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lunes, 16 de mayo de 2016

EL REGALO DE ELOY MORENO



Sinopsis:

Un hombre aparca en un área de servicio su caro coche nuevo, un coche que acaba de comprar gracias a los ahorros de varios años, un coche que le roban delante de sus narices, y también su ordenador, y su móvil, y su ropa y... y no le queda otra opción que fiarse de un músico callejero para que le lleve con su vieja furgoneta a la comisaría más cercana. Una comisaría situada en un enigmático lugar llamado La Isla. Un lugar donde... todo es diferente.

Mis impresiones:

La novela de Eloy Moreno, El regalo, es diferente. No solo porque la manera elegida para contarla es poco convencional, sino porque durante toda la lectura tienes la sensación de que estás inmerso en un cuento, uno de esos con moraleja final, un cuento para pensar. Y claro que lo logra, no solo porque el texto está salpicado de frases que te hacen pararte a reflexionar -por más que la mayoría las hayas leído mil veces en otras partes- sino porque es una perfecta fábula de cómo nos movemos en este mundo en el que vivimos.

El protagonista del relato no tiene nombre. De hecho, creo que nadie tiene nombre en esta historia. Sabemos de ellos lo que son: un músico, un fotógrafo, un policía... pero jamás nos dice cómo se llaman porque en realidad no importa. Los personajes son reflejos de personas reales con las que nos cruzamos todos los días, personas que, poco a poco han ido perdiendo los sueños, dejándose arrastrar por este mundo en el que todo está medido y programado.

Lo son, pero les pasa algo que acaba cambiándolo todo.

Escribir una historia como esta, que empieza siendo un puzle de piezas sueltas que solo encajarán a medida que se llegue hasta el final me parece muy complejo, más si unimos ese pequeño detalle de no nombrar. Sé, por experiencia, que no ponerle nombre a los personajes dificulta la narración. No es fácil decir ella y que sepas a que ella se refiere en concreto, ni lograr que el texto se convierta en repetitivo si anulas de manera voluntaria el recurso de nombrar, pero Eloy Moreno lo hace y lo hace muy bien, impregnando además el texto de una prosa que es sencilla, pero que, por momentos, se vuelve hasta poética.

De esa que lleva mucho trabajo detrás.

El desconcierto del protagonista cuando llega a La Isla, el lugar ficcticio donde se desarrolla todo el relato, donde las cosas no funcionan igual que en ningún otro lugar, lo vives con él mientras lees y, al menos en mi caso, a veces se ha producido una cierta incomodidad ante tanta sacudida de conciencia. Una incomodidad derivada de nuestra propia comodidad, del lugar donde los instalamos y que nos decimos que es el mejor del mundo, pero que, como nos dice varias veces, es solo una excusa para no actuar.

Este libro es una fábula sobre perseguir los sueños. En este punto, y en algunos que relata vidas "normales" a mí me sacaba sonrisas porque yo he renunciado muchas veces, pero no en el sentido en el que lo hace el personaje, sino en todo lo contrario. He renunciado a la comodidad por tener presentes los sueños, a acumular cosas -y algunas experiencias- en favor de tener más tiempo para compartir con mis hijos. Muchas veces he pensado que quizá no estaba trazando un futuro seguro para mi jubilación, pero a cambio tengo un presente lleno de ellos y estamos construyendo momentos y recuerdos felices.

Recomiendo la novela. Para pensar, para disfrutar con un libro bien escrito y porque lo que nos dice, aunque lo sepamos, no bien mal recordarlo de vez en cuando.

viernes, 15 de noviembre de 2013

LO QUE ENCONTRÉ BAJO EL SOFÁ DE ELOY MORENO





Sinopsis:
¿Qué ocurre al mover un sofá? ¿Y al mover una vida? Quizás encuentres objetos -o personas- que ya habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida... o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo: "tenemos que hablar".

¿Y si movemos una sociedad? Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados gusanos para tan poca manzana. Pero también un lugar donde, al observarnos, descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.

Mis impresiones:

Una noche.

