domingo, 26 de abril de 2015

EL NADADOR EN EL MAR SECRETO DE WILLIAM KOTZWINKLE



Sinopsis:

El arduo nacimiento de un niño contado por su padre.

Mis impresiones:

No he resumido la sinopsis, es así, tan breve como esta joya que no llega a las cien páginas, esta pequeña gran novela en la que se nos habla de la vida, de la muerte, de los sentimientos, de pérdidas, de añoranza, de pasado feliz y futuro incierto. De amor que llena el alma y de un vacío inmenso, de la soledad que se queda cuando se abren paso las decepciones.

Me ha costado leerlo apenas una hora, pero, aunque parezca contradictorio, ha sido difícil. Dos momentos me han obligado a cerrar sus páginas y tomar aliento. Había belleza a pesar de lo crudo de lo que me estaba contando, y ese contraste tan hermoso es lo que me paralizó.

En principio, tengo que decir que el hecho de que el nacimiento de una criatura desde el punto de vista de su padre me resultó muy atractivo. Estamos acostumbrados a escuchar a las madres narrar ese momento, sobre todo porque, quien haya sido madre sabe de lo que hablo, es una experiencia tan intensa, tan brutal, que sentimos la necesidad de expresarla y compartirla. Sin embargo, pocas veces un hombre se para a contarte lo que sintió el día en el que se convirtió en padre, quizá porque la parte física no la puede narrar y la emocional muchos se la guardan.

El narrador de esta pequeña historia es el protagonista y nos cuenta la experiencia eligiendo una primera persona que, desde el minuto uno, aumenta nuestra empatía. Vamos conociendo sus miedos, sus dudas y el nerviosismo cuando el momento tan deseado de conocer a su primer hijo se acerca. Y no solo eso. Cada pensamiento, por minúsculo que parezca, es expuesto con una delicadeza exquisita.

La primera parte de la novela es la que más se detiene en los detalles. Cuando el guion da un giro, también lo hace la narración, que se vuelve mucho menos extensa; de alguna manera no encuentra las palabras para rellenar el vacío en el que le han sumergido las circunstancias.

No quiero contar, pero son tan pocas páginas que es casi imposible. Además, no importa. En esta novela no, porque da igual que sepas, no es el objetivo narrar algo sino despertarte, emocionarte, y eso lo consigue sin más recursos que una narración impresionante, delicada y hermosa.

¿Quién dice que las historias duras y literarias no llegan a los lectores?

Probablemente alguien que se ha olvidado, por las razones que sean, de qué es literatura y qué otra cosa.

Incluyo esta novela en el reto semi genérico. 

viernes, 24 de abril de 2015

¿EXISTEN REGLAS PARA ESCRIBIR BESTSELLERS?



De entrada tengo que decir que no lo creo en absoluto, que si existieran y fuera tan sencillo, habría más bestsellers que parados en la cola del INEM. Ya sé que es absurdo, pero hoy cuento esto en el blog por una razón. El otro día, en una de mis miles de excursiones investigadoras por Google, tropecé con un artículo que resumía las diez reglas para escribir un bestseller. Pensaba que no iba a ser capaz de encontrar de nuevo el artículo que leí -es algo que me suele pasar, encontrar algo y después ser incapaz de volver a ello-, pero esta mañana parece que los hados me son favorables y aquí está:


¿Por qué lo traigo al blog? Porque, también uno de estos días, empecé a bromear en Twitter con dos amigas sobre alguno de los puntos, y les prometí que buscaría el artículo y resumiría los puntos. En realidad esto es como mis excursiones investigadoras, algo sin ningún valor práctico, pero para pasar el rato sirve. Yo tengo mis peros a algunos de los puntos.

¿Empezamos?

1.- El libro debe ser una novela porque es el género que prefieren los lectores.

