Desde hace unos días vuelve a estar disponible en Amazon mi novela Detrás del cristal. Después de haber recuperado los derechos, he decidido dejarla ahí. Había barajado otras opciones, pero estamos en medio de una crisis económica, seguimos, por las medidas restrictivas que rigen nuestras vidas, sin poder acompañar a los libros en la calle. En ese contexto, no me pareció oportuno ni sensato hacer otra cosa con esta novela, por muy tentador que fuera no hacerlo sola. Pensé que ya hizo su recorrido (y maravillosamente bien, todo hay que decirlo), y ahora solo busco que quien todavía no la conozca y quiera hacerlo pueda, sin tener que recurrir al pirateo.
Sé que es ser muy optimista.
Detrás del cristal entremezcla varias historias. Empieza con un tono de comedia, con distintos personajes que podemos intuir que van a estar relacionados. Después de unos primeros capítulos en los que Ana, la protagonista, toma una decisión que da para un debate, después del tono desenfadado que acompaña a esas páginas, empezamos a intuir que hay otra historia detrás. Una que quizá pasó desapercibida, aunque fuera lo primero que puse delante de los ojos del lector.
Esa fue mi intención, dejarlo a la vista, pero que pareciera poco importante cuando era el centro de todo.
Esta novela, publicada en 2013, pretendía llamar la atención sobre el maltrato. Quería decir con ella que muchas veces lo tenemos delante de nuestras narices y, como la protagonista de la portada, nos cruzamos de brazos ante ello. Por fortuna, las cosas han cambiado muchísimo desde 2013, nos hemos concienciado, aunque estoy segura de que muchas historias las tenemos al lado y seguimos dando la vuelta a la cara, porque no es problema nuestro.
La comedia planteada al principio, por tanto, se pone seria por momentos y hace una reflexión, no profunda, pero sí muy sincera, sobre un tema que entonces me preocupaba y hoy me preocupa todavía más, porque lo estoy viendo muy de cerca. Usé ese tono porque mis influencias literarias beben en el surrealismo, en Valle y en Jardiel Poncela. Y en los vodeviles. Y en el teatro. Y en fuentes que quizá no son las más comunes para una novela romántica. De hecho, la primera novela romántica que leí en mi vida es posterior a la publicación de Detrás del cristal.
La he subido a Amazon, con Kindle Unlimited, para que quienes estén suscritos al programa puedan empezar a leerla gratis y decidan si quieren seguir, aunque en realidad cualquiera que le dé a este enlace puede hacerlo. Ahí están los primeros capítulos. Su precio, 2,89€ en ebook y 14,94€ en papel.
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