente de correos eternos (Pedro, ya te lo dijimos, la gente sí envía correos muuuuuuy largos: somos la prueba viviente). Mónica, has sido mi aliciente para acabar esta novela. Me has animado, no dejaste que la abandonase y por eso fuiste la primera persona en la que pensé para que la leyera. Pobre, creo que no te habrás visto en otra más gorda. ¿Por qué me saltaba palabras? Gracias, gracias, gracias. Que te lea una escritora con tanto gusto y talento como tú, ya es un lujazo, pero tenerte de lectora cero, ni te cuento.

A Enrique Osuna, escritor y amigo. Creo que has leído prácticamente todo lo que he escrito. Me gusta escuchar lo que tienes que decirme siempre porque tu criterio es sincero, justo lo que se espera de un amigo. Te escucho, extermino las coletillas tontas de las que no era consciente hasta que me lo contaste y ahora lo hago hasta al escribir, sin tener que llegar a la fase de corrección. Gracias. Eres un espejo mágico.

A Pinti. Que no te llamas así, pero no me sale llamarte de otro modo. Eres el lector cero con menos trabajo de todos porque lo único que te pedí fue que la disfrutases y me devolvieras tus sensaciones. Gracias por la conversación en el parque. Por la fecha. (Aunque te advierto que un día te devolveré uno de tus efusivos saludos de manotazo en la espalda cuando estés tan tranquilo sentado en la valla. A ver si eres capaz de guardar el equilibrio.)

A Tatty. Por señalar las frases raras que a veces escribo y de las que no soy consciente hasta que me preguntas qué demonios quería poner. Por tus impresiones, por estar desde el primer día conmigo en esta aventura. Porque sé que, aunque no hablemos un tiempo porque siempre vamos a la carrera, cuando lo hagamos será como si hubiera sido ayer. No pararé de dar gracias por ese día que nos encontramos en la red, y por ese otro que decidimos desvirtualizarnos.

A Antonia Romero, que se apuntó a última hora, sobre todo para que me tranquilizase. Que no sé, pero digo yo que aprenderé algún día.

A Gema y a Yasnaia. Chicas, gracias por intentarlo. Sé que no es sencillo, con niños tan pequeños como los vuestros, encontrar tiempo para todo, y menos cuando se cruzan otras cosas. Como los villancicos o los contratiempos en el trabajo.

Gracias a todas esas personas que siempre están ahí, cada día, dándome su apoyo en las redes, compartiendo conversaciones, sueños, impresiones... Me gustan vuestros buenos días, vuestras palabras, vuestras fotos de perfil. Gracias por compartir conmigo. Empezar el día sin echar de menos a nadie es garantía de un día feliz.

Gracias a Montse Martín, porque has sabido pincharme hasta que tomé la decisión de arrancar, de poner una fecha para dejar a la vista la novela. Gracias por darme una segunda oportunidad, no todo el mundo es tan valiente. A Pilar Muñoz, porque me alientas en los días de desánimo; gracias por echarle un ojo a la sinopsis. A Mari He Ca, a la que usé como probadora de las primeras cucharadas de novela (perdona por dejarte con los dientes largos). A Mel Caran, amiga, escritora atrevida y loca; no sé cómo podemos ser tan distintas y tan complementarias (a lo mejor por eso). A Roberto Martínez Guzmán, por tus consejos (que sigo como tú los míos...). A María José Moreno, compañera de aventura editorial, hemos compartido la presentación en Madrid de nuestras novelas y la Feria del Libro. Ha sido genial y has hecho este camino mucho más feliz. 

A Antonia J. Corrales, mi escritora, mi amiga, una persona excepcional. Sabes que te adoro y que te espero. 

Y, por supuesto, a los lectores de mis novelas: sin vosotros, estas historias vivirían para siempre en el cajón.

Me dejaré a mucha gente, eso seguro, siempre pasa. Espero que no me lo toméis en cuenta.


La novela estará disponible en Amazon desde mañana en formato digital. Mi intención es crear una versión en papel. De momento eso está en proyecto, sin terminar, porque lleva tiempo y enormes dosis de paciencia, y no quería dejar pasar mucho más hasta mostraros esta nueva historia.

¿Es necesario leer El medallón de la magia antes? 

