Sinopsis:
Has tomado una copa de
más y hablas por los codos, sin parar, y cuando por fin levantas la vista, unos
ojos oscuros y penetrantes te observan atónitos, fascinados y... ¡muy
interesados!
Después de asistir en
Glasgow a una desastrosa reunión de trabajo y de tomarse un par de vodkas, ¿o
fueron tres?, para levantar el ánimo e infundirse valor, Emma Corrigan se sube
por fin al temible artefacto volador para regresar a Londres. El vuelo resulta
especialmente movido; algunos pasajeros gritan, las azafatas se abrochan los
cinturones con caras lívidas, y Emma se agarra desesperadamente a los brazos de
su asiento. Presa del pánico, de su boca empiezan a brotar todos sus secretos,
sus sueños más ocultos y sus deseos más inconfesables, que van a parar a oídos
del silencioso pasajero que, inmutable, la escucha sentado a su lado.
Emma no se deja nada:
desde el día en que perdió la virginidad hasta la nota de matemáticas que
falsificó en el currículum, pasando por lo incómodo que le parece el tanga.
Pero este mal trago no será nada comparado con lo que le espera el lunes en la
oficina, donde corre la voz de que el presidente de la megacorporación
americana para la que trabaja se encuentra de visita en la sede londinense. En
medio del nerviosismo general, Emma decide acercarse a la máquina de café del
pasillo y se cruza con la comitiva que acompaña al gran jefe...
Tierna y
desternillante, la autora de Loca por las compras regresa con una nueva y
divertida novela, y con una heroína que se hace querer.
Mis impresiones:
Hace
unos días tenía ganas de leer un libro de esos que te dejan buenas sensaciones,
más que nada porque te mantienen con una sonrisa en los labios mientras lees y
te hacen olvidarte de todo lo que tienes a tu alrededor. Con estas premisas me
puse a pensar quién cumplía siempre esas expectativas y un nombre saltó en mi
mente: Sophie Kinsella.
Tenía
pendiente hacerme un regalo y me lancé a la búsqueda de un libro de ella. No te
lo vas a creer fue el elegido.
Lo primero
que tengo que decir, después de realizada la lectura, es que no entiendo muy
bien por qué han traducido así un título que en inglés, el idioma original de
la novela es Can you keep a secret? Pienso que dado el contenido de la trama es
mucho más adecuado y sugerente, pero bueno, supongo que existiría alguna razón
de peso para cambiarlo tanto que yo no acierto a comprender.
La
historia que cuenta la novela está narrada en primera persona por la
protagonista, Emma Corrigan, empleada de una multinacional que trabaja en el
departamento de marketing, donde es, más o menos, la última de la fila. Emma es
enviada a Glasgow a una reunión y a la vuelta, en el aeropuerto, se toma tres
copas para digerir el desastre que ha montado sin pretenderlo: se ha cargado un importante acuerdo de su empresa. Una azafata del avión
que tiene que tomar para volver a Londres se percata de su estado de ánimo y
decide cambiar su asiento por uno de preferente. En mitad del vuelo el avión
entra en una zona de turbulencias y Emma, aterrada, se agarra a la mano del
pasajero de al lado. Pero no solo eso, en medio del terror que siente, desgrana
en los oídos del desconocido sus más íntimos secretos. No es que sean secretos
de Estado, son esas pequeñas cosas que todos nos guardamos para nosotros mismos
porque nos avergüenzan o porque resultaría demasiado comprometido confesarlos:
"El
tanga que llevo me molesta"
"Sammy,
el pez de colores de mis padres, no es el mismo que les cuidé mientras ellos
estaban en Egipto"
Y así,
montones de pequeños secretos que sin darse cuenta deja que el desconocido
sepa. No habría pasado nada de no ser porque al volver al trabajo se encuentra
con que ese desconocido es, nada más y nada menos, que su jefe.
La
novela se mueve en tono de comedia, escuchamos los pensamientos de Emma pues está narrada en primera persona y vamos
asistiendo a los malentendidos que se generan y a la progresiva atracción que
poco a poco va surgiendo entre los dos.
Me ha
gustado mucho, como este verano me gustó Tengo tu número. Entiendo
perfectamente que sea la reina de este género porque el libro, aunque
previsible en su desenlace, consigue que no pierdas en interés, e incluso te
apetecería que tuviera alguna página más.
Tengo
pendiente otro libro más de ella, ya os contaré.