jueves, 31 de mayo de 2012

UN MES EN EL SIGLO DE ORO

Este último mes lo he pasado releyendo la poesía del Siglo de Oro. Entre poemas de Góngora y Quevedo se han ido pasando mis tardes, localizando metáforas, tópicos literarios, encabalgamientos, y significados ocultos entre las palabras de montones de composiciones que no han pasado a la historia de la literatura por casualidad.

Hay un autor por el que he pasado de puntillas, porque donde más destaca es en teatro, pero uno de sus poemas, dedicado al amor, me tiene fascinada. Hoy quiero compartir las palabras de Lope de Vega. Suscitan emociones universales en las que cualquiera puede reconocerse fácilmente. Es que, el amor, cuando es de verdad, te sumerge en un eterna contradicción.


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


Feliz día!!!!

lunes, 28 de mayo de 2012

EL SECRETO DEL TÍO ÓSCAR DE FERNANDO TRUJILLO SANZ


              Sé que la gente de mi edad no suele leer lo que se cataloga como novela juvenil, pero yo no le pongo pegas a ningún género siempre que cumpla dos requisitos: el primero, básico, que esté bien escrito; el segundo, esencial, que la historia me enganche. En este sentido, con la tercera novela que leo de Fernando Trujillo Sanz sabía que las dos premisas se iban a cumplir porque ya he leído libros suyos antes y conozco su manera de expresarse y el tremendo gancho que es capaz de ejercer en ti. De hecho, siempre que he terminado uno de sus libros, me he quedado con las ganas de seguir leyendo otro. No todo el mundo es capaz de conseguir esto, de dejarte satisfecho con una historia que está perfectamente terminada y, a la vez, abrirte el apetito sobre otro de sus libros.

               SINOPSIS

El difunto tío Óscar era un hombre inmensamente rico. Eso era prácticamente todo lo que Lucas sabía de él, dado que nunca habían cruzado más de dos palabras en algunas reuniones familiares. Eso, y que le encantaba un coche antiguo, un Escarabajo del año ochenta y uno, al que había dedicado muchísimo tiempo. Por ello, nadie de la familia entendió que en su testamento el tío Óscar le dejara a Lucas su joya preferida. Pero el legado es mucho más que un coche. Poco a poco, el Escarabajo conducirá a Lucas y a sus amigos hacia un misterio que deberán desvelar a toda costa. Nada es casual en este enigma, y las inexplicables propiedades del Escarabajo son la clave de su solución.

        


       Opinión

               El secreto del tío Óscar empieza con el reparto de una herencia. En principio, los familiares que están en la sala, escuchando al notario, esperan que los bienes vayan a parar a su viuda y sus dos hijos, pero las cosas cambian cuando el viejo Volkswagen Escarabajo de Óscar le es asignado a su sobrino Lucas. El coche no es un simple coche antiguo, es su posesión más preciada, y el que no haya ido a parar a uno de sus hijos despierta recelos familiares.

               Lucas, muy pronto, empieza a observar que el coche es un tanto especial: los arañazos desaparecen y, aunque no está muy seguro del todo, cree que por las noches se cambia de sitio en los aparcamientos. Pero los misterios no quedan ahí. El coche, que en algunas ocasiones parece pensar por sí mismo, envuelve a Lucas y sus amigos en una aventura en la que tendrán que descubrir un secreto familiar. Un secreto que lleva implícito ser cómplices en algo terrible.

               Los personajes de esta novela son bastantes, algunos de ellos viejos conocidos de otras novelas (que no voy a decir cuáles son para que lo descubráis vosotros). Entre ellos destaca el protagonista, Lucas, estudiante de Ingeniería de caminos. Junto a él, su inseparable compañero de mus, Carlos, la responsable Silvia y Nuria, la hermana de Carlos. Entre los cuatro logran comprender el misterioso lenguaje con el que el coche se comunica con ellos. La familia de Lucas, su tía Claudia y sus primos, Sergio y Rubén, serán esenciales para la resolución de la trama. Me ha gustado como están dibujados los universitarios porque me ha hecho recordar mis tiempos de facultad, las horas y horas en delegación de alumnos (no teníamos cafetería) jugando partidas de mus. Ya no me acuerdo, abandoné las cartas hace mucho, pero en su momento jugué bastante. La situación que cuenta el libro, aunque envuelta en un tono fantástico, consigue ese punto de verosimilitud que te hace meterte en la historia y seguirla con interés hasta el último momento. Un, le llamaré desde ahora "momento Trujillo", en el que sientes dos cosas: que la historia ha acabado y que, por otro lado, acaba de abrir una puerta, la de tus deseos de volver a leerle.

               Aunque esta, como el resto de sus novelas, se puede conseguir en formato digital, ha sido la primera que he leído en papel. Forma parte de la colección que ha sacado B de Books, de autores que han triunfado en internet y que han dado el salto al formato tradicional de edición de libros. Creo que quizá por eso he tardado en leerla menos que las otras.

               Para quienes todavía no conozcáis a este autor os dejo unos cuantos enlaces de obras suyas que se pueden conseguir en Amazon, a unos precios más que razonables. Vamos, que no hay excusas para empezar a descubrir su mundo.



viernes, 25 de mayo de 2012

IV ENCUENTRO CON AUTORES NOVELES: EMILIO CASADO MORENO.



Antes de nada, debo pedir disculpas por no haber publicado esta entrada ayer. Dos refrescos a destiempo redujeron mi noche a tan solo tres horas y anduve todo el día arrastrándome de sueño. Pensé que quizá sería mejor que esperase hasta hoy para contaros cómo fue el apadrinamiento de Emilio Casado Moreno, con su Crónica Insignificante, en la Biblioteca Almudena Grandes.

Llegué a Azuqueca con tiempo por lo que, antes de ir a la Biblioteca, hice una pequeña parada. Hay un lugar que es muy importante para mí, al fin y al cabo Azuqueca es mi pueblo y a veces paso meses sin pasar por él, así que me entretuve unos minutos. Fue muy poco, pero a punto estuve de arrepentirme. A veces se me olvida que el tiempo pasa y que las cosas cambian muy rápido. Lo que ayer parecía natural, inmutable, eterno… mañana puede haberse convertido, simplemente, en nada. La calle anexa al Centro cultural es mi calle de siempre, donde he crecido, donde aprendí a montar en bicicleta, donde instalábamos una red durante las noches de verano para jugar al bádminton y apenas nos tocaba quitarla un par de veces para que pasase un coche…

Era.

