sábado, 9 de mayo de 2015

CERRAR LA ÚLTIMA PÁGINA

Cerrar un libro que te ha encantado, aunque se te haya hecho un nudo en la garganta en más de una ocasión al pasear los ojos por sus páginas, provoca tristeza. Sabes que, aunque recuerdes un tiempo a los personajes, aunque seas capaz de evocarlos con nitidez, acabarán cediendo su lugar a otros.

Tarde o temprano.

Te apena que llegue el final de una gran historia, pero no se puede vivir eternamente entre las páginas de la misma novela. Cuando se acaba, cuando llega el instante de volver la contraportada y devolverla a la estantería, también es el momento de otra nueva. De darte de nuevo la oportunidad de sentir las emociones que siempre encuentras entre el blanco del papel y el negro de la tinta.

No se puede leer siempre la misma página de una novela, por muy bonita que te parezca. Los libros, como a veces pasa con la amistad, con las relaciones de pareja, los trabajos... llega un momento que se terminan.

Necesitas avanzar y escoges otro.

A veces, si la última lectura ha sido muy buena, se sucederán las elecciones. Muchos libros se quedarán con el marcapáginas en el principio, incapaces de atraer tu atención lo suficiente. Si hay mucha suerte y eres de los que enseguida encuentras otro que ocupe su lugar, continuarás disfrutando de este extraño y maravilloso lado de la existencia que es leer.

Es tan extraño, se parece tanto a la vida, que a veces se confunden.

Claro, esto solo es cierto si te pasa igual que a mí.


martes, 5 de mayo de 2015

SIEMPRE A TU LADO DE MEL CARAN (Proyectos de amor y deseo. 2)

Siempre a tu lado es la segunda parte de Sonríe.


Sinopsis:

Tras unos meses de separación, Rebeca recapacita y decide regresar con Alan. Su relación vuelve a ser perfecta y todo parece que va sobre ruedas, hasta que la sombra del pasado de Alan asesta un duro golpe sobre la pareja. La vida de ambos se complica con acontecimientos inesperados, celos, problemas de salud, temores y dudas. Aunque sólo el amor verdadero es capaz de vencer cualquier contratiempo, las pruebas que el destino les pone son tan terribles, que les hará dudar de todo. Alan y Rebeca desean estar juntos, pero para ello, van a tener que pagar un precio muy elevado.

Mis impresiones:

En febrero llegó a las librerías Sonríe, la primera novela de Mel Caran. Todo lo que la ha rodeado lo he contado entusiasmada en el blog, porque esta no es una novela más para mí, sino que tiene una historia que trasciende lo literario: algo personal que me parece tan bonito que nunca dudo en compartirlo. Sonríe, la versión en ebook que Mel subió por su cuenta a Amazon, nos puso en contacto y las conversaciones entre dos extrañas en principio, se acabaron convirtiendo en diarias. Éramos dos desconocidas, dos personas que vivían a cientos de kilómetros y que no se habían visto jamás, pero el libro hizo de hilo conductor y, a través de él, nos convertimos en amigas. Ya sé que hay quien no lo cree, quien piensa que las personas que se conocen de manera virtual no pueden llegar a tener una amistad, pero os aseguro que el abrazo que nos dimos en febrero de este año, después de tener que esperar dos años, fue de lo más real.

Ambas llegamos en un momento vital especial para la otra; ambas encontramos en las palabras compartidas el apoyo que necesitábamos para seguir adelante en esta aventura literaria en la que nos embarcamos. Las dos publicamos nuestros libros casi a la vez y recorrimos el camino de la mano. Un principio para las dos que se hizo mucho más llevadero en compañía. Y todo eso gracias a unas novelas.

Mel Caran y Mayte Esteban

Aunque hoy sea el primer día en las tiendas de Siempre a tu lado, yo he tenido la suerte de poder leerla un poco antes. En ella, Mel Caran retoma los personajes que protagonizaron Sonríe. Alan y Rebeca, tras permanecer unos meses separados, vuelven a recuperar su relación. Han descubierto que se echan de menos, que lo que vivieron merece una segunda oportunidad y no la dejan pasar. La conexión entre ambos sigue siendo igual de intensa, pero la irrupción de un nuevo personaje, Terry hará que las dudas aniden en la mente de Rebeca. El atractivo que emana Terry no le resulta en absoluto indiferente. 

