Estos días estoy recibiendo en casa muchos más libros de los habituales. Leo mucho, pero no siempre compro los libros yo. Lo he dicho muchas veces, mi madre tiene una biblioteca que da para un par de vidas, y siempre que voy a verla me traigo alguno de sus libros (que siempre devuelvo puntualmente).
Sin embargo, últimamente han sido varios los libros que he adquirido en papel. El primero que llegó fue Recuerdos prestados de Cecelia Ahern. Estaba en uno de esos cajones que ponen en los supermercados, llenos de libros a los que bajan el precio para deshacerse de ellos. Siempre me paro ahí. Se me olvida enseguida si el objetivo que me hizo entrar en la tienda fue comprar unos yogures y hacerme con la provisión semanal de leche y huevos. Me quedo pegada a esos cajones y es raro que no rescate a algún ejemplar.
Otro de los libros que se han instalado ya en mis estanterías es el último premio de novela Círculo de Lectores. Me cuesta mucho elegir algo en la revista, cada vez que me la traen, porque suele estar llena de libros que tienen ventas espectaculares y como ya me he llevado varias decepciones con alguno de ellos, suelo mirarlos con cierto recelo. Por eso elegí la primera novela de Vicente Gramaje Trilla, Cuando leas esta carta. No sé qué tal estará, ya os lo contaré si me gusta, pero me anima que el jurado sea gente como tú y como yo.
Finalmente, se ha venido a vivir a mi casa el libro de Megan Maxwell, Las ranas también se enamoran. Ayer lo encontré en una librería y estuve mirándolo. Antes de que me diera tiempo a tomar la decisión de comprarlo, Alberto me lo quitó de las manos y se fue a pagarlo.
Por si no fuera bastante, hace unos días en Facebook me encontré con una oferta de Fernando Trujillo Sanz. A cualquiera que se lo pidiera, le regalaría el ebook de su primera novela, La biblia de los caidos. Ni corta ni perezosa me puse en contacto con él y enseguida tuve la novela en mi lector. Casi está terminada y tengo que deciros que me está encantando a pesar de que el tema me echaba un poco para atrás. No soy mucho de exorcismos, ni de películas de terror (me ponen nerviosa), pero el caso es que esta novela está escrita con mucho humor. Un par de personajes son muy divertidos y desdramatizan la situación. Le doy las gracias a Fernando porque estoy disfrutando mucho su libro.
El siguiente libro que pienso leer es El eterno olvido, de Enrique Osuna, otro autor que ha tenido la amabilidad de proporcionarme su novela para que la lea. Tengo que pedir disculpas si voy más despacio con las lecturas digitales, pero es que no tengo un ebook sino una tablet y con la retroiluminación me canso enseguida.
¿Habéis leído alguno de ellos? ¿Qué os parecieron?