viernes, 2 de agosto de 2013

INDIEDITADA

Hace ya cuatro años que me convertí en una indie, una autoeditada, o como queráis llamarlo. En estos tiempos en los que se habla tanto del fenómeno indie, y de amazon como plataforma de divulgación que muchos hemos encontrado, me doy cuenta de que este fenómeno no es nuevo. Simplemente, ha explotado y se ha expandido en los últimos meses.

Hace cinco años gané un concurso de relato breve, dotado con una cantidad económica que no deba para mucho. No sabía qué hacer con ese dinero hasta que un día casi un año después, trasteando por internet, tropecé con la posibilidad de conseguir poner uno de mis libros en papel. No era caro, era fácil y tenía dinero. Hice lo que me apetecía en ese momento: publicar mi libro. La página en cuestión ofrecía la posibilidad de poner la obra en formato pdf, para descargarlo, y como yo nunca he estado demasiado preocupada por el tema económico (nada, en realidad) lo dejé en descarga gratuita.

En principio el plan era conseguir cuatro ejemplares en papel, los que necesitaba para mis familiares próximos, de una historia que había titulado La arena del reloj, y que no era nada más que un relato familiar que en ese momento consideré que no le interesaba a nadie más. Aún recuerdo el día que llegó el paquete, la emoción que sentí al abrirlo y tocar mi novela con las manos. Fue muy, pero que muy especial. El principio y, a la vez, el final de una aventura que había comenzado con el premio por mi relato.

Pero la vida es una sorpresa constante y mi humilde libro empezó a recabar lectores. Casi por su cuenta.

Los cuatro fueron seguidos por otros 25 y en un mes llevaba 100. Bueno, exactamente 104. Todo con el boca oreja y sin salir de mi entorno, y con el agravante de que me da una vergüenza tremenda hablar de esto en persona con la gente. De hecho, a día de hoy, la mayoría de mis vecinos no tienen ni puñetera idea de que escribo. Los que lo descubren me preguntan por qué no lo cuento y yo les digo que en realidad lo hago… a través de internet, que me cuesta bastante menos.

Las peticiones de libros de La arena... continuaron y a día de hoy, en papel, llevo cerca de 500 ejemplares repartidos por ahí.

Como no sé vivir sin meterme en líos, me encargaron una charla de autoedición y esa es la razón por la que publiqué Su chico de alquiler. Con él fui haciendo los trámites legales necesarios para ser autoeditado y paralelamente hice lo mismo con La arena… Me convertí, sin comerlo, ni beberlo, en una indie, editora de sus propias obras. Y sin saber qué era eso de ser indie… Di la charla. Firme libros en una pequeña feria del Libro. Me devolvieron opiniones. Me regalaron reseñas. Me hicieron entrevistas.

Todo raro, divertido. Confieso que me lo pasé en grande en cada uno de los momentos que supusieron estos pequeños pasos.

El salto a Amazon lo di tarde quizá porque esa inquietud de ser leído que tenemos en el fondo todos ya estaba cubierta y porque los libros en papel seguían teniendo demanda y engrosando esa primeras cifras. Los resultados han sido buenos pero no los he vivido igual que lo anterior. Ha sido mucho más estresante y muchísimo menos emocionante todo lo que me ha pasado.

Salvo por un pequeño detalle: con la última novela, Detrás del cristal, conseguí editorial. Por primera vez alguien se ocupará del papel, alguien que no soy yo y la distribución será mucho más sensata que llevar los libros bajo el brazo. No ha sido tampoco una aventura al uso, simplemente colgué la novela en amazon y llegaron las ofertas. Aunque parezca, dicho así, que fue sencillo, que sólo tuve que decidir, puedo asegurar que no lo fue, sino más bien todo lo contrario.

Pero es que a mí las primeras veces nunca me resultan sencillas.

Leo por ahí que está mal visto autoeditarse, porque no tenemos filtros. Creo que es cierto. Existe uno solo, nuestra propia exigencia que tiene también que ver con la paciencia. Hay quien necesita todo ya, y quien se lo piensa y corrige, repasa, remodela… Yo soy del segundo tipo. De hecho me siento como una escultora cuando creo una novela. Primero cojo la cera y hago algo que se parece a un hombre. Luego, con paciencia, voy logrando que aparezcan los brazos, las piernas, el torso. Los rasgos de la cara, en general, están ahí.

Descanso.

Tiempo después, vuelvo a mi escultura. Perfilo un poco los músculos, voy dándole forma a los detalles. Los ojos, las manos, los labios, los dedos de los pies…

Descanso.