Hoy es una calle en la que resulta complicadísimo aparcar. Algunas casas han desaparecido, el cine de la esquina sólo es ya un recuerdo difuso en mi mente. Está cambiada hasta el punto de que el taller de cerrajería de aluminio donde trabajé un tiempo ahora ha pasado a tener una función religiosa (no me fijé de qué religión son los que se reúnen allí) y los huecos donde deshacerte de tu vehículo se venden muy caros. Tuve que darme una vuelta por los alrededores y al final acabé dejando mi coche en una calle que no había visto jamás. Si hay un sitio que me desconcierta, por lo rápido que crece, por lo que ha cambiado en muy poco tiempo, ese lugar es Azuqueca. Sin duda.

Puse rumbo al Centro cultural y localicé a Eva Ortiz, la directora de la biblioteca. Quedaban todavía bastantes minutos para las siete de la tarde (yo no soy puntual, soy eso que se llame a quien llega antes de tiempo siempre), así que nos bajamos a calmar un poco la sed a la cafetería.

        Ahí, cometí mi primer error de la tarde: la primera coca-cola.

No hizo falta esperar demasiado tiempo. Cinco minutos después apareció Emilio. Cuando no conoces a alguien te lo imaginas. Por fotos que vas viendo haces una composición hipotética sobre cómo será la otra persona, tratas de encajar en tu mente las piezas que te permitan construir una imagen mental. Con Emilio me pasó una cosa. Más o menos podría haberle reconocido sin dificultades pero, de eso estoy segura, no me imaginaba su voz. Me di cuenta de que ese ejercicio mental, pensar cómo es la voz de alguien desconocido, no lo hago nunca de manera consciente, pero sí que mi cerebro trabaja en ello por su cuenta. Con Óscar me pasó algo similar. Le hubiera reconocido entre mil personas, pero nunca hubiera acertado a "colocarle" su voz.

No dio mucho tiempo a charla antes de la charla porque yo, pase el tiempo que pase, siempre seré un desastre. Recordé, de pronto, que me había dejado la cámara de fotos en el coche y me fui a buscarla antes de que fuera demasiado tarde. Regresé corriendo y acalorada, y al momento bajamos una planta más, para llegar a la Sala de Conferencias. Poco a poco las integrantes del club de lectura, las madrinas de Emilio, fueron ocupando las sillas vacías y Eva inició su presentación.

Las madrinas, preparadas para preguntar.

Emilio Casado y Eva Ortiz.


Comencé a hacer las fotos que ilustran este relato, y en ese tiempo también observé. Esta fue la primera charla a la que no asistió nadie del género masculino (salvo el autor de la obra y un niño que vino con la que deduzco que era su abuela). No se echaron de menos, la verdad. En Azuqueca, el primer club de lectura va a celebrar este año su veinticinco aniversario. Como nos dijo Eva, "nos hemos hecho mayores leyendo". Son mujeres que saben extraer de las novelas todo su jugo, que están acostumbradas a analizar, siempre desde la perspectiva del lector, no del crítico, todos los detalles. En la charla se habló, si no recuerdo mal, de cada uno de los personajes de Crónica Insignificante.

El protagonista también fue protagonista de la mayor parte del tiempo. Tuve la sensación de que, de alguna manera, por la edad de las lectoras, fue como si hubieran adoptado a Marcelo Suelas, como si hubieran sentido al personaje como un hipotético hijo. Les gustó la verosimilitud de la situación en la que se encuentra, situación que reconocieron como más cotidiana de lo deseable (si no recuerdo mal, alguna comentó que tiene un "Marcelo" que ha venido de vuelta a su habitación de toda la vida). Pero no sólo se quedaron en él, todos los personajes fueron analizados con detalle. No se olvidaron de Domingo, el amigo de Marcelo; recalaron en Bruno Montalvo y Agustín González, los presos a los que trata Marcelo en su función de psicólogo; pasaron por Sonia, su amor idealizado de la infancia; hablaron de Amanda, su ex mujer;  se pararon incluso en las marcas de la barandilla de "la María", la cotilla oficial del barrio de Marcelo. Pero, sobre todos ellos, dos personajes acapararon la atención: los padres de Marcelo. De ambos se habló bastante, aunque si aquello hubiera sido un partido de fútbol o una competición de cualquier tipo, doña Amalia habría ganado por goleada. Después de Marcelo, fue el personaje que creo que más les gustó, pero vuelvo a lo de antes, creo que la edad a la que se lee esta novela influye a la hora de sentirse identificado con uno u otro personaje, con sentirlo más cercano o más creíble. Y estas madrinas son de la quinta de doña Amalia, aunque un poco menos propensas a ir a misa, me temo.

No sólo se habló de los personajes: la trama tuvo también su protagonismo. Es cierto que el no haber podido disponer de todos los libros que hubieran hecho falta hizo que algunas de las lectoras no hubieran terminado la novela, y por respeto a ellas no se habló demasiado del final (lo que se pudo evitar para no deshacer la sorpresa) pero sí que hablaron de lo acertado que les pareció que dentro de un relato que parece simplemente lo que dice la contraportada, seis días en la vida de una persona corriente, hay otra historia paralela, desencadenante del final inesperado. Hablaron de las pinceladas de novela negra dentro de una novela que, aparentemente, se centra en lo cotidiano.

A mí se me hizo corto pero llegaba la hora de marcharse cada uno a su casa, y poco antes de las ocho se dio por concluido el encuentro, no sin antes decirle a Emilio que le esperan cuando tenga otra novela entre manos, para leerla y comentarla con él y para darle todo su apoyo. Me quedo con la cara de una de las madrinas (de la que sé el nombre, estoy segura, pero que se me ha olvidado ahora mismo) que le dijo, con una sonrisa de oreja a oreja que la novela le había gustado mucho. Me lo dice a mí así y os juró que engordo de golpe.

Firmando el libro que me trajeron Los Reyes Magos


Al final tocó firmar en el libro de visitas y despedir esta cuarta charla, penúltimo de los encuentros de este año.



        Subimos de nuevo a la planta donde está la cafetería, para reponer fuerzas antes de marcharnos a casa y yo volví a cometer un error: me tomé otra coca-cola…

martes, 22 de mayo de 2012

CHARLA CON EL CLUB DE LECTURA: CRÓNICA INSIGNIFICANTE

Mañana, 23 de mayo, Emilio Casado Moreno estará en la Biblioteca Almudena Grandes (Azuqueca de Henares) para compartir con quienes se quieran acercar un rato de charla sobre su novela, Crónica Insignificante.





 Será a las 7 de la tarde, en la Sala de Conferencias del Centro Cultural, y estarán presentes los integrantes del club de lectura que amadrinan la novela, el mismo autor (obvio) y cualquiera que tenga interés por este libro. Las puertas están abiertas para hablar sobre el libro.

