Sinopsis:
¿Qué ocurre al mover
un sofá? ¿Y al mover una vida? Quizás encuentres objetos -o personas- que ya
habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera,
esquirlas de otra vida... o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la
frase que lo cambia todo: "tenemos que hablar".
¿Y si movemos una
sociedad? Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados
gusanos para tan poca manzana. Pero también un lugar donde, al observarnos,
descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.
Mis impresiones:
Una
noche.
Es lo
que me ha llevado la lectura de la segunda novela de Eloy Moreno. Sin darme
apenas cuenta fueron pasando las horas y eran las cuatro de la madrugada cuando
volví la última página que da por concluida la historia que contiene.
Leyendo
la sinopsis es complicado hacerse una idea de la trama de la novela, pero es
que, leyéndola, te das cuenta de que en esta historia, la trama es lo de menos.
Lo realmente importante son los sentimientos, las reflexiones que se deslizan
página tras página, la escritura de Eloy que creo que incluso supera la de su
primera novela, aquella que encontré en mis vacaciones de abril de 2011 y que
me atrapó. Leyendo Lo
que encontré bajo el sofá confirmo que es un gran narrador, que sabe elegir
las palabras exactas para construir frases impactantes. Unas apuntan al corazón
y otras a la conciencia adormecida con la que nos movemos muchas veces.
La
historia que sostiene la novela nos cuenta los días que pasa Alicia en Toledo,
realizando una suplencia en un instituto. Lo que presume que serán cinco
semanas de transición en su vida se acaban convirtiendo en un revulsivo, algo
que la despierta del letargo en el que nos sume a todos el conformismo y la
rutina. Alicia conoce a Marcos, un policía local que alardea de guardar
secretos y ella misma acaba encerrada en uno propio con el que presumiblemente
tendrá que convivir en resto de su vida. Alicia, a través de los paseos
nocturnos con Marcos, descubre qué se siente al volver a enamorarte, sobre todo
cuando ese amor no es conveniente y llega en un momento en el que no estás
preparada para asumirlo. Se deja llevar porque quiere y a la vez porque no
puede dejar de sentir, y descubre de su mano las leyendas de Toledo, a través
de las cuales la ciudad se convierte en protagonista también del relato.
Paralelamente
hay más historias que Eloy va insertando valiéndose de distintos puntos de
vista del narrador, que completan el mosaico. Destaca la de Marta, una
adolescente acosada en el instituto, pero también las pinceladas que dibujan la
de una anciana que sufre fines de semana infernales a causa del ruido que
provoca un local bajo su casa, y concejales corruptos, y opositores con
enchufe, y una tía enamorada de su vecino desde la adolescencia, y una amiga
que vive una aventura, y millonarios a costa del silencio cómplice de una
sociedad que, aún viendo lo que pasa, se mantiene silenciosa, sin protestar
apenas ante la avalancha de corrupción que nos rodea.
Creo
que es una novela recomendable cien por cien, preciosa en el lenguaje,
exquisita en el fondo, que enamora con cada palabra. Podría llenar esto de
spoilers, de frases que impactan, de reflexiones, pero me parece mucho más
motivador que lo descubráis por vuestra cuenta, de la mano del guía-escritor
que es Eloy.
Hay,
además, un plus en la novela: Toledo. Como he dicho, protagoniza la historia a
través de sus calles laberínticas y sus leyendas, y estoy segura de algo: al
lector le entrarán ganas de volver a verla, esta vez en primera persona. No
creo que tarde en incorporar a sus recursos turísticos una ruta por los lugares
mágicos que dibuja la novela, al modo de la que existe en Barcelona para La
sombra del viento o esa que recrea el Madrid de Alatriste.
Estuve
allí hace poco, en Toledo. He estado muchas veces en realidad, al fin y al
cabo, aunque de manchega no tenga nada, soy castellano-manchega, es la capital
de mi comunidad y esa fascinación que siempre ha ejercido en mí la trasladé a
mi novela, El medallón de la magia. En la primera parte sólo eran pinceladas de
la ciudad pero en la segunda, la novela que a medio redactar tengo pendiente,
es la protagonista. Por eso, porque la conozco y porque me documenté en su
momento, creo que he disfrutado aún más esos paseos por las calles que se
revuelven sobre sí mismas, primero con el guía y después con Marcos.
Os
invito, con el permiso de Eloy, a dejaros arrastrar por Toledo de manos de Lo
que encontré bajo el sofá.
Y a despertar.
Incorporo algo que me acaba de contar Eloy Moreno: en Toledo existe ya esa ruta que yo imaginaba para la ciudad y la novela. El 29 de noviembre a las siete de la tarde se inaugura la ruta organizada por Rutas de Toledo. Si llevas la novela, además de que te la firmará Eloy, podrás hacer la ruta nocturna gratis.
¡Qué suerte tenéis los que estáis cerca!