No exactamente. Los personajes del medallón, Alonso y Amanda, tienen un discreto papel en esta novela. Creo que se puede empezar por cualquiera de las dos, en orden cronológico (primero Brianda y después El medallón de la magia) o al contrario. Lo que son es complementarias. Quizá si no se leen las dos no conozcas la historia en su totalidad.

Aquí os la dejo.

Cuidadla, ya es vuestra.


domingo, 23 de noviembre de 2014

MI PERFIL DE TWITTER

Me pregunta un amigo si tengo twitter y yo le contesto que sí, que hace mucho que lo abrí, exactamente desde marzo de 2012. No es que tenga una memoria maravillosa, es que lo pone en el perfil y lo leo cada vez que entro. Le cuento que estoy muy cerca de los cuatro mil seguidores y que siempre que puedo entro y tuiteo.

El caso es que su pregunta me escama porque, juraría que estoy en lo cierto, lo tengo entre mis contactos. Hago una búsqueda y allí está: yo le sigo y él me sigue y siendo lo activo que es en esta red comprendo que su pregunta no ha sido casual, que tiene que haber una razón.

Le busco para que me lo aclare. Le conozco demasiado para pensar que ha preguntado por preguntar.

Entonces me lo cuenta.

Me dice que ha visto que no tengo un botón de Twitter en el blog con el que se pueda seguirme. Y me doy cuenta de que lleva toda la razón del mundo, que no he pensado ni siquiera en ello. Como buen amigo me recomienda que lo ponga, que facilite a los lectores una vía para ponerse en contacto conmigo cuando hayan leído uno de mis libros y quieran comentarme algo.

Lleva razón.

Por eso, aquí os dejo el enlace de Twitter de la Esteban (de la rubia que sale por la tele NO, de la otra, la del pelo azul que escribe novelas), o sea, yo. Mientras averiguo cómo puñetas se pone el botón:


@MayteEstebn


¡¡Ya está!!

Arriba, a la derecha. ¡¡Gracias, Pilar por la ayuda!!

jueves, 20 de noviembre de 2014

HOY

Esta entrada es de las que no compartiré, no es para que la lea nadie, es para mí.

Hoy está siendo un día extraño. Ha empezado mal, lo reconozco, una mala noche, producto de un virus con el que mantengo una batalla desde hace días, me ha dejado con las fuerzas al límite, pero ha sido abrir los ojos (ha costado lo suyo) y empezar a encontrar sorpresas.

La primera, en Fnac.

Llevo unos cuantos días en el top. No se exactamente cuántos, hace mucho que no miro listas ni rankings y tuvieron que avisarme de que la novela había vuelto a entrar. Desde entonces entro a diario, quizá para convencerme de que no estoy soñando, esperanzada de que esto suponga un pequeño gran empujón para el papel. El caso es que ayer estuvo en el número 9 rodeada por superventas: el último premio Planeta, Ken Follet, Sarah Lark, Stephen King. ¿Qué hago yo ahí?



















El caso es que hoy estaba en el número 10, pero a mí me ha parecido una cifra bonita.



Reconozco que esta mañana he hecho lo justo. Descansar y la comida. Leer un poco. Nada de escribir. Tenía que ahorrar fuerzas para la tarde, para trabajar un poco. Cuando he terminado, la primera sorpresa.

He encontrado un tuit de un compañero escritor, Antonio Jareño, autor de No todos moriréis, donde decía que Detrás del Cristal estaba entre las novelas más vendidas en La casa del libro. ¿Sí? He tenido que seguir el enlace y ahí no podía creerlo. Ha sido uno de los ebooks más vendidos de hoy, el sexto más vendido de la semana. ¡Toma ya!




He mirado en Amazon, por si acaso (ya sería la bomba) pero no, ahí estamos fluctuando como siempre, arriba, abajo... qué mareo, por favor. Eso sí, he visto que solo quedan tres ejemplares en stock en papel. ¡Bien! El otro día eran cinco, poco a poco. 

Ya me iba a cerrar todo esto cuando...

¡Una reseña de La arena del reloj!

Ha llegado desde un blog de Chile, La magia de los libros y yo. Me siento muy orgullosa de algunas cosas que me están pasando. Una de ellas es que cuando leen uno de mis libros, buscan otro. Aunque siempre repita que me emociono, es que me emociono. Tengo que respirar profundamente para que no se me escape alguna lágrima tonta. Este blog reseñó hace apenas un mes Detrás del cristal, leído por su administradora Claudia González en papel. Le gustó mucho y no ha tardado en repetir conmigo.

