Leo mucho. Eso, echando un vistazo al blog, no es ninguna novedad, y tampoco si digo que no solo leo a autores de renombre, ni a clásicos, sino también a muchos desconocidos que se están intentando abrir paso en este mundo de la escritura sin el apoyo de ninguna editorial. Algunos son auténticos descubrimientos, novelas fantásticas que no tienen avales y que, sin embargo, cumplen mis expectativas lectoras. Incluso por encima de otros que sí vienen de la mano de editoriales punteras y que tienen mil reseñas fantásticas en las redes. Otros, por el contrario, no me convencen en absoluto, siento que todavía el autor tiene que madurar como tal, pero no por ello los aparto como autores y no doy otra oportunidad más adelante. Creo que todos estamos aprendiendo y es normal no llegar con todo sabido a la primera.
Pero hay gente que publica en Amazon a la que no leeré.
¿Motivos?
Las sinopsis de sus libros. Algunas tienen deficiencias de redacción tan graves que me parece que si, en esas escasas líneas de presentación, no han sido capaces de hilar las ideas, el libro me costará seguirlo. Lo sé, porque varias veces obvié este detalle y fueron absolutos fracasos lectores. Lo sé, porque a veces hasta leo los fragmentos gratuitos por si me equivoco, pero la verdad es que no suele ser el caso. Si alguien no tiene un dominio de la lengua mínimo, en esas pocas frases se nota mucho, incluso porque algunas tienen hasta faltas de ortografía de las que hacen sangrar los ojos.
Otra de las razones son las flores.
(Ahora os imagino pensando en portadas con flores, jarrones, floristerías o aromas evocadores... No, no son esas).
Son las flores que los mismos autores se echan a sí mismos en las líneas de presentación de la novela que deja Amazon. En ellas se puede poner lo que uno quiera, por mucho que digan que están revisando el texto antes de dar el visto bueno para que suba a la plataforma no es cierto: pasa cualquier cosa. Si no, no es comprensible que un autor que acaba de llegar se compare a sí mismo con un clásico del género en el que encuadra su obra, o que se adjudique alabanzas que en todo caso corresponderían a los lectores. No me refiero a cuando se incluyen fragmentos de reseñas que han salido del libro, sino antes, cuando no hay nada (buceas por la red y de verdad no hay nada), cuando aunque te pases el día observando el top no has visto jamás el libro (de hecho está en el puesto 25000 o más) pero te dicen ufanos que fueron número uno. ¿Dónde? ¿Entre sus conocidos?
Es algo muy curioso: a más flores, menos "chicha" en el libro.
El otro día hablaba con dos amigas escritoras, de las buenas, y las tres concluíamos que parece esencial inflar el curriculo para darse a sí mismo una presencia con la que competir en Amazon. Pero en ese planteamiento hay un error.
Esto no es una competición.
Esto no debería ser una competición, más bien.
Esto es algo a lo que le deberíamos tener muchísimo respeto. Si se sube un libro es porque alguien se deber haber tomado su tiempo para escribirlo, corregirlo, apuntalarlo y hacer algo al menos digno. Legible. Guste más o menos, a más o menos gente, pero lo importante es el libro en sí mismo. Esto no es una competición con los demás, o no debería serlo, deberíamos competir con un único "enemigo": nosotros mismos. Lo que se debería poner a prueba es nuestra capacidad para mantener la atención del lector por lo que hemos escrito, y no captarlos con la promesa de que somos el nuevo Alfred Hitchcock o la mismísima Isabel Allende.
Así no.
Otra cosa que quiero decir es que estos días me están llegando un montón de correos de gente que quiere mandarme sus novelas para que las lea y dé mi opinión. Autores desconocidos, como lo fui yo hace no tanto (creo que lo sigo siendo). Muchas gracias porque todos llegan de manera muy respetuosa, pero tengo que deciros que no leo así. Sé que estáis muy ilusionados por encontrar lectores, pero hay otros blogs que se dedican a ello y lo hacen de maravilla. Yo no, y además este blog no tiene apenas repercusión. Yo, además, compro todos los libros que reseño y solo escribo de los que me gustan porque la falta de tiempo y mis propios problemas me pueden. Prefiero seguir eligiendo yo y espero que no os molestéis conmigo cuando os respondo que no.
