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lunes, 29 de abril de 2013

¿EXISTES? ENEMIGOS EN UNA GUERRA QUE NOS UNIÓ DE IVÁN HERNÁNDEZ



Sinopsis:

En un futuro cercano las encuestas de opinión serán de vital importancia. Tanto, que incluso decidirán los exterminios étnicos. Todas las personas será aptas para participar en la toma de decisiones... excepto las imperfectas. Edel Doowan es una de ellas. A pesar de ser hija de un importante coronel, su vida de niña rica en Dubai se resiente cuando, al cumplir los 17 años, descubre que la realidad no es tal y como se la cuentan.

Intriga, misterios, acción y amor, mucho amor, esperan a Edel en esta aventura cibernética, en la que dará con la respuesta correcta a la pregunta:

«¿Existes?»

Mis impresiones:

Leer a Iván es un placer. Siempre plantea historias de esas que te obligan a seguir leyendo por dos razones: el interés que suscitan en ti y la manera que tiene de contarlas. Cuando acabé La protegidaWittman me costó mucho encontrar un libro que me dejase tan buenas sensaciones, estuve vagando por las páginas de media docena hasta dar con uno interesante, así que cuando leído este me volví a plantear una nueva lectura jugué a lo seguro: volví a él.

En ¿Existes? Iván plantea una distopía, un mundo dentro del nuestro en el que han cambiado las normas que, normalmente, rigen nuestra sociedad. Edel Doowan, de 17 años, es la protagonista, la hija de un militar que no se siente cómoda con el mundo perfecto en el que ha crecido, tal vez porque ella misma es una anomalía dentro del sistema. No es perfecta, ha nacido del amor que un día se tuvieron sus padres y no de una inseminación artificial que señalase el embrión del que venía como el ideal. Tiene problemas para controlar su peso y tampoco es guapa.

Edel, con quien más se relaciona es con Marjorie, un androide, tal vez porque su familia está rota debido al alcoholismo de su madre y a la nula empatía con su padre, que la controla a través de una pulsera ACC (descubrid qué significa). Es feliz entre ordenadores viejos, tratando de hacer que funcionen las reliquias de otro tiempo que se ha evaporado. Porque aunque nunca se mencione el momento temporal, esta historia transcurre en un futuro que tampoco parece demasiado lejano. Es la única que sigue asistiendo al instituto, donde ya no hay alumnos ni profesores, pero que se mantiene abierto porque las autoridades se comprometieron a que así siguiera mientras uno solo de los alumnos quisiera asistir a las clases (por cierto, impartidas con un profesor virtual). Edel, desde ahí, nos va mostrando su rebeldía. Ella sola mantiene en funcionamiento un colegio vacío, silencioso, y lo hace porque aún cree que las cosas pueden cambiar y sueña con el día en el que esos pasillos se llenen de risas y de adolescentes como ella.

El día de su cumpleaños, su padre le regala un ordenador descatalogado, un Hangar del 52, y Edel hace que funcione una antigua aplicación para comunicarse a través de mensajes de texto (¿os suena?). Logrará así, por casualidad, contactar con Alexander, un líder de la resistencia, representante de los imperfectos que está luchando porque ese mundo anterior al que devastan las neo personas no desaparezca y no se cansa de buscar a alguien que quizá no existe.

Iván aprovecha la excusa que le brinda esta historia para reflexionar sobre el contraste entre dos mundos muy próximos, que en la actualidad comparten espacio incluso en una misma ciudad. Uno es ese en el que el dinero y el poder han eliminado cualquier rastro de miseria (y por qué no, gran parte de humanidad) y otro ese en el que se lucha por la supervivencia día a día, barrios marginales en los que las carencias más absolutas de lo básico nos gritan fuerte en cuanto posamos la vista sobre ellos.

No cuento más, siempre hay que dejar que el lector se sumerja en las historias y las descubra por sí mismo (no quiero describiros lo que más me ha gustado de la novela), pero sí quiero hacer hincapié en un aspecto de la lectura que a nadie se le va a escapar. Iván, a lo largo de esta novela corta, va reflexionando sobre el rumbo que están tomando nuestras vidas, hacia donde nos lleva esta dependencia de la tecnología y, sobre todo, se pregunta dónde llegaremos si dejamos de luchar por las cosas en las que creemos, si dejamos que nos gobiernen y nos controlen sin oponer ninguna resistencia.

