Hace unos meses leí una novela de Fernando Trujillo Sanz, La biblia de los caídos. Al principio entré en ella con un montón de prejuicios, pensando que el tema no me interesaba. No era, en absoluto, lo que solía leer por entonces. Sin embargo, empecé la lectura y enseguida me convenció. Los libros no son sólo lo que cuentan sino, principalmente, cómo lo cuentan. Me convenció por su manera de narrar, por la construcción de unos personajes que, meses después, aún recuerdo (he reconocido a algunos en esta novela, un guiño que me ha parecido genial).
Cuando me enteré de la publicación de Sal de mis sueños, aparté algunos pendientes y me adentré en sus páginas. He tardado mucho más en encontrar un momento para hacer esta reseña que en leer el libro.
SINOPSIS (extraída de Amazon):
Debe de haber millones de chicos como yo. Me volvía loco una compañera del instituto, tenía mis diferencias con mi padre y, siendo sincero, los estudios no eran precisamente mi prioridad. Un escenario bastante típico para un adolescente.
Sin embargo, algo increíble me enseñó que estaba equivocado, que después de todo yo sí era especial, de un modo que no se puede explicar sin comenzar por la noche en que conocí a dos niñas gemelas que cambiaron mi vida para siempre. Aquella noche yo estaba desnudo, rodeado de gente en un museo.
Aunque parezca mentira, todo empezó en un sueño…
Este es el principio. Un muchacho, del que no sabremos el nombre, nos cuenta las extrañas circunstancias que rodean sus sueños. Los siente como experiencias muy reales porque, entre otras cosas, se encuentra siempre en ellos con dos pequeñas gemelas, que no pueden ser más diferentes, las cuales le irán proponiendo distintos juegos. Todo es extraño, real e irreal a la vez, y empieza a afectar a su mundo próximo, empieza a abrirle los ojos sobre su propia vida, de la que se da cuenta que apenas sabe nada.
El protagonista toma el hilo de la narración en primera persona, y nos describe su entorno familiar: su madre, una mujer muy sensible que vive escondiendo la mitad de su cuerpo, quemado en el pasado en un incendio; su padre, un rico empresario, perfecto marido y padre ejemplar, dueño de multitud de empresas, con el que tiene los típicos enfrentamientos adolescentes; su amigo Iván, nulo como él para el fútbol, con quien comparte todo su tiempo libre y Claudia, una chica de su instituto de la que está enamorado y que no le hace ni caso. Salvo por el detalle de los sueños, la vida de este muchacho no es diferente a la de otro cualquiera. Pero es que los sueños son muy extraños, muy intensos, tanto que a veces se trasladan a la realidad…
La novela se estructura en capítulos, seis sueños, en los que, poco a poco, el misterio que rodea a toda la historia se va desentrañando. El final, sinceramente, no me lo esperaba. Creo que eso ha sido una de las cosas que más me han gustado, el haberme sentido arrastrada por lo que me quería contar Fernando sin ser capaz de adivinar el siguiente paso. A menudo, en las novelas y en la vida, sé lo que va a suceder. Quizá es porque nos repetimos, quizá porque la intuición me funciona, o a lo mejor el pasarme la vida imaginando historias provoque que me anticipe a los hechos. Pude imaginar, pero ya cuando la lectura estaba casi concluida (muy poco antes de pasar la última página), lo que venía después, pero el autor lo ha hecho tan bien que sentí como si me hubiera dejado que la última pieza de un puzle que ha ido componiendo ante mis ojos la pusiera yo. Como si me cediera el honor de terminar su trabajo. La historia acaba... y no... pero eso, para quienes ya habéis leído a Nando, no es una sorpresa. De todos modos, la lectura de esta novela no requiere otra, es independiente en sí misma, pero te deja con la sensación de querer seguir sabiendo.
Yo siempre digo lo mismo: los libros son para leerlos, para descubrirlos, para sumergirse en sus páginas y disfrutar su lectura. Lo he hecho con este, disfrutarlo, sentir que no me apetecía tener que dejar de leer pero ya era tarde y tenía que ir pensando en dormir. Os lo recomiendo. Sin ninguna duda. Obtenerlo es tan fácil como pinchar en el enlace. La distancia entre el libro y vuestro ordenador es, simplemente, 0,89€.
Falta muy poco para el 16 de mayo. Entonces, Fernando Trujillo Sanz verá en papel una de sus novela, El secreto del tío Óscar. Esto no es un secreto, me lo voy a comprar. Si antes tenía ya ganas de leerlo, ahora los motivos se han multiplicado…