domingo, 30 de septiembre de 2012

MALDITA DE MERCEDES PINTO MALDONADO



SINOPSIS (Extraída de Amazon):

En los años cincuenta, en el seno de una familia adinerada, con apenas dos kilos y cuarto, nace Lucía. Llega al mundo marcada por la muerte de su madre y rodeada de los secretos, los odios y rencores acumulados de las cinco generaciones que la precedieron. Su padre, un terrateniente que goza de gran poder económico y social en la comarca, la repudia desde el momento en que fue concebida y la condena a vivir el resto de su vida en una casucha. Lucía crece, completamente aislada, a merced de la familia de una hacienda vecina, y especialmente de Ángel, un joven muchacho. El encierro hace de ella una criatura especial. Es inteligente, trabajadora y dispuesta, pero incapaz de salir al exterior. Ella no lo sabe, pero ha venido al mundo a cumplir una misión: deshacer todos los entuertos que se han ido sembrando en aquellas tierras por los cinco Diego del Valle que las ocuparon.

A pesar de estar estigmatizada desde antes de nacer, la valentía de Ángel, que se cuela por una pequeña grieta en su pequeño y oscuro mundo, hace de ella una criatura llena de luz. Y Maldita, como la llamara su padre, se convierte en Lucía, luz del día; aunque antes tendrá que convertirse en una mujer y alejarse unos años de los que le enseñaron el lado amable de la vida.


MI OPINIÓN:


La novela de Mercedes Pinto Maldonado creo que ha sido una de las lecturas más satisfactorias de este verano. Cuando la abordé apenas sabía nada de ella, no leí las opiniones sobre la novela porque no quería estar marcada por prejuicios. Llegué a ella desde la más absoluta ignorancia en cuanto a su argumento y lo que me iba a encontrar. Llegué porque tenía curiosidad por saber qué se ocultaba tras ese título que tenía en la portada a una niña pequeña acurrucada en una escalera, que veía a diario en las redes sociales, y por un título que parecía encerrar un misterio en torno a ella.

Empecé a leer y pronto descubrí que me gusta el estilo de la autora, lleno de frases de esas que entran ganas de subrayar para releer más adelante. Un estilo sencillo pero que encierra una profundidad y una emoción difíciles de encontrar. La historia de Lucía, Maldita para Diego del Valle, su padre, resulta a priori increíble porque a una niña tan pequeña no se le pueden presuponer las habilidades que la dibujan, tales como vivir completamente sola desde los tres años y medio pero, sin darte apenas cuenta, te adentras poco a poco en su reducido mundo, ese que está encerrado entre las cuatro paredes de una habitación en la que tiene absolutamente todo para sentirse feliz y segura. Porque esta historia habla de miedos, de inseguridades, del daño que te pueden hacer los demás y de lo capaces que somos de ponernos una coraza y seguir adelante. Lucía se queda con la luz de la vida, lo malo, lo que le podría hacerle daño, está en el exterior y ella se cuida muy mucho de poner un pie en él, aún cuando las circunstancias son extremas.

Sin embargo, Lucía no está sola. Tiene a Ángel, su ángel particular que vela por ella, protegiéndola de su hermano Juanito, apodado "el lisiado" y de su propio padre, que nunca la quiere. Envuelta en sentimientos, esta novela, poco a poco, nos va desvelando secretos de familia, ocultos por el tiempo, va presentando a un arco iris de personajes construidos con tanta verdad que a veces da miedo. Esos secretos descubren un mundo lleno de mentiras, un mundo que permanece oculto porque las convenciones sociales hacen más cómodo mirar hacia otro lado que enfrentar la verdad. Esa dualidad de mentiras y verdades hace a la novela aún más atractiva.

No pude concretar, durante la lectura, el momento exacto en el que se producía la acción. Es cierto que he ido leyendo después cuándo está ambientada pero no me quedó demasiado claro mientras mis ojos recorrían la novela. Tampoco del espacio saqué muchas conclusiones, salvo que la acción transcurre en el medio rural. Sin embargo, ese pequeño detalle no le resta credibilidad, aunque en su lugar yo hubiera dejado caer algún dato que hiciese que el lector se pudiera imaginar la época o el espacio. Actual no es, desde luego, porque algunas actitudes de los personajes pienso que ya están superadas y el medio rural que retrata no se parece en nada al medio rural en el que yo vivo.

