Seguro que alguna vez habéis visto en el lateral derecho de este blog una lista de blogs de los que soy asidua. Uno de ellos es para mí muy especial, puesto que se trata del blog de mi hijo mayor. Le puso un título que tenía que ver con el deporte que practicó desde los 7 años, el taekowndo. Se llama Pie, puño, camino. Ahora él practica otros deportes en los que sale menos magullado (tenis y fútbol) pero le encanta recordar esa etapa y no ha pensado cambiar el nombre del blog, por más que todavía no tenga clara cuál es la temática de su espacio. Él va dando pasitos, contando lo que se le ocurre y, sobre todo, practicando el tema de la composición de textos sencillos, que fue por lo que le animé a crearse un blog. Si algo he constatado en mi tiempo como docente es que cada vez se escribe menos y peor. Y eso no sólo repercute en la nota de lengua. ¿Cómo explicar qué es la célula si no sé ni siquiera poner una coma en su sitio para no cambiar el sentido de todo? Y no digamos si se trata de desarrollar un tema de historia... Y a escribir se aprende escribiendo.
El otro día Álex vino a contarme que alguien le había puesto un comentario ofensivo en el blog. Sabía que había sido una chica, la amiga de una de sus amigas, que además consiguió su correo y se dedicó a insultarle. ¿El motivo? Álex tiene un blog y eso, según esta maga del lenguaje, que se olvida de la mitad de las letras (y no entremos en conectores del discurso ni tecnicismos que no conoce de nada) eso le convierte en un deprimido.
Esta niña considera que los que tenemos un blog, sin excepciones, sufrimos todos una enorme depresión que nos mantiene enganchados al ordenador, ya que no tenemos ni la más mínima capacidad para engancharnos al mundo real. Le he explicado a mi hijo que eso no es cierto. Ella misma ha usado un ordenador para ponerse en contacto con él. Sin embargo, hay una diferencia: él usa estas herramientas para aprender y para crecer como persona. Y la calle para jugar, todos los días del año. Ella, por su parte, lo usa para insultar y sólo ha aprendido a escribir con faltas de ortografía y mucha, mucha, falta de educación.
Y vosotros, ¿os sentís deprimidos? Yo, desde luego, no.
Creo que conozco ese blog de pasada, por haber leido cosas cosas en el sobre japon. ^^
ResponderEliminarPues yo diría que esa chica está rabiosa. Por qué? No lo sé. Quizás siente envidia, quizás se ha llevado al blog algo que le ha pasado en la vida real.
En cualquier caso, un blog es contar lo que te da la gana; algunos post son realmente liberadores y duemuestran que sus autores son humanos llenos de dudas y amorosamente sensibles.
Vamos por la vida haciendonos los fuertes y en realidad no lo somos tanto.
Preciosa entrada, muchos animos para tu hijo!
Un abrazo de oso amoroso! ^^
Ah, pues no. Confundí su blog con el de otro chico.
ResponderEliminarPero sus entradas son muy tiernas. Espero que no le de mayor importancia a la niña esa y siga escribiendo con las mismas ganas.
Un abrazo!
Por supuesto que no!!!
ResponderEliminarOjalá que haga caso omiso de los comentarios envidiosos y sin sentido y que se anime a seguir escribiendo y publicando entradas.
Toda mi buena vibra desde aquí.
Saludos!!!
Sí, a mí me deprime profundamente que exista están casos como el de esta niña... y de forma generalizada. Es una pena.
ResponderEliminarUn abrazo!
La verdad es que, de momento, tengo suerte porque me lo ha contado. De hecho yo estaba mirando con él la pantalla del ordenador cuando esta muchacha se dedicó a seguir con los insultos en MSN. Pienso mucho en esos niños que no se atreven a hablar y les acaba pasando cualquier cosa.
ResponderEliminarEspero que esto sirva, por lo menos, para que sepa que puede confiar en mí. Siempre.
Me alegra mucho que tu hijo te lo contara... si quiere escribir, que escriba. Digo como por ahí arriba. Es una manera de desahogo y ¿por qué no? también sirve como terapia contra la depresión.
ResponderEliminarAlgunas veces (lo digo por mí) es fácil entrar en la montaña rusa de la depresión... de la tristeza, y ahora con tanto para más despresión hay. Lo difícil es salir, es levantarse y decir: Quiero acabar con este estado que no me lleva a nada bueno.
Me encanta esta entrada Mayte.
Suerte a tu hijo y un besito de mi parte.