Encontré mi libro de literatura del instituto el otro día y lo abrí. Lleva días rondándome en la cabeza una entrada, la relación que se establece entre el autor de un libro y el futuro lector, auspiciada por este nuevo mundo que han abierto las nuevas tecnologías. Obviamente, un libro en el que en la portada pone 3º de B.U.P. poco podía aportar al tema, pero me llamó la atención un pequeño título, el que le pongo a esta entrada.
Para los autores de mi libro de texto,
Fernando Lázaro Carreter y
Vicente Tusón, el autor y el lector no están en el mismo contexto. El autor busca al lector pero es este el que acepta o rehúsa libremente la comunicación. Me llamó la atención porque aunque es completamente cierto, hoy se ha dado un paso más. El canal de comunicación permanece abierto a través de la red, de modo que a veces el libro no acaba cuando se termina la última página, sino que continúa con preguntas que no sólo hace el lector, a veces incluso es el mismo autor el que busca ese diálogo con sus lectores que surge tras la lectura (o durante la misma) de la obra.
Este nuevo enfoque es interesante desde los dos puntos de vista. El lector resuelve dudas, pregunta directamente al escritor y este recibe, de primera mano, las impresiones del público a quien se dirige. Antes, entre autor y lector, había una figura intermedia: el crítico literario. Hoy en día, ese crítico es un lector común, que entiende el libro más desde las sensaciones que desde la técnica. Y esto, en realidad, es fantástico. Aporta nuevos enfoques que antes no estaban.
He querido preguntarles a varios autores sobre este tema, su experiencia o lo que les sugiere y esto es lo que ellos me han contado. Creo que abre un debate interesante y demuestra que, de alguna manera, estamos siendo testigos de cambios importantes en el panorama literario mundial. Los autores pertenecen a géneros completamente diferentes, porque este fenómeno no hace distinciones.
Debo decir que la entrada ha sido modificada, varios días después, para añadir la opinión de dos autores más. El tema es tan interesante que me parece que sus opiniones no deben quedarse en simples comentarios.
Aquí os dejo sus opiniones.
Enrique Osuna Vega, autor de El Eterno Olvido.
"Abres un libro y, sin saber cómo, caes hechizado en la historia. Disfrutas, sufres y te angustias con los personajes. Vives lo que ocurre como si estuvieras dentro. Pero cuando acabas la última página asumes con cierta melancolía que no volverás a saber de los personajes. ¿Te resignas a que solo te quede el recuerdo? Ahora, de una forma sencilla, puedes conversar con la persona que mejor conoce a esos personajes: el escritor, el único médium capaz de establecer una mágica comunicación con ellos ¿No es eso maravilloso?"
Eloy Moreno, autor de El bolígrafo de gel verde.
"Hasta ahora, el máximo contacto que podía tener un lector con un escritor consistía en asistir a una firma de libros y pasarle el ejemplar del mismo para que se lo dedicase; y si había suerte, hacerse una foto. Total, unos 30-40 segundos. Era un contacto frío y breve. Pero gracias a internet, y sobre todo a las redes sociales, todo esto está cambiando.
Cada vez que he acabado un libro de esos que te dejan huella, he pensado que me encantaría darle la enhorabuena al escritor, hablar con él, preguntarle determinadas dudas... pero claro, hasta ahora eso era prácticamente imposible. En cambio, hoy en día la tecnología nos permite hacerlo, por eso creé un perfil en Facebook, para poder conocer de primera mano las opiniones de los lectores, para poder charlar con ellos.
Este contacto siempre trae consecuencias muy positivas: los lectores pueden indagar y conocer curiosidades del proceso de creación de la novela, y el autor puede conocer distintos puntos de vista sobre la historia que ha escrito. Otra consecuencia es que si la novela gusta, el boca a oreja "digital" es mucho más rápido que el tradicional, y en poco tiempo las opiniones de los lectores pueden conseguir que el libro empiece a funcionar, son ellos quienes deciden.