Mel vuelve a llenar la novela de escenas de alto voltaje, plagadas de erotismo y tensión, incluso diría que hay una en la que aparece un billar que os va a encantar. Y el final... Quienes habéis leído a Mel Caran sabéis que se puede esperar de ella cualquier cosa menos lo convencional. Le gusta jugar con el lector, proponer alternativas atrevidas y en Siempre a tu lado lo hace. Es, además, un homenaje, pero no voy a decir más porque os toca ser a vosotros quienes descubráis de qué se trata. Seguro, seguro, que no os lo vais a esperar.

Siempre a tu lado se lee en un suspiro, sigue ocurriendo como en Sonríe, que antes de darte cuenta te encuentras en mitad de la novela. 

Desde hoy está en librerías, físicas y online. Yo ya tengo hueco en la estantería para mi ejemplar en papel.



La primera novela de Mel Caran


domingo, 3 de mayo de 2015

VOLVER A VERTE DE MARC LEVY



Sinopsis:

Arthur, un joven arquitecto californiano, vuelve a Los Ángeles después de pasar una larga temporada en París. Sin embargo, durante todo este tiempo no ha conseguido olvidar a Lauren, el gran amor de su vida que le robó el corazón cuando, a raíz de un accidente, cayó en estado de coma. Gracias a la insistencia y la valentía de Arthur, Lauren siguió viviendo, a pesar de la opinión del doctor y de la madre de desenchufar los aparatos que la mantenían con vida. Éstos, avergonzados, le hicieron jurar que jamás confesaría la verdad a la joven, que no recuerda nada de aquellos meses. Arthur cumple su palabra, desaparece de su vida e intenta olvidarla. Cuando vuelve a Los Ángeles el destino hará que se reencuentren.

Mis impresiones:

Tras la lectura de Ojalá fuera cierto me di cuenta de que no me acordaba de qué era lo que pasaba en la segunda parte, Volver a verte. Recordaba, eso sí, que la había leído y que, además, el ejemplar era mío. Como tenía muy fresca la anterior lectura decidí que era el mejor momento de releerlo, pero mi primera búsqueda por casa fracasó.

Horas después necesité mi manual de gramática. Al cogerlo de la estantería, vi la novela y descubrí la razón por la que no la encontraba: buscaba una edición de bolsillo y no es la que tengo, sino la de tapa dura de Círculo de lectores. Mi biblioteca sigue el orden más caótico del mundo, sé dónde están la mayoría de los libros porque tengo revueltos los clásicos que manejo a diario con novelas actuales y las veo con frecuencia (y porque limpio el polvo), pero creo que convendría un día ponerse en serio con ella y usar la lógica para ordenarlos, con el fin de que estas cosas no me pasen.

Pero ¿por qué estoy releyendo en lugar de disminuir la enorme lista de libros que me esperan?

Esa pregunta me la hice mientras tendía la ropa, justo antes de ponerme a leer. Entre un par de calcetines y una camiseta empecé a analizar los razonamientos que me están empujando estos días a volver a libros que ya tuvieron su oportunidad, y la respuesta apareció justo cuando colgaba las medias de fútbol. Los libros que ya leí, además de la historia que cuentan, a mí me hacen evocar el tiempo en el que cayeron en mis manos. Por alguna razón recuerdo dónde leí algunos párrafos (lo que no cuadra mucho con no acordarme después dónde los dejo, pero mi memoria es así) y lo que sucedía en esos momentos y estos dos libros me recuerdan un tiempo en el que yo era muy, muy feliz. Creo que persigo esa sensación, la busco y releo, por si entre las palabras logro que se cuele algo de esos momentos del pasado y se vengan al presente, a hacerme compañía.

Con la lectura de  Volver a verte he descubierto también por qué no me acordaba de nada. Marc Levy, que en esta novela mejora enormemente como narrador desde Ojalá fuera cierto, escribe con tanto ritmo que sin darte cuenta te estás diciendo todo el rato: un poquito más. Cuando miras el reloj son las tres y media de la madrugada y es cuando te acuerdas de que a las siete y media tienes que volver a abrir los ojos y lo dejas, resignada. Claro que, para entonces, ya ha caído media novela. Supongo que la primera vez que la leí fue eso lo que sucedió, aunque recuerdo haberla leído en mis eternas horas de parque, así que no hubo madrugada, sino que me la merendé de una sentada.