Estas charlas, que arrancaron en febrero, surgieron con dos objetivos: dar a conocer obras que por su condición de autoeditadas tienen más difícil el acceso al gran público y, por otro lado, ofrecerle al autor la posibilidad de enfrentarse a los lectores directamente, escuchando de primera mano las preguntas que siempre surgen durante la lectura de una novela.

Antes de Emilio Casado, los autores que han pasado por la sala de conferencias han sido Mónica Martín, Óscar R. Arteaga y Karol Scandiu.

El último de los encuentros se celebrará el día 12 de junio y me tiene un pelín nerviosa. ¿Os he contado que soy yo?

lunes, 21 de mayo de 2012

LIBROS, LIBROS, LIBROS...

No puedo hacer promesas. Por lo menos, no puedo hacérmelas a mí misma, porque soy incapaz de cumplirlas, sobre todo si en medio de esa promesa hay un libro. O varios. Me había prometido que en los próximos meses no compraría libros físicos, me dedicaría a leer la extensa lista de pendientes digitales que tengo. Eso me había dicho, claro, pero entre lo que me diga y lo que haga hay un pequeño, no, más que pequeño, descomunal abismo.

Me vuelvo débil y caigo siempre.

Pero es que, ¿cómo resistirse a esto? ¿Cómo tener en mis manos el libro de Armando Rodera y dejarlo de nuevo en la estantería? ¿Cómo se hace para devolver a su sitio El secreto del tío Óscar, de Fernando Trujillo Sanz cuando acabo de terminar Sal de mis sueños? ¿Cómo le digo que no a mi hijo cuando me pide con insistencia los libros de Blanca Miosi?

Pues de ninguna manera.

Se vienen a casa.

Estos libros son muy especiales para mí. Una palabra tecleada un domingo aburrido en google, una palabra que no tenía nada que ver con libros, "Florencia", me hizo descubrir un mundo nuevo, me hizo darme cuenta de que había un camino diferente al habitual para poner frente a los lectores mis libros. Con esa palabra descubrí a Armando y con una entrada de este blog él me descubrió a mí. Desde entonces he compartido las etapas por las que ha ido pasando hasta llegar hasta aquí a través de su blog y de él mismo; fue quien me "presentó" a Blanca Miosi en una magnífica entrevista que le hizo; por su perfil de Facebook acabé también tropezando con Fernando Trujillo; a través de él supe de la existencia de Amazon y sus posibilidades... A veces, la tontería más grande, te cambia la vida. Una palabra y se abrió una puerta a la que me asomé y que atravesé sin darme cuenta de lo que supondría en mi vida.





Lo peor es que todavía no he visitado ninguna feria del libro. Yo no sé qué pasará cuando vaya... a lo mejor me lo pienso y lo dejo para el año que viene. 

Ahora que me doy cuenta, estos no son los únicos libros que han aterrizado en casa. También, por correo, llegó el otro día Ellas también viven. Relatos de mujer, de María del Pilar Muñoz Álamo. Este ha sido víctima de un secuestro y no he podido sino empezarlo. Cuando lo rescate, seguiré leyendo y prometo crónica detallada de las sensaciones de la lectura.

La foto que veis la he tomado prestada del blog de Pilar (no encuentro mi cámara...) ¡Muchas gracias!

viernes, 18 de mayo de 2012

ENTREVISTA CON ARMANDO RODERA.


Quería hablar con Armando Rodera, al que conocí hace ya un año a través de su blog “Aventuras y desventuras de un escritor novel”, de toda su experiencia desde que empezó esta aventura literaria y, pensando en su última novela, “La rebeldía del alma”, le he citado en un lugar poco frecuente para una tertulia: la cafetería del hospital.

Llego primero y me siento a esperarle con mi tablet en las manos, mientras me tomo un café despacio. No es que se retrase, es todo un caballero y nunca lo haría, es que yo he querido venir un poco antes para repasarme las preguntas, para que después la charla fluya sin interrupciones. Antes de ponerme a ello me doy un paseo por las páginas digitales de El color de la maldad y un escalofrío me recorre la espalda al recordar a Jasón, el despiadado asesino en serie que trae de cabeza a los protagonistas de la novela. De todos sus personajes creo que es el que más se ha asentado en mi memoria. Le tengo que preguntar cómo se le ocurrió alguien tan perverso. Lo anoto en una servilleta porque soy tan desastre que descubro que me he dejado el cuaderno en el coche y abandonar mi café no me apetece. Cambio de archivo y mi mirada recorre el principio de El enigma de los vencidos, la primera novela que escribió. Tengo ganas de verla en papel, ya no queda nada para que salga la edición con Ediciones B, porque estoy segura de que caerá una segunda lectura. Finalmente llego a “La rebeldía del alma”, su criatura más joven. He pasado antes por la puerta que daba a la UCI y no he podido evitar pensar que, tal vez, en alguna de las camas haya alguien que esté en el mismo estado que Susan, la protagonista. Nunca sabremos a ciencia cierta si las personas en coma escuchan, aunque… me da miedo sólo pensarlo. Una vez, al lado de alguien en coma, ante mis palabras de cariño recibí la respuesta de una lágrima. Nunca tuve la oportunidad de preguntar qué sintió en esos momentos.

Vuelvo a la realidad y me doy cuenta, horrorizada, que con mi cuaderno se han quedado las preguntas que tenía dispuestas. Tengo que tomar la decisión rápido: salgo de la cafetería y las voy a buscar o definitivamente tendré que improvisar. Me levanto y al mirar hacia la puerta una palabra me golpea en el cerebro: tarde. Armando ya está aquí, incapaz de hacer esperar a nadie en una cita.

Me saluda con una sonrisa y se sienta enseguida en la mesa que ocupo. Le pregunto qué quiere tomar y me lo indica, así que me levanto y se lo traigo. Hoy es mi invitado. Instalados el uno frente al otro, tras los saludos de rigor, empiezo a preguntar según me va pareciendo, saltándome el guión previsto, más que nada porque no lo tengo.

            -¿Cómo se te ocurrió el argumento de “La rebeldía del alma”? No es frecuente que la protagonista de una novela se la pase entera en coma…

            Buenos días, Mayte. Es un placer poder charlar contigo y quiero agradecerte la oportunidad que me brindas para que tus lectores y seguidores puedan conocerme también un poquito. Desde luego, nunca me hubiera imaginado que esta tertulia se celebraría en la cafetería de un hospital. Pero sí, es cierto, es el lugar ideal para hablar de mi última novela.
            Ya había escrito las dos novelas que tú conoces, y tenía a medias otro thriller. Entonces pensé en buscar nuevos retos, en embarcarme en un proyecto diferente. Algo más intimista, reflexivo e introspectivo, pero sin abandonar la fluidez en las tramas y ese punto de intriga que te haga seguir leyendo con avidez. Sin utilizar un estilo tan directo y contundente como en mi novela policíaca, diferenciando claramente la parte reflexiva y la de acción propiamente dicha al introducir dos narradores tan distintos.
            Quería introducir además un trasfondo de drama y problemas familiares, aparte de la trama de novela negra que subyace por detrás como leiv motiv de la historia. Lo de narrar desde el punto de vista de una persona en coma surgió después. Sabía que era un proyecto arriesgado que al principio me tomé como un reto, un ejercicio literario. Finalmente quedé satisfecho con el resultado y decidí publicar la novela, con unos resultados que jamás me hubiera imaginado.

