martes, 28 de abril de 2015

LA DAMA DEL PASO DE MARISA SICILIA



Sinopsis:

Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

El desafío le saldrá muy caro. Se verá recluida sin más opción que ceder o desfallecer en su cautiverio. Sin embargo, el destino dará un vuelco y un nuevo pretendiente exigirá su mano y no admitirá excusas. Los enfrentamientos se sucederán entre ambos en un duelo entre atracción y rechazo, pasión y dolor, orgullo y amor. Mientras el reino se tambalea acosado por las intrigas, en Svatge se librará otra dura batalla por conquistar el corazón de Arianne.

Narrada con el aire evocador de las leyendas tradicionales aunque desde una perspectiva más actual, La dama del paso cuenta la historia de una joven que no se resigna a que otros decidan por ella.

Mis impresiones:

Hace mucho tiempo que mi amiga/escritora/vecina Meg Ferrero me decía, con toda la razón del mundo, que tenía que leer a Marisa Sicilia, que no me iba a arrepentir en absoluto. La verdad es que me fío de su criterio, pero he pasado una racha de perder el tiempo de una manera muy tonta y mi lista de pendientes, a pesar de que intento obligarme a leer algo más, ha crecido de manera desmesurada. Como esto no puede ser, este mes me he puesto seria conmigo misma, me he regañado por estar tan boba y entretenerme con estupideces que no llevan a ninguna parte (¿se puede saber qué me impulsa a hacer los test de Facebook?) y he vuelto a incrementar las horas de lectura, ya que es algo que me encanta y me aporta muchísimo más que sabe que el color de mi nombre es el rojo y soy la más guay entre las guays (sí, esos test suben la autoestima porque nunca te dicen nada malo de ti, creo que por eso los hacemos a pesar de que sepamos que son estúpidos).

Claro, que una cosa es proponerse algo y otra diferente, lograrlo.

No encontraba el libro que me mantuviera lo suficientemente entretenida como para no despegar la nariz de sus palabras. Empezaba uno, otro, lo dejaba, volvía a empezar... y al final, de manera más que estúpida, volvía a Facebook. A perder el tiempo procrastinando, ya fuera en test tontos o haciendo, directamente, el idiota.

Hasta que tropecé con Arianne, La dama del paso.

Esta novela tiene el sabor de una leyenda antigua, está contada con un lenguaje preciso y una ambientación que enseguida te envuelve y te traslada a otro tiempo. La fortaleza donde vive Arianne con su familia (sus dos hermanos y su padre) está situado a la orilla del río Tahine y su importancia reside en que tiene un puente decisivo para pasar de un lado a otro, un puente levadizo con un mecanismo muy antiguo, cuyo secreto solo conocen dos personas. La guerra está ahí, inminente, y los hermanos y el padre de Arianne parten hacia ella. Un día, cuando desde la fortaleza ven llegar al ejército mermado, empiezan a intuir que algo ha ido mal, pero nadie será consciente de que es una emboscada preparada por Derreck de Cranagh, quien se convertirá a partir de ese momento en el nuevo señor y una pesadilla para lady Arianne, por los sentimientos contradictorios que despierta en ella.

Creo que ya he contado demasiadas cosas, y eso que he tenido que hacer un tremendo esfuerzo de síntesis para enlazar el principio, porque si algo caracteriza a La Dama del Paso es que no deja tregua, que siempre está pasando algo interesante que merecería ser narrado, y que además tiene muchísma importancia en la trama. Junto a esto, la deliciosa manera de narrar que enseguida te sumerge en la historia.