Vuelvo de nuevo y me entretengo en el pelo. Miro con cuidado cada uno de los rasgos y con mimo vuelvo a pasar mis dedos, por si puedo suavizar algún detalle más.

Descanso.

Cuando considero que está, sólo entonces, procedo a convertir esa cera en bronce.

Y a veces, muchas, no me vale y vuelvo a empezar…

Por eso, escribir una novela, me lleva años. Decidir que el texto puede ser revisado por otros ojos no me resulta sencillo y después de que lo termino, queda todavía mucho trabajo. Hay que maquetar y pelearse con el problema de la portada, la llave maestra que decidirá, casi más que nada, que alguien que no sepa nada de ti sienta la necesidad de asomarse al mundo que has creado.

Hoy repaso la última y el control de calidad mental que tengo todavía no le ha dado el visto bueno. A saber cuándo sucederá.


Hoy ya no sé si soy indie, editada, indieditada, o una loca contadora de historias cuyos dedos no se pueden estar quietos porque necesitan trasladar a alguna parte todas las historias que circulan por mi imaginación.

martes, 30 de julio de 2013

¡TERMINADA!


Por fin puedo decir que está terminada mi nueva novela. Le falta todo el proceso de corrección ortográfica, de ajuste de detalles, pero lo esencial, el argumento de lo que quería contar ya está.

Me preguntan varias cosas:

¿Cómo se llama?
Tiene un título provisional que cambiará, seguro, porque no sé si cuenta de verdad la esencia de la novela. Habrá que esperar aún para saberlo.

¿Cómo es de larga?
Más que ninguna, creo que se irá a las 400 páginas.

¿De qué va?
Un viaje aplazado veinte años, tres amigas, muchos cambios vitales.

¿A cuál de las anteriores se parece?
A ninguna. Tiene algo en común con Su chico de alquiler en la postura del narrador, o con Detrás del cristal en las frases y mucho más con La arena del reloj porque los sentimientos se adueñan del texto casi en cada línea. Pero soy yo, seguro que los que me habéis leído me vais a reconocer.

¿Cuándo la podréis ver?
Ni idea. No sé qué haré con ella. De momento, corregir como he dicho, pulirla, dejar que repose y entonces ya tomaré una decisión.

Estoy contenta porque me puse el reto de terminarla el verano pasado pero tuve ciertos problemas que me impidieron concentrarme en su escritura. Ahora me alegro porque quizá me ha dado tiempo para pensar mucho más en lo que quería contar.


Ya tengo otros proyectos en mente, en cuanto termine…

Feliz semana

jueves, 25 de julio de 2013

SU CHICO DE ALQUILER GRATIS EN AMAZON HASTA EL SÁBADO

¡Qué despiste!

Se me olvidó contarlo aquí, en mi blog, que estos días estoy regalando mi primera novela, Su chico de alquiler, que como sabéis los que sois asiduos del blog, está colgada en Amazon.

ESTARÁ GRATIS DOS DÍAS MÁS.

Mis razones para regalarla son varias.

La primera es que lleva tiempo en las redes, concretamente desde 2009, aunque en Amazon sólo está desde 2012. Al principio estuvo en descarga gratuita y eso provocó que en muchas páginas la colgasen de manera gratuita, al margen de mí misma. Al final, si alguien la lee, me daba un poco lo mismo, pero después me di cuenta que en muchas de esas páginas usaban una portada que no es exactamente la suya y en otras ni siquiera aparecía yo como autora de la novela.

Para bien o para mal yo soy su "madre" así que decidí solucionar esto.

Por otro lado pensé que necesitaba un pequeño repaso, algunos espacios habían cobrado vida propia y necesitaba un lavado de cara que le hice hace unos días. Se me han escapado detalles (gracias por comentármelo) que estoy arreglando, pero que no impiden su lectura. ¿Me perdonáis que se me hayan escapado un par de rayas?)

Finalmente, tenía que celebrar de alguna manera personal el haber logrado el sueño de publicar con una editorial. Y este regalo para vosotros, de pronto, se ha convertido en un regalo para mí misma. Ahora esto es lo que pone en la página de amazon:


Divertido, emocionante... no sé qué decir. Quizá que tiene magia, que anda sola a lo mejor porque la enfundé en unas cómodas zapatillas hace unos cuantos años ya.

Bueno, lo que os digo siempre de este libro, campo de pruebas para todo lo que hago, primera historia incompleta pero necesaria para aprender: que os divirtáis porque no es más que eso, una comedia de enredo llena de guiños personales.