Así que, un día que empezó mal, después de una noche en la que apenas he pegado ojo, he tenido premios por todas partes.

Ah!! Y cada vez está más cerca el poder verle la cara a la nueva criatura. Es muy bonita. Por fuera, porque la portada que le están haciendo me ENCANTA y por dentro, porque está escrita con paciencia, porque juntas hemos madurado, porque hemos crecido mucho, porque estuve a punto de abandonarla, pero tiene tanto encanto que ha sabido hacer que no me diera por vencida, que ignorase a quienes disfrutan deseándote todo lo malo. He seguido y aquí está.

No puedo resistir la tentación de enseñar un poquito...
















Por si no fuera suficiente, me han invitado este fin de semana, en el Círculo de Bellas Artes, al FESTIVAL DE LITERATURA EÑE 2014.


Happy!!!!!!!!!

domingo, 16 de noviembre de 2014

¿A QUÉ LLAMAS TÚ AMOR? PRESENTACIÓN EN MADRID

14 de noviembre de 2014

17:30
Centro comercial La Gavia

Faltaba tiempo para que Pilar Muñoz se reuniera con sus lectores, pero siempre procuro que a mí me sobre para acudir a una cita. Mitiga la sensación de ansiedad y, además, me permite echar un vistazo a todo. Media hora antes de haber quedado entré en el centro comercial. Con la calma que te concede el que te sobre tiempo, llegué a Fnac y pude comprobar cómo montaban la sala, preparaban los micrófonos, la pantalla y colocaban sillas y sillones. Di una vuelta por la tienda. Incluso pude experimentar una sensación que ya se está convirtiendo en habitual, la de encontrar cada vez más libros de gente que conozco, tanto en las mesas de novedades como en las estanterías.

No sé si a alguien más le pasa, pero a mí me provoca un pellizco en el estómago. Me alegro tanto que me entran ganas de asaltar a las personas que tengo al lado y ponerme a contarles que conozco al autor o a la autora, pero me contengo. 

Aunque me cuesta.




18:00
Fnac

Pilar llegó y, después de los saludos de rigor (nunca nos habíamos visto en persona), comenzamos a charlar como si fuéramos amigas de toda la vida. Esa es una sensación que he experimentado en anteriores ocasiones, cuando la amistad virtual da paso a una real, una en la que las conversaciones se escuchan en lugar de leerse. Ya no somos la foto de un perfil sino alguien que parpadea y que respira, que se mueve, y sonríe en lugar de enviar un emoticono. 

Mientras esperábamos a Ana Coto y Pilar le daba instrucciones al técnico de Fnac, la conversación se llenó de preguntas sobre el viaje, sobre los nervios, sobre el tiempo que quedaba para empezar. Poco a poco fueron llegando algunos compañeros blogueros que ocuparon la segunda fila y entonces...


18:25
Fnac


Me fui.

Me asaltó una corazonada.

No tengo activado el messenger para Facebook. Aunque lo tenga abierto y alguien me envíe un mensaje privado no puedo ver nada más que el emoticono que señala que me lo han mandado. Hace poco he descubierto que hay una manera de leer al menos una parte del mensaje. No lo suficiente como para enterarme de qué me están contando, pero sí veo quién lo envía y el principio. 

Mi teléfono, al lado de la imagen de uno de mis contactos decía: nos vemos allí.

Antes de salir corriendo, pensé: ¿si yo fuera él, dónde estaría? Sonreí y, un par de minutos después, estaba saludando a Rafael R. Costa. Tengo que darle las gracias porque 31 paradas de metro de ida y otras 31 de vuelta no es algo que todo el mundo se decida a hacer así como así. La verdad es que me alegró muchísimo que al final se decidiera a acudir a la presentación de ¿A qué llamas tú amor?

Mientras hacíamos tiempo, buscamos su novela, La interpretadora de sueños, recientemente editada por Espasa, y yo me quedé con uno de los ejemplares, antes de que se agotase, para que me lo firmara al final de la tarde. Tenía otro en la mochila pero no era mío sino uno que compré para regalar.

Juntos regresamos donde Pilar esperaba para empezar y después de las presentaciones empezaron a llegar caras conocidas. El abrazo con Lidia Casado fue muy emocionante. (Después hasta nos hicimos una foto juntas con el móvil, en plan selfie total).