Por eso, y porque estoy segura de que empecé otro libro inmediatamente, no era capaz de recordar qué ocurría. Sin embargo ahora, al leer, he ido evocándolo todo, incluida esa tarde de parque, con los niños correteando por el césped del parque de las piscinas. Nítida, ha venido a la memoria la mesa donde me senté, incluso, para demostrarme que aún sigo teniendo que confiar en mis recuerdos, puedo ver, si cierro los ojos, mi bolso de entonces.

Me estoy dando cuenta de que cada vez hago reseñas menos reseñas, pero como me da lo mismo, tampoco es que las lea mucha gente, voy a seguir en esta línea, que a mí me gusta más.

Sigo.

Esta novela no me ha gustado tanto como la anterior. He leído con la misma fluidez, pero había algo impreciso que no me permitía catalogarla con tan buena puntuación. Al terminar puedo decir que ya sé por qué. Esa poca chispa que decía que notaba entre los personajes en esta se desvanece del todo. Hay un momento en el que el narrador me dice que hacen una pareja perfecta, pero los diálogos entre ambos a mí me llevaban a una sensación muy diferente. No notaba eso que se empeñaba en contarme el lector, sino bastante distancia. Acostumbrada como estoy a lecturas cero, si hubiera hecho la de esta novela, hay unas cuantas páginas a las que habría puesto una nota: revisar. No creo que estén mal escritas, pero son muy frías, cuando la novela está pidiendo justo lo contrario. Es como si hubiera tenido una escritura apresurada, presionada por el éxito de la otra. Avanzas, pasan cosas, pero no las sientes.

En conclusión: no me ha convencido del todo. He escrito este comentario en el blog por si se me vuelve a olvidar.

jueves, 30 de abril de 2015

OJALÁ FUERA CIERTO DE MARC LEVY



Sinopsis:

Lauren lleva meses en coma después de haber sufrido un tremendo accidente de circulación. Los medicos la mantienen artificialmente con vida esperando un milagro, pero este no llega. Por ello, la familia de Lauren pone su apartamento en alquiler y el nuevo inquilino, Arthur, se muda sin más demora. Lo que no se imagina es que se verá obligado a compartirlo con alguien que sólo él puede ver. Y es que en su afán de aferrarse a la vida, Lauren ha conseguido formar parte de la cotidianeidad sin ser vista. Superado el shock de encontrar un fantasma en casa, Arthur convierte a Lauren en el centro de su vida, en su razón de existir. Un amor que no entiende de convencionalismos y que la mayoría no puede comprender.

Mis impresiones:

Leí Ojalá fuera cierto hace muchos años. Me lo prestó una amiga, asegurándome que le había encantado, y la verdad es que a mí también me gustó mucho. Años después, cuando me enteré de que habían hecho una película, Just like heaven, quise verla y me pasó algo muy, muy extraño. La película es una "versión libre" de la novela. La madre de Lauren (Elisabeth en el film) se transforma en una hermana y dos sobrinas, y la de Arthur (David en la pantalla) directamente se ha volatizado, llevándose por delante a uno de los personajes más interesantes de la novela. La trama cambia, se simplifica y se adapta más al tono de una comedia que funciona en el cine, y se pierden todas las frases que en la novela te dejan pensando.

Me pasé la primera parte de la proyección recolocando mis recuerdos, que en muchas ocasiones chocaban con lo que estaba recibiendo. Creo que como tienen lo mínimo en común, la comparación se iba diluyendo, y acabé aceptando que, aunque muy similares, eran dos historias. Y las dos me gustaban.

Después de eso la película la he visto... incontables veces, porque a mi niña le encanta; ese punto de partida de una mujer-fantasma que busca la manera de volver a su cuerpo, en coma en la habitación de un hospital le resultó interesante cuando era muy pequeña (y que las sobrinas hubieran metido a Bob Esponja en la lasaña) y la ponía una y otra vez.

Es una de esas pocas veces que no puedo decir que el libro sea mejor que la película, o la película que el libro, porque en realidad tienen muy poco que ver.


