viernes, 24 de febrero de 2012

SANT JORDI BLOGUERO EN KAYENA: NEGRO SOBRE BLANCO.

¡Qúe cabeza!

Me apunté en el blog de Kayena al Sant Jordi bloguero y se me había olvidado por completo que tenía que hacer una entrada con la sinopsis del libro con el que participo. Resulta complicado  porque el libro que intercambio con quien me toque es La arena del reloj. Escribir sobre mis libros me cuesta, os lo aseguro, mucho más que sobre los de los demás.


Sinopsis:

A veces la vida se complica tanto y en tan poco tiempo que necesitamos repasar lo vivido, para confirmar que, definitivamente, vivir merece la pena.

Escrita a dos voces, La arena del reloj pone el acento en las cosas importantes de la vida, en los pequeños detalles que configuran nuestra existencia. El tono narrativo, distinto para cada voz, seduce y arrastra al lector, de modo que resulta casi imposible abandonar el relato antes de terminarlo.

Este es un libro muy personal, absolutamente distinto en todo al anterior. Es un viaje interior, una despedida, la necesidad absoluta de asumir que somos mortales y que, la mayoría de las veces, nos preocupamos por lo accesorio.

Habla de amor, de vida y de muerte. Habla, en definitiva, de la vida misma.

Las bases están aquí, por si queréis apuntaros, pero os resumo que cada participante colabora con un libro y una rosa (que puede ser un dibujo, una postal,...) que intercambiará con quien le toque. El 16 de abril se harán los emparejamientos, para poder mandar los libros el 17 y que lleguen para celebrar el día del libro, el 23 de abril. Mejor vais al blog de Kayena que seguro que se explica mejor que yo... ¡Si es que estoy muy despistada! Esto de ponerse de parto (aunque la criaturilla sea de papel) es muy estresante.

NOTA IMPORTANTE: Me han comentado que yo no participaba con este libro, sino con El medallón de la magia. Es que hay días tontos en los que tengo la cabeza en cualquier lado. De todos modos, no importa, participo con cualquiera de los dos. Le preguntaré a quien le toque cuál es el que prefiere y solucionado.

Mil disculpas.