En mi caso, he conseguido mantener una relación muy estrecha con todos los lectores, de hecho, en la última página de cada ejemplar escribí un agradecimiento a todos ellos. Siempre me han apoyado recomendando la novela, y yo siempre que puedo realizo acciones para compensarles por toda su ayuda.
Esta relación ha tenido momentos muy bonitos; por ejemplo, cuando realizamos el videotrailer de la novela, unos cuantos lectores me comentaron que la música no era la más adecuada y gracias a ellos la cambiamos y quedó mucho mejor. En otra ocasión realicé un concurso para que sus opiniones aparecieran impresas en la siguiente edición del libro.
Una de las últimas acciones que hemos hecho es un Club de Lectura a través del Facebook en el que se apuntaron más de 1600 lectores. Al finalizar el Club realizamos una quedada en la FNAC de Madrid que incluía una presentación y después irnos a tomar una cañas todos juntos. Para que luego digan que las redes sociales deshumanizan :)
En definitiva, hoy en día la relación lector-escritor debe ser mucho más directa y cercana, tenemos la tecnología y las herramientas para hacerlo; es algo que le debemos a toda la gente que nos apoya y nos lee."
Oscar R. Arteaga, autor de Nivaria.
"Bajo mi punto de vista, las nuevas tecnologías y el uso de la Redes Sociales ha cambiado todo el panorama literario dando lugar a una nueva generación de escritores que gracias a ellas logran darse a conocer aun sin contar con el respaldo de grandes editoriales y su potente maquinaria publicitaria. Creo que es una manera muy interesante de conectar con el lector y que fluya cierta comunicación entre ambos de manera constructiva y enriquecedora, es más, considero que todos estos medios hacen que el lector perciba las obras de los autores desde un prisma más emotivo sin limitarse a la mera adquisición de un ejemplar en cualquier librería viendo la foto de quien lo ha escrito. De hecho, muchos autores ya reconocidos se han ido incorporando a estas tecnologías buscando ese pulso entre un público ya consolidado tratando así de dar a conocer a la persona que hay detrás de la obra".
Noelia Amarillo, autora de Cuando la memoria olvida.
"Las redes sociales, blogs y foros, me permiten interactuar con mis lectores. Hablar con ell@s es la mejor arma con que cuento para seguir escribiendo día a día. El entusiasmo que muestran, sus consejos y sus chanzas bienintencionadas, son lo que me hace desear ser mejor y no defraudarles. Sus comentarios en mi muro, blogs y foros, y los mensajes por mail, son lo que me da fuerzas para seguir escribiendo. Por ellos y para ellos."
Emilio Casado Moreno, autor de Crónica Insignificante.
"Cuando terminé Crónica insignificante envié cuatro copias a cuatro editoriales y se la pasé, poco a poco, a mi círculo de amistades. En esas circunstancias la novela no hubiera pasado de los treinta o cuarenta lectores… a lo sumo cincuenta y en unos años. Lo más probable es que llevara ya varios meses en un cajón.
Pero, casualidades de la vida, descubrí los Blogs Literarios y el ubicuo Facebook. ¿He conseguido publicar? Pues de momento no, pero de cincuenta lectores Crónica insignificante he pasado a tener quinientos, o mil… o quién sabe cuántos y lo más importante, he conseguido retroalimentación a espuertas. Mediante estos cauces el lector contacta conmigo y yo con él, el lector se materializa como alguien que está aquí, a mi lado, explicándome las sensaciones que le ha provocado mi trabajo. Muy enriquecedor.
Lo dicho, publicar no publicaré, pero que me quiten lo bailado.
Solo una cosa negativa, el feedback continuo amenaza con detener la producción, así que cuando se trata de juntar palabras hay que procurar que Facebook esté todo lo lejos que sea posible."
Fernando Trujillo Sanz, autor de La biblia de los caídos.