Esta semana, cuando empecé a leer la novela, me pasó exactamente igual que en la sala de cine, el día que vi la película. Al principio tenía que hacer un esfuerzo por no mezclar las dos historias, pero poco a poco, se me fue olvidando y entré de lleno en el libro.

Tengo que decir que crece a medida que avanzas en la lectura (y eso, por cierto, me recordó mucho a otro libro que conozco bien). Desde ese principio "absurdo" el libro va dando pasos hacia otros temas y cuando aparece Lili, la madre de Arthur, cuando te presenta a esa mujer que fue dejando pequeños legados en forma de cartas y recuerdos para su hijo, es cuando la novela tiene sus momentos más brillantes. Se impregna de nostalgia y fluye. Hace que entiendas por qué fue una de las novelas más vendidas cuando se publicó, que se tradujera a tantos idiomas y que, al final, acabaran haciendo una película (aunque a su bola).

Sabéis que no soy de poner spoilers, ni siquiera a modo de frases, pero en este caso voy a hacer una excepción, quizá porque el libro no es una novedad y supongo que la mayoría lo habréis leído. Y eso me recuerda que no he contado por qué lo he vuelto a leer. Es tan tonto como que, al abrir el cajón donde guardo las pinturas, estaba ahí y lo encontré. ¿Por qué guardo libros en sitios imposibles? No lo sé, supongo que para volverme loca buscándolos cuando los necesito. El caso es que, tras la sorpresa inicial, pensé que me apetecía seguir con mi racha de "libros que no fallan" y no me equivoqué. No he tardado ni tres días en leerlo.


"Experimentarás muchos miedos. Lucha contra ellos, pero no los sustituyas por vacilaciones demasiado largas. ¡Piensa, decide y actúa! No tengas dudas; la incapacidad para asumir las elecciones propias genera cierta dificultad para vivir".

"¿Cuántas veces me brindará la vida la posibilidad de hacer algo esencial?"

"¿Te he dicho yo que te quiero? Me has dado pruebas de que me amas, que es mucho mejor".

Solo hay un pequeño detalle de esta novela que no me convence: no vi una conexión entre los personajes lo suficientemente intensa como para que se acabaran enamorando de la manera que lo hacen. Eso, quizá, se me ha escapado a mí captarlo. No lo sé, pero me faltaba un poco de chispa en el principio. Acabé entendiendo a Arthur, sobre todo cuando se va descubriendo el personaje de Lili y todo lo que le enseñó, pero al principio... 

Ojalá fuera cierto no tiene un final cerrado. Se queda abierto, algo que molesta a algunos lectores, pero que a mí, personalmente, me da igual. No necesito que me cuenten nada más allá, porque para eso está tu propia imaginación, para practicar eso que en su día se llamó "literatura del silencio", donde el lector actúa como cómplice, completando la historia que le está sugiriendo el autor. Vale, quizá este razonamiento es un poco forzado, pero me sirve para entrar en otra novela de Marc Levy que también leí, Volver a verte. Creo que, empujado por el éxito de la primera, el autor escribió la segunda parte. En alguna de mis estanterías tiene que estar, porque sé que la leí pero, por lo que sea, no la recuerdo. Lo que sí recuerdo es que no me dejó el mismo buen sabor de boca que la primera, así que, revolveré un poco, y haré la comparación. De todas maneras, leer a Marc Levy siempre es un placer. Es uno de los autores que no me defraudan, porque escribe novelas románticas pero no de esas que están llenas de azúcar y acaban sentando mal. Y además, es tan bueno, que cuando me nominan a un premio con él, me gana. 

Tengo que aprender de él.



martes, 28 de abril de 2015

LA DAMA DEL PASO DE MARISA SICILIA



Sinopsis:

Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

El desafío le saldrá muy caro. Se verá recluida sin más opción que ceder o desfallecer en su cautiverio. Sin embargo, el destino dará un vuelco y un nuevo pretendiente exigirá su mano y no admitirá excusas. Los enfrentamientos se sucederán entre ambos en un duelo entre atracción y rechazo, pasión y dolor, orgullo y amor. Mientras el reino se tambalea acosado por las intrigas, en Svatge se librará otra dura batalla por conquistar el corazón de Arianne.

Narrada con el aire evocador de las leyendas tradicionales aunque desde una perspectiva más actual, La dama del paso cuenta la historia de una joven que no se resigna a que otros decidan por ella.