Aunque claro, si no eras una de mis amigas a los veinte, a lo mejor no los ves...


domingo, 21 de julio de 2013

RELAJÁNDOME

Ayer estuve dando un paseo por Madrid. El plan era simple: no hacer nada. Llevo mucho tiempo luchando en esta batalla por conseguir mi sueño y realmente estoy agotada, así que pensé que no venía nada mal relajarse andando por la ciudad, que campo ya tengo mucho a mi alrededor. Detrás del cristal me ha reportado muchas alegrías, muchísimas más de las que esperaba, pero también otros momentos de preocupación que me han ido poniendo a prueba a diario y minando mis energías.

Era hora de cargar pilas.

Hace una semana que la novela dejó de aparecer como solamente mía y que lleva en su descripción el sello de B de Books y la verdad es que la pobre no termina de encajar el impacto de lo que esto supone. Creo que va a ser como yo (algo tendremos que ver), que los cambios le provocan un trastorno al que tarda en adaptarse pero si también ha salido como yo no dudéis que estará luchando hasta quedarse sin brío, por más que ayer me diera cuenta de que aunque a mí esto me haya costado muchísimo, lo que llevo conseguido no es más que una gotita en el océano.




¿Por qué digo esto? Pues porque ayer mi paseo, además de incluir un bocadillo de jamón serrano y un momento de relax en una terraza, estuvo lleno de libros. Me dediqué sin querer a visitar librerías. No sé qué pasa que veo una y entro aunque no lo tenga planeado. Allí encontré miles de libros y me di cuenta de lo difícil que es que te elijan si no estás en un montón enorme con el que tropiezas al entrar.




De todos modos, como yo siempre doy vueltas a mi aire sin fijarme en novedades solamente, elegí dos libros. ¡No me iba a venir con las manos vacías! Uno de ellos es La Saga de los longevos, en edición de bolsillo. Sé que lo tengo en digital porque Eva García Sáenz se puso en contacto hace más de un año conmigo para que lo reseñase en este blog pero me pillo en medio de un proyecto mío, lo fui dejando y no me dio tiempo: mi tablet falleció y como no se puede encender se quedó con todos los libros que tenía en su memoria.

Descansen en paz.

El otro libro es una novela erótica: La sumisa insumisa de Rosa Peñasco. También en bolsillo. Trata sobre una muchacha aficionada a los chats eróticos. No he leído mucho más de la sinopsis, quiero cuando lo lea que me sorprenda.

Ya tengo más lecturas pendientes, no tengo remedio, ni tiempo…


Esta primera semana, antes de que se me olvide, se han generado algunas noticias en torno a Detrás del cristal. He sido contraportada de El adelantado de Segovia (pinchando se puede leer el artículo) y también Detrás del cristal aparece recomendada como lectura imprescindible para este verano en la revista entretanto Magazine. Además, por si fuera poco, también La arena del reloj ha recibido una reseña, y ya van 34. Ha sido en el blog La palabra pronunciada y como dije en su día, cuando no las esperas, cuando te llegan después de tanto tiempo, saben muy bien. La arena es un libro de 2009 y también la han incluido en otro blog para un reto que hay en la blogosfera, leer no novedades en este mes de agosto.

¡Espero que me lo cuenten!

¡Más cosas! Detrás del cristal también está disponible, además de en Casa del Libro, Fnac y Amazon en las tiendas virtuales de El Corte Inglés y iTunes.




lunes, 15 de julio de 2013

EDICIONES B (B DE BOOKS) APUESTA POR DETRÁS DEL CRISTAL. ¡PUBLICAMOS!

Bueno, pues ha llegado el día de contarlo…

Tomaré aire, sonreiré un poco para no salir muy mal en la foto y os lo explico. ¿Por dónde empiezo? Quizá por el principio, por ese pasado 14 de febrero por la noche, cuando armada con una botella de vino tinto (para echarle la culpa a  algo si salía mal) subí mi cuarta novela a Amazon, Detrás del cristal. Esta vez, al contrario de lo que hice con Su chico de alquiler (de cuya publicación en la plataforma no informe hasta que se puso 1 en su categoría), lo conté.

Tonterías que le dan a una de vez en cuando.

Entonces no me imaginaba todo lo que vendría después, ni en mis mejores sueños pensé que la humilde novela que había escrito se apalancaría en el top 100 y no sólo no se iría enseguida sino que, además, empezó a subir y en diez días se colocó en el top ten, y en otros pocos llegó a ser número dos en España, uno en romántica e incluso uno en Bienestar y vida sana, categoría que yo estoy segura de que no elegí, pero que a saber, puede que fuera el vino y no me acuerde… Y mucho menos que no saldría del top en 21 semanas, 16 de la cuales estuvo entre las diez novelas más vendidas en España.