"Personalmente, creo que estamos solo al principio de esa interacción entre autor y lector. Estoy seguro de que en el futuro los libros electrónicos serán mucho más que la historia que cuentan (que es lo más importante de todo), incluiran una comunidad de lectura en torno al libro. Ahora el lector se puede relacionar con el escritor enviando un mail, pero en el futuro se hará a traves del propio libro. Y no solo podrá el lector hacer preguntas, también podrá ver qué preguntas hacen otros lectores y participar en debates, es decir, se ampliara la relación de autor-lector, como funciona ahora, a autor-lectores.
Los libros electrónicos, además, mostrarán cuánto lleva el autor escrito de su siguiente novela (algo especialemente útil si se trata de una saga), la fecha estimada de publicación y muchas otras cosas. Incluso avisarán mediante el lector de libros electrónicos de que la siguiente novela ya está disponible y descargará el inicio gratis.
Van a cambiar muchas cosa en el futuro. Lo iremos viendo con los años."
Megan Maxwell, autora de Las ranas también se enamoran.
"Cuando tienes la posibilidad de relacionarte a través de las redes con las personas que leen tus novelas, es fantástico. Gracias a las nuevas tecnologías puedes saber en décima de segundo si los personajes que has creado les llegaron al corazón o si su historia les enganchó. Pero sobre todo, puedes conocer a muchas de las personas que leen tu trabajo y comenzar una buena amistad. A mi me pasa diariamente y estoy muy contenta por ello."
Armando Rodera, autor de El color de la maldad y El enigma de los vencidos.
Es interesante el tema a debatir, y seguro que cada autor tiene su punto de vista. En mi caso he de decir que la relación con mis lectores tiene sólo unos pocos meses de vida, desde que me lancé este verano a la aventura digital con la publicación en Amazon y en mi propia web de mi novela “El color de la maldad”.
La inmediatez de Internet, y las infinitas posibilidades de las redes sociales han logrado lo que a muchos nos parecía una quimera no hace demasiado tiempo: llegar con nuestras obras a cualquier parte del mundo. Yo intenté aplicar mis pequeños conocimientos de marketing online para intentar que ese lanzamiento en ebook resultara lo más provechoso posible, pero los resultados superaron mis expectativas.
En pocas semanas me di cuenta que el libro se estaba empezando a vender bastante bien entre la población hispana de Estados Unidos, pero también en otros países americanos como México, Venezuela o El Salvador, aparte de España, claro. Y enseguida la comunicación autor-lector empezó a fluir en ambas direcciones. Yo había creado un grupo en Facebook para hablar sobre la novela, aparte de tener web, blog, mail y perfiles sociales abiertos para poder hablar con cualquier persona de cualquier lugar del mundo. Y las sorpresas comenzaron a sucederse.
Resulta algo desconcertante la primera vez que alguien opina sobre una obra tuya después de haberla leído. Es nuestra criatura, nuestro pequeño retoño, y nunca sabemos cómo va a ser recibido por el gran público. Yo he tenido la suerte de recibir muy buenos comentarios por parte de los lectores, tanto en público como en privado y he de decir que esa comunicación bidireccional es fundamental en estos tiempos que corremos.
Una de mis primeras lectoras me decía que no había podido parar de leer al llegar al último tercio de la narración, quedando muy sorprendida por el giro final. Otra me “acusaba” jocosamente de haberle provocado ojeras, ya que se había tirado hasta altas horas de la madrugada leyendo para poder saber el final del libro. Otro chico dijo algo parecido: había llegado hasta el 80% de la lectura en su Kindle y no pudo descansar ni un minuto más ni hacer cualquier otra cosa hasta que supo cómo acababa la historia.
