Nos gusta pensar que somos buenos o justos, y presumimos de ello hasta que soltamos el primer pero y nos desarmamos nosotros mismos el argumento.
Leo en Twitter que se valora las novelas tirando al alza, pero solo cuando el autor el pequeñito o publica con una editorial pequeña. Al parecer, esto de escribir un publicar es bastante duro, pero solo en el caso de que seas un autor pequeño. Muy pequeño. Si te lo has currado y accedes a algo más que una editorial de las de coedición o las que jamás distribuyen tu trabajo, ya no. Entonces ya no es tan duro y se puede ser menos "bondadoso". No te digo como te den un premio. La justicia se desmorona por completo, directamente no te lo mereces.
¿Es a mí a la única que esto le parece una perversión de la bondad? ¿Es menos valioso el trabajo de alguien que se ha expuesto a ser valorado entre muchos autores y haber conseguido publicarlo? ¿Siempre se le va a medir con un rasero diferente al de otros simplemente por haber seguido el camino más complicado y haber conseguido resultados?
Acabáramos... ese es el precio por hacer las cosas bien.
En mi pueblo, tiene un nombre feo un argumento como este.
Si se valora el trabajo, el esfuerzo, la dedicación, las horas, las ganas, el talento y mil cosas más, no entiendo por qué, cuando ese trabajo, esfuerzo, dedicación, horas, ganas talento y mil cosas más son reconocidas de antemano, como para que alguien se arriesgue a exponer dinero y recursos, se le rebaja el mérito unos grados con respecto a otros que no han logrado eso, porque, ya ves tú, no lo necesitan.
Me parece perverso.