La novela se me ha hecho corta y no porque lo sea. Creo que tiene una manera de construir historias adictivas en las que quieres dejarte llevar y que se acaben tan pronto sólo lo compensa el hecho de que todavía me quedan más novelas aliadas que descubrir.

¿Os animáis?

lunes, 1 de abril de 2013

LA PROTEGIDA WITTMAN DE IVÁN HERNÁNDEZ




Sinopsis:

«La protegida Wittman»(El Futuro No Tiene Aliados - Libro 1) narra los increíbles y mágicos sucesos que giran en torno a Minerva, una joven de 20 años que fue despojada de sus recuerdos y su niñez de la manera más sobrecogedora, pero que todavía conserva una inteligencia superior, muchas preguntas sin respuesta y un colgante poderoso que prometió no utilizar jamás, heredado de su abuelo fallecido.

Las aventuras de Minerva te transportarán desde una recóndita isla del océano Índico al lujo de Leven Hall, una mansión victoriana situada en la actual Cumbria (Reino Unido). Allí, Minerva convivirá junto a la señora Wittman, una anciana rica, fría y distante, dueña de Xecoline Wittman, una compañía farmacéutica en horas bajas. Su único propósito será explotar el talento de Minerva, su protegida, para conseguir sintetizar un medicamento capaz de erradicar una enfermedad terrible que está desolando Sudáfrica, con el objetivo principal de sacar a la empresa del bache financiero que está atravesando en esos momentos.

La señora Wittman no estará sola en su empeño. Peter Badge, el apuesto y altivo director de Xecoline Wittman, controlará todos los movimientos de Minerva dentro de la compañía. Sin pretenderlo, surgirá entre ellos una amistad que Minerva acepta con cautela.
¿Logrará Minerva salvar a la humanidad o, por el contrario, la condenará para siempre?

Mis impresiones:

Cada vez soy más vaga para hacer reseñas al uso, siento más la necesidad de afrontar los libros desde la perspectiva de las emociones. No es algo nuevo, lo he hecho siempre, era un aspecto que jamás he descuidado porque en realidad, si quiero animar a alguien a que lea, lo mejor es contarle lo que yo sentí, sin destrozar las sorpresas narrativas. Es arriesgado por subjetivo, por personal y porque cada persona es diferente a las demás, y lo que a mí me puede parecer una maravilla, a otro ser humano le puede causar una impresión contraria. Este libro del que hoy os hablo es fantástico, así que el reto es todavía más complicado porque es un género que o te gusta o no. O con el que tienes una relación extraña, como yo, ávida lectora de Harry Potter y absolutamente incapaz de leer El Señor de los anillos.

Minerva es la protagonista. Una niña que vive en una isla, alejada del mundo, con la única compañía de su abuelo Joseph y que de pronto se ve obligada a abandonarlo al quedarse sola. A lomos de Surira, un ser imposible, surca en cielo y acaba naufragando en el mar, siendo rescatada por un barco pesquero que ha sido víctima de un secuestro por piratas modernos. En ese tiempo algo extraño y sorprendente ha ocurrido con ella: Minerva abandona su apariencia de 10 años y crece de pronto, convertida en una joven de 20 que no es capaz de manejar un cuerpo que ha mutado en tan poco tiempo. Pero no sólo eso, Minerva es mucho más madura de lo que se espera en alguien de su edad. Su estancia en el barco es dura y cuando llegue el rescate aterrizará en una mansión victoriana en un pueblo inglés, Cumbria. La señora Wittman, una acaudalada anciana dueña de una multinacional farmacéutica, cree que Minerva tiene la solución para encontrar la cura a una enfermedad que arrasa el continente africano.

No sigo contando lo que pasa, es necesario, mucho más que en cualquier novela al uso, ir descubriéndola por tu cuenta. Ir quitando una a una sus capas y comprendiendo. Porque en La protegida Wittman no hay sólo una historia, hay muchas. Las que cuenta, las que sugieren algunas de sus frases (impactantes, de las que te apetece apuntarte), las que le magia te permite imaginar. El equilibrio entre lo real y lo ficticio, y la personalidad de los personajes invita a seguir leyendo.