Han sido días de buscar un hueco para seguir leyendo, incluso en las pequeñas pausas entre clase y clase, y eso era algo que no me sucedía desde hacía tiempo, así que ha sido una experiencia maravillosa. Los personajes, tanto los principales, Arianne y Derreck, como los secundarios, donde destaca el viejo jefe de la guardia, Harald, están perfectamente trazados, y las escenas entre los protagonistas me han encantado. A pesar de sus diferencias, de todo lo que separa a estas dos personas, a pesar de que ambos luchan por apartar sus sentimientos, los notas, se hace palpable la tensión entre ambos y la conexión que la autora logra dibujar hace que te los creas. De eso he sido aún más consciente al leer la siguiente novela que entró en mi lista, una relectura de un libro que hace años me prestaron y que ahora ha caído en mis manos y quería volver a saborear. Ese otro libro, un bestseller de hace años, me resultó esta vez mucho menos creíble en ese sentido, no era capaz de sentir esa conexión entre los protagonistas tan intensa.

El libro, La dama del paso, pronto estará en formato papel, editado por Harlequin, y estoy segura de que, cuando me encuentre con él, lo volveré a comprar, porque hay libros que quieres que formen parte de tu estantería, para volver a ellos cuando, de nuevo, se atasque la lectura.

Felicidades, Marisa Sicilia, sigue escribiendo historias tan redondas. Seguro que las leeré.

Incluyo la novela en el reto, en el apartado de landscape.

domingo, 26 de abril de 2015

EL NADADOR EN EL MAR SECRETO DE WILLIAM KOTZWINKLE



Sinopsis:

El arduo nacimiento de un niño contado por su padre.

Mis impresiones:

No he resumido la sinopsis, es así, tan breve como esta joya que no llega a las cien páginas, esta pequeña gran novela en la que se nos habla de la vida, de la muerte, de los sentimientos, de pérdidas, de añoranza, de pasado feliz y futuro incierto. De amor que llena el alma y de un vacío inmenso, de la soledad que se queda cuando se abren paso las decepciones.

Me ha costado leerlo apenas una hora, pero, aunque parezca contradictorio, ha sido difícil. Dos momentos me han obligado a cerrar sus páginas y tomar aliento. Había belleza a pesar de lo crudo de lo que me estaba contando, y ese contraste tan hermoso es lo que me paralizó.

En principio, tengo que decir que el hecho de que el nacimiento de una criatura desde el punto de vista de su padre me resultó muy atractivo. Estamos acostumbrados a escuchar a las madres narrar ese momento, sobre todo porque, quien haya sido madre sabe de lo que hablo, es una experiencia tan intensa, tan brutal, que sentimos la necesidad de expresarla y compartirla. Sin embargo, pocas veces un hombre se para a contarte lo que sintió el día en el que se convirtió en padre, quizá porque la parte física no la puede narrar y la emocional muchos se la guardan.

El narrador de esta pequeña historia es el protagonista y nos cuenta la experiencia eligiendo una primera persona que, desde el minuto uno, aumenta nuestra empatía. Vamos conociendo sus miedos, sus dudas y el nerviosismo cuando el momento tan deseado de conocer a su primer hijo se acerca. Y no solo eso. Cada pensamiento, por minúsculo que parezca, es expuesto con una delicadeza exquisita.

La primera parte de la novela es la que más se detiene en los detalles. Cuando el guion da un giro, también lo hace la narración, que se vuelve mucho menos extensa; de alguna manera no encuentra las palabras para rellenar el vacío en el que le han sumergido las circunstancias.

No quiero contar, pero son tan pocas páginas que es casi imposible. Además, no importa. En esta novela no, porque da igual que sepas, no es el objetivo narrar algo sino despertarte, emocionarte, y eso lo consigue sin más recursos que una narración impresionante, delicada y hermosa.

¿Quién dice que las historias duras y literarias no llegan a los lectores?

Probablemente alguien que se ha olvidado, por las razones que sean, de qué es literatura y qué otra cosa.

Incluyo esta novela en el reto semi genérico. 

viernes, 24 de abril de 2015

¿EXISTEN REGLAS PARA ESCRIBIR BESTSELLERS?



