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martes, 22 de mayo de 2012

CHARLA CON EL CLUB DE LECTURA: CRÓNICA INSIGNIFICANTE

Mañana, 23 de mayo, Emilio Casado Moreno estará en la Biblioteca Almudena Grandes (Azuqueca de Henares) para compartir con quienes se quieran acercar un rato de charla sobre su novela, Crónica Insignificante.





 Será a las 7 de la tarde, en la Sala de Conferencias del Centro Cultural, y estarán presentes los integrantes del club de lectura que amadrinan la novela, el mismo autor (obvio) y cualquiera que tenga interés por este libro. Las puertas están abiertas para hablar sobre el libro.

Estas charlas, que arrancaron en febrero, surgieron con dos objetivos: dar a conocer obras que por su condición de autoeditadas tienen más difícil el acceso al gran público y, por otro lado, ofrecerle al autor la posibilidad de enfrentarse a los lectores directamente, escuchando de primera mano las preguntas que siempre surgen durante la lectura de una novela.

Antes de Emilio Casado, los autores que han pasado por la sala de conferencias han sido Mónica Martín, Óscar R. Arteaga y Karol Scandiu.

El último de los encuentros se celebrará el día 12 de junio y me tiene un pelín nerviosa. ¿Os he contado que soy yo?

lunes, 14 de noviembre de 2011

NOVIEMBRE DEDICADO A CRÓNICA INSIGNIFICANTE.


Hace unos días, desde el blog El universo de los libros se planteaba una sección, Un mes, un libro, en la que Tatty, la administradora, nos pedía colaboración para difundir la novela de Emilio Casado Moreno. Como es el libro que más me ha gustado en los últimos meses, no me lo pensé y me apunté a la iniciativa. En principio se pedía hacer una mención a la novela, una reseña del libro o una entrevista al autor. Como eso ya lo he hecho en otras ocasiones, tenía que pensar algo diferente. Ahí va mi idea, una carta abierta a una editorial, la que quiera escuchar.

* * *

Estimados amigos:

Me dirijo a ustedes para hablarles de una novela, Crónica Insignificante, de Emilio Casado Moreno. Puede que no hayan oído nada de ella, al fin y al cabo sigue sin estar publicada bajo el respaldo de una editorial. Sin embargo, no es anónima. Prueben a poner el título en cualquier buscador de internet. Verán reseñas, muchas, de blogs que se dedican a leer por placer. No encontrarán nada más que buenas críticas.

Lo normal sería que ustedes me dijeran a mí como lectora: escuche, hay una novela que hemos publicado que quizá le gustaría leer. Sin embargo, soy yo la que les dice: perdonen, hay una novela que quizá estén interesados en publicar. Es buena, tanto que sorprende que nadie en su sector se haya dado por enterado.

Sé que estamos en tiempos de crisis, tiempos en los que nadie arriesga nada si no está seguro de que la inversión funcionará, reportará beneficios que justifiquen el riesgo. Con Crónica Insignificante, se lo aseguro, no se arriesgan. Ya tiene una legión de lectores convencidos de que quieren un ejemplar en papel. Ya tienen reseñas positivas, no les hará falta convencer a nadie de que se interese por el libro y haga una crítica de él.

Ustedes pueden esgrimir un argumento: hay ejemplares dispersos en formato digital, la piratería está a la orden del día y quizá no compense. Bueno, a eso les respondo que yo misma la he leído de este modo y ese argumento no me convence. Quiero el libro físico, lo espero para volver a leerlo con calma, para sentirlo en mis manos. ¡Qué le vamos a hacer! Los lectores empedernidos tenemos algo de románticos y todavía nos gusta perdernos entre las hojas de papel, sentir su tacto, su olor.