            Quiero seguir hablando de ésta, su última novela, antes de pasar a temas generales de su reciente carrera como escritor. Han sido muchas las cuestiones que me han llamado la atención del libro.

            -En esta novela, al contrario de lo que sucede con “El enigma de los vencidos” o “El color de la maldad”, los escenarios que has elegido no son autóctonos. Te has trasladado a Estados Unidos. ¿Por qué tomaste esa decisión?

            Por varios motivos. Como comentas, mis dos primeras novelas están ambientadas en España, con personajes y lugares muy reconocidos para cualquier habitante de nuestro país. Como “El color de la maldad” lleva varios meses triunfando en Estados Unidos, pensé que podría intentar cambiar de registro y averiguar si otro tipo de escenarios funcionaban tanto aquí como allí. En mi cuarta novela, todavía sin terminar, sí introduzco una ambientación más internacional. En el caso de “La rebeldía del alma” no me preocupé en exceso por la ambientación de lugares o costumbres, los puntos fuertes de la novela son otros. Entre la relación de las protagonistas y el punto de vista al narrar, pensé que quizás debía ambientar la novela en un lugar alejado de mí para poder escribirlo desde otra perspectiva.

            En la cafetería entran dos señoras. No hablan. Sus semblantes serios me hacen pensar que algo muy malo les ha ocurrido. Inmediatamente después, tras ellas, veo llegar a un joven cargado con un peluche al que adorna un tremendo lazo. Me imagino que su visita tiene que ver con motivos más alegres, probablemente el nacimiento de un bebé. Curiosos lugares los hospitales, donde la vida y la muerte se dan la mano todos los días. Las dos señoras, la presencia imaginaria de ese niño, me devuelven a la historia central de La rebeldía del alma.  Pienso en Susan y en Denise, en su relación, y surge otra pregunta.

            -Uno de los "miedos" que tenías antes de que la novela viera la luz era la condición sexual de las protagonistas. ¿Crees que la sociedad no ha madurado todavía en este aspecto?

            Efectivamente, no te equivocas. No quería predisponer a nadie a priori, ni a favor ni en contra, ya que sólo cuento la historia de dos personas que se quieren, fuera de todo morbo, erotismo o sexualidad. Es una vuelta de tuerca más para una historia de por sí diferente, pero la verdad es que los lectores son inteligentes y se han dado cuenta perfectamente de lo que quería contar en esta novela. Creo que la sociedad cada día está más evolucionada en el sentido que comentas, pero todavía queda camino por recorrer.

            -“La rebeldía del alma” es una novela de acción y reflexión. Casi cincuenta y cincuenta. ¿Lo planeaste así o a medida que avanzaba la escritura fue madurando esta idea?
            En un principio no lo tenía planeado, Mayte. Pero claro, era muy difícil narrar toda la historia desde la perspectiva de una persona que está postrada en la cama. Por eso utilicé la tercera persona en visión múltiple para contar todo lo que sucedía fuera de las paredes del hospital, pero que de algún modo tenía relación con la trama principal, embarcándome en diálogos y acciones más propios de la novela de intriga. En el caso de lo narrado por Susan, la protagonista, quise buscar ese tono más intimista para que ella misma nos hablara desde un punto de vista más personal: sus miedos, sus ilusiones, sus sueños, sus éxitos y fracasos, su relación con los demás personajes de la novela, etc.

            Estoy muy a gusto hablando con Armando, extrayendo detalles de la novela que ya he leído, compartiéndolos con quien mejor conoce a los personajes: su autor. Puedo decirle lo que pienso y saber sus motivaciones a la hora de escribir. Hay un detalle de la novela que comenté en mi reseña, hace unos meses, y que vuelve a mi mente. Lo planteo y quiero que sea él quien me dé una respuesta a la pregunta que me he hecho varias veces.

            -Una de la cosas, pocas, que no me convencieron del todo (voy a ser mala) es que tu asesino es… demasiado educado. En un momento de cabreo monumental está "hasta las narices" y a mí, que soy una mal hablada, me sonó como flojo para salir de los labios de una persona que va por ahí matando gente. Fijo que yo habría puesto una frase mucho más contundente. Dime que no soy la única rara que se ha fijado en ese detalle…

            Bueno, Mayte, no sé si eres rara o no, ja, ja, pero es la primera vez que me comentan ese detalle. Te lo explico brevemente, también hay varios motivos. Como bien sabes, en mi novela policíaca Jasón es un despiadado asesino que no tiene reparo en matar de los modos más crueles, detalle que a determinadas personas no les ha gustado, aunque la intrahistoria de ese personaje pueda justificarlo.
            En este caso quería alejarme de ese libro, ya que no es una novela negra al uso. Sin destripar el argumento, diremos que los delitos que se pueden cometer en esta novela son de otra índole y los personajes también. Los crímenes de esta novela son debidos a otros temas. Además, también me han comentado en alguna ocasión (lectores no españoles, aquí estamos más que acostumbrados) que en “El color de la maldad” hay escenas y frases algo fuertes. Y cómo en “La rebeldía del alma” los personajes no son españoles, no quise incidir demasiado en esa cuestión.

            -En esta novela la presencia femenina, que en las otras es casi anecdótica, es la protagonista absoluta. ¿Querías cambiar el punto de vista al contar una historia?

            Sí, era una parte más del ejercicio literario que en un principio quise acometer. En mis otras novelas los personajes femeninos tienen su importancia en la historia, pero no son protagonistas absolutos. Pero además, aquí quise meterme en la piel de diversos personajes femeninos y narrar la historia desde su punto de vista. Pretendía que el que leyera la obra pudiera involucrarse en la historia sin tener en cuenta si el escritor era hombre o mujer, huyendo de los extremos para que no quedara ni cursi ni demasiado masculino. Por lo que me comentan las lectoras he conseguido mi objetivo y superado la prueba con nota, así que estoy más que satisfecho.