Es lo que me ha llevado la lectura de la segunda novela de Eloy Moreno. Sin darme apenas cuenta fueron pasando las horas y eran las cuatro de la madrugada cuando volví la última página que da por concluida la historia que contiene.

Leyendo la sinopsis es complicado hacerse una idea de la trama de la novela, pero es que, leyéndola, te das cuenta de que en esta historia, la trama es lo de menos. Lo realmente importante son los sentimientos, las reflexiones que se deslizan página tras página, la escritura de Eloy que creo que incluso supera la de su primera novela, aquella que encontré en mis vacaciones de abril de 2011 y que me atrapó. Leyendo Lo que encontré bajo el sofá confirmo que es un gran narrador, que sabe elegir las palabras exactas para construir frases impactantes. Unas apuntan al corazón y otras a la conciencia adormecida con la que nos movemos muchas veces.

La historia que sostiene la novela nos cuenta los días que pasa Alicia en Toledo, realizando una suplencia en un instituto. Lo que presume que serán cinco semanas de transición en su vida se acaban convirtiendo en un revulsivo, algo que la despierta del letargo en el que nos sume a todos el conformismo y la rutina. Alicia conoce a Marcos, un policía local que alardea de guardar secretos y ella misma acaba encerrada en uno propio con el que presumiblemente tendrá que convivir en resto de su vida. Alicia, a través de los paseos nocturnos con Marcos, descubre qué se siente al volver a enamorarte, sobre todo cuando ese amor no es conveniente y llega en un momento en el que no estás preparada para asumirlo. Se deja llevar porque quiere y a la vez porque no puede dejar de sentir, y descubre de su mano las leyendas de Toledo, a través de las cuales la ciudad se convierte en protagonista también del relato.

Paralelamente hay más historias que Eloy va insertando valiéndose de distintos puntos de vista del narrador, que completan el mosaico. Destaca la de Marta, una adolescente acosada en el instituto, pero también las pinceladas que dibujan la de una anciana que sufre fines de semana infernales a causa del ruido que provoca un local bajo su casa, y concejales corruptos, y opositores con enchufe, y una tía enamorada de su vecino desde la adolescencia, y una amiga que vive una aventura, y millonarios a costa del silencio cómplice de una sociedad que, aún viendo lo que pasa, se mantiene silenciosa, sin protestar apenas ante la avalancha de corrupción que nos rodea.

Creo que es una novela recomendable cien por cien, preciosa en el lenguaje, exquisita en el fondo, que enamora con cada palabra. Podría llenar esto de spoilers, de frases que impactan, de reflexiones, pero me parece mucho más motivador que lo descubráis por vuestra cuenta, de la mano del guía-escritor que es Eloy.

Hay, además, un plus en la novela: Toledo. Como he dicho, protagoniza la historia a través de sus calles laberínticas y sus leyendas, y estoy segura de algo: al lector le entrarán ganas de volver a verla, esta vez en primera persona. No creo que tarde en incorporar a sus recursos turísticos una ruta por los lugares mágicos que dibuja la novela, al modo de la que existe en Barcelona para La sombra del viento o esa que recrea el Madrid de Alatriste.

Estuve allí hace poco, en Toledo. He estado muchas veces en realidad, al fin y al cabo, aunque de manchega no tenga nada, soy castellano-manchega, es la capital de mi comunidad y esa fascinación que siempre ha ejercido en mí la trasladé a mi novela, El medallón de la magia. En la primera parte sólo eran pinceladas de la ciudad pero en la segunda, la novela que a medio redactar tengo pendiente, es la protagonista. Por eso, porque la conozco y porque me documenté en su momento, creo que he disfrutado aún más esos paseos por las calles que se revuelven sobre sí mismas, primero con el guía y después con Marcos.

Os invito, con el permiso de Eloy, a dejaros arrastrar por Toledo de manos de Lo que encontré bajo el sofá. 

Y a despertar.





Incorporo algo que me acaba de contar Eloy Moreno: en Toledo existe ya esa ruta que yo imaginaba para la ciudad y la novela. El 29 de noviembre a las siete de la tarde se inaugura la ruta organizada por Rutas de Toledo. Si llevas la novela, además de que te la firmará Eloy, podrás hacer la ruta nocturna gratis.
¡Qué suerte tenéis los que estáis cerca!


sábado, 17 de diciembre de 2011

¡YA TENEMOS GANADOR!