De entrada tengo que decir que no lo creo en absoluto, que si existieran y fuera tan sencillo, habría más bestsellers que parados en la cola del INEM. Ya sé que es absurdo, pero hoy cuento esto en el blog por una razón. El otro día, en una de mis miles de excursiones investigadoras por Google, tropecé con un artículo que resumía las diez reglas para escribir un bestseller. Pensaba que no iba a ser capaz de encontrar de nuevo el artículo que leí -es algo que me suele pasar, encontrar algo y después ser incapaz de volver a ello-, pero esta mañana parece que los hados me son favorables y aquí está:


¿Por qué lo traigo al blog? Porque, también uno de estos días, empecé a bromear en Twitter con dos amigas sobre alguno de los puntos, y les prometí que buscaría el artículo y resumiría los puntos. En realidad esto es como mis excursiones investigadoras, algo sin ningún valor práctico, pero para pasar el rato sirve. Yo tengo mis peros a algunos de los puntos.

¿Empezamos?

1.- El libro debe ser una novela porque es el género que prefieren los lectores.

Bueno, esto es cierto pero no es una verdad categórica. Ayer mismo, día del libro, tuve la ocasión de tener en mis manos muchísimos ejemplares que sacaron a la calle para aprovechar el tirón del día. No solo había novela entre los más vendidos, de hecho seguía estando un libro que ha sido uno de los más demandados desde hace ya unos cuantos años: El secreto.

Primera conclusión: escribir una novela puede darte más posibilidades para acabar siendo bestseller, pero no hay que descartar otros géneros.

2.- La prosa debe ser sencilla, que permita leer con fluidez. No debe llamar la atención sobre sí misma, interrumpiendo la acción.

Cierto. Las novelas más vendidas de los últimos tiempos no es que sean precisamente literatura, pero claro, es que no es de literatura de lo que estamos hablando, sino de libros que se venden bien, ¿no?

3.- Debe de ser entretenimiento, una obra de la que sea fácil olvidarse y que no afecte a la vida del lector de forma duradera.

Aquí me quedé pensando un poco. ¿Me acuerdo de, por ejemplo, El Código da Vinci? Anda, pues es cierto, apenas recuerdo nada, pero puede ser que yo tengo una pésima memoria o que, desde que lo leí, he leído cientos de libros y este no ha sido de los que he archivado en una de las mejores estanterías de mi mente. Ay, pero también me acordé de El Principito... Las dudas, llegado a este punto, se multiplican. No es que sea fácil de olvidar.

4.-Debe decir lo que la gente ya sabe y acepta, pero no de manera extraña.

¿Entonces para que hago el esfuerzo de leerlo –y el de comprarlo, que no son precisamente baratos-, si ya sé qué me va a contar? No lo sé, sigo dándole vueltas

5.- Las descripciones deben ser breves, alternándolas con detalles del pasado de los personajes y con acción. .

A mí esto, en bestsellers y en general, me parece bien, que no se enrollen. Prefiero que no haya descripciones a esas que son un coñazo, que se dedican a hacer una lista interminable de elementos que decoran el espacio. Ya sé que también están las otras, las literarias, las que te asombran por la capacidad del autor para dibujar con palabras. Pero resulta, mira por dónde, que estas aparecen poco y más bien en libros que no son bestsellers.

6.- Los capítulos no deben pasar de quince páginas. La novela completa debería tener unas 60.000 palabras si es para niños y 100.000 si se trata de una novela de adultos.

Eso lo leí hace años en otro blog, y la verdad es que me he ido fijando en ello. Siento disentir, las novelas juveniles que triunfan son tochos de más de cien mil palabras y algunas de adultos son más cortas. Supongo que las medias nos gustan mucho, pero también se van modificando con el tiempo.

7.- Los capítulos deben terminar con un gancho, una acción no resuelta, un peligro, que se resuelva en el capítulo siguiente.

Ahí estoy completamente de acuerdo. El espíritu cotilla del ser humano impide que nos quedemos con las ganas de saber, a veces incluso renunciando a horas de sueño. No está nada mal que el autor sepa mantener nuestra atención. De hecho, creo que es algo que debe hacer. Un narrador de historias tiene que saber mantener a la audiencia entretenida. Eso, desde los juglares de la Edad Media, lo tenemos claro.