            Un mensaje en mi móvil nos interrumpe. Se me ha olvidado apagarlo, como siempre. En realidad no es importante, lo dejo de lado para atenderlo en otro instante. A veces, cuando faltan letras en las palabras me pongo muy nerviosa. A veces, los mensajes, emplean un lenguaje que me puede. Entre mis pensamientos, el lenguaje se pone el primero de la fila.

            -Alternas primera y tercera persona, dependiendo de si se trata de acción o reflexión, lo que me gustó mucho cuando la leí. ¿En qué tiempo verbal crees que eres más tú, estás más cómodo?

            En “El enigma de los vencidos” utilicé la primera persona y me sentí cómodo. En la policíaca comencé con narrador omnisciente y me hacía un lío. Cambié después a tercera persona con visión múltiple y me costó cogerle el tranquillo, pero ahora lo manejo mejor. Y en esta novela (al igual que la que tengo por corregir), alterno la primera y la tercera. Creo que en primera persona me siento más cómodo y me manejo mejor, pero claro, tiene sus limitaciones porque el narrador sólo puede contar lo que ve o lo que siente él en relación a esas escenas contadas.

            Nos interrumpe una discusión. Un energúmeno le está echando la bronca a la chica de la cafetería porque le ha dado mal el cambio. Nos miramos perplejos, tampoco es para tanto. Hay gente que se altera a la mínima. Sigo preguntando.

            -En tu primera novela publicada, “El color de la maldad”, Jasón es un ser que no parece humano. ¿Cómo se te ocurrió alguien así?

            He leído mucha novela negra y también bastantes thrillers psicológicos, sobre todo anglosajones. Quise acercarme a ese estilo literario, alejándome de la novela negra tradicional española, más proclive a la denuncia social. Con tan claros referentes visuales y literarios como “Seven” o “El silencio de los corderos”, el personaje de Jasón no podía ser de otro modo. Yo quería lograr un psicópata de esas características, asumiendo todos los riesgos que conlleva. Un asesino en serie con una psiqué muy compleja, que no se intenta justificar, pero que se explica en parte en la trama debido a su azarosa vida. Un ser con el que mejor no toparse, y por el que muchos lectores me han felicitado en lo literario, a pesar de sus sanguinarias andanzas.

            Armando y yo tenemos en común varias cosas: nos apasiona escribir y nos hemos metido de cabeza en esta aventura literaria nueva, que es la autoedición digital. Cierto es que los resultado son completamente diferentes, pero disfruto tanto los suyos como si fueran míos porque he tenido la suerte de conocerlos desde el primer momento.  Creo que quiero que me hable sobre ello…

            - Y ahora cuéntame, ¿cómo está siendo toda esta experiencia en la autoedición digital?

            Gratificante y muy satisfactoria, no lo voy a negar. Hace apenas un año yo era un escritor novel que buscaba hacerse un pequeño hueco en el mundo editorial. Hoy sigo siendo novel, pero por lo menos he visto recompensado tantos años de esfuerzo. Mis tres novelas publicadas en digital tienen muy buena acogida a ambos lados del Atlántico: “El color de la maldad” es el thriller policial más vendido en Estados Unidos desde hace siete meses, y “La rebeldía del alma” se encuentra entre los veinte libros más vendidos en Amazon España casi desde que se publicó. Y lo mejor de todo, “El enigma de los vencidos” fue publicado en papel en unos días por Ediciones B, una gran editorial, el sueño que llevaba tanto tiempo esperando cumplir.

            -¿Qué es lo más agotador y qué es lo más satisfactorio? Me imagino la respuesta, pero no soy capaz de controlar mi lengua.

            Lo más agotador, sin duda, es la promoción. Tampoco me gusta nada corregir las novelas y maquetar para ebook es también insufrible, pero es lo que toca. En los tiempos que corren no sólo hay que escribir, sino hacer un poco de hombre orquesta para asomar la cabeza en el mundo digital. La competencia es brutal y cada vez hay más y mejores novelas en el mercado.
            Lo más satisfactorio, también sin dudarlo un segundo, es la relación con los lectores. Es una sensación extraña saber que miles de personas de todo el mundo han adquirido tus novelas con un solo click: un placer, pero también una responsabilidad muy grande. Además, con las nuevas tecnologías y sobre todo gracias las redes sociales, ese vínculo autor-lectores ha evolucionado, se ha hecho más directo y todos podemos aprender mucho gracias a ello.

            -Que los cambios están ahí es obvio, que eres un pionero también, pero además vas a tener la posibilidad de experimentar las sensaciones que se tienen al publicar en papel respaldado por una editorial, Ediciones B. ¿Cómo imaginas que será ver tu “El enigma de los vencidos” en, no sé, por ejemplo, en un expositor de un hipermercado? En mi opinión, si llegas ahí estás en el camino de quedarte, al menos, en la memoria de la gente. No todo el mundo va a las librerías pero sí que se pasan por los hipermercados.

            Pues mira, no había pensado en los hipermercados, ja, ja. Sé que Ediciones B cuenta con una gran distribución en librerías, tendré que preguntar por el tema de los supermercados... Fuera de broma, estoy muy emocionado con mi primer libro en papel, puedes imaginártelo. Intento estar tranquilo, pero creo que no lo llevo demasiado bien, los nervios se van apoderando de mí según se acerca la fecha. Todavía no sé cómo reaccionaré cuando vea mi libro en las estanterías de cualquier comercio, sea o no especializado en literatura, pero seguro que será un momento que no olvidaré en la vida. Prefiero no pensar demasiado en ello, cuando llegue el día ya se verá.

            Ahora quiero hablar del futuro. Planes, proyectos. A ver qué me cuenta…

            -¿Has probado con otros géneros que no sean la novela?

            He escrito algún relato corto, incluso microrrelato, pero no es lo mío. De los ripios poéticos de mi juventud ya ni me acuerdo. Y el año pasado estuve a punto de lanzarme con un libro de no ficción que podía haber sido muy impactante, pero por diversos motivos que no vienen al caso, al final se rechazó el proyecto por parte de las personas interesadas.
            Así que seguiré con la novela, que es donde me siento más cómodo. Variando un poco la temática, lo has podido comprobar, pero intentando siempre aportar ese punto de intriga a las tramas para que el lector sienta ganas de seguir leyendo.

            - ¿Dónde te imaginas dentro de un año? Literariamente hablando…

            Pues no tengo ni idea, la verdad. No es que me lo imagine, pero sí que me gustaría llegar a ello: seguir escribiendo, viendo más obras mías publicadas, sea en digital o en papel y que los lectores sigan confiando en ellas; quizás algún día ver alguna de esas obras traducidas a otros idiomas y tal vez, en un futuro, pudiendo dedicarme sólo a escribir y vivir dignamente con la literatura.

            -Planes, proyectos… ¿en qué trabajas ahora?