19:15
Sala de conferencias.

Un poco después de la hora prevista, cuando todo el mundo ya había ido tomando posiciones en la sala, comenzó la presentación, Pilar trajo el booktrailer de la novela.




Para romper el hielo estuvo Ana Coto, editora de Palabras de Agua, que saludó a los presentes y me cedió el turno para que cumpliera mi pequeño cometido en esa tarde: trazar una semblanza personal de Pilar Muñoz. Después de dos datos biográficos breves, pasé a contar cómo nos conocimos a través de las redes y cómo he sido testigo de primera fila de su evolución como autora, desde que en 2012 leí los relatos que componen Ellas también viven, pasando por su primera novela, Los colores de una vida gris y ¿A qué llamas tú amor?, la novela que acaba de publicar bajo el sello de Palabras de Agua.

Tras mi lectura de la sinopsis, llegó el turno de la autora.

Pilar era la protagonista así que fue ella la encargada de transmitir a los presentes lo que ha querido contar con esta novela. Insistió en que, a pesar de que la narración contiene un fuerte contenido erótico en algunas escenas, también hay una trama de peso detrás, importante, que reflexiona sobre las relaciones de pareja, el amor, incluso el maltrato. La protagonista, Jana, es una mujer real, independiente, madura, envuelta tan solo en un momento de confusión.

Para que los lectores supieran un poco más de la novela, Pilar, micrófono en mano, leyó el primer capítulo.



Hubo tiempo para las preguntas del público, algunas sobre los personajes, la trama, la elección de la posición del narrador o los nuevos proyectos que tiene en mente Pilar Muñoz. Después, llegaron las firmas, y digo las firmas, porque no fue la única que estampó palabras en la primera página de un libro.


Pilar se pasó un buen rato firmando y regalando sonrisas que dejaban ver que estaba siendo un día muy especial para ella. Aunque ya hace un mes que la novela se puede adquirir en librerías, el viernes fue la puesta de largo oficial y, además de que el marco fue precioso, la puesta en escena que escogió estuvo muy bien.

Por cierto, las fotografías del fondo, si os pasáis por la tienda Fnac de La Gavia, merece la pena pararse a mirar: son obra de Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo. 

Decía que no había sido la única que firmó porque Rafael también se tuvo que emplear con el bolígrafo, pero es normal, no se puede desperdiciar la oportunidad de personalizar un ejemplar de su libro teniéndolo cerca, ¿no creéis?

Tuve la inmensa suerte de recibir un regalo inesperado, un poemario del maestro.




La presentación terminó, las luces de este escenario se apagaron y sospecho que este día Pilar lo grabará a fuego en su memoria: 14/11/14, incluso la fecha es bonita. Le deseo mucha suerte con esta aventura, con esta novela en la que ha puesto sus reflexiones, su corazón y su talento, una historia que se disfruta y que te dura entre las manos muy poco tiempo.

(Cuando todo había acabado nos marchamos a tomar algo para refrescarnos y allí fui testigo de la admiración que provoca Rafael R. Costa. Y luego no me deja llamarle maestro... Menos mal que no le hago ni caso.)



miércoles, 12 de noviembre de 2014

HOY NO HAY MÚSICA EN MIS DEDOS


Escribir no es duro. Cuando el mundo se detiene a mi alrededor y encuentro la manera de sacar lo que hierve dentro de mí es vida.

Duro es cuando siento las palabras ahí, apretándose en mi pecho, cuando necesito sacarlas y no puedo.

Hace rato que lo intento.

Necesito respirar, sentir la paz que me permita disfrutar del sonido de la lluvia que repiquetea sobre las chapas del tejado, pero hay palabras rasgándome como cuchillos por dentro.

No puedo sacarlas.

Hoy no hay música en mis dedos.

Miro la página, pienso mientras me ahogo, me revuelvo en la silla. Me levanto. Busco aire en distracciones cotidianas, pero las malditas palabras me traen de vuelta una y otra vez. Para nada. Siguen escondidas. Hoy las teclas suenan como las de un piano desafinado.

Lo dejo. Vuelvo.

Desisto. Insisto.

Leo lo que otros escribieron, buscando consuelo en palabras ajenas que me transporten lejos de esta angustia absurda que me ataca de vez en cuando.

Pienso.

«Escribir no es lo tuyo. Déjalo. Olvídate».

Pero no puedo.