Esta mañana he sorteado el ejemplar de El bolígrafo de gel verde que os prometí. El ganador es GANADORA. Es Estela y tenía el número 9. El libro se va a Palencia. ¡Enhorabuena Estela!

Os dije que tenía que pensar cómo hacerlo. El caso es que sé que hay programas donde es muy sencillito obtener un ganador pero tenía un problema: los dos números que no participaban. Así que, ni cortas ni perezosas, Aitana y yo hemos organizado un sorteo de colegio, con papelitos agitados y su manita inocente. Testigos de la limpieza del evento: la cámara de vídeo y Álex.

Nos ha salido un vídeo un poco largo, no he querido cortar el momento de la preparación, cuando mi pequeña doblaba los números y los ponía en el bote de cristal. He intentado hacer que hablase pero, con lo que ella es, la cámara le ha despertado la vergüenza (o la envidia, confunde a veces los significados de estas dos palabras, a saber cuál habrá sentido esta mañana) y he tenido que sacarle las palabras a base de preguntas. Me hace gracia cómo habla, con su ceceo acrecentado ahora que se le han caído los dientes y quería que, ya que es la primera vez que os dejo verla, la escuchárais.

Después de una hora inútil tratando de subir el video y en vista de que se me resiste, os dejo el enlace donde lo podéis encontrar.

Aitana sorteando el libro. Voy, además, a ponerlo en Facebook por si alguien quiere verlo.

Lo dicho, felicidades a Estela a los demás, muchísimas gracias por participar y muchísimas más por ir dejando por ahí vuestros reflejos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

PRIMER SORTEO EN EL ESPEJO DE LA ENTRADA: EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE.

Hola todos.

Para celebrar el primer año de funcionamiento del blog (que no su primer año de vida), os traigo un sorteo que espero que os haga la misma ilusión que a mí.

Los que leísteis la entrada, La relación autor lector, sabréis que uno de los escritores que ha colaborado ha sido Eloy Moreno. Cuando le pedí que me diera su opinión, él me propuso sortear un ejemplar de su novela, El bolígrafo de gel verde, entre mis seguidores. La idea me encantó, sobre todo porque a quien gane le llegará el ejemplar DEDICADO por él. Como muchos de los que atravesáis el espejo venís de lejos, le pregunté si el sorteo podía ser INTERNACIONAL y... me dijo que sí. Eso supone que TODOS, viváis donde viváis, podéis conseguir la novela.




Las reglas del sorteo son sencillísimas:

1º- dejar un comentario en esta entrada, pidiendo vuestra participación. Si habéis leído el libro, podéis decir alguna palabra que según vosotros lo defina. Si no, lo que os sugiere.

2º- enviar un correo aquí, con vuestros datos. No hace falta una dirección postal, eso sólo se lo pediré al ganador. Es para que os pueda decir el número con el que participáis en el sorteo. Si no os funciona el enlace, podéis poneros en contacto conmigo a través de la página CONTACT@.

3º- hacerlo antes del 15 de diciembre, fecha en la que se cierra el concurso.


Para que sea todavía más sencillo no es necesario ser seguidor del blog, pero me haría ilusión que lo fuerais, la verdad...


El nombre del ganador se publicará el día 17 de diciembre en este blog y avisaré al ganador.


¿A qué estáis esperando? Creo que es una oportunidad fantástica de conocer esta novela, si es que todavía no lo has hecho.



Suerte!!!

martes, 22 de noviembre de 2011

LA RELACIÓN AUTOR-LECTOR.

Encontré mi libro de literatura del instituto el otro día y lo abrí. Lleva días rondándome en la cabeza una entrada, la relación que se establece entre el autor de un libro y el futuro lector, auspiciada por este nuevo mundo que han abierto las nuevas tecnologías. Obviamente, un libro en el que en la portada pone 3º de B.U.P. poco podía aportar al tema, pero me llamó la atención un pequeño título, el que le pongo a esta entrada.