Bueno, esto es cierto pero no es una verdad categórica. Ayer mismo, día del libro, tuve la ocasión de tener en mis manos muchísimos ejemplares que sacaron a la calle para aprovechar el tirón del día. No solo había novela entre los más vendidos, de hecho seguía estando un libro que ha sido uno de los más demandados desde hace ya unos cuantos años: El secreto.

Primera conclusión: escribir una novela puede darte más posibilidades para acabar siendo bestseller, pero no hay que descartar otros géneros.

2.- La prosa debe ser sencilla, que permita leer con fluidez. No debe llamar la atención sobre sí misma, interrumpiendo la acción.

Cierto. Las novelas más vendidas de los últimos tiempos no es que sean precisamente literatura, pero claro, es que no es de literatura de lo que estamos hablando, sino de libros que se venden bien, ¿no?

3.- Debe de ser entretenimiento, una obra de la que sea fácil olvidarse y que no afecte a la vida del lector de forma duradera.

Aquí me quedé pensando un poco. ¿Me acuerdo de, por ejemplo, El Código da Vinci? Anda, pues es cierto, apenas recuerdo nada, pero puede ser que yo tengo una pésima memoria o que, desde que lo leí, he leído cientos de libros y este no ha sido de los que he archivado en una de las mejores estanterías de mi mente. Ay, pero también me acordé de El Principito... Las dudas, llegado a este punto, se multiplican. No es que sea fácil de olvidar.

4.-Debe decir lo que la gente ya sabe y acepta, pero no de manera extraña.

¿Entonces para que hago el esfuerzo de leerlo –y el de comprarlo, que no son precisamente baratos-, si ya sé qué me va a contar? No lo sé, sigo dándole vueltas

5.- Las descripciones deben ser breves, alternándolas con detalles del pasado de los personajes y con acción. .

A mí esto, en bestsellers y en general, me parece bien, que no se enrollen. Prefiero que no haya descripciones a esas que son un coñazo, que se dedican a hacer una lista interminable de elementos que decoran el espacio. Ya sé que también están las otras, las literarias, las que te asombran por la capacidad del autor para dibujar con palabras. Pero resulta, mira por dónde, que estas aparecen poco y más bien en libros que no son bestsellers.

6.- Los capítulos no deben pasar de quince páginas. La novela completa debería tener unas 60.000 palabras si es para niños y 100.000 si se trata de una novela de adultos.

Eso lo leí hace años en otro blog, y la verdad es que me he ido fijando en ello. Siento disentir, las novelas juveniles que triunfan son tochos de más de cien mil palabras y algunas de adultos son más cortas. Supongo que las medias nos gustan mucho, pero también se van modificando con el tiempo.

7.- Los capítulos deben terminar con un gancho, una acción no resuelta, un peligro, que se resuelva en el capítulo siguiente.

Ahí estoy completamente de acuerdo. El espíritu cotilla del ser humano impide que nos quedemos con las ganas de saber, a veces incluso renunciando a horas de sueño. No está nada mal que el autor sepa mantener nuestra atención. De hecho, creo que es algo que debe hacer. Un narrador de historias tiene que saber mantener a la audiencia entretenida. Eso, desde los juglares de la Edad Media, lo tenemos claro.

8.- El protagonista no tiene que tener un carácter muy complejo para que el lector pueda imaginarse en su lugar con facilidad.

No me había parado a pensarlo, pero en mi caso no funciona. Prefiero los personajes con peso, que evolucionan, que se debaten en dudas, que sienten… ah, que no es literatura, es un bestseller, se me olvidaba de nuevo.

9.- Una gran campaña publicitaria.

Ayuda. Mucho. Muchísimo. Me atrevería a decir que es algo completamente definitivo. Fenómenos “literarios” actuales no se explican sin esto de por medio, igual que no entiendes que otros libros no hayan salido del anonimato.

10.- Autor/a guapo/a, joven y con una biografía interesante.

