domingo, 11 de marzo de 2012

EL LADRÓN DE COMPRESAS, DE SERGIO G. ROS.


En el blog de Tatty, El Universo de los libros, vi esta iniciativa, la lectura conjunta de El ladrón de compresas, de Sergio G. Ros (Cartagena, 1975). La verdad es que había leído el argumento y me había llamado la atención el título, así que no me lo pensé, y mira que soy de pensarme estas cosas, porque lo que es tiempo no me sobra demasiado últimamente.

Sinopsis
Sofía Jiménez, una estudiante universitaria de veinte años de edad, ha sido secuestrada.

Un antiguo compañero de la chica recibe un mensaje del móvil de Sofía, se trata de una imagen borrosa que la policía científica analiza, en el que se aprecia una antigua Tabla Periódica de los elementos. El comisario Cervantes decide poner a la agente Susana Ruiz en el caso, hasta ese momento liderado por el engreído policía José Mulero. Susana tiene, además, otro encargo del comisario: pedir ayuda a Vargas, un famoso detective, viejo amigo suyo.

Poco después, la comisaría de Pedreira recibe la visita del grupo de investigación del subinspector Garnero, un hombre ambicioso y con pocos escrúpulos, que toma inmediatamente las riendas del caso y todo el protagonismo mediático. Su grupo aporta, sin embargo, un nuevo y retorcido punto de vista al mismo. El secuestrador de Sofía lleva tiempo en el punto de de mira del equipo de Garnero. Se trata de un potencial asesino en serie, un psicópata con una retorcida particularidad, una patología denominada olfactofilia, un deseo sexual compulsivo relacionado con el olor de la transpiración, que le hace robar las compresas de las víctimas antes de matarlas.

Asqueado por el individualismo de Garnero, el comisario Cervantes permite a Susana Ruiz continuar sus investigaciones en paralelo, contando con la ayuda de Eduardo Cortés, el ayudante del detective Vargas. Eduardo es un joven ingeniero que conoció a Susana en el pasado.

La investigación se torna angustiosa cuando Eduardo descubre algo más: a Sofía le queda poco para que le baje la regla.

Mis sensaciones.

Comencé a leer el relato en la tablet y enseguida me vi enganchada por la historia, sobre todo por la manera en la que está escrita, con un lenguaje sencillo y fluido, aunque no por ello carente de un estilo propio. 


Sergio utiliza dos narradores: elige la primera persona para contarnos el cautiverio de Sofía, mientras que para la investigación policial prefiere un narrador externo que nos conduce por el relato, presentándonos situaciones y personajes. Me parece una elección muy acertada porque, de este modo, nos deja sentirnos en la piel de la muchacha, vivir con ella su cautiverio, los pensamientos que la invaden, su miedo y los mecanismos que utiliza su cerebro para no volverse loca. Por otro lado, el narrador en tercera persona mantiene la intriga, colocándonos en una posición de espectadores. Asistimos a la carrera contra reloj para liberar a Sofía Jiménez de su secuestrador, un tipo que padece una fobia extraña, relacionada con el olor: olfactofilia, atracción por el olor de los genitales.

La historia se desarrolla en Pedreira, un municipio imaginario de la costa mediterránea, y para fragmentarla elige también dos formas diferentes, que se insertan una dentro de la otra: por un lado establece distintas partes que se corresponden con los días de una semana a la que le falta el martes, y por otra hay pequeñas divisiones internas, marcadas con números, que hacen que los días tengan una duración irregular, desde el miércoles, que ocupa los capítulos 1 y 2 hasta los doce que forman el sábado. La historia se cierra con un epílogo, poco después de la resolución del caso, pero sin precisar exactamente cuánto. Poco después por lo que se intuye. La historia está contada de modo lineal, con las dos historias que he mencionado circulando en paralelo.

La novela cuenta con multitud de personajes la mayoría policías que investigan un caso que urge resolver. Sin embargo, algunos de ellos, por buscar la gloria personal van poniéndose zancadillas entre ellos. Mulero, un tipo con talento pero demasiado ambicioso busca con el caso colgarse una medalla, pero se verá obligado a compartir honores con los refuerzos que han llegado, al ser un caso mediático. Al frente de estos está Garnero, mucho más ambicioso que él. Ambos logran desesperar a Susana Ruiz, ayudante de Mulero, que sobre todo está interesada en lo que importa: encontrar a la chica. Logrará que el comisario Cervantes le permita llevar una investigación paralela del caso junto a Raúl Vázquez, un experto en informática. Susana también contará con la opinión de Vargas, un detective privado y su recién adquirido ayudante, Eduardo Cortés, un joven con un talento especial para descubrir claves mientras duerme, que ayudarán a resolver el caso.

Si hay que elegir un personaje me quedo con Vargas, un detective argentino afincado en España desde hace tanto que casi ha perdido su acento. De todos modos, de vez en cuando lo escuchamos y es interesante cómo maneja el lenguaje el autor en esos momentos. Después de una vida muy intensa y muy productiva económicamente, ha decidido retirarse aunque no del todo. Su filosofía vital es muy interesante. Hay en la novela momentos de reflexión, de la mano de Vargas sobre todo, alternos con momentos de acción, como la persecución de "el Botas" a Susana, ingrediente que convierten a esta pequeña novela (pequeña sólo porque es corta) en altamente recomendable.

Una cosa que me ha quedado clara, meridiana, ha sido un detalle: Susana tiene unos pechos enormes. La primera vez que lo dijo me pareció un detalle, la segunda, un recordatorio, la tercera me empecé a cansar (¡ya lo sabía!) y el resto, cuando me recuperé de lo que me chirriaba el detalle, siempre que lo leía, me provocaba una sonrisa. Lo que en un determinado momento me pareció un poco fuera de lugar, hasta machista, al final lo reconvertí en un guiño divertido, porque el personaje, aunque eso sea lo que más llama la atención de él, no es sólo un cuerpo. Ni siquiera porque sea del cuerpo nacional de policía. Es una mujer inteligente, en un mundo lleno de hombres que de ella, lo primero que ven no es precisamente su personalidad.

Me ha gustado cómo acaba, me encontré a mí misma con una sonrisa en los labios cuando la terminé. La novela la he leído muy rápido y me ha gustado. ¡Anímate! La tienes en Amazon a un precio irresistible.