viernes, 3 de febrero de 2017

UN MONSTRUO VIENE A VERME DE PATRICK NESS



Sinopsis (extraída de Amazon):

Siete minutos después de la medianoche, Conor despierta y se encuentra un monstruo en la ventana. Pero no es el monstruo que él esperaba, el de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre empezó el arduo e incansable tratamiento. No, este monstruo es algo diferente, antiguo... Y quiere lo más peligroso de todo: la verdad.

Maliciosa, divertida y conmovedora, Un monstruo viene a verme nos habla de nuestra dificultad para aceptar la pérdida y de los lazos frágiles pero extraordinariamente poderosos que nos unen a la vida.

Mis impresiones:

Este libro no es mío, es un préstamo. Un regalo de otra persona que, al final, he leído yo primero. Supongo que como mucha gente, llegué a tener conciencia de él a través de la película de Bayona (película que no he visto, por cierto). Ha sido una lectura intensa, de esas que despiertan tantas emociones que yo, la que no llora con los libros, se ha descubierto con lagrimones por la cara, quizá porque todos alguna vez nos vemos en la tesitura de vencer al monstruo y no resulta complicado empatizar con Conor, el pequeño protagonista de la historia.

El libro que tengo en mis manos tiene un prólogo del director de cine, un prólogo bellísimo del que algunas frases danzaron mucho rato en mi cabeza.




Un monstruo viene a verme, además de una película, tiene otra historia a su alrededor, una que a mí me sorprendió porque tampoco conocía. Vale, lo pone en la portada, pero hasta que lo leí las palabras de Patrick Ness dentro, no fui consciente de a qué se refería. Esta novela está basada en una idea de otra autora, Siobhan Down, de la que tampoco sabía nada. Como se puede comprobar, mientras leía este libro casi todo era nuevo para mí. Siobhan murió cuando tenía los personajes, el inicio de la novela, pero no le dio tiempo a escribir la que habría sido la quinta de su historial. Patrick Ness recibió el encargo de completar esa novela, pero dudó, porque no sabía si estaría a la altura. No era cuestión de imitar su voz y no lo intentó: solo pensó en escribir algo que a ella le hubiera gustado leer.

(Aquí hago un inciso. Este verano escribí otra de esas novelas que siento impublicables y esto que os cuento me la devolvió a la mente, porque es casi la misma premisa.)

La historia de la novela es sencilla: un tejo, transformado en un árbol monstruoso que cobra vida, le va contando historias a un niño, que no está pasando por su mejor momento. Todas parecen incoherentes a ojos de Conor, historias en las que nada sucede de acuerdo a la lógica y que siempre le acaban enfadando. Sin embargo, a Conor el monstruo no parece darle tanto miedo como la pesadilla que lo persigue desde hace meses y busca refugio en él, es quien acaba convocando su presencia, quizá para no sentirse tan solo. Porque hay algo que le está haciendo crecer a marchas forzadas, su madre está enferma de cáncer y las cosas no pintan nada bien. Él se siente mal, no solo en casa, no solo por la relación que tiene con su abuela o con su padre, figuras por las que no siente tanto apego como por su madre, sino en el colegio, donde no soporta dos cosas: la lástima que demuestran, sobre todo los adultos, y el acoso de Harry y sus amigos.

Sin embargo, la aparente sencillez argumental de esta historia se vuelve de una profundidad emotiva por la manera de estar narrada. Conor no tiene miedo al monstruo que viene a verle cada noche a la misma hora, tiene miedo a su propia pesadilla, una pesadilla de la que no saldrá si no es afrontándola.

Un apunte solo: yo no veía una película mientras leía. Me pasa a veces, que hay libros que son tan visuales, que tienen tantos elementos en los que apoyar la imaginación que encuentro una secuencia de imágenes en mi mente lista para darle la forma de un film. Pues en este caso, no. Quiero ver la película de Bayona porque me resulta curioso cómo ha podido transmitir todo lo que transmiten (vale, me repito, pero llevo un rato pensando en un sinónimo y no me sale) los diálogos entre Conor y el tejo, o con su abuela, o con su madre. Quiero ver si es algo más que efectos especiales (creo que sí, por lo que me han contado).

Pero eso ya será dentro de unos años, cuando la pongan en la tele.

A mí lo de ir al cine me queda muy lejos.