            Tengo en mente muchos proyectos, tanto literarios como personales y profesionales. Ideas para media docena de novelas por lo menos y un cuarto manuscrito todavía por revisar, con el que tengo que ponerme en serio. En los próximos meses intentaré dar salida a alguna de estas ideas que hoy invaden mi cabeza.

            Otro mensaje. Voy a tener que mirarlo. Me recuerdan que tengo que hacer algunas cosas que están pendientes. Sin más remedio voy a tener que despedirme de Armando.

            -Me tengo que ir, me da mucha rabia pero me reclaman. Encantada de haber compartido este rato contigo, Armando.

            - Muchas gracias por todo, Mayte. Ha sido un placer charlar contigo sobre todos estos temas y espero que tus seguidores puedan conocerme un poco más gracias a la entrevista.

domingo, 13 de mayo de 2012

SAL DE MIS SUEÑOS de FERNANDO TRUJILLO SANZ


Hace unos meses leí una novela de Fernando Trujillo Sanz, La biblia de los caídos. Al principio entré en ella con un montón de prejuicios, pensando que el tema no me interesaba. No era, en absoluto, lo que solía leer por entonces. Sin embargo, empecé la lectura y enseguida me convenció. Los libros no son sólo lo que cuentan sino, principalmente, cómo lo cuentan. Me convenció por su manera de narrar, por la construcción de unos personajes que, meses después, aún recuerdo (he reconocido a algunos en esta novela, un guiño que me ha parecido genial).



Cuando me enteré de la publicación de Sal de mis sueños, aparté algunos pendientes y me adentré en sus páginas. He tardado mucho más en encontrar un momento para hacer esta reseña que en leer el libro.

SINOPSIS (extraída de Amazon):

Debe de haber millones de chicos como yo. Me volvía loco una compañera del instituto, tenía mis diferencias con mi padre y, siendo sincero, los estudios no eran precisamente mi prioridad. Un escenario bastante típico para un adolescente.


Sin embargo, algo increíble me enseñó que estaba equivocado, que después de todo yo sí era especial, de un modo que no se puede explicar sin comenzar por la noche en que conocí a dos niñas gemelas que cambiaron mi vida para siempre. Aquella noche yo estaba desnudo, rodeado de gente en un museo.


Aunque parezca mentira, todo empezó en un sueño…

Este es el principio. Un muchacho, del que no sabremos el nombre, nos cuenta las extrañas circunstancias que rodean sus sueños. Los siente como experiencias muy reales porque, entre otras cosas, se encuentra siempre en ellos con dos pequeñas gemelas, que no pueden ser más diferentes, las cuales le irán proponiendo distintos juegos. Todo es extraño, real e irreal a la vez, y empieza a afectar a su mundo próximo, empieza a abrirle los ojos sobre su propia vida, de la que se da cuenta que apenas sabe nada.

El protagonista toma el hilo de la narración en primera persona, y nos describe su entorno familiar: su madre, una mujer muy sensible que vive escondiendo la mitad de su cuerpo, quemado en el pasado en un incendio; su padre, un rico empresario, perfecto marido y padre ejemplar, dueño de multitud de empresas, con el que tiene los típicos enfrentamientos adolescentes; su amigo Iván, nulo como él para el fútbol, con quien comparte todo su tiempo libre y Claudia, una chica de su instituto de la que está enamorado y que no le hace ni caso. Salvo por el detalle de los sueños, la vida de este muchacho no es diferente a la de otro cualquiera. Pero es que los sueños son muy extraños, muy intensos, tanto que a veces se trasladan a la realidad…

La novela se estructura en capítulos, seis sueños, en los que, poco a poco, el misterio que rodea a toda la historia se va desentrañando. El final, sinceramente, no me lo esperaba. Creo que eso ha sido una de las cosas que más me han gustado, el haberme sentido arrastrada por lo que me quería contar Fernando sin ser capaz de adivinar el siguiente paso. A  menudo, en las novelas y en la vida, sé lo que va a suceder. Quizá es porque nos repetimos, quizá porque la intuición me funciona, o a lo mejor el pasarme la vida imaginando historias provoque que me anticipe a los hechos. Pude imaginar, pero ya cuando la lectura estaba casi concluida (muy poco antes de pasar la última página), lo que venía después, pero el autor lo ha hecho tan bien que sentí como si me hubiera dejado que la última pieza de un puzle que ha ido componiendo ante mis ojos la pusiera yo. Como si me cediera el honor de terminar su trabajo. La historia acaba... y no... pero eso, para quienes ya habéis leído a Nando, no es una sorpresa. De todos modos, la lectura de esta novela no requiere otra, es independiente en sí misma, pero te deja con la sensación de querer seguir sabiendo.

Yo siempre digo lo mismo: los libros son para leerlos, para descubrirlos, para sumergirse en sus páginas y disfrutar su lectura. Lo he hecho con este, disfrutarlo, sentir que no me apetecía tener que dejar de leer pero ya era tarde y tenía que ir pensando en dormir. Os lo recomiendo. Sin ninguna duda. Obtenerlo es tan fácil como pinchar en el enlace. La distancia entre el libro y vuestro ordenador es, simplemente, 0,89€.

Falta muy poco para el 16 de mayo. Entonces, Fernando Trujillo Sanz verá en papel una de sus novela, El secreto del tío Óscar. Esto no es un secreto, me lo voy a comprar. Si antes tenía ya ganas de leerlo, ahora los motivos se han multiplicado…

jueves, 10 de mayo de 2012

OTRO PREMIO

Parece que esta va a ser la semana de los premios para el blog. Este llega del blog, Impresiones de un acompañante, un blog que administra Felix Jaime. Es el premio Liebster Blog Award, palabras y mundos.



Es un premio que se concede a blogs modestos, de menos de 200 seguidores. Creo que desde que lo recibí hasta ahora he superado la cifra, no me había dado ni cuenta, así que aprovecho para agradeceros vuestra presencia y los comentarios que me regaláis de vuelta.

Tengo que elegir a cinco blogs para darles el premio, cinco espacios que cumplan estas condiciones. No sé si va a ser sencillo, pero lo intentare:

Serendipia. Conocí este blog a través del intercambio bloguero de Saint Jordi y la verdad es que me encantó. Por ahí me paso a menudo. Mónica tiene una especial sensibilidad para contar las cosas.

Novia a la fuga... ¿o no? Nat tiene un blog donde vuelca pensamientos. Tropecé con ella por casualidad y ahí me quedé.

Lucía, Lurma y mis libros. Un blog casi recién nacido. Espero que le vaya bien en este mundo de la blogosfera.

El tiempo de Román. Me encantan los relatos de Julio.

