Cuando un dolor se cronifica y nadie encuentra ni la razón ni un remedio para que en algunos momentos baje la intensidad, tú te caes. Es inevitable. Al principio lo hablas, buscas apoyo, ayuda, respuestas, pero después empiezas a guardarlo porque asumes que no tiene remedio, que va a ser así hasta que te mueras.
O hasta que llegue otro médico y te haga caso.
De verdad, pensaba que la nueva doctora me ayudaría, parecía que al principio se mostraba interesada por solventarlo, pero ha sido un espejismo. A la primera me ha derivado a un especialista en el que ya he estado y al que no tengo nada nuevo que contar, porque no hay cambios y él tampoco sabía qué me pasa.
Volverán a decir que es ansiedad, y la verdad es que la hay, porque cuando nadie encuentra un porqué, tu cuerpo reacciona de ese modo. Y se altera más. A lo mejor el remedio es que me inflen a ansiolíticos que no quiero tomar, y que pase el resto de la vida medio zombie.
No tengo ya ganas ni de levantarme por las mañanas. Por más que me esfuerzo y busco la motivación, al rato se me cae y vuelvo a preguntarme si esto es vida.
Perdón por el desahogo, pero en la vida no todo son libros.
Hola Maite, siento mucho por lo que estas pasando y que los que te tienen que ayudar se pasen la bola de unos a otros, tengo una amiga que tiene Frimomialgia y encima Covi persistente y se lo mal que lo pasa, te han mirado si tienes algo de eso?, mucho animo Maite.
ResponderEliminarBesos.
Perdón, Fribromialgia.
ResponderEliminarMe ha costado la misma vida que me hagan unos simples análisis.
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