Son
miles las sacudidas que aturden a tu estómago el día en el que, por fin,
decides soltar de la mano la novela que has ido gestando durante años. El miedo
es humano, libre y condenadamente fuerte, y nos protegemos de él con una capa
de dudas que una vez dado el paso van a tener que transformarse en coraje. No
queda otra, esta es una lucha diaria en la que bajar la guardia, dejarse
condicionar por los días difíciles, es sinónimo de derrota.
Pilar,
hoy empieza la montaña rusa. Has ido subiendo despacio, con tiempo incluso para
observar el paisaje a tu alrededor, pero dentro de unas horas la fuerza de la
gravedad tirará de ti con toda su energía y montada a este vagón que es tu
novela irás recorriendo las vías a toda velocidad. Abajo rápidamente, arriba
con la burlona parsimonia de un tiempo que se reirá de tu impaciencia.
No
tengas miedo.
No
estás sola.
A tu
lado, tus lectores. Las mujeres de Ellas también viven se han hecho un sitio y
te acompañan en este viaje, como un aval y un amuleto. Están los nuevos
lectores, los que se incorporarán al camino seducidos por la tierna mirada de
Paula. Alguno quizá llegue sin saber cómo y se acabe trayendo a más de la mano.
Después, el efecto eco devolverá más ojos dispuestos a recorrer estas páginas
en las que hablas de tantas cosas.
Ya lo
verás.
Has
hecho una apuesta fuerte, la base de tu argumento, el juego, va a sacudir la
conciencia de los lectores y espero que sepan sacarle todo el jugo porque tiene
mucho. El análisis de la sociedad, cómo se ven los problemas dependiendo del
lado que ocupes en esta mesa que es la vida, te ha quedado perfecto y con
respecto a tu prosa, transporta y seduce. Oirán las voces de cada uno de tus
personajes, entenderán sus motivaciones cuando encajen todas las piezas de este
puzle. Se sorprenderán, tú siempre te guardas sorpresas que a mí me dejan con
la boca abierta. Como no, esta vez también lo has hecho.
Ay...
se me escapó.
Es que
ya la he leído.
Ahora
os toca a vosotros.