Mis impresiones:

Hace mucho tiempo que mi amiga/escritora/vecina Meg Ferrero me decía, con toda la razón del mundo, que tenía que leer a Marisa Sicilia, que no me iba a arrepentir en absoluto. La verdad es que me fío de su criterio, pero he pasado una racha de perder el tiempo de una manera muy tonta y mi lista de pendientes, a pesar de que intento obligarme a leer algo más, ha crecido de manera desmesurada. Como esto no puede ser, este mes me he puesto seria conmigo misma, me he regañado por estar tan boba y entretenerme con estupideces que no llevan a ninguna parte (¿se puede saber qué me impulsa a hacer los test de Facebook?) y he vuelto a incrementar las horas de lectura, ya que es algo que me encanta y me aporta muchísimo más que sabe que el color de mi nombre es el rojo y soy la más guay entre las guays (sí, esos test suben la autoestima porque nunca te dicen nada malo de ti, creo que por eso los hacemos a pesar de que sepamos que son estúpidos).

Claro, que una cosa es proponerse algo y otra diferente, lograrlo.

No encontraba el libro que me mantuviera lo suficientemente entretenida como para no despegar la nariz de sus palabras. Empezaba uno, otro, lo dejaba, volvía a empezar... y al final, de manera más que estúpida, volvía a Facebook. A perder el tiempo procrastinando, ya fuera en test tontos o haciendo, directamente, el idiota.

Hasta que tropecé con Arianne, La dama del paso.

Esta novela tiene el sabor de una leyenda antigua, está contada con un lenguaje preciso y una ambientación que enseguida te envuelve y te traslada a otro tiempo. La fortaleza donde vive Arianne con su familia (sus dos hermanos y su padre) está situado a la orilla del río Tahine y su importancia reside en que tiene un puente decisivo para pasar de un lado a otro, un puente levadizo con un mecanismo muy antiguo, cuyo secreto solo conocen dos personas. La guerra está ahí, inminente, y los hermanos y el padre de Arianne parten hacia ella. Un día, cuando desde la fortaleza ven llegar al ejército mermado, empiezan a intuir que algo ha ido mal, pero nadie será consciente de que es una emboscada preparada por Derreck de Cranagh, quien se convertirá a partir de ese momento en el nuevo señor y una pesadilla para lady Arianne, por los sentimientos contradictorios que despierta en ella.

Creo que ya he contado demasiadas cosas, y eso que he tenido que hacer un tremendo esfuerzo de síntesis para enlazar el principio, porque si algo caracteriza a La Dama del Paso es que no deja tregua, que siempre está pasando algo interesante que merecería ser narrado, y que además tiene muchísma importancia en la trama. Junto a esto, la deliciosa manera de narrar que enseguida te sumerge en la historia.

Han sido días de buscar un hueco para seguir leyendo, incluso en las pequeñas pausas entre clase y clase, y eso era algo que no me sucedía desde hacía tiempo, así que ha sido una experiencia maravillosa. Los personajes, tanto los principales, Arianne y Derreck, como los secundarios, donde destaca el viejo jefe de la guardia, Harald, están perfectamente trazados, y las escenas entre los protagonistas me han encantado. A pesar de sus diferencias, de todo lo que separa a estas dos personas, a pesar de que ambos luchan por apartar sus sentimientos, los notas, se hace palpable la tensión entre ambos y la conexión que la autora logra dibujar hace que te los creas. De eso he sido aún más consciente al leer la siguiente novela que entró en mi lista, una relectura de un libro que hace años me prestaron y que ahora ha caído en mis manos y quería volver a saborear. Ese otro libro, un bestseller de hace años, me resultó esta vez mucho menos creíble en ese sentido, no era capaz de sentir esa conexión entre los protagonistas tan intensa.

El libro, La dama del paso, pronto estará en formato papel, editado por Harlequin, y estoy segura de que, cuando me encuentre con él, lo volveré a comprar, porque hay libros que quieres que formen parte de tu estantería, para volver a ellos cuando, de nuevo, se atasque la lectura.

Felicidades, Marisa Sicilia, sigue escribiendo historias tan redondas. Seguro que las leeré.

Incluyo la novela en el reto, en el apartado de landscape.