De verdad, no puedo.
Pero hay gente que publica en Amazon a la que no leeré.
¿Motivos?
Las sinopsis de sus libros. Algunas tienen deficiencias de redacción tan graves que me parece que si, en esas escasas líneas de presentación, no han sido capaces de hilar las ideas, el libro me costará seguirlo. Lo sé, porque varias veces obvié este detalle y fueron absolutos fracasos lectores. Lo sé, porque a veces hasta leo los fragmentos gratuitos por si me equivoco, pero la verdad es que no suele ser el caso. Si alguien no tiene un dominio de la lengua mínimo, en esas pocas frases se nota mucho, incluso porque algunas tienen hasta faltas de ortografía de las que hacen sangrar los ojos.
Otra de las razones son las flores.
(Ahora os imagino pensando en portadas con flores, jarrones, floristerías o aromas evocadores... No, no son esas).
Son las flores que los mismos autores se echan a sí mismos en las líneas de presentación de la novela que deja Amazon. En ellas se puede poner lo que uno quiera, por mucho que digan que están revisando el texto antes de dar el visto bueno para que suba a la plataforma no es cierto: pasa cualquier cosa. Si no, no es comprensible que un autor que acaba de llegar se compare a sí mismo con un clásico del género en el que encuadra su obra, o que se adjudique alabanzas que en todo caso corresponderían a los lectores. No me refiero a cuando se incluyen fragmentos de reseñas que han salido del libro, sino antes, cuando no hay nada (buceas por la red y de verdad no hay nada), cuando aunque te pases el día observando el top no has visto jamás el libro (de hecho está en el puesto 25000 o más) pero te dicen ufanos que fueron número uno. ¿Dónde? ¿Entre sus conocidos?
Es algo muy curioso: a más flores, menos "chicha" en el libro.
El otro día hablaba con dos amigas escritoras, de las buenas, y las tres concluíamos que parece esencial inflar el curriculo para darse a sí mismo una presencia con la que competir en Amazon. Pero en ese planteamiento hay un error.
Esto no es una competición.
Esto no debería ser una competición, más bien.
Esto es algo a lo que le deberíamos tener muchísimo respeto. Si se sube un libro es porque alguien se deber haber tomado su tiempo para escribirlo, corregirlo, apuntalarlo y hacer algo al menos digno. Legible. Guste más o menos, a más o menos gente, pero lo importante es el libro en sí mismo. Esto no es una competición con los demás, o no debería serlo, deberíamos competir con un único "enemigo": nosotros mismos. Lo que se debería poner a prueba es nuestra capacidad para mantener la atención del lector por lo que hemos escrito, y no captarlos con la promesa de que somos el nuevo Alfred Hitchcock o la mismísima Isabel Allende.
Así no.
Otra cosa que quiero decir es que estos días me están llegando un montón de correos de gente que quiere mandarme sus novelas para que las lea y dé mi opinión. Autores desconocidos, como lo fui yo hace no tanto (creo que lo sigo siendo). Muchas gracias porque todos llegan de manera muy respetuosa, pero tengo que deciros que no leo así. Sé que estáis muy ilusionados por encontrar lectores, pero hay otros blogs que se dedican a ello y lo hacen de maravilla. Yo no, y además este blog no tiene apenas repercusión. Yo, además, compro todos los libros que reseño y solo escribo de los que me gustan porque la falta de tiempo y mis propios problemas me pueden. Prefiero seguir eligiendo yo y espero que no os molestéis conmigo cuando os respondo que no.
De verdad, no puedo.