Hay además un cuento dentro de otro cuento y una narrativa que como os he dicho no se queda solamente en frases bien construidas sino que las dibuja… La novela se divide en capítulos señalados en números árabes que de pronto mutan a romanos, a veces se separan por introducciones de frases de un relato llamado Retales de lo imposible... Hay medallones con poderes especiales y amigos de los que nos gustaría tener a todos. Y un romance. Y seres mágicos. Y estrellas. Y otro mundo. Y corales…

La protegida Wittman es una novela especial, diferente. El libro tiene magia. En cada palabra, en cada frase, trazadas con elegancia pero sin abusar de artificios que las hagan lentas y dificulten la lectura. Es algo esencial en este libro, te va llevando por sus páginas sin darte cuenta, disfrutas de Minerva, vas conociendo el pasado mientras el presente transcurre ante tus ojos y aunque hay que tener un poco de paciencia para juntar todas las piezas del puzle, al final encajan tan bien que le perdonas el haberte tenido desconcertada mucho tiempo.

Para leer La protegida Wittman hay que tener, por encima de todo, la mente abierta. De otro modo, creo que la lectura de este libro no se disfruta del mismo modo.

Iván Hernández tiene una imaginación desbordante y anuda elementos en principio chocantes en una trama que se sostiene. La novela mezcla personajes muy reales con seres fantásticos, como Surira y a mí, en ciertos momentos, se me pasaba por la cabeza que me apetecía verlos en una pantalla; tiene mucho de cinematográfica sobre todo en la parte final. Bueno, mejor del final no hablo, no le tiraré del pelo porque no tiene… Ya decía yo que ponía Libro I…

Lo que sí tiene Iván es un montón de novelas que podéis encontrar en su página www.buscoaliados.com . Yo leí este verano Clara, de hecho fue la manera en la que le conocí, una novela corta, intrigante, que me sorprendió mucho. Como ya sabéis los que visitáis mi blog, además, es el artífice de la portada de Detrás del cristal. Admiro su trabajo y cuando me planteé poner mi libro en Amazon quería que la carta de presentación fuera buena. Creo que, a la vista de los resultados, no me equivoqué. Por favor, para los simples, que esto no suene a peloteo porque no lo es, es la pura verdad (aclaración necesaria claramente innecesaria). Si algo no me gusta, directamente lo ignoro.

Tengo un par de novelas suyas pendientes en mi kindle y menos tiempo del que me gustaría, pero sé que caerán.

Por cierto, no os lo he dicho, aunque esta novela ha sido un best seller digital en Amazon durante algunas semanas, situándose en el top ten y ahí la tenéis, 500 páginas de lectura por 2,68€, yo la he leído en papel. Existe esa posibilidad, la tomé y os aseguro que ahora tiene un lugar preferente en mi estantería.

Os animo a encontraros con Minerva.

domingo, 24 de febrero de 2013

¿BUSCAS UNA PORTADA? CONOCE BUSCOALIADOS.


Quiero presentaros a alguien que creo que algunos conocéis, sobre todo si os movéis por las redes sociales, en los círculos donde abundan los escritores. Es Iván Hernández.

Pausa.

Reproduzco exactamente lo que ha pasado nada más escribir su nombre. Iba a poner escritor, pero es quedarse corto para definir a Iván. Él es multidisciplinar, inquieto, hiperactivo… capaz de mantener conversaciones a tres bandas en FB mientras está pensando en el retoque de una portada y por su cabeza revolotean ideas para su nueva novela aliada. Eso si no te está contestando un privado. Se me olvidaba que en medio de todo tiene tiempo para ir a buscar a su niño al cole y me apuesto un relato corto protagonizado por un fontanero de La Coruña a que, más de una mañana, pone la lavadora y tiende la ropa.

Lo de hiperactivo es cierto, y es algo bastante enfermizo, la verdad. Es como si te faltasen horas. Los días, las semanas, los meses... se pasan volando. Organizarse y trabajar en varias cosas al mismo tiempo es lo mejor para no aburrirse y avanzar. Y hace bastante que no pongo una lavadora, soy más de lavavajillas y de preguntar a mi hijo la lección.

