Sinopsis:
Alicia es una joven viuda que dedica sus días al cuidado del viñedo que heredó al fallecer su marido. Tras años de soledad, decide probar suerte en la búsqueda del amor a través de Internet. Después de varias decepciones, irrumpe en su vida Marco, un enigmático y endiabladamente atractivo…¿¡corso!? Bajo el sol mallorquín, surgirá entre ambos una conexión instantánea y darán rienda suelta a su pasión. Sin embargo, algo no encaja, Marco es demasiado bueno para ser verdad. ¿Qué esconde bajo esa maravillosa fachada? ¿Cómo ha podido fijarse alguien tan perfecto como él en alguien tan corriente como ella? Esas cosas no pasan a los 39 años.Alicia y el teorema de los monos infinitos es una cautivadora historia de amor manchada por el vino, la pasión, las mentiras, la intriga y el humor más fresco.
Mis impresiones:
Tenía muchas ganas de leer la novela de Mayte Uceda. La anterior, Un amor para Rebeca, fue todo un descubrimiento (y lo ha sido para miles de lectores, no solo aquí, sino también en Alemania) y tras leer el primer capítulo de esta no tuve ninguna duda. Me encantaba el tono desenfadado de la narración y la historia prometía un buen rato de lectura.
Por cierto, si queréis leer este capítulo y comprobarlo por vosotros mismos, podéis. Solo tenéis que echar un vistazo pinchando en la portada del libro en la página de Amazon. Se abre una nueva ventana que os permite disfrutar del principio.
Como el precio del ebook me parece muy alto (y después de la entrada que dedicamos en el blog a ello y los comentarios, me parece que no soy la única que opina de ese modo) y como también había decidido que quería el libro de Mayte Uceda en papel, no dudé un instante en encargarlo. Hace una semana, ya estaba listo para mí.
Sobre la trama, poco os voy a contar, porque no quiero estropear futuras lecturas. Eso ya sabéis que es línea general del blog. Lo que sí os voy a contar es algo sobre el teorema de los monos infinitos.
No sé a vosotros, pero a mí el dichoso teorema no me sonaba de nada hasta que leí el título de la novela. Y no me sonaba porque tengo menos memoria que Doris, el pez de Buscando a Nemo, porque sí había leído ese teorema antes, aunque sin prestar ninguna atención. ¿Dónde? Pues nada más y nada menos que en Escribir ficción, el libro de Gotham Writers’ Workshop. Hace unos años descargué la muestra gratuita (y vuelta a lo mismo de antes, no descargué el libro entero por el excesivo precio del ebook) y en ese fragmento hablaba del teorema. Hace poco este libro estuvo en kindle flash, entonces sí me hice con él y al leerlo, el teorema volvió a aparecer.
¿Pero qué es eso de los monos infinitos?
(Va spoiler de la novela, tapaos los ojos si no queréis verlo o saltaos este trozo).
En Escribir ficción (un libro que recomiendo a todos los que nos gusta esto de entretenernos componiendo historias con palabras), dice que las semillas de las historias que podemos contar están en cualquier parte y que todos podemos, solo con observar, ir encontrando esas semillas que al final germinarán (o no) en un relato.
A Mayte le germinó el teorema en una novela muy fresca, desenfadada y divertida con la que he pasado unos días estupendos.
Los personajes de la novela me han encantado. La autora ha dotado a cada uno de ellos una personalidad muy bien definida, de manera que no solo vamos a conocer a los principales de la historia, sino que creo que es, en ese sentido, una novela coral.
De Alicia, la protagonista, vamos a saberlo todo. Sus miedos, sus anhelos, su pasado y la manera con la que se enfrenta a la gestión del viñedo que posee, y que heredó de su marido fallecido, Alfredo, al que también conoceremos a través de sus ojos. Esto es así porque la novela está narrada en primera persona, a través de los pensamientos de Alicia que nos hará de narradora de unos hechos pasados. La conexión con este personaje es instantánea y la empatía con ella la refuerza su brillante sentido del humor. Las comparaciones que usa para contarnos las cosas son muy divertidas, lo veréis desde las primeras páginas.
Alicia, como conductora de la historia, también nos pondrá en primer plano el viñedo de Mallorca en el que sitúa la acción, de modo que el paisaje de la isla (y después el de otra isla, Córcega) también tendrán su reflejo, creando una atmósfera donde me gustaría irme a vivir. No se conforma con eso, también nos muestra el funcionamiento de un viñedo, pero de manera muy amena, relacionado en todo momento con la historia, sin que dé la sensación en ningún momento de clase magistral.
En el viñedo, otros personajes tienen su propia historia, como será el caso de Alex, un empleado colombiano, su padre, Enrique, Tomás, Cati... para ellos reserva una segunda trama paralela que se va desarrollando entremezclada con la principal, la de la relación de Alicia con el enigmático Marco, un corso al que conocerá a través de la página de contactos de la excéntrica Nina, una rusa afincada en España que tiene una agencia.
Por cierto, es muy interesante el trabajo que se ha tomado la autora en el tratamiento del lenguaje. En el caso de Alex, el muchacho colombiano, estás leyendo lo mismo que escucharías si tuvieras un colombiano delante, y eso puedo afirmarlo porque cuando lo leía escuchaba las expresiones que siempre salen de los labios de mi amiga Clara (colombiana).
Mención especial merecen dos de los personajes de esta novela que no sé si debo llamarlos así o son simples ensoñaciones, parte de la mente de Alicia. Es verdad que es Nina quien se los "presenta", pero desde el momento en el que los conozca no dejarán de aparecer. Protagonizan algunos de los momentos más hilarantes de la novela. Son Dimitri y Natasha, de los que no digo más, porque quiero que los conozcáis. Tienen tanta personalidad que no descarto que alguna vez se metan en mis propios pensamientos y empiecen a discutir en ellos con tanta fuerza como lo hacen dentro de Alicia...
¿Y qué hay de Marco? Alicia, cuando conoce al corso, no se puede creer lo perfecto que es, y por eso siempre está alerta, porque le parece que detrás de esa perfección que la tiene encandilada por completo seguro que hay algún misterio escondido. Pero es que le gusta tanto... Bueno, es que Alicia no tiene un pelo de tonta y Marco es mucho Marco. Su relación es el eje de la novela, la química que fluye entre los dos. Los misterios que rodean la vida de un hombre que aparece de la mano de Nina.
La narrativa de Mayte Uceda en esta novela es brillante. Está muy bien escrita, es muy fácil de seguir y consigue que no se te borre la sonrisa del rostro porque, aunque los momentos que narre sean duros en apariencia (quedarse viuda a la edad que lo hace Alicia es muy duro), encuentra la manera de contarlo haciéndolo divertido. Bueno, es que esa historia... mejor que leáis cómo murió Alfredo...
Descanse en paz.
Aunque se trate de una comedia romántica, también está escrita por Mayte Uceda. No vais a tropezar con una historia empalagosa, llena de azúcar. No. El tono de la narración lo impide, destaca en ella mucho más el humor y la química entre los personajes. O la no química, porque hay que ver lo que le cuesta a Alicia conectar con Milo. ¿No os he dicho quién es Milo? Averiguadlo...
Si podéis haceros con un ejemplar este verano, ni lo dudéis. Seguro que se coloca enseguida entre las mejores lecturas.
¿A quién no le gusta mantener una sonrisa en el rostro mientras lee?
Mi aportación al álbum de fotos de la novela...