Me vuelvo débil y caigo siempre.
Pero es que, ¿cómo resistirse a esto? ¿Cómo tener en mis manos el libro de Armando Rodera y dejarlo de nuevo en la estantería? ¿Cómo se hace para devolver a su sitio El secreto del tío Óscar, de Fernando Trujillo Sanz cuando acabo de terminar Sal de mis sueños? ¿Cómo le digo que no a mi hijo cuando me pide con insistencia los libros de Blanca Miosi?
Pues de ninguna manera.
Se vienen a casa.
Estos libros son muy especiales para mí. Una palabra tecleada un domingo aburrido en google, una palabra que no tenía nada que ver con libros, "Florencia", me hizo descubrir un mundo nuevo, me hizo darme cuenta de que había un camino diferente al habitual para poner frente a los lectores mis libros. Con esa palabra descubrí a Armando y con una entrada de este blog él me descubrió a mí. Desde entonces he compartido las etapas por las que ha ido pasando hasta llegar hasta aquí a través de su blog y de él mismo; fue quien me "presentó" a Blanca Miosi en una magnífica entrevista que le hizo; por su perfil de Facebook acabé también tropezando con Fernando Trujillo; a través de él supe de la existencia de Amazon y sus posibilidades... A veces, la tontería más grande, te cambia la vida. Una palabra y se abrió una puerta a la que me asomé y que atravesé sin darme cuenta de lo que supondría en mi vida.
Lo peor es que todavía no he visitado ninguna feria del libro. Yo no sé qué pasará cuando vaya... a lo mejor me lo pienso y lo dejo para el año que viene.
Ahora que me doy cuenta, estos no son los únicos libros que han aterrizado en casa. También, por correo, llegó el otro día Ellas también viven. Relatos de mujer, de María del Pilar Muñoz Álamo. Este ha sido víctima de un secuestro y no he podido sino empezarlo. Cuando lo rescate, seguiré leyendo y prometo crónica detallada de las sensaciones de la lectura.
La foto que veis la he tomado prestada del blog de Pilar (no encuentro mi cámara...) ¡Muchas gracias!