¡Ostras! Me equivoqué con eso, me tocará escribir el relato del fontanero… Pero bueno, algo así es Iván.

(Se te ha olvidado decir lo de atractivo)

Jajaja, ¡por supuesto! ¿Os he dicho que te hace reír todo el rato? Eso y que es alguien que en persona siempre sonríe, que tiene las cosas muy claras y que aunque le pillen a traición, es capaz de sentarse en una mesa redonda y salir airoso del trance.

¡Qué momento freak, por favor! Suelo, sonreír, sí, pero el Joker también.

¡Calla, que me los despistas!

Conocí a Iván el pasado mes de octubre en persona. En las redes, ni me acuerdo. Iván está siempre ahí, esparciendo ideas, compartiendo su mundo aliado. Creo que tardé un poco en hablar con él por una tontería mía pero un día él se empeñó en que quería llegar a 600 seguidores en su página de FB, una amiga común (Pilar) animó a que nos uniéramos los que no fuésemos aliados y… le di. Me convertí en la seguidora número 600. El premio por haber atinado era que me regalase una de sus novelas. Así, un día de este verano, conocí a Clara.

En octubre fui a una charla sobre Amazon en Getafe y allí, con Magüi Cabral y Armando Rodera, estaba Iván. Cierto que como yo había ido de público, pero el retraso de un avión, la ausencia de uno de los ponentes, le subió al estrado y si nadie lo cuenta hubiéramos podido creer que llevaba meses preparando su intervención.

Qué bonita historia la de Clara, la primera y de mis preferidas. A ver cuando se hace la peli... Sobre lo de Getafe Negro y la charla de Amazon, es cierto, de hecho no dije a nadie que iba porque no sabía si al final iría. Soy bastante introvertido aunque parezca lo contrario y me cuesta dar el primer paso para salir de casa y ver seres humanos. Pero bueno, iba Magüi a la que ya conocía, y Armando, al que no conocía en persona pero tenía ganas de verle, porque los bestsellers molan mazo y me ponen cantidad. Pero lo genial fue que también estabas tú y más amiguitos de facebook, escritoras, blogueras y hasta un premio Planeta... fíjate tú. Cuando me dijeron de subir y compartir mesa no me lo pensé porque como se iba a hablar de algo de lo que "entendía", pues me resultó fácil. Además, estoy acostumbrado al público relativamente (he cantado en alguna boda, he desafinado delante de mucha gente..., vamos, que tengo tablas en la torpeza del directo, jajaja). Creo que, de todos modos, hablé más de lo debido, pero ya me dice mi cuñada que cuando me ve, me teme, porque parece que le quiero vender un Kindle, pero es que me sale sola esta vena comercial que ya no sé si soy escritor o vendedor del Círculo de Lectores...

Tú di lo que quieras, yo estaba allí y no me cansé de escucharte, y la gente no se ahorró preguntas al final. Pero bueno, viéndote en las redes, algo de vendedor sí que tienes, pero de los buenos. Hay días que enciendo Facebook y me pregunto: ¿qué nos contará hoy Iván? O sea, que tan malo no es.

Sigo con lo que os contaba. ¿Cuántas novelas tiene Iván…? Pues a su novela estrella, La protegida Wittman, hay que sumarle el resto de sus novelas aliadas: Clara, A Marte, ¿Existes?, Un baile imperfecto, Esto es un corazón y El surco de tus labios me provoca deseo. (Son tantas que el enlace lleva de golpe a la tienda aliada)

Jo, yo pensaba que tenía más... Bueno, sí, tengo más, pero bajo seudónimo. Es que son antologías pornográficas y no casan mucho con la línea editorial. Pero bueno, quien las quiera buscar, que investigue por Amazon jiji, o me escriba, que yo se lo digo, aunque lo negaré siempre en público.

(Yo creo que te voy a preguntar también en secreto)

¡Y sigue escribiendo!

Sí, pobrecitos, lo que os queda por aguantar. Los aliados ya me están pidiendo otro pero no llego a todo. Pero en proceso está, ¿eh?