Y eso que se la regalé antes a mis amigos, porque quizá soy tonta y no quería ese efecto inmediato de subida que da el que tu entorno se ponga de acuerdo y la compren todos en masa, falseando por unos instantes su propio valor. Dejé que fueran otros quien le dieran una oportunidad, aún a riesgo de equivocarme.

Esto tuvo consecuencias.

Ofertas editoriales.

Sí, eso que leo por ahí día sí y día también, que cuentan que no es  verdad, que es un mito, que no pasa, algo que había llegado a  creerme tanto que la primera me pareció una broma. Tuve que comprobar cien veces mi correo para asegurarme de que era cierto. Investigué, no fuera a ser que alguien se estuviera burlando de mis sueños pero no. Era completamente cierto.

No se quedó ahí, tras la primera, llego la segunda, la tercera, la cuarta… y así hasta siete.

¡Toma ya!

Las editoriales habían visto que tras la apariencia de una historia quizá un tanto disparatada, las motivaciones de los personajes, sus sentimientos, escondían otros muy reales. La novela tiene palabras escritas y otras sugeridas que no hace falta ser muy listo para ver. Además, se leía muy bien, de manera fluida. Se entendía mejor. No tenía errores básicos (me encantó que me dijeran que tenía una ortografía impoluta, gracias, lo intento siempre). Lo más curioso: ni se fijaron en el experimento interactivo que llevaba dentro, un camino que ahora veo que está siendo recorrido por otros y me alegro muchísimo.

Reconozco que quizá esta no es la mejor novela para ponerlo en marcha pero lo intenté al menos.

En ese contexto, quienes me conocen saben que me empecé a "nerviosar" (por usar vocabulario de mi hija). No me he atrevido a ponerme yo en contacto con una editorial porque siempre he pensado que estaba en medio de un aprendizaje. Cuando me presento a un examen es para sacar buena nota y creía que aún no tenía el diez en mis manos. A pesar del principio imposible, a pesar del narrador puñetero, a pesar de todos los peros que le han puesto, Detrás del cristal superaba siete de siete exámenes con sobresaliente. Las valoraciones de la novela de TODAS las editoriales eran excelentes, llegaron en muy pocos días después de que me la pidieran (nadie tardó más de una semana) y aunque siempre me reservo dudas (soy así, qué le voy a hacer, no sé si es humildad o simple sentido común) y empecé a tomarlas en cuenta. Al fin y al cabo, si no hubieran aparecido, lo hubiera tratado de hacer yo sola. Publicar en papel, digo. Como las otras veces. Voy a mi aire siempre.

¿Por qué no intentarlo?, me pregunté. Si ya lo digo yo, "Está permitido equivocarse, lo cobarde es no intentarlo". Me armé de valor (esta vez, lo prometo, sin vino) y acepté.




Al final mi elección, como se puede  ver en un rinconcito de la portada que acompaña a este post, fue Ediciones B. La novela está ya bajo el sello de B de Books y, en unos meses, estará en papel en las librerías. Además, en formato digital, a partir de ahora se va a poder comprar en Amazon, Fnac y Casa del Libro. ¡Guau! Y eso no es todo, ¡en el primer trimestre del próximo año voy a ver mi libro en una tienda!

¿Cómo será esa sensación? Estoy deseando experimentarla.

Siempre hablo de sueños, de imposibles, de esas cosas que deseas y que parece que nunca van a llegar pero va a ser cierto… Lo imposible sólo tarda un poco más.

Sigo soñando imposibles porque ya no estoy segura de que lo sean tanto. Hasta me voy a atrever con esos en los que nadie cree, dejando que el universo se alíe con ellos y me los conceda. Y si no, me olvidaré de ellos y soñaré otros. ¿Quién es capaz de ponerle límite a los sueños?

Ya, ya sé que estoy tonta. O feliz.

Seguiré escribiendo, aprendiendo, rectificando cuando me equivoco porque es la única manera de crecer.

Gracias a los que siempre estáis conmigo.

Sé que hoy, los de verdad, los que me quieren, atravesarán mi espejo para compartir esto conmigo, me dejaran aquí sus palabras aquí para siempre, porque no hace falta que les explique lo importante que es para mí.

Mis importantes ya lo saben.

Mayte Esteban.

¿Escritora? (Me va a costar ponerlo pero me parece que ya no miento)

Enlaces:
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Fnac:
Amazon:


Quiero felicitar a los otros autores que empiezan este recorrido conmigo: Mercedes Pinto Maldonado, María José Moreno, Isabel Keats, María Martínez, Fernando Gamboa y Christophe Paul.