Aquí me mató el artículo, pero porque considero que algo de razón lleva, que muchas veces nos dejamos influir por factores externos. Alguien nos parece atractivo y le prestamos más atención que a otra persona gris o anodina, que tiene más que aportar, pero que no se “vende” tan bien.

Conclusión: nadie tiene ni puñetera idea de por qué un libro se cuela en las listas de los más vendidos y permanece en ellas durante mucho tiempo. Puede que haya rasgos comunes, elementos que se repiten y que inducen a pensar que hay determinados factores que propician el encuentro entre el libro y la cartera del lector, pero nada, nada es defintivo.


Mil palabras.

lunes, 20 de abril de 2015

EL MEDALLÓN DE LA MAGIA: COLEGIO LOS ARENALES.

Esta mañana tocaba volver al colegio, en concreto al centro de primaria Los Arenales, en Cantalejo. En él, las dos clases de sexto han hecho una lectura de El medallón de la magia, y hoy hemos puesto en común sus impresiones sobre la historia.

En realidad, en la hora y media que hemos compartido, se ha hablado de muchísimo más. Es sorprendente lo que son capaces de preguntar, no me ha dado tiempo a aburrirme en ningún momento. Creo que todos (y son alrededor de medio centenar) han hablado en algún momento. Algunos, como Natalí, Manuel o Clara, han preguntado muchísimo, demostrándome que se han leído con mucho interés la novela.

Hemos hablado no solo de esta historia, sino de escribir novelas, de cuándo empecé, me han preguntado dónde están mis primeros relatos, si prefiero escribir cuentos o novelas... en realidad son tantas cosas que necesitaría toda la tarde para recordar. Son incansables. Antes de que me hubiera dado tiempo a contestar las dos preguntas seguidas que me había hecho Marta, Carlota tenía la mano subida y, cuando el turno llegaba a Natalia, hacía tanto rato que había pensado la pregunta que se le había olvidado. No importaba, ahí estaba Álvaro, al quite, para lanzar la suya.

He preguntado yo casi tanto como ellos. Al principio, por los personajes, y me ha llamado mucho la atención algo: las chicas eran de Amanda y los chicos de Alonso, salvo Clara San Antolín, a la que le han gustado todos, y Álvaro, que se quedaba con Fray Fantasma. Bueno, un secreto que me han contado al final, Raúl ha dicho Alonso por decir, porque no se ha leído el libro. Todavía...

Les he contado detalles sobre el Siglo de Oro, sobre los escritores de ese momento, hemos hablado de corrales de comedias, de la Inquisición, de los Tercios de Flandes y de los pícaros. En todo momento tenían alguna duda, algo que les apetecía saber, y creo que en ninguna de las charlas en las que he estado hasta ahora había contestado a tantas. ¡Es que apenas se han repetido! Me parece que una pregunta o dos, pero porque alguno hablaba tan bajito que los de la otra esquina no habían escuchado.

Decir que me lo he pasado bien es quedarme muy corta.

Antes de empezar la charla ellos habían hecho un trabajo, un dibujo en el que contestaban a la pregunta: ¿Por qué leer? La respuesta podían incluso buscarla en internet, pero cuando estábamos allí he pedido que me contestasen, todo lo sinceros que pudieran, por qué leen ellos. Ha habido de todo: respuestas bonitas, para salir del paso, repetidas, rápidas... y sinceras.

"Porque me obligan mis padres".

"Porque así me dejan irme a dormir más tarde".

Mientras firmaba algunos ejemplares de la novela ellos han estado ocupados escribiendo versos acrósticos que me he traído a casa.





lunes, 13 de abril de 2015

EL LAZARILLO DE TORMES



Esta no es una lectura nueva, sino una relectura, pero como lo he leído de manera diferente, creo que se merece tener su espacio en el blog.

Todos conocemos la historia de el Lazarillo. Desde muy pequeños nos cuentan en el colegio la vida de este pícaro, las desventuras que le acompañan a lo largo de su vida y los distintos amos a los que va sirviendo hasta convertirse en pregonero de Toledo.

