No me hables.
No compartas tus miedos conmigo.
No sueñes a mi lado.
No desnudes el alma.
No sientas cuando me tocas.
No dudes cuando yo dudo.
No me invites a tu vida.
No disfrutes conmigo.
No bailes a mi lado.
No respires.
Esos "no" quiero que sean todos sí. Quiero que hables, que no sigas encerrado en ese lugar al que te vas de vez en cuando. Me siento tonta cuando hablo y no hay respuesta, a veces ni la de cortesía. He aprendido a tener paciencia, pero en ese proceso yo también me he puesto enferma y la única cura posible es que tú me rescates.