Sinopsis:
En los lugares más bellos pueden cometerse los asesinatos más deleznables.
Cuenta la leyenda del parque del Monasterio de Piedra que este surgió tras una batalla entre ángeles y demonios, una lucha que ganó el bien sobre el mal...
hasta la reciente aparición de un cadáver en una de sus grutas.
Un asesino y un equipo de investigación de la Guardia Civil revivirán ahora esa contienda en este thriller policíaco ambientado en uno de los lugares más turísticos de la provincia de Zaragoza.
¿Quién vencerá esta vez?
Cuenta la leyenda del parque del Monasterio de Piedra que este surgió tras una batalla entre ángeles y demonios, una lucha que ganó el bien sobre el mal...
hasta la reciente aparición de un cadáver en una de sus grutas.
Un asesino y un equipo de investigación de la Guardia Civil revivirán ahora esa contienda en este thriller policíaco ambientado en uno de los lugares más turísticos de la provincia de Zaragoza.
¿Quién vencerá esta vez?
Mis impresiones:
Ha sido mi última lectura en Audible y tengo que decir que me ha encantado, como todo lo que he leído hasta este momento de Ager Aguirre.
He venido a este blog porque, por lo que sea, Amazon ha decidido que digo cosas en las reseñas que están prohibidas. Como aquí no hay censura, me podré expresar con las palabras que quiera. Lo siento por el autor, que se queda sin las cinco estrellas que le pretendía poner a la novela, pero espero que otros lectores a los que sí deja opinar se las pongan, porque creo que las merece.
La novela está ambientada en el Monasterio de Piedra (era fácil de intuir por el título), un antiguo monasterio cisterciense situado en el municipio de Nuévalos, en la provincia de Zaragoza. Como tantos otros, con la desamortización de Mendizabal quedó abandonado hasta que, unos años después, lo compró un particular. Desde mediados del XIX fue sometido a un trabajo de paisajismo y se dedicó a uso turístico, función que aún conserva a día de hoy, y eso es lo que lo salvó de su desaparición.
Me llamó la atención desde el momento en el que se publicó la novela, porque cuando era pequeña, el viaje anual con mi padre al Monasterio de Piedra era inexcusable. Me recuerdo correteando por los caminos señalados, incluso tengo una foto con mi hermana delante de una de las cascadas cuando tenía apenas diez años. Me apetecía volver al parque, pues de mayor han sido muchísimas las veces que hemos planteado regresar, pero nunca se han dado las condiciones.
Ha tenido que producirse un regreso literario, que ha sido a la vez memoria de un tiempo que para mí queda muy lejano, y que ha abierto las ganas de volver. Qué importante es eso, que un libro despierte en el lector la necesidad de conocer un lugar o de reconocerlo, como es mi caso. Todo un acierto por parte de Ager, quien ha contado más de una vez que se propuso escribir novelas de los lugares a los que va de vacaciones.
El entorno en el que se desarrolla la novela, pues, es fantástico y lo ha recreado a la perfección en una novela que tiene una estructura muy bien construida, en la que no solo dedica tiempo a la narración de los crímenes que se producen, sino a los personajes y sus relaciones entre ellos. Humaniza a los agente de la Guardia Civil, que realizan su trabajo de forma profesional, pero en los que no descuida su faceta humana.
Ager se las arregla para que dudes de todos, para que en unos momentos pienses que el asesino es uno u otro, y te anima a ir creando tus propias hipótesis, descartándolas con él o imaginándote de quién se puede tratar. Debo decir que supe quién era el asesino, pero eso es escasamente importante. Creo que lo deduje por una frase de la novela, pero en el fondo da igual porque también lo dudé.
Entre los personajes, destacan Allue, el teniente de la UCO que dirige la investigación, un tipo con sus propios problemas que llega con la Alferez de la EMUME Gascón e Inma Puertas, a quien llama cariñosamente ratona, pues es de la ITO, el laboratorio de criminalística. Otros dos agentes, Paula Gallur y Germán, del puesto de Nuévalos, completan la plantilla de los investigadores. Junto a ellos, el personal del parque y las víctimas, muchachas veinteañeras, completan el despliegue de este puzle que se irá armando ante los ojos (o los oídos) del lector.
La novela está muy bien escrita y, en mi caso, también tengo que destacar la narración de la persona encargada de locutar el audiolibro. Me parece todo un acierto.
Sobre la trama, es bastante sencilla: en el parque empiezan a aparecer los cadáveres de algunas jóvenes que responden al mismo patrón y que aparecen vestidas de una manera que no se corresponde a su personalidad, como si el asesino estuviera intentando mandar un mensaje con sus crímenes.
Solo se me ha quedado un pequeño hilo abierto, alguien que esperaba que nos dijera qué había sido de él, pero supongo que no es relevante para la conclusión del caso.
En definitiva, una buena novela que te invito a disfrutar en el formato que más te apetezca.
Si no lo has hecho aún, te invito también a leer a Ager Aguirre. A mí nunca me ha defraudado.
Puedes conseguir la novela aquí.