Ellas también viven, relatos de mujer. Los relatos de Pilar enganchan.

Espero haber repartido bien mis premios y que los "ganadores" los disfruten mucho.

miércoles, 9 de mayo de 2012

INSTRUCCIONES PARA COMERSE UN YOGUR

En clase, cada día hacemos cosas más raras. Ayer, a última hora, tenían el reto de contar, con detalle, el proceso para comerse un yogur. Mirando no sé estar, así que me apunté a escribir mientras ellos lo hacían y esto es lo que salió:

"Prepararse para comer un yogur parece, a simple vista, una tarea sencilla, pero requiere una técnica no exenta de dificultad. El primer paso es acercarse al frigorífico, lugar donde frecuentemente se conservan los lácteos en los hogares, y extraerlo de él, teniendo cuidado de mantener el recipiente que lo contiene con la tapa orientada hacia la parte superior. De otro modo, cuando lleguemos al paso de retirarla, podríamos derramar parte del contenido, con la consiguiente pérdida de alimento y de tiempo, si por un casual nuestra ropa se manchase.

Una vez con el yogur en nuestras manos, nos dirigiremos a la encimera de la cocina, lugar apropiado para apoyarlo mientras buscamos una cuchara adecuada al tamaño del recipiente que lo contiene.

Mientras sujetamos el vaso con la izquierda, con la mano derecha extraeremos con un suave tirón la tapa protectora. Depositada ésta en el cubo de la basura, nos volveremos a centrar en nuestro objetivo: ingerir el lácteo. Con la cuchara en la mano derecha, giraremos el contenido del vasito en el sentido horario (o antihorario, en definitiva este pequeño detalle no cambia el sabor) y procederemos a introducir la cuchara en nuestra boca, teniendo cuidado de mantenerla abierta durante el proceso.

Repetida la operación en varias ocasiones, lo que nos hará adquirir práctica, observaremos que el vaso queda vacío. Sólo nos restará dirigirnos al cubo de la basura, depositaremos el recipiente de plástico y nos dirigiremos con la cuchara al fregadero. Una vez lavada y secada, podremos depositarla de nuevo en el cajón y dar por concluida nuestra comida."

Este ejercicio está inspirado en un texto de Julio Cortazar, instrucciones para subir una escalera, que podéis leer siguiendo este enlace.


martes, 8 de mayo de 2012

PREMIOS PARA EL BLOG

Esta semana toca agradecer y repartir un par de premios que me han llegado desde blogs amigos. Son una buena manera de conocernos un poco más y de disfrutar de este espacio nuestro en el que volcamos nuestras aficiones.

El primero me ha llegado desde el blog de una madre desesperada. Es el premio AMISTAD 2.0, esta amistad virtual que vamos forjando a través del contacto que mantenemos entre los distintos blogs. Tengo que contestar unas cuantas preguntas y pasárselas a otros blogs. He pensado que los dos premios se los voy a conceder a los mismos, así que aparecerán al final de la entrada.




Paso a contestar las preguntas:


¿En qué forma ha cambiado tu vida la amistad 2.0?

Algunas personas han atravesado la pantalla y son reales, amigos de carne y hueso. Espero que este número aumente porque de momento la experiencia está siendo muy interesante.

¿Qué opinas de la relación de los niños con las nuevas tecnologías?

Hay que controlar su acceso. No entiendo que alguien menor de 16 años tenga móvil, a lo mejor porque vivo en un lugar donde no hace falta. Si necesito decirle algo a mi hijo y está en la calle, salgo, le busco y ya está. ¿Internet? Prefiero que se cuente lo que quiera con sus amigos en el parque, o que monte en bici. Internet, conmigo, para buscar algo que realmente no podamos encontrar en un libro.

¿Qué es lo que más te gusta hacer con los niños? (los tuyos, tus sobrinos…)

Hablar con ellos, achuchones cuando los despierto.

¿Por qué creaste tu blog?

Porque me aburría. Durante más de dos años fue solamente mío, nadie entraba. Casi ni yo… Lo de hablar de libros fue porque escribo y una cosa llevó a la otra.



El segundo premio me llega desde Mallorca, me lo concede Marga desde el blog Libros, exposiciones y excursiones. Es un MEME y tengo que contestar a once preguntas:


1.- ¿Qué libro no te cansas de releer?


He leído muchísimas veces, a pesar del tocho que es, Los pilares de la Tierra, de Ken Follet, pero el que me encanta de verdad es uno muy cortito, de poesía, las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique. Son mi debilidad.

2.- ¿Con que libro no has parado de reír?


Pues hace muy poquito, con Tengo ganas de morirme para ver qué cara pongo de Miguel Albandoz. Os lo recomiendo. Es que hay un momento, hacia la mitad, en el que me lloraban los ojos de la risa. Supongo que es como todo, ese día necesitaba reír y me conquistó.

3.- ¿Con que escritor/a te sientes más identificad@?


¿Conmigo? Me cuesta mucho ponerme ese sustantivo detrás, pero seguro que con quien más me identifico es conmigo misma.

4.- ¿Que has aprendido de la gente que hay en los blogs?


Hay muy buenas personas, gente creativa que está siempre dispuesta a explorar nuevos caminos literarios, a descubrir autores y géneros, sobre todo en el círculo que me muevo. También he visto lo contrario, egocéntricos que me sacan de quicio, copiones de reseñas… ¡qué os cuento que no sepáis! Aunque lo bueno rebasa a lo malo.

5.- ¿Que opinan tus amigos y familiares sobre lo que publicas en el blog?


No todos mis amigos y familiares me leen, pero los que lo hacen no me han escrito en el libro de "quejas", así que supongo que les parecerá bien. Echo de menos a alguna persona en concreto por aquí, pero hace tiempo que dejé de creer en los milagros.

6.- ¿Cuál es el libro que guardas como un tesoro?


Itinerario Sentimental, un libro del XIX que reseñé hace unos meses, de Julián María Otero.

7.- ¿Qué debe tener un buen libro para que te haga disfrutar al máximo?

Sólo le pido una cosa, que esté bien escrito. Ni siquiera necesito un argumento potente, o que tenga un final espectacular. Necesito que me haga sentir. Y quien es capaz de escribir bien, lo consigue, aunque te esté hablando del precio de las fresas en verano.

8.- ¿Qué es lo que más te gusta leer o escribir?

Me gusta hablar de sentimientos en mis textos. Busco en mí misma, a veces me documento (para eso algunos foros son fuente inagotable de material) y otras veces me dejo llevar por la imaginación.

9.- ¿Qué libro lleva años en la estantería y no encuentras el momento de leerlo?