Pero aún podrían argumentar otra cosa: está autoeditada. Ya sabemos que esto no tiene buena prensa. Respondo de nuevo. La autoedición, bajo mi punto de vista, sólo tiene un problema. Los filtros. No hay nadie detrás del autor que le diga, esto sí, aquello no. Pero en este caso sí que hay filtros. Los propios lectores que la novela ha ido ganándose y que la recomiendan sin dudarlo. Prueba superada.

Ha habido muchos ejemplos, a lo largo de la historia, de novelas que han peregrinado por editoriales buscando el apoyo necesario para llegar a los lectores y han sido rechazadas muchas veces. Harry Potter, por poner un ejemplo. Ni con toda su magia logró llegar a la primera a una editorial. Supongo que aquellas que no se arriesgaron con una autora nueva, con una historia para niños, deben seguir tirándose de los pelos por su poca visión de futuro.

En este mes de Noviembre, dedicado por los lectores, porque sí, porque nos da la gana, a Crónica Insignificante, me atrevo a recomendarles que empleen un tiempo en su lectura y en valorar sus posibilidades. Si estoy equivocada, me disculpo de antemano por hacerles perder el tiempo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

CRÓNICA INSIGNIFICANTE de EMILIO CASADO MORENO.

Llevo un rato mirando la pantalla en blanco y no he sido capaz de poner nada más allá del título del libro y el nombre del autor. Esto podría ser un mal síntoma, señal de que la novela no me ha aportado nada en absoluto y no tengo nada que contar. Sin embargo, es justo lo contrario. Este es el libro del que os hablaba. Hay tanto que decir, tantas sensaciones que te deja la lectura de esta crónica que no tiene nada de insignificante, que las ideas han causado un atasco en mi cerebro, atropellándose para ponerse las primeras. Al final, me lo estoy temiendo, va a haber un choque en cadena y vendrá la grúa a llevarse algunas que se me van a escapar.



Empezaré por lo sensato, que es contar algo del argumento de Crónica insignificante. Esta es la historia de seis días en la vida de Marcelo Suelas, un psicólogo que trabaja como interino en una prisión. Hace poco que se ha divorciado de Amanda, la mujer con la que construyó su vida, la madre de su hija Diana y, para poder seguir adelante, ha tenido que volver a casa de sus padres, a su antigua habitación, porque el divorcio se lo ha llevado todo: su casa, su coche, su liquidez económica,... La madre de Marcelo le trata como si todavía fuera un niño y no deja escapar la ocasión de abogar porque vuelva con su ex, a pesar de que está claro desde el primer momento que ambos tienen claro que esa historia está acabada.

Emilio Casado Moreno distribuye la novela en días. Seis días de una semana en la vida de Marcelo. Utiliza como recurso la primera persona y el presente, de manera que durante la lectura siempre estás escuchando la voz interior del personaje. Él mismo, a través de sus pensamientos, te va conduciendo por su periplo. Al principio, las situaciones que vive Marcelo parecen inconexas, retazos de esos días que parece haber elegido al azar. Sin embargo, todo tiene su sentido y el círculo se completa cuando llegas al final. Para contarnos éste, Emilio elige otro modelo narrativo. Los personajes que han ido desfilando ante nuestros ojos se van cediendo la palabra en una entrevista. También nos hablan directamente, por lo que la proximidad con el lector no se pierde tampoco en esta parte.

Es muy interesante también la manera en la que se estructuran los párrafos. El protagonista nos está contando un hecho, cualquiera, y cuando termina, antes de seguir con el hilo del relato, utiliza una frase corta que en sí misma constituye un párrafo aparte. Subraya lo dicho, muchas veces, acudiendo al refranero. La ironía es otro recurso que utiliza a menudo. Ese punto de vista que adopta el personaje, el reírse de algún modo de sus propias desgracias, lo humaniza aún más, elimina cualquier elemento dramático.