8.- El protagonista no tiene que tener un carácter muy complejo para que el lector pueda imaginarse en su lugar con facilidad.

No me había parado a pensarlo, pero en mi caso no funciona. Prefiero los personajes con peso, que evolucionan, que se debaten en dudas, que sienten… ah, que no es literatura, es un bestseller, se me olvidaba de nuevo.

9.- Una gran campaña publicitaria.

Ayuda. Mucho. Muchísimo. Me atrevería a decir que es algo completamente definitivo. Fenómenos “literarios” actuales no se explican sin esto de por medio, igual que no entiendes que otros libros no hayan salido del anonimato.

10.- Autor/a guapo/a, joven y con una biografía interesante.

Aquí me mató el artículo, pero porque considero que algo de razón lleva, que muchas veces nos dejamos influir por factores externos. Alguien nos parece atractivo y le prestamos más atención que a otra persona gris o anodina, que tiene más que aportar, pero que no se “vende” tan bien.

Conclusión: nadie tiene ni puñetera idea de por qué un libro se cuela en las listas de los más vendidos y permanece en ellas durante mucho tiempo. Puede que haya rasgos comunes, elementos que se repiten y que inducen a pensar que hay determinados factores que propician el encuentro entre el libro y la cartera del lector, pero nada, nada es defintivo.


Mil palabras.

lunes, 20 de abril de 2015

EL MEDALLÓN DE LA MAGIA: COLEGIO LOS ARENALES.

Esta mañana tocaba volver al colegio, en concreto al centro de primaria Los Arenales, en Cantalejo. En él, las dos clases de sexto han hecho una lectura de El medallón de la magia, y hoy hemos puesto en común sus impresiones sobre la historia.

En realidad, en la hora y media que hemos compartido, se ha hablado de muchísimo más. Es sorprendente lo que son capaces de preguntar, no me ha dado tiempo a aburrirme en ningún momento. Creo que todos (y son alrededor de medio centenar) han hablado en algún momento. Algunos, como Natalí, Manuel o Clara, han preguntado muchísimo, demostrándome que se han leído con mucho interés la novela.

Hemos hablado no solo de esta historia, sino de escribir novelas, de cuándo empecé, me han preguntado dónde están mis primeros relatos, si prefiero escribir cuentos o novelas... en realidad son tantas cosas que necesitaría toda la tarde para recordar. Son incansables. Antes de que me hubiera dado tiempo a contestar las dos preguntas seguidas que me había hecho Marta, Carlota tenía la mano subida y, cuando el turno llegaba a Natalia, hacía tanto rato que había pensado la pregunta que se le había olvidado. No importaba, ahí estaba Álvaro, al quite, para lanzar la suya.

He preguntado yo casi tanto como ellos. Al principio, por los personajes, y me ha llamado mucho la atención algo: las chicas eran de Amanda y los chicos de Alonso, salvo Clara San Antolín, a la que le han gustado todos, y Álvaro, que se quedaba con Fray Fantasma. Bueno, un secreto que me han contado al final, Raúl ha dicho Alonso por decir, porque no se ha leído el libro. Todavía...

Les he contado detalles sobre el Siglo de Oro, sobre los escritores de ese momento, hemos hablado de corrales de comedias, de la Inquisición, de los Tercios de Flandes y de los pícaros. En todo momento tenían alguna duda, algo que les apetecía saber, y creo que en ninguna de las charlas en las que he estado hasta ahora había contestado a tantas. ¡Es que apenas se han repetido! Me parece que una pregunta o dos, pero porque alguno hablaba tan bajito que los de la otra esquina no habían escuchado.

Decir que me lo he pasado bien es quedarme muy corta.

Antes de empezar la charla ellos habían hecho un trabajo, un dibujo en el que contestaban a la pregunta: ¿Por qué leer? La respuesta podían incluso buscarla en internet, pero cuando estábamos allí he pedido que me contestasen, todo lo sinceros que pudieran, por qué leen ellos. Ha habido de todo: respuestas bonitas, para salir del paso, repetidas, rápidas... y sinceras.

