Sinopsis:
Jimena
escribe una larga carta a su madre en la que le explica las razones por las que
ha abandonado a su marido, sus hijos, su casa y, en definitiva, su vida y se ha
marchado sola a Egipto.
Mis
sensaciones.
No, no
me he equivocado. Hoy quiero hablar de
sensaciones. En
un rincón del alma es una novela muy breve, una larga carta que una hija
envía a su madre, y analizar cada detalle de la trama sería de algún modo
eliminar gran parte de su encanto. Por eso me decantaré por hacer otra cosa,
por concentrarme en las sensaciones de su lectura.
El
libro de Antonia Corrales parte de una situación que en principio puede parecer
reconocible para mucha gente: una mujer, cansada de su vida, que un día decide
darle un giro. Cargada con un paraguas rojo decide marcharse, hacer un viaje
que siempre ha soñado. Pero no es sólo eso. A medida que la trama avanza vamos
descubriendo, como si se tratara de las capas de una cebolla, el resto de sus
motivaciones, las otras historias que han conducido al personaje hasta el punto
donde está. Conocemos su pasado, su pasión por la pintura, su entorno y la chispa
que ha hecho saltar ese resorte que le ha dado el valor para volar tras su
sueño. Es una huida, pero una huida hacia adelante, sin importar el final, las
consecuencias.
No es
una novela de un argumento enrevesado, ni siquiera me ha sorprendido el final (creo
que lo imaginaba desde el principio) pero me ha dejado sensaciones muy buenas
durante la lectura. Yo también quiero "un paraguas rojo que me proteja de
la lluvia y del sol, para no desaparecer bajo la lluvia al darle la mano a la
soledad." Algunas de las reflexiones del personaje me han dejado pensando
y eso me gusta, que los libros remuevan algo en mi interior, que sean una
sacudida a la conciencia.
Me han
gustado mucho dos cosas: el tono narrativo de Antonia y la excelente
presentación del libro. Estoy encontrando demasiados fallos en los libros que
me descargo de Amazon, no sólo en lo que se refiere a la parte técnica
(maquetación). Esa la perdono porque al fin y al cabo somos autores y no
tenemos por qué saber de todo, pero las faltas de ortografía un escritor, un
juntaletras, un autor o lo que quiera que seamos no se las puede permitir.
Estoy cansada de detectar la ausencia de algunas letras mudas, o su presencia
en sitios imposibles, las comas que parece que se han dispersado como el que
está echando sal al arroz y la raya, la dichosa raya, que creo que exige un
cursillo acelerado.
En
cuanto al estilo es pausado pero ágil a la vez, lo que hace que rápidamente te
involucres con el personaje de Jimena, que sientas con ella. También el haber
elegido la primera persona para la narración, y el género epistolar hace que el
lector la "escuche" de algún modo y se sienta parte de la historia.
Hace
meses que quería leer este libro. Probablemente, si me hubiera parado a mirarlo
detenidamente no habría dejado pasar tanto tiempo porque habría descubierto que
podía leerlo en unas horas, pero no lo hice. Dejé que otras lecturas se
interpusieran hasta que este verano, un buen día, hice una lista con los libros
que quería descargarme en amazon y fue el primero.
De esto
quiero hablar un poco. Yo no descargo libros porque sí, ni siquiera por
compromiso, ni siquiera porque estén en promoción gratuita. Creo que si algo no
tendré en la vejez (a no ser que cambie radicalmente) será un síndrome de
Diógenes, porque soy incapaz de acumular nada. Guardar porque sí no va conmigo,
así que cuando quiero cualquier cosa, ya sea un libro, un perfume, o un pasador
para el pelo, lo compro, pero jamás utilizo la estrategia del "por si
acaso" o "para cuando tenga tiempo". Más bien soy al contrario,
me deshago de lo inútil y hasta de lo útil. Mi hermana todavía me recuerda, de
vez en cuando, aquel día que se me ocurrió recoger un cajón que compartíamos y
entre papeles, juguetes rotos y calcetines desparejados, a la bolsa de basura
fue su reloj de muñeca, que recuperó porque me conoce y revisó la bolsa antes
de que acabase en el camión.
Supongo
que seguiré de cerca a Antonia, leeré más novelas suyas porque su prosa es una
delicia que quiero seguir saboreando.
En un
rincón del alma está disponible en papel desde ayer mismo, para quienes todavía no os hayáis
animado con el formato electrónico.