Para los autores de mi libro de texto, Fernando Lázaro Carreter y Vicente Tusón, el autor y el lector no están en el mismo contexto. El autor busca al lector pero es este el que acepta o rehúsa libremente la comunicación. Me llamó la atención porque aunque es completamente cierto, hoy se ha dado un paso más. El canal de comunicación permanece abierto a través de la red, de modo que a veces el libro no acaba cuando se termina la última página, sino que continúa con preguntas que no sólo hace el lector, a veces incluso es el mismo autor el que busca ese diálogo con sus lectores que surge tras la lectura (o durante la misma) de la obra.

Este nuevo enfoque es interesante desde los dos puntos de vista. El lector resuelve dudas, pregunta directamente al escritor y este recibe, de primera mano, las impresiones del público a quien se dirige. Antes, entre autor y lector, había una figura intermedia: el crítico literario. Hoy en día, ese crítico es un lector común, que entiende el libro más desde las sensaciones que desde la técnica. Y esto, en realidad, es fantástico. Aporta nuevos enfoques que antes no estaban.

He querido preguntarles a varios autores sobre este tema, su experiencia o lo que les sugiere y esto es lo que ellos me han contado. Creo que abre un debate interesante y demuestra que, de alguna manera, estamos siendo testigos de cambios importantes en el panorama literario mundial. Los autores pertenecen a géneros completamente diferentes, porque este fenómeno no hace distinciones.

Debo decir que la entrada ha sido modificada, varios días después, para añadir la opinión de dos autores más. El tema es tan interesante que me parece que sus opiniones no deben quedarse en simples comentarios.

Aquí os dejo sus opiniones.


Enrique Osuna Vega, autor de El Eterno Olvido.



"Abres un libro y, sin saber cómo, caes hechizado en la historia. Disfrutas, sufres y te angustias con los personajes. Vives lo que ocurre como si estuvieras dentro. Pero cuando acabas la última página asumes con cierta melancolía que no volverás a saber de los personajes. ¿Te resignas a que solo te quede el recuerdo? Ahora, de una forma sencilla, puedes conversar con la persona que mejor conoce a esos personajes: el escritor, el único médium capaz de establecer una mágica comunicación con ellos ¿No es eso maravilloso?"



Eloy Moreno, autor de El bolígrafo de gel verde.

"Hasta ahora, el máximo contacto que podía tener un lector con un escritor consistía en asistir a una firma de libros y pasarle el ejemplar del mismo para que se lo dedicase; y si había suerte, hacerse una foto. Total, unos 30-40 segundos. Era un contacto frío y breve. Pero gracias a internet, y sobre todo a las redes sociales, todo esto está cambiando.

Cada vez que he acabado un libro de esos que te dejan huella, he pensado que me encantaría darle la enhorabuena al escritor, hablar con él, preguntarle determinadas dudas... pero claro, hasta ahora eso era prácticamente imposible. En cambio, hoy en día la tecnología nos permite hacerlo, por eso creé un perfil en Facebook, para poder conocer de primera mano las opiniones de los lectores, para poder charlar con ellos.
Este contacto siempre trae consecuencias muy positivas: los lectores pueden indagar y conocer curiosidades del proceso de creación de la novela, y el autor puede conocer distintos puntos de vista sobre la historia que ha escrito. Otra consecuencia es que si la novela gusta, el boca a oreja "digital" es mucho más rápido que el tradicional, y en poco tiempo las opiniones de los lectores pueden conseguir que el libro empiece a funcionar, son ellos quienes deciden.
En mi caso, he conseguido mantener una relación muy estrecha con todos los lectores, de hecho, en la última página de cada ejemplar escribí un agradecimiento a todos ellos. Siempre me han apoyado recomendando la novela, y yo siempre que puedo realizo acciones para compensarles por toda su ayuda.
Esta relación ha tenido momentos muy bonitos; por ejemplo, cuando realizamos el videotrailer de la novela, unos cuantos lectores me comentaron que la música no era la más adecuada y gracias a ellos la cambiamos y quedó mucho mejor. En otra ocasión realicé un concurso para que sus opiniones aparecieran impresas en la siguiente edición del libro.
Una de las últimas acciones que hemos hecho es un Club de Lectura a través del Facebook en el que se apuntaron más de 1600 lectores. Al finalizar el Club realizamos una quedada en la FNAC de Madrid que incluía una presentación y después irnos a tomar una cañas todos juntos. Para que luego digan que las redes sociales deshumanizan :)
En definitiva, hoy en día la relación lector-escritor debe ser mucho más directa y cercana, tenemos la tecnología y las herramientas para hacerlo; es algo que le debemos a toda la gente que nos apoya y nos lee."