Escrito en primera persona, fue publicado por primera vez en el siglo XVI. A lo largo de sus páginas vamos conociendo al personaje, al que la fortuna parece esquivar, y con él tenemos un perfecto retrato de cómo era la sociedad española en esos momentos. El hambre, las penurias, un ambiente de pobreza y crueldad, va desfilando ante nuestros ojos mientras Lázaro, en primera persona, nos desgrana sus andanzas con el ciego, el clérigo, el escudero, el fraile, el buldero, el capellán y el alguacil. Todos ellos se muestran ante nuestros ojos para ayudarnos a comprender la miseria de un tiempo en el que solo el ingenio ayudaba -y no siempre- a llenar el estómago.

¿Por qué digo que ha sido diferente?

Pues porque ha sido una lectura en voz alta.

En apenas dos días, mi hijo y yo hemos leído él y releído yo, este magnífico retrato social. Por supuesto, la percepción de ambos ha sido completamente diferente. Mientras yo me entusiasmaba con las aventuras de Lázaro (a pesar de que las conozco y no había sorpresa alguna), él no dejaba de resoplar, preguntando a cada rato por qué demonios tenía que leer ese libro con un lenguaje tan complicado. Hemos manejado dos ediciones diferentes, la de Cátedra, llena de notas a pie de página, y otra que venía con un periódico hace años, para poder tener cada uno el ejemplar en las manos. A cada resoplido suyo iba pensando que tenía que escribir este post, algo que tengo pendiente desde hace mucho tiempo.

En realidad quiero hablar de la inconveniencia de recomendar lecturas de clásicos a adolescentes. No se enteran, a menos que tengan a su lado a alguien con la paciencia de ir leyendo a la vez, y que les vaya explicando cada una de las escenas. El lenguaje de otro tiempo no ayuda en absoluto. En el caso de El Lazarillo de Tormes, al menos en la edición que tenemos, muchas veces el autor hace un uso de los tiempos verbales arbitrario,pasando de presente a pasado sin mucha lógica, lo que aturulla aún más la comprensión si no estás preparado.

Los chicos leen poco. Incluso los míos, que leen más que la media, leen muy poco comparado con lo que leía yo a su edad, así que todavía es muy pronto para enfrentarlos a lecturas de este tipo, aunque sean tan sencillas como El Lazarillo. No es el momento, no es oportuno y además es contraproducente porque pueden llegar a pensar que leer es una tortura, cuando tendría que ser todo lo contrario.

Yo creo que tienen que conocer a los clásicos, por supuesto, pero de otro modo. Me sirve mucho más que se cuente la historia en clase, que se desgrane la novela, que se lean párrafos y se explique su importancia. Que se haga un trabajo de "masticar" la obra. Ya habrá tiempo para que vuelvan a ella, para que la lean y la disfruten como lo hago yo ahora cuando regreso a La Celestina, o a una obra de Lope, Y si queremos que lean, que adquieran el hábito, pues que empiecen leyendo Buenos días, princesa, como está haciendo mi hija. No será un clásico, pero se pasa las horas muertas con la nariz entre las páginas del libro y, solo por eso, para mí merece un diez.

Esta novela la incluyo en el reto semi genérico 2015.

jueves, 2 de abril de 2015

ENTRE DOS BANDOS DE LAURA NUÑO


Sinopsis:

A Lucía de Galán, la bella y jovencísima hija del marqués de Luengo, le ha llegado el momento de conocer a su prometido, el duque de LaFontaine, con quien su cruel y malvado padre la obliga a casarse. El apuesto duque no solo es francés, enemigo de la Patria, sino también un feroz cazador de guerrilleros. La disyuntiva se presenta porque la dulce Lucía, siempre preocupada por hacer justicia y proteger a los más débiles, ha estado ayudando a los guerrilleros de Velilla de San Antonio a luchar contra el bando enemigo. Sin embargo, el duque se presenta como un hombre justo y ecuánime, seductor y comprensivo, y ni siquiera pretende hacer uso de sus derechos de alcoba. ¿Podrá alguna vez confiar en él? ¿Se dejará Lucía arrastrar por la pasión que prometen sus ojos? Sus primeros días de casada la empujan a un torbellino de emociones y dudas que amenazan su lealtad y su oscuro secreto. Pero el duque también oculta algo a su joven y chispeante esposa...