"Porque me obligan mis padres".

"Porque así me dejan irme a dormir más tarde".

Mientras firmaba algunos ejemplares de la novela ellos han estado ocupados escribiendo versos acrósticos que me he traído a casa.





lunes, 13 de abril de 2015

EL LAZARILLO DE TORMES



Esta no es una lectura nueva, sino una relectura, pero como lo he leído de manera diferente, creo que se merece tener su espacio en el blog.

Todos conocemos la historia de el Lazarillo. Desde muy pequeños nos cuentan en el colegio la vida de este pícaro, las desventuras que le acompañan a lo largo de su vida y los distintos amos a los que va sirviendo hasta convertirse en pregonero de Toledo.

Escrito en primera persona, fue publicado por primera vez en el siglo XVI. A lo largo de sus páginas vamos conociendo al personaje, al que la fortuna parece esquivar, y con él tenemos un perfecto retrato de cómo era la sociedad española en esos momentos. El hambre, las penurias, un ambiente de pobreza y crueldad, va desfilando ante nuestros ojos mientras Lázaro, en primera persona, nos desgrana sus andanzas con el ciego, el clérigo, el escudero, el fraile, el buldero, el capellán y el alguacil. Todos ellos se muestran ante nuestros ojos para ayudarnos a comprender la miseria de un tiempo en el que solo el ingenio ayudaba -y no siempre- a llenar el estómago.

¿Por qué digo que ha sido diferente?

Pues porque ha sido una lectura en voz alta.

En apenas dos días, mi hijo y yo hemos leído él y releído yo, este magnífico retrato social. Por supuesto, la percepción de ambos ha sido completamente diferente. Mientras yo me entusiasmaba con las aventuras de Lázaro (a pesar de que las conozco y no había sorpresa alguna), él no dejaba de resoplar, preguntando a cada rato por qué demonios tenía que leer ese libro con un lenguaje tan complicado. Hemos manejado dos ediciones diferentes, la de Cátedra, llena de notas a pie de página, y otra que venía con un periódico hace años, para poder tener cada uno el ejemplar en las manos. A cada resoplido suyo iba pensando que tenía que escribir este post, algo que tengo pendiente desde hace mucho tiempo.

En realidad quiero hablar de la inconveniencia de recomendar lecturas de clásicos a adolescentes. No se enteran, a menos que tengan a su lado a alguien con la paciencia de ir leyendo a la vez, y que les vaya explicando cada una de las escenas. El lenguaje de otro tiempo no ayuda en absoluto. En el caso de El Lazarillo de Tormes, al menos en la edición que tenemos, muchas veces el autor hace un uso de los tiempos verbales arbitrario,pasando de presente a pasado sin mucha lógica, lo que aturulla aún más la comprensión si no estás preparado.

Los chicos leen poco. Incluso los míos, que leen más que la media, leen muy poco comparado con lo que leía yo a su edad, así que todavía es muy pronto para enfrentarlos a lecturas de este tipo, aunque sean tan sencillas como El Lazarillo. No es el momento, no es oportuno y además es contraproducente porque pueden llegar a pensar que leer es una tortura, cuando tendría que ser todo lo contrario.

Yo creo que tienen que conocer a los clásicos, por supuesto, pero de otro modo. Me sirve mucho más que se cuente la historia en clase, que se desgrane la novela, que se lean párrafos y se explique su importancia. Que se haga un trabajo de "masticar" la obra. Ya habrá tiempo para que vuelvan a ella, para que la lean y la disfruten como lo hago yo ahora cuando regreso a La Celestina, o a una obra de Lope, Y si queremos que lean, que adquieran el hábito, pues que empiecen leyendo Buenos días, princesa, como está haciendo mi hija. No será un clásico, pero se pasa las horas muertas con la nariz entre las páginas del libro y, solo por eso, para mí merece un diez.

Esta novela la incluyo en el reto semi genérico 2015.