Oscar R. Arteaga, autor de Nivaria.

"Bajo mi punto de vista, las nuevas tecnologías y el uso de la Redes Sociales ha cambiado todo el panorama literario dando lugar a una nueva generación de escritores que gracias a ellas logran darse a conocer aun sin contar con el respaldo de grandes editoriales y su potente maquinaria publicitaria. Creo que es una manera muy interesante de conectar con el lector y que fluya cierta comunicación entre ambos de manera constructiva y enriquecedora, es más, considero que todos estos medios hacen que el lector perciba las obras de los autores desde un prisma más emotivo sin limitarse a la mera adquisición de un ejemplar en cualquier librería viendo la foto de quien lo ha escrito. De hecho, muchos autores ya reconocidos se han ido incorporando a estas tecnologías buscando ese pulso entre un público ya consolidado tratando así de dar a conocer a la persona que hay detrás de la obra".


Noelia Amarillo, autora de Cuando la memoria olvida.



"Las redes sociales, blogs y foros, me permiten interactuar con mis lectores. Hablar con ell@s es la mejor arma con que cuento para seguir escribiendo día a día. El entusiasmo que muestran, sus consejos y sus chanzas bienintencionadas, son lo que me hace desear ser mejor y no defraudarles. Sus comentarios en mi muro, blogs y foros, y los mensajes por mail, son lo que me da fuerzas para seguir escribiendo. Por ellos y para ellos."




Emilio Casado Moreno, autor de Crónica Insignificante.

"Cuando terminé Crónica insignificante envié cuatro copias a cuatro editoriales y se la pasé, poco a poco, a mi círculo de amistades. En esas circunstancias la novela no hubiera pasado de los treinta o cuarenta lectores… a lo sumo cincuenta y en unos años. Lo más probable es que llevara ya varios meses en un cajón.

Pero, casualidades de la vida, descubrí los Blogs Literarios y el ubicuo Facebook. ¿He conseguido publicar? Pues de momento no, pero de cincuenta lectores Crónica insignificante he pasado a tener quinientos, o mil… o quién sabe cuántos y lo más importante, he conseguido retroalimentación a espuertas. Mediante estos cauces el lector contacta conmigo y yo con él, el lector se materializa como alguien que está aquí, a mi lado, explicándome las sensaciones que le ha provocado mi trabajo. Muy enriquecedor.

Lo dicho, publicar no publicaré, pero que me quiten lo bailado.

Solo una cosa negativa, el feedback continuo amenaza con detener la producción, así que cuando se trata de juntar palabras hay que procurar que Facebook esté todo lo lejos que sea posible."

Fernando Trujillo Sanz, autor de La biblia de los caídos.

 "Personalmente, creo que estamos solo al principio de esa interacción entre autor y lector. Estoy seguro de que en el futuro los libros electrónicos serán mucho más que la historia que cuentan (que es lo más importante de todo), incluiran una comunidad de lectura en torno al libro. Ahora el lector se puede relacionar con el escritor enviando un mail, pero en el futuro se hará a traves del propio libro. Y no solo podrá el lector hacer preguntas, también podrá ver qué preguntas hacen otros lectores y participar en debates, es decir, se ampliara la relación de autor-lector, como funciona ahora, a autor-lectores.
Los libros electrónicos, además, mostrarán cuánto lleva el autor escrito de su siguiente novela (algo especialemente útil si se trata de una saga), la fecha estimada de publicación y muchas otras cosas. Incluso avisarán mediante el lector de libros electrónicos de que la siguiente novela ya está disponible y descargará el inicio gratis.
Van a cambiar muchas cosa en el futuro. Lo iremos viendo con los años."

