En esto se está convirtiendo escribir. El autor, en los tiempos que corren, se ve rodeado de toda una serie de personajes que buscan lucrarse con su trabajo. Y no solo eso, para mantener una imagen maravillosa debe decir que en esto no está para ganar dinero, sino porque le da la vida.
Ah, claro, que los escritores no comemos, no pagamos hipotecas ni se nos rompen los zapatos, porque no somos humanos, sino seres divinos con su sitio en el Parnaso...
Pues no, somos humanos y tenemos las mismas necesidades que todo el mundo, pero no sé por qué demonios tenemos que callarnos todo excepto las palabras que pongamos en nuestras novelas.
¿Estamos tontos?
Pues claro que lo estamos, y la gente que escribimos, definitivamente mal de la cabeza para aguantar lo que aguantamos últimamente.
Si trabajas con una editorial, el proceso es muy sencillo: aportas el texto, ellos lo revisan, vuelve a ti, se revisa lo que tú has revisado, te lo devuelven, das tu visto bueno y se pasa al siguiente proceso. Maquetación, de la que no te ocupas. Diseño de portada, que apruebas o no (al menos en mi caso siempre me han dado esta opción y las tres novelas han salido con la portada que yo he querido). Y, al cabo de un año, cobras. Más o menos, depende de las ventas, pero no pagas. Porque cualquier trabajo es o debería ser remunerado.
Es un derecho. El artículo 35 de la Constitución de 1978 reconoce a los españoles "el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia..."
Bueno, ya sabemos el poco peso que tiene la Constitución del 78 últimamente, no sé ni para qué la cito...
Si te autoeditas, resulta que en muchos casos lo que acaba pasando es que tienes que pagar por ver ahí tu trabajo. Entonces ya no sé si eres escritor o gilipollas (y que conste que me estoy incluyendo en lo segundo).
Pues ahora ha surgido un nuevo grupo que pretende tratarnos como más gilipollas aún, pero a todos, a los que tienen editorial y los que no: algunos reseñistas listos.
Como lo leéis. Ya no es solo que haya blogs que acudan a las editoriales para surtirse de libros que después jamás leen (algunos los reseñan sin leer, a juzgar por las tonterías que ponen), otros que después son capaces de vender estos ejemplares... ¡no! Ahora existe el nuevo modelo que te pide dinero a ti, el autor, para hacerte una mega fantástica reseña de tu obra. Incluso te pueden entrevistar y todo para un canal de YouTube.
Como si eso fuera salir en la televisión en la hora de máxima audiencia. Como si sirviera de algo.
Hace unos meses tuve que aguantar mucho el tipo para no soltar un "vete a la mierda" con todas las letras al escuchar una de estas propuestas. Perdona, pero no.
Y no os creáis que este es un caso aislado, hace unos días recibí otra propuesta de este tipo. Me hacían un booktrailer para vender mi novela. ¿Pero eso vende? Perdonad, pero no, yo ya no soy tan novata en esta como para creérmelo todo. Contesté educada que se lo planteasen a la editorial, pero ¿cómo se lo iban a decir a ellos? No hay presupuesto para esto en las editoriales, eso es cosa del autor. ¿Perdona? Yo ya he puesto el texto, la promoción de las redes que es "asequible" aunque me robe mi tiempo. No tengo nada más que añadir. Yo tampoco tengo presupuesto para esto, no quiero participar en este chanchullo alrededor del ego que se han montado algunos, como me niego a dar de comer con mi trabajo a seudocorrectores licenciados en escuelas inexistentes, Community Manager aficionados, piratas y sanguijuelas varias que nos rodean a ver qué sacan de nosotros.
Si me lees, que sea porque lo decides, y si no me lees, pues genial.
No te voy a poner una pistola en el pecho y tampoco voy a perder la dignidad.
Ah, claro, que los escritores no comemos, no pagamos hipotecas ni se nos rompen los zapatos, porque no somos humanos, sino seres divinos con su sitio en el Parnaso...
Pues no, somos humanos y tenemos las mismas necesidades que todo el mundo, pero no sé por qué demonios tenemos que callarnos todo excepto las palabras que pongamos en nuestras novelas.
¿Estamos tontos?
Pues claro que lo estamos, y la gente que escribimos, definitivamente mal de la cabeza para aguantar lo que aguantamos últimamente.
Si trabajas con una editorial, el proceso es muy sencillo: aportas el texto, ellos lo revisan, vuelve a ti, se revisa lo que tú has revisado, te lo devuelven, das tu visto bueno y se pasa al siguiente proceso. Maquetación, de la que no te ocupas. Diseño de portada, que apruebas o no (al menos en mi caso siempre me han dado esta opción y las tres novelas han salido con la portada que yo he querido). Y, al cabo de un año, cobras. Más o menos, depende de las ventas, pero no pagas. Porque cualquier trabajo es o debería ser remunerado.
Es un derecho. El artículo 35 de la Constitución de 1978 reconoce a los españoles "el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia..."
Bueno, ya sabemos el poco peso que tiene la Constitución del 78 últimamente, no sé ni para qué la cito...
Si te autoeditas, resulta que en muchos casos lo que acaba pasando es que tienes que pagar por ver ahí tu trabajo. Entonces ya no sé si eres escritor o gilipollas (y que conste que me estoy incluyendo en lo segundo).
Pues ahora ha surgido un nuevo grupo que pretende tratarnos como más gilipollas aún, pero a todos, a los que tienen editorial y los que no: algunos reseñistas listos.
Como lo leéis. Ya no es solo que haya blogs que acudan a las editoriales para surtirse de libros que después jamás leen (algunos los reseñan sin leer, a juzgar por las tonterías que ponen), otros que después son capaces de vender estos ejemplares... ¡no! Ahora existe el nuevo modelo que te pide dinero a ti, el autor, para hacerte una mega fantástica reseña de tu obra. Incluso te pueden entrevistar y todo para un canal de YouTube.
Como si eso fuera salir en la televisión en la hora de máxima audiencia. Como si sirviera de algo.
Hace unos meses tuve que aguantar mucho el tipo para no soltar un "vete a la mierda" con todas las letras al escuchar una de estas propuestas. Perdona, pero no.
Y no os creáis que este es un caso aislado, hace unos días recibí otra propuesta de este tipo. Me hacían un booktrailer para vender mi novela. ¿Pero eso vende? Perdonad, pero no, yo ya no soy tan novata en esta como para creérmelo todo. Contesté educada que se lo planteasen a la editorial, pero ¿cómo se lo iban a decir a ellos? No hay presupuesto para esto en las editoriales, eso es cosa del autor. ¿Perdona? Yo ya he puesto el texto, la promoción de las redes que es "asequible" aunque me robe mi tiempo. No tengo nada más que añadir. Yo tampoco tengo presupuesto para esto, no quiero participar en este chanchullo alrededor del ego que se han montado algunos, como me niego a dar de comer con mi trabajo a seudocorrectores licenciados en escuelas inexistentes, Community Manager aficionados, piratas y sanguijuelas varias que nos rodean a ver qué sacan de nosotros.
Si me lees, que sea porque lo decides, y si no me lees, pues genial.
No te voy a poner una pistola en el pecho y tampoco voy a perder la dignidad.