"Sí,
vale, está rico pero no es alta cocina, es más bien una hamburguesa. Fast
food."
Ante
una afirmación como esa, me asalta una pregunta (las preguntas son muy de
asaltarme a cualquier hora, incluso en este momento que estaba planchando y lo
he tenido que dejar para escribir). Me pregunto si Ferrán Adriá, antes de
deconstruir la tortilla de patata, no hizo cientos de tortillas de patata
desastrosas, o algunos miles de hamburguesas vomitivas. Supongo que sí, que
probaría, experimentaría y al final dio en el clavo y se convirtió en uno de
los cocineros más valorados del mundo mundial.
Pero me
asalta otra duda. ¿Todo el mundo es capaz de hacer bien una simple hamburguesa?
Creo que no, que algunas están para tirarlas al cubeto de basura más cercano,
porque o se han quedado cortos en los ingredientes o les han puesto tantos que
no hay por donde cogerlas.
Y tras
esta reflexión culinaria, recuerdo que este blog es de libros.
Es que
a veces hablo raro y hay que entenderme.