domingo, 31 de enero de 2016

ALAS DE PAPEL

Llega febrero y yo sé que van a empezar a pasarme cosas. Es un mes que lleva años dándome sorpresas. Buenas y algunas no tan buenas, de las que, al final, como chica lista que soy a veces, he conseguido sacar de ellas un aprendizaje. Dejaremos las malas guardadas en una caja al fondo de un armario, y me pienso concentrar en lo bueno. En lo que me ha pasado y en lo que estoy segura de que está por llegar.

En febrero de 2013 Detrás del cristal se convirtió en best seller digital.
En febrero de 2014 Detrás del cristal fue publicada en papel por Vergara (Ediciones B)
En febrero de 2015 fui finalista del HQÑ con La chica de las fotos.
En febrero de 2016 La chica de las fotos saldrá a la venta en papel en la colección HQÑ (HarperCollins Ibérica)



Este año, febrero no faltará a su cita conmigo. Me he puesto, para ella, un vestido de fiesta, los zapatos de tacón de vértigo y estoy dispuesta a pasear por la alfombra roja, llevando de la mano lo único que tengo: palabras. No son nuevas, sé que muchos de los que atravesáis este espejo ya las conocéis, porque pertenecen a una novela que ha sido best seller digital este verano, y a la que ahora le han salido unas alas de papel. Con ellas me vestiré y con ellas intentaré volar lejos.

De momento, sé que en España os vais a poder encontrar con La chica de las fotos a partir de la segunda semana de febrero. Irá llegando a todas partes y espero que alguno le hagáis hueco en vuestras estanterías. Llega pequeñita e irresistible, 7,95€, casi menos de lo que cuestan algunos libros en digital. Perfecta para darse un capricho sin necesidad de que sea un día especial o para un regalo, como me contaba una lectora que ya la disfrutó, pero que se la ha anotado para dársela a conocer a una amiga.

Desde aquí, Almudena, te doy las gracias, por la confianza.

Más adelante, creo que estará en otros lugares más lejanos, me van a hacer falta las alas en perfecto estado. Mirando el libro, descubro algo. El precio para México impreso en la contra, preparada ya para cruzar el océano y, dentro, en los créditos, descubro una fecha: 30.7.16. Es la fecha de impresión para Argentina, por lo que sospecho que también volará hacia allá.



Me habéis preguntado qué haré. Si habrá presentaciones, Feria del Libro de Madrid, encuentros... De momento estaré en Madrid, el 13 de febrero en el RA, el encuentro de Romántica Adulta que este año va a reunir a más de doscientos autores del género y un buen puñado de lectores (más que autores). Estaremos en el Auditorio Marcelino Camacho y el aforo lleva cubierto meses, sin una sola plaza libre. Si el año pasado fue espectacular ver a las más de 500 personas reunidas en torno a este género, no os cuento lo que será esté 2016 en el que se van a superar.

Me atrevería a decir que este encuentro literario es el que más gente es capaz de reunir en este país, y eso que los medios nos hacen mucho menos caso que a otros encuentros.

Este año no solo seré espectadora, voy a estar en una mesa en la que se hablará sobre premios literarios. Por haber sido finalista en uno de novela y ganado dos de relato breve. Pero también porque he sido jurado en certámenes, tanto de novela como de relato. Si vais allí, preparad las preguntas que queráis, que todas las ponentes trataremos de contestarlas como mejor sepamos.

Este, el RA, será el primer lugar donde me encuentre con lectores. Habrá una librería allí que llevará ejemplares, tanto de esta novela como de Detrás del cristal, y a quien le apetezca podré firmárselos.

Después hay un par de cosas un poco en el aire, el encuentro en la Papelería de Pilar en Cabanillas del Campo (uno nunca debe olvidarse de quienes estuvieron al principio) que aún no hemos concretado, y la Feria del Libro de Cantalejo, que no me pienso perder este año. Lo demás, ni idea, ya surgirá. En realidad no es lo importante. Lo importante de verdad es que disfrutéis con las historias que os cuento.

Y que nunca pierda la ilusión por seguir contándolas.

Gracias por estar ahí, por cuidar de mis alas para que siga volando. Espero que me lleven lejos.