No hemos acabado. ¡Iván es un crack haciendo portadas! Lo sé porque fue quien se encargó de la de mi última novela, Detrás del cristal. Después de volverme loca, de volver loco a todo mi entorno, un día me decidí a hablar con él y la verdad es que no me arrepiento, sobre todo por dos razones: el resultado me encanta y me lo pasé genial trabajando con Iván.

Muchas gracias. Hacer portadas económicas es complejo porque los recursos y el tiempo son limitados, y dependía mucho de la idea que tú me transmitieras y todo aquello con lo que pudiéramos jugar para elaborar algo que te gustara, dentro de las posibilidades y el presupuesto, claro. Por eso me cuesta decir que realmente la portada sea "mía", porque en realidad para llegar a un acuerdo creativo el autor de la obra y el diseñador deben conversar antes de actuar. Esa conversación se basa en transmitir información exacta de la novela, la esencia de la misma, que encaje con lo que siente el autor, pero sin olvidar al futuro lector. Como ejemplo de lo que os comento, os dejo una de mis primeras portadas y cómo ha ido evolucionando hasta dar con lo que buscaba el público, meses después.

Eso, ¿por qué no nos cuentas cómo fue todo ese proceso?

Vale, os lo cuento.

Cuando comencé en Amazon no tenía mucha idea de diseño, photoshop, etc... y tampoco tenía ni idea del comportamiento de los lectores con respecto a las portadas.
Yo sabía que mis portadas no resultaban 100% profesionales pero confiaba en ellas.
Así, después de publicar Clara, me decidí a lanzar AMARTE, y realicé una portada de este tipo:


A mí me gustaba, pero un día en un foro una chica dijo: qué portada más fea.

¡Cómo somos de malas las chicas!

Coño, tenía razón, la portada tenía un diseño bastante mediocre.
Pensé cómo mejorarla. La historia era simpática, bastante fantasiosa, nada que ver con una obra de ciencia ficción, sino más bien como una comedia romántica hiperespacial.
Así que me puse manos a la obra y lo enfoque a una ilustración divertida:


Me llevó bastantes horas conseguir el impacto deseado. Pensé que la portada hablaba claramente del sentimiento del libro. Me sigue gustando, pero...
...al público, me temo que no.
¿Por qué? Por dar la sensación de cuento infantil, de libro "poco" serio, de algo que no sabemos muy bien qué es...

A mí me recordaba a Toy Story…

Vale, vale, pues lo intentamos otra vez. Pasados los meses diseñe un logotipo para Colección Buscoaliados y empecé a modificar portadas. Las hice más anchas y fui en busca de fotografías.
Después planteé diversas portadas parecidas a los aliados, por privado, y decidieron cuál era la mejor disposición de la imagen, la tipografía, etc...
De este modo resultó la siguiente portada:




En este momento se cumplían varias "leyes" sobre el diseño, que además encajaban muy bien con el contenido. La mirada limpia, los colores rojizos del pelo, las pecas, el planeta... el sutil corazón entre el juego de palabras... un subtítulo que resumiera la obra a la perfección. Varios elementos que encajaban muy bien.
¿Resultado? Se vendió en un mes lo que no se había vendido en un año.
¿Increíble? No. Es el poder de una buena portada.

Es que es la primera impresión. Siempre dicen eso: nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una buena impresión. Si en el momento en el que conoces a alguien algo de esa persona te chirría o te desagrada, costará mucho que te caiga bien. Hasta puede que no lo consiga nunca. Lo mismo pasa con un libro: si a la primera no te entra de algún modo por los sentidos, va a costar mucho más darle su oportunidad. Y ésta, Iván, causa una excelente impresión.

A veces funciona, a veces no, pero ayudar, siempre ayuda.

Este es Iván Hernández, sólo me queda recomendaros que os hagáis aliados, que visitéis su página web BUSCOALIADOS donde os lo explica todo y que si escribís y necesitáis una portada para vuestro libro, él tiene muchas ideas.