He tenido situaciones curiosas. Por ejemplo en un foro en el que participo los usuarios me decían detalles que les habían gustado más o menos sobre esa obra, e incluso cosas que cambiarían. También lo comentábamos por mail, e incluso uno de ellos, sorprendido y curioso, me comentaba algunas cosas que yo le rebatía con mis propios argumentos sobre cómo había enfocado la historia, siempre desde el buen rollo. Él se sorprendía y me decía que nunca había podido hablar de ese modo con un autor sobre su obra, y que sólo por eso ya tenía ganado un lector para futuras novelas. Todos esos comentarios te hacen crecer como escritor y te pueden ayudar a mejorar tu novela, porque quizás tus lectores lo ven desde diferentes puntos de vista que quizás a ti se te han escapado. Con otros detalles no tienes por qué estar de acuerdo, claro, pero todo es enriquecedor. Luego tú, como escritor, puede utilizar todos esos comentarios para seguir mejorando poco a poco.
Incluso he llegado a debatir con los lectores de la obra sobre el posible casting que podríamos organizar si la novela fuera llevada al cine o la televisión, una experiencia muy divertida. O también sobre el booktrailer de la obra, las posibles portadas de esa novela y de la que acabo de publicar, y otros muchos detalles. Eso le genera al lector una sensación de implicación que es fundamental, sintiéndose importante en decisiones que quizás antes los autores no compartían con sus posibles lectores. A mí desde luego me ha parecido muy interesante y seguiré interactuando con mis lectores todo lo que pueda, innovando en la medida de mis posibilidades.
Internet me ha permitido ese trato directo con personas a ambos lados del Atlántico, y eso es algo impagable para nosotros. Personas que disfrutan, ríen, sueñan, sufren o se emocionan con nuestras obras, y que además pueden compartirlo con nosotros casi en tiempo real, mientras van leyendo la novela. Eso es algo increíble y que os recomiendo encarecidamente si todavía no lo habéis experimentado. Hubo una chica que me confesó que le encantaba la novela porque podía leerla arrebujada en su sofá, medio encogida por la tensión del momento, casi disfrutando de algo de miedo y temiendo que el sádico protagonista de mi novela policial apareciera en el umbral en cualquier momento. O ese otro mensaje de otra lectora que me permito copiar literalmente, para que entendáis lo que puedo uno sentir al leer estas cosas:
“Hola Armando. Antes de nada agradecerte tu amabilidad, y sobre todo tu cercanía a tus lectores. Decirte que he disfrutado muchísimo con tu novela, está bien escrita, te atrapa desde el principio, y cuenta con una trama muy atractiva. Finalizada de leer, una echa de menos a los protagonistas, que ya forman parte de alguna manera de tu vida (por así decirlo), por lo que espero que haya más en un futuro próximo. Apetece saber más de ellos. ¿Qué fue de ellos a partir de esos días que tanto les habrá marcado a todos ellos? En fin, que me tienes como lectora fiel. Espero poder leer pronto algo nuevo. Te deseo todo lo mejor, realmente te lo mereces. Un abrazo, querido escritor ;-) ”
Como podéis comprobar yo estoy encantado con la experiencia, es muy gratificante, y espero que con la nueva novela que acabo de lanzar a las procelosas aguas del mundo digital, mi opera prima “El enigma de los vencidos”, esto siga sucediendo. De hecho ya me ha ocurrido con una lectora mexicana que ha devorado la novela en dos días, haciéndome unas reflexiones en privado sobre la novela que no se me hubieran ocurrido ni en un millón de años.
Gracias de nuevo a Mayte por permitirnos contar nuestras historias en su mágico espacio abierto al mundo. Y un saludo a todos, lectores y escritores repartidos por todo el mundo.
* * *
Poco tengo que añadir a lo que han dicho ellos. Sólo insistir en lo que apuntaba Armando. Nuestros lectores vienen de cualquier parte del mundo donde entiendan castellano. Eso, algo inimaginable para autores que estaban empezando hace sólo cinco o seis años, hoy es una realidad.
¿Qué os parece a vosotros el tema? ¿Habéis vivido la experiencia de compartir una charla con el autor de algún libro que hayáis leído?
Muchas gracias a todos los autores que habéis colaborado en esta entrada. Por vuestro tiempo y, sobre todo, por vuestros libros.