Este ha sido un verano de novelas descargadas en Amazon, he leído unas cuantas que pertenecen al grupo que se va conociendo como Generación Kindle y os diré que la mayoría han superado con creces el test. Es cierto que las hay que no me han gustado, pero no os diré cuáles. Puede que a mí no me hayan llegado pero sí lo hagan con vosotros, ¿no creéis? No seré yo quien condicione negativamente la lectura de nadie. Sin embargo, sí hablaré de las que me gustaron. Me encantó esta novela, me fascinó la forma de narrar de Mercedes y por eso, acto seguido, leí otra de sus novelas: Josué el errante. Hablaré de ella en otra reseña, os contaré de esa novela que me gustó también muchísimo y adelanto que Pretérito Imperfecto, su última novela, no se me va a escapar.

¿Conocéis ya a Lucía?

viernes, 28 de septiembre de 2012

I ANIVERSARIO DE MUNDO PARALELO: RECOPILACIÓN DE RELATOS.



Ayer fue el primer aniversario de uno de los blogs más interesantes de la blogosfera: Mundo Paralelo. Si entras en él no sólo vas a encontrar reseñas, sino también muchas noticias relacionadas con el mundo literario o incluso los próximos estrenos de cine. No es casualidad que en solo un año tengan ya más de 500 seguidores. Sus dos administradoras decidieron celebrar esta fecha a lo grande, y para ello llevan meses gestando sus ideas.

Este verano, a través de un mensaje, me preguntaron si me apuntaría a cederles algún ejemplar de mis libros para un sorteo con el que pensaban celebrar este primer año. Ni me lo pensé. Al fin y al cabo, soy seguidora de su espacio casi desde el principio y me apetecía celebrarlo con ellas de alguna manera. Poco después me contaron su otra idea: reunir en un libro relatos de varios autores que tuvieran algo en común, las palabras Mundo Paralelo. Reconozco que al principio me costó un poco decidirme (como siempre, decidirme me cuesta un poco, pero cuando me lanzo es para ir a por todas). Finalmente les envié uno de mis relatos.

Ayer era el día.

Ni me acordaba.

Estamos en días en los que hay que rellenar la ficha de la federación de fútbol, entregar la inscripción de escuelas deportivas, llevar los impresos de la beca que previamente hay que rellenar en la página de la Junta (y rezar para que no se bloquee), acordarme de comprar unos cordones y cuarenta mil historias más, y no sé en qué día vivo, la verdad. Así que cuando recibí en mensaje que contenía el archivo, ¡guau! ¡Qué alegría! ¡No lo esperaba!

Esta es la portada que han preparado y también he tomado prestada la clasificación del libro. Somos tantos autores que tenía miedo de olvidarme de alguno.


Titulo: I Aniversario Mundo Paralelo
Autores: Anabel Botella, Monty Brox, Cristina Caviedes, Inés D. Arriero, Portadora de sueños, Lucía de Vicente, Javier Dut, Mayte Esteban, Naru Ishida, Vanesa Jiménez Guerrero, Diana M. Marqués, Inés Macpherson, Víctor J. Maicas Safont, Iris Martinaya, Beatriz Naveira, Angels Om, Miren E. Palacios Villanueva, Yolanda Quiralte, Victoria Rodríguez, Regina Román, Olga Salar, Lea Tobery y Julia Zapata.
Año: 2012
Género: Relatos
Páginas: 99
Sinopsis: Un total de 23 relatos de temática variada que todos ellos solo tienen una cosa en común, las palabras Mundo Paralelo.

Este libro que es un homenaje al blog y un regalo que pueden conseguir los seguidores sólo con pasarse por allí. Es muy sencillo, pero como ellas lo explican mucho mejor que yo, os dejo el enlace de su entrada.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAMBIO DE IMAGEN



Desde hace unas semanas, estando el panorama nacional como está, no veo las noticias. ¿He dicho semanas? ¡Meses! Bueno, no es del todo cierto. No veo la tele básicamente porque me secuestran el mando a distancia y todo lo que se puede ver es para menores de 7 años L

Y, para qué mentir, porque no me gusta mucho.

Uno de los programas de "éxito" en mi casa, es Tu estilo a juicio, un reallity que ponen en uno de los canales que surgieron como setas cuando nos obligaron a poner la TDT. El programa es repetitivo (creo que es por eso por lo que gusta tanto a los niños pequeños): una persona, casi siempre mujer, aparece vestida como si hubiera cogido la ropa del montón de lo que queda por planchar, pero encima no de su montón, sino de un vecino indigente. No se ha peinado en semanas, lleva gafas por lo general y tiene la peor dentadura del mundo.

Es la deteriorada materia prima del programa.

Necesita un cambio de imagen.

