Aunque no diga nada, o lo que diga tenga más huecos que la poesía de José Ángel Valente, donde hay que rellenar los silencios desde la inteligencia del lector. Se echa de menos porque significa trato humano.
Cuando no hay respuesta, ni siquiera un bien lleno de silencios, te puedes imaginar las respuestas que quieras y una conversación más ruidosa.
-Hola, ¿qué tal hoy?
-Bien, pero ¿sabes? He ido a lavar el coche, la maquina se ha vuelto loca y he regresado como una sopa a casa.
(Risas)
-¿Y tú?
-He comprado comida para Ulises y he estado dibujando. Creo que ahora quiero ser dibujante.
-Deberías estar escribiendo esa historia que me contaste.
-Necesito libros que no tengo para documentarme. Mientras los localizo, voy a seguir con mis dibujos. ¿Te lo enseño?
-Vale.
Y seguirían las risas, porque esto no es dibujar ni es nada, pero entretiene un montón. Y hablaríamos de escribir más y de procrastinar menos, pero sin aplicarnos el cuento.¿Qué tal ha sido tu día hoy?
Qué importante es tener a quién preguntarle y, si no lo tienes, imaginación para escribir la escena. Aunque... Escribir es vivir también.
O eso dicen.
Me sirve.
Me tiene que servir porque eso es lo que queda.