Yo lo hice y estoy segura de que si se da el caso... repetiré.

lunes, 3 de septiembre de 2012

CLARA DE IVÁN HERNÁNDEZ




SINOPSIS

Clara es una joven que llega a Madrid para trabajar como asistenta en casa de una anciana rica. En su nueva vida conocerá a Matías, conductor de la línea municipal de autobuses. El amor surgirá pronto entre ellos. A los pocos meses, Clara vive una situación insólita. La anciana muere y la joven presencia algo increíble que le hiela la sangre. Al principio guarda su secreto por miedo a que la tomen por loca, pero llegará un momento en el que tendrá que contarlo... para proteger su propia vida y no separarse de Matías... jamás.

MI OPINIÓN

Empecé Clara sin haber terminado la novela que tenía entre manos, por esa curiosidad infinita que me une a los libros. Me gustó el prólogo, la sabia combinación de palabras dejaba intuir una hermosa escritura, de las que te arrastran sin que apenas lo sientas. Algunas frases sobre el amor me tocaron, por certeras, por ser tan obvias que a veces se nos olvidan: "somos demasiado pequeños para enfrentarnos a su poder";"coloca mil candados en tu puerta y conseguirá entrar o salir cuando abras la ventana". Detrás de aquellos pensamientos tenía que esconderse, a la fuerza, una buena historia. Y yo la tenía a mi alcance, tenía el privilegio de tenerla entre mis manos por una de esas casualidades del destino: encendí Facebook justo cuando una amiga recomendaba la página de Iván, pidiendo un pequeño apoyo para que de 599 pasara a 600 seguidores. Yo ya le conocía, porque como yo forma parte del grupo Generación Kindle pero, casualidades, el destino, o quizá sea otra cosa, no seguía este perfil. Le di y, al poco me encontré con un regalo. Porque sí, porque le apetecía. A quien le mandase un correo le regalaría la novela, para celebrar la cifra redonda. Le escribí declinando su oferta, proponiéndole que la compraría para ayudarle a que se posicionara mejor en las listas de Amazon, pero no aceptó. Me dijo que un trato es un trato y me la mandó.

La empecé enseguida.

Sin darme cuenta, en muy poco tiempo, leí esta historia de amor, diferente a cualquier historia que hubiera podido leer antes. Ha sido el primero de los libros de Iván Hernández que leo pero estoy segura de que no será el último.

¿Cómo definir una novela tan corta sin destriparla? En muchas ocasiones nos encontramos con libros que, en las páginas en las que Iván Hernández ha desarrollado toda la trama, sólo nos han mostrado el paisaje por el que transitarán los personajes y su semblanza. No es el caso de esta novela. Estructurada en capítulos breves numerados (concretamente catorce) vamos adentrándonos en una historia llena de amor, magia y misterio, vamos conociendo a una pareja, Matías y Clara, que desde que se encuentran por primera vez en un autobús urbano, saben que están hechos el uno para el otro. Son dos solitarios, dos personas más de las que a diario transitan frente a nosotros sin que apenas nos demos cuenta.

Para contarnos esta historia, Iván elige tiempos verbales en pasado, pero la presencia constante de diálogos entre los personajes agiliza el texto, involucra al lector de tal modo que lo que resulta complicado es parar la lectura. Además, el hecho de que la novela sea corta, te empuja a querer saber el desenlace. Yo, al menos, no pude dejarla hasta que la terminé, le buscaba excusas a mi tiempo para volver a ella.

Y las encontré.

La sensación tras la lectura, lo que te queda, es que los personajes, aunque tienen un comportamiento extraño en ocasiones, se aman profundamente. Es un amor dilatado en el tiempo, que ha sido capaz de sobrellevar tropiezos vitales, zancadillas que te pone la vida para que la felicidad no sea completa.
Hay alguna interpretación más profunda del comportamiento de Clara hacia el final de la novela, una trama mucho más inquietante que se queda sin explicar. Hasta eso considero que es un acierto porque la apertura, el no explicar algunos detalles, sino dejárselos al lector, hacen más grande a este pequeño relato. Abren un debate interesante si algún día, en uno de esos clubs de lectura que abundan en la red, se animan a tener como protagonista a Clara.

La podéis encontrar, junto con las demás novelas de Iván en Amazon. Este es el enlace de esta novela, pero desde ahí podréis acceder a las demás: Colección Busco Aliados.