lunes, 13 de junio de 2022

REINICIANDO

Si no he contado mal, estoy en mi día 5 de reseteo. La semana pasada, por sorpresa, me encontré a mano el botón y la oportunidad y lo apreté. Sin pensarlo, sabiendo que me voy a tener que acostumbrar a algunas cosas. Y desintoxicarme de otras, claro, pero para eso es resetear.

Llevaba mucho tiempo atascada y no por decisión propia. Un día, a lo tonto, me encontré con que me había metido en un jardín porque me paso de buena y no supe salir de él. O no quise, eso no lo tengo muy claro, porque a veces me da por explorar el mundo y me quedo a ver qué encuentro. Si merece la pena o si es una estupidez.

El caso es que este jardín inexplorado estaba lleno de vegetación y a mí se me ocurrió que podía convertir un bosque espeso y desordenado en un vergel. Lo regué, usé tijeras de podar, saqué montones de bolsas al contenedor de orgánico y al final, cuando me di la vuelta para comprobar si mi obra había merecido la pena, me fijé que, por donde había empezado, las hierbas tomaban otra vez por asalto mi jardín. No sirvió de nada porque yo solo tenía buena voluntad y no un herbicida y porque los jardines salvajes odian a los jardineros y se ríen de ellos.

Pero mira que soy cabezota, pensé que podía con él...

No ha sido así, claro, me ha consumido mucha energía para nada. He perdido el tiempo, que al final es lo único que tenemos los seres humanos. Finito, frágil, indefinido y no por eterno, precisamente. Ahora me pregunto cuál fue la razón para adentrarme en esta tonta cruzada y no la encuentro, pero en su día supongo que pesaron razones que tenían más que ver con deseos que con la realidad.

El caso es que hace unos días cerré la cancela. Salí del jardín y no he vuelto ni a mirarlo. Que crezca por donde quiera, que se ahogue entre malas hierbas, que sea feo y no lo bonito que yo quería ponerlo. Algunos jardines prefieren ser así, sin darse cuenta que, en cualquier momento, si no se cuidan, una colilla mal apagada, un mal gesto, un rayo o cualquier descuido prenderá una brizna de hierba y acabarán rendidos al fuego. Que dejarán de ser hasta una posibilidad.

Yo no me voy a quedar a mirarlo. 

Prefiero gastar la vida en otras cosas.