Mis impresiones:

No sé desde cuándo está en mi Kindle. Hay novelas que me llaman la atención, las compro y después me enredo con otras y se me olvida por completo que están ahí, esperando. A la novela de Laura Nuño le pasó eso, se fue quedando atrás y fue hace unos días cuando volví a darme cuenta de que la tenía. Me apetecía ahora una historia de esas que te dejan con una sonrisa y me puse con ella.

Entre dos bandos entrelaza varias tramas que encuentran una perfecta resolución al final. La protagonista de esta novela es Lucía, la bellísima hija del marqués de Luengo. Su padre le ha prometido su mano al duque de LaFontaine, un desconocido para ella, al que no ha visto en los tres años que hace que dura su “noviazgo”. Contra todo pronóstico, cuando Lucía se encuentra cara a cara con Gabriel, no nota el rechazo que lleva años anidando en su interior, sino que se siente profundamente atraída por él. El matrimonio de conveniencia, concertado por su padre porque está en la ruina y el patrimonio del duque parece su salvación, se acaba convirtiendo en una apasionada historia de amor entre los dos jóvenes. Gabriel promete a Lucía que le dará todo el tiempo que necesite hasta que se enamore de él, pero en realidad no haría falta porque Lucía ya le ama.

Completando la historia de amor, que es el centro de la trama, Laura ambienta todo en los años de la Guerra de la Independencia, en poblaciones cercanas a Madrid (Arganda, Loeches, incluso Alcalá y Velilla de San Antonio, donde sitúa la finca familiar, Los Humedales). Los guerrilleros que se opusieron a las tropas de ocupación francesa están presentes en la historia, algunos de la invención de la autora y otros reales, como El Empecinado, y su oposición a los franceses tendrá también importancia en la trama.

Los personajes están todos bien desarrollados. El cruel marqués de Luengo, el padre de Lucía, es un maltratador al que su mujer y su hija temen y detestan del mismo modo. Por eso no cuestionan su decisión de casar a Lucía con un extraño; dentro de lo que cabe, la llegada del duque parece un alivio para la muchacha, pues su padre no la tocará para que Gabriel no sea consciente de las constantes palizas que le da desde la infancia. Magdalena, su mujer, que también oculta un secreto del pasado, será sin embargo quien cargue con ello, quien reciba los golpes. Danielle, el ama de llaves amante del marqués, curiosamente actuará de salvadora de Magadalena. Y conoceremos a Miguel, el rudo hombre de confianza de Gabriel, a Antonio, a Juan... Y, por supuesto, los dos protagonistas de esta novela, Gabriel, el duque, y Lucía, que viven una historia de amor dulce, con sabor a chocolate espeso con canela. Si sois románticos empedernidos, algunas escenas os encantarán.

Es necesario llegar al final de la novela para descubrir que el título está perfectamente elegido, aunque tengo que confesar que no me sorprendió el último giro porque yo misma lo hubiera escrito así. La autora va dejando pistas a lo largo de la narración que no se me pasaron por alto y me parecía el final más coherente y el mejor para esta novela.


Felicidades a Laura, la química que ha creado entre los protagonistas es perfecta. Quizá he echado de menos algo más de “crueldad” teniendo en cuenta los tiempos convulsos en los que se desarrolla la trama, pero al fin y al cabo esta es una novela de amor, ¿no?