Megan Maxwell, autora de Las ranas también se enamoran.



"Cuando tienes la posibilidad de relacionarte a través de las redes con las personas que leen tus novelas, es fantástico. Gracias a las nuevas tecnologías puedes saber en décima de segundo si los personajes que has creado les llegaron al corazón o si su historia les enganchó. Pero sobre todo, puedes conocer a muchas de las personas que leen tu trabajo y comenzar una buena amistad. A mi me pasa diariamente y estoy muy contenta por ello."





Armando Rodera, autor de El color de la maldad y El enigma de los vencidos.

Es interesante el tema a debatir, y seguro que cada autor tiene su punto de vista. En mi caso he de decir que la relación con mis lectores tiene sólo unos pocos meses de vida, desde que me lancé este verano a la aventura digital con la publicación en Amazon y en mi propia web de mi novela “El color de la maldad”.

La inmediatez de Internet, y las infinitas posibilidades de las redes sociales han logrado lo que a muchos nos parecía una quimera no hace demasiado tiempo: llegar con nuestras obras a cualquier parte del mundo. Yo intenté aplicar mis pequeños conocimientos de marketing online para intentar que ese lanzamiento en ebook resultara lo más provechoso posible, pero los resultados superaron mis expectativas.

En pocas semanas me di cuenta que el libro se estaba empezando a vender bastante bien entre la población hispana de Estados Unidos, pero también en otros países americanos como México, Venezuela o El Salvador, aparte de España, claro. Y enseguida la comunicación autor-lector empezó a fluir en ambas direcciones. Yo había creado un grupo en Facebook para hablar sobre la novela, aparte de tener web, blog, mail y perfiles sociales abiertos para poder hablar con cualquier persona de cualquier lugar del mundo. Y las sorpresas comenzaron a sucederse.

Resulta algo desconcertante la primera vez que alguien opina sobre una obra tuya después de haberla leído. Es nuestra criatura, nuestro pequeño retoño, y nunca sabemos cómo va a ser recibido por el gran público. Yo he tenido la suerte de recibir muy buenos comentarios por parte de los lectores, tanto en público como en privado y he de decir que esa comunicación bidireccional es fundamental en estos tiempos que corremos.

Una de mis primeras lectoras me decía que no había podido parar de leer al llegar al último tercio de la narración, quedando muy sorprendida por el giro final. Otra me “acusaba” jocosamente de haberle provocado ojeras, ya que se había tirado hasta altas horas de la madrugada leyendo para poder saber el final del libro. Otro chico dijo algo parecido: había llegado hasta el 80% de la lectura en su Kindle y no pudo descansar ni un minuto más ni hacer cualquier otra cosa hasta que supo cómo acababa la historia.

He tenido situaciones curiosas. Por ejemplo en un foro en el que participo los usuarios me decían detalles que les habían gustado más o menos sobre esa obra, e incluso cosas que cambiarían. También lo comentábamos por mail, e incluso uno de ellos, sorprendido y curioso, me comentaba algunas cosas que yo le rebatía con mis propios argumentos sobre cómo había enfocado la historia, siempre desde el buen rollo. Él se sorprendía y me decía que nunca había podido hablar de ese modo con un autor sobre su obra, y que sólo por eso ya tenía ganado un lector para futuras novelas. Todos esos comentarios te hacen crecer como escritor y te pueden ayudar a mejorar tu novela, porque quizás tus lectores lo ven desde diferentes puntos de vista que quizás a ti se te han escapado. Con otros detalles no tienes por qué estar de acuerdo, claro, pero todo es enriquecedor. Luego tú, como escritor, puede utilizar todos esos comentarios para seguir mejorando poco a poco.