MI OPINIÓN

Sencillamente me ha encantado esta novela. Está escrita de manera correcta, te atrapa desde el principio. Llevaba un tiempo buscando este libro. No éste en concreto, sino uno que me hiciera disfrutar leyendo. En todo momento he tenido la sensación de que el personaje me estaba contando precisamente a mí su historia. La novela te convierte en protagonista de algún modo al hacer del lector interlocutor directo de Marcelo. Es un personaje con el que te implicas desde el primer momento. Aunque apenas te esté contando nada más que cosas "insignificantes". Pero creo que es precisamente eso. La vida no es una novela grande, ni siquiera una serie de la tele de esas que cuando acaban no eres capaz de resumir porque han pasado tantas cosas que te has acabado perdiendo. La vida está hecha de momentos sencillos. Marcelo habla del día a día, del olor del café, reflexiona sobre cualquier tema y tú quieres que te lo cuente. Es verosímil de principio a fin, empatizas con el protagonista aunque ni trabajes en una prisión, ni se te haya pasado por la cabeza divorciarte o tu madre sea una beata convencida. Da igual. Este personaje tiene alma. De hecho, hasta los secundarios están perfectamente perfilados, aunque aparezcan un par de veces, las palabras con las que nos los presenta el narrador protagonista trazan un perfecto dibujo de ellos.

Una cosa que me ha ocurrido con este libro, que no me pasaba desde hace ya mucho, es que no quería que se terminara. Desde antes de la página cien, me encontré ralentizando la lectura a propósito, quería que Marcelo se quedara conmigo. Me obligué a leer sólo un día literario por cada día real, ya que por casualidad empecé la lectura en jueves, el día de la semana en el que empieza el relato. El reto se fue al garete en el último momento, aunque creo que finalmente el último día era ya martes pero porque me quedé leyendo hasta que acabé la novela.

Después de unos cuantos libros que, como decía en entradas anteriores, no he sido capaz de terminar, encontrarte con uno que no quieres que se acabe es un delicia. Aunque esto tiene su punto de ironía, como no podía ser de otra manera tratándose de la historia de Marcelo, que está cargada de ella. Crónica insignificante es una novela autoeditada. Emilio Casado Moreno decidió un día colgarla en una de las páginas de autoedición que hay en la red, Bubok, y todavía no hay una editorial interesada en ella. Se puede adquirir en papel o en formato digital.

La autoedición es un tema del que se puede hablar mucho. Una amiga, alguien que administra otro blog, me decía que hoy en día, por publicar, hay hasta quien publica la lista de la compra. Creo que lleva razón. He tratado de leer algunas novelas autopublicadas y la mayoría no pasan ni un mínimo control de calidad. A lo mejor las mías tampoco, todo hay que decirlo. Sin embargo, hay veces que hay novelas que brillan, autores como por ejemplo Eloy Moreno, que nos demuestran que la calidad y el salirse del camino establecido no tienen por qué estar reñidos. Son agujas dentro del pajar de la autoedición. Ojo, hoy por hoy creo que esto sólo sirve como escaparate de cara al mundo editorial. Nada más. El camino para vender libros es otro. Ir de librería en librería puede funcionar alguna vez, pero requiere un tiempo del que no todos disponemos, además de un enorme esfuerzo económico.

Los blogs tenemos un papel en este proceso de la autoedición. De vez en cuando, es cierto, se cuelan reseñas de libros que no pasarían un mínimo control de calidad (ni literaria, ni ortográfica) pero son ecos que se apagan pronto. Puedes tirar una piedra a un estanque y remover el agua, pero será momentáneo. No vas a crear un torrente. Esta no es una de esas obras que se reseñan por amistad. En mi caso, ni siquiera conozco a Emilio. Esta novela es la aguja en ese pajar de la autoedición. Encontrarla ha sido emocionante porque lo tiene todo. Una historia, está muy bien estructurada, no deja cabos sueltos y, sobre todo, está bien escrita, aunque le hace falta un repaso en la edición.

De momento os animo a leerla y a que expreséis vuestra opinión.

¿Os apetece?