Sinopsis:
Charlotte Danvers ha vivido toda su vida a la sombra de su fastuosa y excesiva hermana mayor, Skye, lo que le ha acarreado una existencia sin seguridad y con la confianza en sí misma por los suelos. Pero la mediana de las Danvers no sabe lo que le espera…
Una boda, una decisión alocada y consecuencias, muchas consecuencias que la ayudarán a salir de ese agujero donde lleva metida toda la vida.
A Charlotte solo le hace falta dar un giro de ciento ochenta grados a todo lo que creía sobre sí misma, la ayuda no siempre requerida de su insistente hermana mayor y la aparición de un highlander triste que la conmueva y la anime a bailar en sus brazos mientras suene la música.
Lo demás… Lo demás ya depende de sí misma.
Acabo de terminar la segunda novela que ha publicado Joana
este verano y lo he hecho con la emoción a flor de piel. No solo porque la
historia es bonita, sino porque ha sabido elegir las palabras para que, en
algunos momentos, pareciera casi poesía. Para mí, ante el qué, siempre el cómo,
siempre lo digo, que cualquier historia me va a llenar si me la sabes contar, si me llevas de la mano, si me
siento cómoda entre las palabras.
Antes de leer esta novela, leí Maldito highlander y pasó una de esas cosas extraordinarias que a
veces narramos, una pirueta tonta del destino que hizo que Joana y yo nos
conociéramos. Yo ya había leído uno de sus libros y me había gustado, así que,
cuando vi su libro, coincidiendo con que había concluido la lectura del que tenía en mis manos, lo
descargué. Antes de que me diera tiempo a terminarlo, Amazon, vete tú a saber por qué, lo retiró de
la venta. Yo leía a Joana desesperada en las redes y le escribí un mensaje. Durante
esos once días intenté darle apoyo moral, porque la verdad es que se nos
agotaron todas las ideas para intentar que hicieran algo más en la plataforma que mandar correos diciendo que estaban en ello. Por
fortuna el Highlander apareció de nuevo, pero en esos días ella, que es una
luchadora, no se rindió. Haciendo gala de un carácter decidido que para mí
querría, se puso a teclear furiosa (eso dice) y sacó de su interior una
historia en tiempo récord que me ha gustado casi más que la otra.
Lo digo en serio.
En esta novela, contemporánea, no es una ficción histórica, conocemos a la segunda de las hermanas
Danvers, Charlotte. Está en la boda de Skye, en Escocia, rabiosa porque su
novio le está tirando los trastos a una camarera. Decidida a que ese idiota no
domine más su vida y espoleada por el amigo de su hermana,
Scott, con un valor que no sabe de dónde ha salido, porque ella es todo lo
contrario, decide hacer una tontería. Sin embargo, en el camino tropieza con James,un hombre que tiene una infinita tristeza
en su mirada, pero que la atrae sin remedio. Sintiéndose observada por Scott, le pide al desconocido que por favor
le siga la corriente, pero una cosa es lo que uno pretender hacer y otra muy distinta las emociones que de pronto se apoderan de tu ánimo cuando te encuentras con alguien que, de alguna manera, forma parte de ti.
A partir de este momento no cuento más,
tendréis que ser vosotros quienes os adentréis en las páginas de la novela. Yo
me he sentido muy cómoda, he podido entender a los personajes, ese carácter de
James, esa postura en la vida de Charlotte, es temperamento de Skpe, esa paciencia con ella de Ewan. Me ha gustado el paisaje de la
novela, he disfrutado con ese fenómeno meteorológico que siempre he anhelado contemplar. Y la música. No me refiero a la banda sonora que tienen muchas novelas, a las canciones que recorren el libro (que las hay), sino a esa
música y ese ritmo que crean en muchos momentos las palabras de Joana. ¿Sabéis?
No me la imaginaba tecleando en el ordenador (furiosa), sino sentada frente a un piano,
tocando una melodía que le nacía de dentro, tan nítida que salía sola, sin
partitura, casi sin haberlo planeado, solo dejándose llevar por lo que los
personajes necesitaran contar.
Con esa magia que de pronto sentimos los que escribimos, que logra crear hermosas historias en tiempo récord.
Es la tercera novela suya que leo, y no será la última. Lo
dije el otro día, a veces pierdo mucho tiempo dando vueltas por libros que no
terminan de encajar conmigo. Por eso, cuando encuentro uno que es música, corro a mi espejo para contármelo. Quizá esa música solo la escuche yo de este modo, pero es
tan hermosa que me he sentado en mi teclado-piano para escribir estas palabras.