Sinopsis:
Julia, fotógrafa
obsesionada por los chicos jóvenes y la cultura china; Helen, profesora de
ideología feminista a la cual traicionan deseos inconfesables; Chantal, editora
de una revista de moda y con tendencia a dejarse seducir por nuevas
experiencias; y Philippa, escritora en ciernes que oculta su lesbianismo y su
pasión por los juegos sadomasoquistas. Cuatro amigas australianas que se reúnen
en sus casas, en cafeterías y restaurantes para contarse sus opiniones sobre
los hombres, las conquistas amorosas, los escarceos eróticos y sus fantasías
sexuales.
Un libro imprescindible para saber de qué hablan realmente las mujeres... cuando hablan de hombres.
Un libro imprescindible para saber de qué hablan realmente las mujeres... cuando hablan de hombres.
Mis impresiones:
No
suelo leer novela erótica. No es un género que me llame especialmente la
atención, de hecho, quienes me conocen saben que a las páginas
"eróticas" de las novelas románticas que ocasionalmente leo, suelo
llamarlas "PG", páginas pegote,
porque me parece que la mayoría de las veces no aportan demasiado a la trama y
se repiten sospechosamente. Creo que se añaden a las novelas para acercarlas a
un determinado sector del público que se siente atraído por este tipo de
literatura.
Una de
las sagas en las que más me molestó la introducción de este tipo de escenas fue
Los hijos de la Tierra, de J.M.
Auel, porque considero que deslucen el resultado final de la obra, la alargan
innecesariamente (ya es larga en sí misma) y aunque logran que sea leída por
más gente, no sé si habrá otro tipo de lector que sin ellas también podría
disfrutar del resto de datos que contienen, que aproximan a nuestros ojos un
período de la Historia que a mí me parece fascinante: el momento en el que dos
especies están pujando por la supervivencia en el planeta. De hecho, hace años
mantuve una conversación sobre este tema, con alguien que había desistido en la
lectura de estos libros precisamente por esto.
Quizá
esa sea la razón por la que no tenía previsto leer Cómeme.
Aunque
la tenía en casa.
Sin
embargo, un sábado que hacía mucho frío, volví la vista hacia la estantería y
me quedé mirando la portada. Me levanté de la silla, agarré el libro, cogí una
manta y un café y empecé a leer.
Antes,
sin embargo, me advirtieron: no te
asustes cuando empieces. ¡Menos mal! Las primeras páginas me tuvieron
desconcertada. La escena en un supermercado es de alto voltaje y por más que me empeñaba, mi cerebro me gritaba que
era completamente inverosímil lo que
me estaba contando. Hasta que entendí el porqué. Philippa, una de las cuatro
protagonistas de la novela, es escritora
y está mostrándoles a sus tres amigas, Chantal, Helen y Julia, el relato erótico que acaba de terminar. En realidad la novela todavía no
había empezado…
A
partir de ese momento, el libro se
suaviza, empieza a desarrollar una trama que se asemeja a la de cualquier
novela que hayas podido leer antes, pero insertando en ella pasajes en los que
los encuentros y las fantasías sexuales de las protagonistas son narrados con
un tono, un vocabulario y un pulso literario que no me había
encontrado hasta ahora en esas "PG". Quiero decir que el lenguaje que utiliza no cae en la
vulgaridad. Tampoco es cursi,
logra un equilibrio que dota de
solvencia a la novela, y que se refuerza con una trama de enredo en la que
tiene mucho que ver un joven músico, Jake. Linda Jaivin no se queda en la
superficie, araña en la psicología de estas mujeres y hace que reflexionen, por lo que en algunos
momentos el contenido erótico de Cómeme
pasa a un segundo plano.
La
historia tiene momentos de flash back,
las protagonistas recuerdan encuentros que han marcado su vida e incluso me han
sacado más de una sonrisa porque,
entre ellos, se cuelan momentos de dispersión
mental y hasta un gato que está por allí molestando. Cuando la autora se
entretiene modelando un relato, de los que escribe Philippa, me divierte cómo
va corrigiéndose a sí misma (¿cómo van a
sonar unos tacones si hay una alfombra?).
El doble juego de Jake y una carta enviada con
mucha prisa a un destinatario equivocado, ponen el toque de humor que empuja a
querer saber qué pasa al final. Cuando éste llega, la novela da un giro y te
vuelve a sorprender porque nada es lo que parecía hasta entonces.
Lo que
menos me ha gustado han sido las distintas posiciones del narrador para contar
lo mismo, desde el punto de vista de cualquiera de ellas y del amante
ocasional, o incluso la intromisión de un personaje que se hace con el mando en
un momento y cuenta él mismo el final de la historia… que no resulta ser el
final. Ahí el desconcierto como lectora me hizo preguntarme si yo, acostumbrada
a leer de todo (me refiero a literatura de hoy y de otro tiempo) me perdía,
quizá alguien que no lee tanto puede sentir la necesidad de abandonar el libro
antes de concluirlo.
La
novela está estructurada en trece
capítulos, la mayoría de los cuales tienen títulos relacionados con la comida, pero no todos ellos. No me di
cuenta hasta el final, y creo que hubiera sido más efectivo, y más acorde con
el título, que lo fueran todos, pero eso es una cuestión personal mía.
Hay
algo en la sinopsis con lo que no estoy demasiado de acuerdo. Yo voy todos los
días a tomar café con unas amigas y aunque a veces la conversación gira en
torno al sexo todavía está por la primera vez que nos contemos una fantasía
erótica. No sé si es que no es muy normal hacerlo… o es que tengo que cambiar
de amigas… Creo que no, que no las cambio.
Desde
luego, Cómeme, no tiene nada que ver con
los libros que en estos días invaden las estanterías de las librerías.
Supongo que es bastante menos comercial, además de que se trata de una novela
de los años 90 (la preocupación por el contagio del SIDA aparece varias veces),
pero por lo poco que he leído de los otros (alguna página suelta) prefiero
definitivamente esta. Aunque, en realidad, no tengo base para comparar. Cuando
lea más novelas eróticas, podré saber si esta es buena de verdad, o no.
Entretenida sí que es.
Dicen
por ahí que recuerda a Sexo en Nueva York, pero más subido de tono. Pues como
no he visto ni un solo capítulo de la serie, tampoco puedo opinar…
¿La
conocéis?