Incluso he llegado a debatir con los lectores de la obra sobre el posible casting que podríamos organizar si la novela fuera llevada al cine o la televisión, una experiencia muy divertida. O también sobre el booktrailer de la obra, las posibles portadas de esa novela y de la que acabo de publicar, y otros muchos detalles. Eso le genera al lector una sensación de implicación que es fundamental, sintiéndose importante en decisiones que quizás antes los autores no compartían con sus posibles lectores. A mí desde luego me ha parecido muy interesante y seguiré interactuando con mis lectores todo lo que pueda, innovando en la medida de mis posibilidades.

Internet me ha permitido ese trato directo con personas a ambos lados del Atlántico, y eso es algo impagable para nosotros. Personas que disfrutan, ríen, sueñan, sufren o se emocionan con nuestras obras, y que además pueden compartirlo con nosotros casi en tiempo real, mientras van leyendo la novela. Eso es algo increíble y que os recomiendo encarecidamente si todavía no lo habéis experimentado. Hubo una chica que me confesó que le encantaba la novela porque podía leerla arrebujada en su sofá, medio encogida por la tensión del momento, casi disfrutando de algo de miedo y temiendo que el sádico protagonista de mi novela policial apareciera en el umbral en cualquier momento. O ese otro mensaje de otra lectora que me permito copiar literalmente, para que entendáis lo que puedo uno sentir al leer estas cosas:

“Hola Armando. Antes de nada agradecerte tu amabilidad, y sobre todo tu cercanía a tus lectores. Decirte que he disfrutado muchísimo con tu novela, está bien escrita, te atrapa desde el principio, y cuenta con una trama muy atractiva. Finalizada de leer, una echa de menos a los protagonistas, que ya forman parte de alguna manera de tu vida (por así decirlo), por lo que espero que haya más en un futuro próximo. Apetece saber más de ellos. ¿Qué fue de ellos a partir de esos días que tanto les habrá marcado a todos ellos? En fin, que me tienes como lectora fiel. Espero poder leer pronto algo nuevo. Te deseo todo lo mejor, realmente te lo mereces. Un abrazo, querido escritor ;-) ”

Como podéis comprobar yo estoy encantado con la experiencia, es muy gratificante, y espero que con la nueva novela que acabo de lanzar a las procelosas aguas del mundo digital, mi opera prima “El enigma de los vencidos”, esto siga sucediendo. De hecho ya me ha ocurrido con una lectora mexicana que ha devorado la novela en dos días, haciéndome unas reflexiones en privado sobre la novela que no se me hubieran ocurrido ni en un millón de años.

Gracias de nuevo a Mayte por permitirnos contar nuestras historias en su mágico espacio abierto al mundo. Y un saludo a todos, lectores y escritores repartidos por todo el mundo.

* * *

Poco tengo que añadir a lo que han dicho ellos. Sólo insistir en lo que apuntaba Armando. Nuestros lectores vienen de cualquier parte del mundo donde entiendan castellano. Eso, algo inimaginable para autores que estaban empezando hace sólo cinco o seis años, hoy es una realidad.


¿Qué os parece a vosotros el tema? ¿Habéis vivido la experiencia de compartir una charla con el autor de algún libro que hayáis leído?

Muchas gracias a todos los autores que habéis colaborado en esta entrada. Por vuestro tiempo y, sobre todo, por vuestros libros.

miércoles, 4 de mayo de 2011

EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE. Eloy Moreno.

Hace tiempo que había oído (y leído) mucho sobre esta novela. Lo que encontraba, en cada eco que se producía en la red, era que se trataba de un autor que había decidido dar el paso de autoeditarse y, después de un tiempo, el cuento de hadas se había hecho realidad: una editorial se interesaba por la obra y en solo cuatro meses, nueve ediciones. En todas esas críticas, ni una sola vez, atisbé ni una palabra sobre el argumento de la novela que pudiera darme una pista de lo que iba. Ni me lo imaginé, porque el título desconcierta. Así que empecé a leer como deber empezarse todo libro: sin expectativas, sin prejuicios.

