- Editorial: TAGUS
- Lengua: ESPAÑOL
- ISBN: 9788415623038
- Formato: EPUB
SINOPSIS (de Casa del Libro):
Un escritor maduro y solitario, al que hace tiempo que no le
llega la inspiración, conoce casualmente a una muchacha mucho más joven que él,
que acaba de perder a su novio en uno de los dos trágicos sucesos, casi
simultáneos, con los que se abre la novela. Sus destinos se unen para encontrar
una explicación a la muerte del muchacho, que la policía y la prensa han achacado,
tras cerrarse el caso, a un ajuste de cuentas por asuntos de drogas.
Mi opinión:
Durante
varios meses habréis visto la portada de este libro (la primera que tenía, no
la actual) en la parte derecha de la pantalla. Era porque siempre despertó mi
curiosidad y me propuse estrenar el kindle que me regalé este verano con él.
Recibido en casa el cacharrito nuevo, me puse en contacto con Félix para
decirle que por fin iba a ponerme con la novela. ¡Pues no! ¡No me dejó! ¿Será
posible? Me tuvo unos días con la intriga, preguntándome qué demonios pasaría
para que un autor no quisiera que me leyera su libro. Y no un autor cualquiera,
sino uno de los pocos que he conocido en persona a lo largo de los últimos
meses.
Al
final, me lo contó. El hombre de Grafeneck iba a ser publicada por Tagus, en
formato digital. Dejaba de ser uno de nosotros, de los autores independientes
que reculamos en su día en Amazon. Me contó que no quería que lo leyese todavía
porque se habían hecho algunas correcciones mínimas, supongo que esas cosillas
que se nos escapan a todos cuando nos autoeditamos, y prefería que leyera el
libro definitivo. Tuve que morderme la lengua, porque supe la noticia un pelín
antes que la mayoría, y os digo que me costó no ponerme a saltar de contenta.
Al
final todo llega y el día de leer esta novela llegó.
El
hombre de Grafeneck empieza en febrero del 39, cuando un granjero alemán pide
ayuda al mismo Adolf Hitler para que le ayude a deshacerse de un hijo deforme
que acaba de tener. La carta despierta
el interés de Vicktor Brack, miembro de las SS y se estudia eliminar a la
criatura, hecho que finalmente sucederá cuando tenga cinco meses, dando el
pistoletazo de salida a un programa muy cruel: el Aktion T-4. La muerte por
compasión. El inicio de todo lo que vendría después.
Félix
Jaime estructura el libro en dos acciones que van alternando capítulos. En unos
vamos viendo la historia de Lorenz, un miembro de las SS, albañil en el pasado,
al que el foco de la historia sigue para irnos contando las atrocidades que se
cometieron en Alemania incluso antes de que empezase la Segunda Guerra Mundial.
Grafeneck es el principio, una especie de ensayo para lo que vendría después.
El personaje de Lorenz va experimentando una evolución a lo largo del relato,
perdiendo por el camino la empatía con el ser humano que al principio sí que
tiene, cuando empieza a ser consciente de lo que las autoridades están
planificando.
La otra
historia, ambientada en el presente, sigue los pasos de Bernardo Soto y una
joven llamada Sandra Limonero, que acude a él para que la ayude a investigar la
muerte de su novio Roberto. Oficialmente el chico murió por un asunto de
drogas, pero Sandra sabe que eso no puede ser cierto y decide que si la policía
ha echado tierra sobre el asunto y no quiere seguir buscando, ella no lo
dejará. Quiere limpiar la memoria de su novio. Ahí, en la muerte de Roberto,
está la clave de la unión de estos dos relatos.
Fluctuando
entre ambos tiempos, yendo del pasado al presente, nos vamos metiendo, a medida
que avanza más la lectura, en esos dos mundos aparentemente diferentes. Durante
los hechos que se desarrollan en la Alemania nazi no se puede evitar sentir
perplejidad por el escaso valor que le daban a la vida, la crueldad que se
empleó no sólo para eliminar a todo aquel que no cumplía los patrones del
delirio de Hitler, sino también las brutalidades que fueron capaces de cometer
"investigando" los límites de la resistencia humana. Hay momentos en
los que los prisioneros de los campos de concentración se convierten en cobayas
humanas a las que se somete a situaciones extremas, para anotar las reacciones
y la capacidad de supervivencia. El éxito de cada hombre que es capaz de
sobrevivir a lo imposible es premiado con un tiro en la cabeza al terminar. Una
manera sencilla de asegurar el silencio sobre lo que estaba ocurriendo.
Los
personajes de la historia están muy bien caracterizados. Lorenz, como ya he
dicho, va evolucionando en crueldad, hasta el punto de que la única vida que le
importa es la suya y no le tiembla jamás el pulso cuando tiene que deshacerse
de alguien. Sandra es una chica decidida que logra finalmente averiguar la
razón verdadera de la muerte de su novio y de paso encuentra el amor de nuevo y
Bernardo, qué decir de él. Me ha encantado este personaje, con el que no puedes
dejar de reírte algunas veces con sus ocurrencias y su glotonería. Viene de una
historia dura, está bloqueado por ella, pero en este proceso de ayudar a Sandra
sus heridas empiezan a cicatrizar. Ya no es sólo que le interese ayudar a
Sandra para conseguir una buena historia para su siguiente novela, es que él
mismo ha experimentado un cambio.
Me
habían avisado de que en la novela hay tramos muy duros. Los hay. Supongo que
habrá a quien le impresionen mucho pero quizá es porque ya había leído sobre
ello y he podido afrontarlos sin demasiados problemas, o quizá mi hijo lleva
razón cuando me dice que no es tan duro leer como ver. Supongo que si algunas
de las cosas que aparecen lo hicieran en forma de imágenes, en una película por
ejemplo, serían de poner los pelos de punta. Con respecto a esto tengo que
decir que la novela me ha resultado muy cinematográfica.
Os
animo a que conozcáis la novela. No decepciona nada.