Sinopsis:
El arduo nacimiento de un niño contado por su padre.
Mis impresiones:
No he resumido la sinopsis, es así, tan breve como esta joya que no llega a las cien páginas, esta pequeña gran novela en la que se nos habla de la vida, de la muerte, de los sentimientos, de pérdidas, de añoranza, de pasado feliz y futuro incierto. De amor que llena el alma y de un vacío inmenso, de la soledad que se queda cuando se abren paso las decepciones.
Me ha costado leerlo apenas una hora, pero, aunque parezca contradictorio, ha sido difícil. Dos momentos me han obligado a cerrar sus páginas y tomar aliento. Había belleza a pesar de lo crudo de lo que me estaba contando, y ese contraste tan hermoso es lo que me paralizó.
En principio, tengo que decir que el hecho de que el nacimiento de una criatura desde el punto de vista de su padre me resultó muy atractivo. Estamos acostumbrados a escuchar a las madres narrar ese momento, sobre todo porque, quien haya sido madre sabe de lo que hablo, es una experiencia tan intensa, tan brutal, que sentimos la necesidad de expresarla y compartirla. Sin embargo, pocas veces un hombre se para a contarte lo que sintió el día en el que se convirtió en padre, quizá porque la parte física no la puede narrar y la emocional muchos se la guardan.
El narrador de esta pequeña historia es el protagonista y nos cuenta la experiencia eligiendo una primera persona que, desde el minuto uno, aumenta nuestra empatía. Vamos conociendo sus miedos, sus dudas y el nerviosismo cuando el momento tan deseado de conocer a su primer hijo se acerca. Y no solo eso. Cada pensamiento, por minúsculo que parezca, es expuesto con una delicadeza exquisita.
La primera parte de la novela es la que más se detiene en los detalles. Cuando el guion da un giro, también lo hace la narración, que se vuelve mucho menos extensa; de alguna manera no encuentra las palabras para rellenar el vacío en el que le han sumergido las circunstancias.
No quiero contar, pero son tan pocas páginas que es casi imposible. Además, no importa. En esta novela no, porque da igual que sepas, no es el objetivo narrar algo sino despertarte, emocionarte, y eso lo consigue sin más recursos que una narración impresionante, delicada y hermosa.
¿Quién dice que las historias duras y literarias no llegan a los lectores?
Probablemente alguien que se ha olvidado, por las razones que sean, de qué es literatura y qué otra cosa.
Incluyo esta novela en el reto semi genérico.