La novela, escrita en primera persona, narra un fragmento de la vida del protagonista, un hombre en plena crisis de los cuarenta, del que nunca sabemos el nombre que empieza reflexionando sobre caminos, aquellos que ha ido tomando y que, de alguna manera, le han conducido al lugar en el que se encuentra.... Le abruma haberse convertido en esa persona que se asoma cada mañana al otro lado del espejo, a la que a duras penas reconoce. Un día, un hecho absurdo, la desaparición de un bolígrafo verde de gel, lo cambia todo porque él convierte esa historia insignificante en importante.
Este libro me ha hecho pensar. Sin querer, de manera inconsciente, con el avance de la lectura vas haciendo paralelismos con tu propia experiencia. Me gustan las novelas como esta, que hurgan en las heridas, que las provocan incluso, las novelas peligrosas porque te hacen pararte a pensar en tu propia vida. (Ciorán)
Eloy Moreno distribuye el libro en cuatro partes, a las que titula por separado. La primera, Tesoro, es la más breve. El principio de su vida, de las circunstancias que sentaron las bases de la persona que es. La segunda, el bloque de la novela, se llama La Huida y está escrito a modo de diario. El personaje se deja arrastrar por los fantasmas que viven en su mente y construye una realidad que le da miedo, de la que planea escapar. No se para a pensar si es real o sólo es lo que quiere ver. A la tercera parte la ha llamado El despertar de la esperanza o la esperanza de despertar. Si de las otras partes he contado algo, de esta me niego. Descubridlo. A mí, personalmente, es la que más me ha gustado. Si con las otras era complicado abandonar el libro, en esta última parte del relato no he podido soltarlo. Es todo lo que voy a decir de este fragmento de la novela. La última parte, Ahora, es el epílogo, apenas dos páginas para cerrar el círculo.


MIS SENSACIONES

Siempre que abordo un libro me suelo quedar con lo que me aporta, más que con lo que cuenta. Reflexiono sobre lo que he aprendido de él o lo que me ha hecho disfrutar. Este libro, cuya prosa en muchos momentos es casi poesía, me lo pone difícil. Me ha gustado muchísimo. Las sensaciones que me deja son positivas, sacudidas a la conciencia, momentos de reflexión necesaria en esta sociedad tan acelerada, aunque no he podido empatizar demasiado con el protagonista. No sé si porque se trata de un personaje masculino, pudiera ser, aunque sospecho que se trata de otra cosa: mi vida es la antítesis de la suya.
El bolígrafo de gel verde me ha hecho pensar en el tiempo y en las decisiones. En la contraportada dice que si se quiere saber el argumento de la novela hay que mirarse la muñeca izquierda. Yo, con un esguince desde hace dos semanas y una muñequera por compañera, me miré la mano y quedé un tanto perpleja. Sonreí por lo estúpido del pensamiento. Hace años que no llevo reloj. Me oriento por el sol, por el ruido del patio, por el sonido de los cierres de las tiendas, por el timbre de la puerta, por la lavadora de la vecina... No llevo reloj, no sé cuándo me lo quité y lo abandoné. Después, una amiga polaca me dijo que en su tierra, si una persona no lleva reloj se dice que es feliz. Pues a lo mejor es cierto. A lo mejor ese gesto simple es lo que en mí ha ido marcando la diferencia, el abismo enorme que hay entre ese personaje atormentado y mi forma de enfrentarme al mundo.
Sabía desde el principio que iba a escribir sobre el libro así que tomé notas (con un boli verde, claramente). Al revisarlas me he dado cuenta de que no eran notas aprovechables para una reseña. Eran, más bien, reproches al protagonista, al recorrido que hace a finales de abril de 2002. Sinceramente, no era capaz de entenderle del todo. Al final, cuando llegué a las últimas páginas, me di cuenta de que, por otro camino, al final había llegado a la misma conclusión que yo, cuando hace ya unos años abandoné el mundo urbano para vivir entre pinos. Para Vivir, así, con mayúsculas.
Me ha hecho mucha gracia leer en los agradecimientos que su madre siempre lleva un libro suyo en el bolso para enseñarlo en cuanto puede... ¡Mi madre hace lo mismo! No sé si llevan genes de agente literario o es que el amor es el motor más poderoso. Para ellas dos, desde aquí, un beso enorme. Por creer en nosotros.
Mi recomendación: leedlo. No os vais a arrepentir.