Acabo de abrir el paquete y ya estoy deseando empezar a leer, aunque tendré que esperar un poco. Tengo que acabar el libro que leo en estos momentos y otro reposa en la estantería, gritándome cuando lo miro que va primero, que por mucho que este me haya llovido del cielo no va a consentir que se cuele. ¡Faltaría más! Los libros son muy puñeteros cuando se empeñan en que los abras y los disfrutes. Te miran de lado, con el título ascendiendo hacia el cielo, orgullosos, y no consienten que te olvides de ellos así como así.
Nivaria traía algo más, un pequeño obsequio nada más abrirlo. Palabras. ¿Qué más necesita un lector? Igual que el escritor necesita escribir para darle sentido a su vida, el lector se nutre de palabras. Estas, las que trae en la primera página, manuscritas, son la dedicatoria personal. No sé se le puede pedir algo más al día...
Desde aquí le agradezco a Óscar su amabilidad, prometo disfrutar el libro y contarlo después. Palabra de lectora.
Y vosotros, ¿habéis ganado alguna vez un libro? ¿Qué os hace sentir una dedicatoria personal?