Creo que hay uno, de un escritor que vende mucho cada vez que saca una novela, que no es que no tenga tiempo, es que no fui capaz de leerlo. Bueno, de esos hay más de uno, y todos superventas. Tengo en el ordenador algunos acumulados y en mi mente otros, en formato digital.

10.- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre aparte de leer?


Me gusta escribir y me gustaría tener tiempo suficiente para no ir corriendo a todas partes. Ya no hablo de leer solamente.

11.- ¿Qué libro deseabas que te regalaran y que finalmente has tenido que comprarlo?


No espero nunca que me regalen libros, me los compro cuando me apetece. Bueno, más bien cuando no puedo con mi conciencia, que siempre me dice que las estanterías tienen ya poco espacio.


Los dos premios se los paso a estos blogs:





viernes, 4 de mayo de 2012

RENOVADA

Hace unas semanas que el tiempo no me sobra. Voy de un lado a otro, siempre acelerada, con la sensación de que, por el camino, me voy dejando cosas sin hacer. No actualizo el blog lo que debería, no me paso por los vuestros (y cuando paso lo hago a la carrera, sin darme tiempo casi ni a comentar), se me acaba el día y las tareas se van acumulando en una lista que no para de crecer (hoy he acabado con la plancha, menos mal). Si hasta los libros leídos se quedan sin reseñar porque, de tanto esperar, se me han ido olvidando algunas cosas...

Entre los olvidos, el que más me preocupa, es el abandono de mis propias cosas. Sé que muchos lo sabéis, porque compartís mi perfil en las redes sociales, pero habrá quien todavía no se haya enterado de que La arena del reloj está en Amazon, acompañando a El medallón de la magia. Con portada renovada. Hasta eso se me había olvidado contar aquí.

Pincha en la portada para llegar a Amazon

Pincha en la portada para llegar a Amazon


¿Por qué está ahí después de tanto tiempo? Pues por la sencilla razón de que me pareció un buen escaparate, una manera fácil de acceso para quien lo quiera buscar desde cualquier lugar del mundo. No esperaba que ocurriera demasiadas veces, cuatro años circulando por la red son muchos para cualquier cosa, en este mundo tan rápido y tan volátil, pero es un libro especial que consigue, sin mi ayuda, lo impensable: se vende. Me han comprado en la tienda americana, en la alemana, en la del Reino Unido y, por supuesto, en la española. Ventas más que discretas, no os vayáis a pensar, pero que este mes rebasan a las de mi libro más reciente. Me supero a mí misma.

Curioso.

¿Lo mejor? Sin duda no son las ventas, sino los comentarios de vuelta, las palabras que me regalan los lectores. Me siento orgullosa, sobre todo, del padre que tuve. De su capacidad para transmitirme el amor a los libros, de su aliento para que no dejase de perseguir mis sueños... incluso, aunque a veces piense que no, de lo pesado que era para que me superase a mí misma. El "tú puedes" que me repetía incansable (él, porque yo, a veces, estaba harta de oírle).

Estos días, varias frases revolotean por mi cabeza:

Lo imposible solo tarda un poco más.

La vida te devuelve lo que le entregas. Cuando eres honesto y generoso, te compensa. Cuando actúas mal, también te lo hace saber.

Creía que llegar a tantos lectores desconocidos era un imposible. La arena del reloj ha tenido, y lo sigue teniendo, un recorrido en papel que no me deja de sorprender, pero este, sinceramente, no lo esperaba. Supongo que aspiraba a que las personas que amo lo leyeran (me faltan algunas que espero que algún día lo hagan), pero nunca pensé en desconocidos. Ese poco más que ha tardado, me empuja a pensar que otros sueños, los que uno no se atreve a poner en palabras, no sea que se estropeen, al final, serán. Lo imposible, que aunque tarde, llega.

La otra frase me hace pensar en balanzas. Lo que das y lo que recibes... pues lo estoy comprobando, encuentro un equilibrio. Poco a poco, sin prisa, como hay que hacer siempre las cosas. La vida no es eterna pero tampoco conviene poner el pie en el acelerador a tope, porque un frenazo brusco, ante cualquier contratiempo, puede hacer que te dejes los dientes en el cristal. (Soy, lo reconozco, muy conservadora con respecto a mis dientes, así que no tengo nada que decir entonces sobre mi alma.)

Control.

Paciencia.

No parar nunca pero no llevarse por delante ni a nada ni a nadie, para no tener que preguntarse, jamás, por qué a mí...

miércoles, 2 de mayo de 2012

PROFUNDOS



No soporto la profundidad excesiva. Me carga. Hay algunos blogs en los que encuentro que la gente escribe como si los demás estuviéramos siempre dos o tres pasos por debajo de su nivel cultural, que emplean un lenguaje sazonado con ironía y un pelín de mala uva, una crítica desmedida a todo para demostrar lo que saben en contraposición con el común de los mortales. Hoy, no sé por qué, aterrizar en algunos de esos blogs me ha molestado. Me gusta el lenguaje sencillo. No exento de cuidado gramatical, sin perder de vista un diccionario bien nutrido, pero sinceramente no puedo con las personas que utilizan su capacidad de expresión para decirnos soterradamente que están por encima del bien y el mal. Por encima de los que utilizamos las palabras como medio de comunicación y no como dardos envenenados.

Cuando escribo trato de ser clara. Creo que es justo que el lector entienda lo que estoy poniendo en palabras y procuro dejarme de majaderías porque, a la larga, la perjudicada con ellos soy yo.  Un cambio de estado de ánimo puede hacerme olvidar qué quería decir con aquel juego de palabras tan elaborado que construí. Si hasta ni yo me entendería. Quizá por eso y porque la edad te quita muchas tonterías de encima, hace tiempo que no practico ese juego. Me dedico a otro, al de las emociones, uno que se me da mejor porque tengo un cerebro descontrolado que se deja llevar por ellas más allá de lo aconsejable y aprovecho ese defecto para nutrir con él a personajes imaginarios. Todavía estoy en proceso de aprendizaje, no he creado el definitivo. Algunos que viven de momento en el disco duro de mi ordenador se aproximan, pero les hacen falta tiempo y reposo para llegar. O a lo mejor no llegan jamás a ninguna parte.

No sé por qué me dio por reflexionar aquí, supongo que por el hecho de ser este un espejo donde te miras normalmente de reojo al salir de casa, pero que en mi caso me lleva un poco más de tiempo. Me asomo a este espejo y cuando me miro en él me da por pensar: en lo que leo, en lo que escribo, en lo que siento, en lo que vivo, en lo que deseo, en lo que tengo, en lo que anhelo… y voy a parar porque en realidad lo que hago es reflejar una parte de mí.

Subjetiva.

Imposible.

Irreal, a lo mejor, a ojos de otros.