¿Quién no recuerda aquella novela que en su más tierna infancia le descubrió el fantástico mundo de los libros? Supongo que aquellos que tuvieron la suerte de experimentar algo así no han podido olvidarlo. Mis libros de cabecera en la infancia fueron las novelas de Enid Blyton, las aventuras de cuatro chicos y un perro en la Inglaterra de mediados del siglo XX. Los paisajes verdes, las comidas imposibles, el mar, los contrabandistas, los pasadizos secretos... no había nada de eso en mi mundo más inmediato, pero me encantaba imaginar cómo sería todo. Sólo tenía que cerrar los ojos y colorear mentalmente ese mundo lejano. A mi antojo. Éste fue uno de los primeros libros de los que tengo recuerdos:
Supongo que no soy una excepción. Cuando yo era pequeña no había la avalancha de libros que se publican hoy en día, así que muchos nos hicimos lectores con las aventuras de esta pandilla y los comic de Don Mickey y Asterix.
Mi hijo mayor empezó a leer muy pronto, tanto que casi nadie le creía cuando afirmaba muy serio que se estaba leyendo su primer libro "gordo". Casi a la vez conocimos a un personaje del que nos enamoramos los dos, hasta el punto de compartir la ansiedad por la llegada de otra entrega de la saga. Como yo soy capaz de leer en inglés me enteraba antes que él de lo que pasaba y más de una vez he tenido que guardar meses secretos literarios para que él los descubriera por su cuenta. Esta es la portada del primer libro que él leyó:
Buen comienzo, ¿verdad?
Mi niña pequeña también empezó a leer pronto, pero todavía no ha logrado el reto de su primera novela. Está empezando uno de los libros más mágicos que conozco,
Matilda.
Aunque su primer, primer libro, chiquitito como ella fue
Lidia y yo ponemos la mesa de Dimiter Inkiow, le encantaron
Cuando la Tierra se olvidó de girar, de Fina Casaderrey,
El Ladrón de salchichón de Luisa Villar Liébana y, por supuesto,
Se vende mamá, de Care Santos.
¿Y vosotros? ¿Cuáles fueron vuestras primeras lecturas?