Un grupo de personas, el jurado de este peculiar juicio, se dedican a criticar su aspecto hasta que le sacan unas lágrimas (es que son salvajes los comentarios) y entonces le dan la sorpresa de que van a transformar su imagen y, con ello, mejorarán su autoestima que se acaban de cargar de un plumazo, dicho sea de paso. Este cambio empieza normalmente por una visita al dentista, donde la solución suelen ser carillas estéticas que les ponen unos dentistas super guapos (¡dios, yo quiero! Las carillas, no los dentistas…); luego, paso por el dermatólogo, cirugía estética ambulatoria (unos retoques aquí y allá), visita al oftalmólogo para una cirugía laser y, finalmente, los magos: David, el estilista, Johnie, el peluquero, y Korbi, el maquillador (este es, directamente, un genio).

Una semana después de esa imagen catastrófica del primer programa (en la que, por cierto, nadie lleva un gramo de maquillaje delante de la cámara para acentuar la diferencia) el patito feo se ha transformado, literalmente, en una estrella de cine. ¡Palabra! Un día transformaron a un motero que daba miedo en Patrick Swayze.

No sé si es la curiosidad por ver el resultado, pero el caso es que me trago los programas de tres en tres. El otro día me puse a investigar los precios de los tratamientos que aplican a los concursantes y los ojos me empezaron a dar vueltas: entre cirugías y dentista normalmente se superan los ¡diez mil euros! Y eso un día que no se pongan estupendos y se lleven a la mujer a pasar una semana entera a un spa, llenándola de tratamientos y mimos. Ya, ya sé que para el programa tendrán precios especiales, porque todo es publicidad, pero para los concursantes es fantástico, porque si quisieran afrontar esos cambios por su cuenta, no creo que pudieran.

No, estoy segura de que no podrían.

¿Quién puede?

Sin embargo, a pesar de todo, el reallity me gusta porque invita a soñar que todo es posible.

El caso es que antes de este programa hay otro de cambio de imagen, en el que asaltan tu casa y te la reforman de arriba abajo. Este ya no me gusta tanto. La pareja que se ocupa de la transformación tienen obsesión por el papel pintado de dibujos horrorosos y hay uno que se pone unas flores en la solapa de la chaqueta y va por ahí tan feliz con los arreglos florales metiéndosele en la nariz.

A los de Tu estilo a juicio les dejaría que me dieran una capa de chapa y pintura pero a estos otros… a estos les escondería las llaves de mi casa…

¿Os quedáis pillados con algún programa tonto como estos?

martes, 25 de septiembre de 2012

PESO CERO DE ANTONIA ROMERO.


SINOPSIS (extraída de Amazon)
Peso cero es una magnífica y valiente historia sobre la anorexia, la familia y su entorno. La historia de Alicia, una niña de catorce años que sucumbe a la anorexia, le sirve a la autora para reflexionar sobre las carencias que llevan al ser humano a caminar con muletas invisibles. El lector se verá impelido a seguir leyendo hasta el final, acompañado por una gran riqueza en los personajes que se entrecruzan. Esta novela nos lleva a comprender, no sólo el drama de la anorexia, que es el hilo conductor y nervio de la historia, sino también las deficiencias de una existencia poco atenta con la propia vida y de la lucha, con frecuencia a ciegas, por lo auténticamente valioso. 

Mi opinión.

Me acerqué a esta novela de Antonia Romero porque quería saber más sobre la anorexia, esa enfermedad del alma, como en algún momento la llama la autora en la novela, que se refleja en el cuerpo destruyéndolo por completo, llevándolo a un extremo de debilidad que el último paso, en los casos más graves, es la misma muerte. Al empezar la lectura me encontré con una novela que va alternando dos historias: una de ellas, en cursiva, narra la estancia en el hospital de una muchacha enferma de anorexia mientras que la otra, la trama principal de la novela nos muestra a la familia de Alicia antes de que la enfermedad se apodere de ella, por entonces una niña de catorce años.

Andrea y Mario, los padres de Alicia, no están pasando por su mejor momento sentimental y la ruptura de la pareja parece inminente pero el destino se cruza y no hace falta: Andrea fallece en un accidente. Mario carga con la culpa de no haber sido capaz de quererla hasta el final y no se da cuenta de que Alicia, quizá por la tristeza que le genera la pérdida de su madre y también porque el problema con la no aceptación de su cuerpo ya estaba ahí, va cayendo en las redes de la enfermedad.

En la historia, llena de reflexiones y sentimientos, conoceremos bien a Mario, llegando a querer a este hombre que se enfrenta a algo que le supera. Su apoyo, ateo como es él, curiosamente lo encuentra en Sor Lucía, una joven monja que acabará siendo también uno de los principales apoyos de Alicia, un personaje cargado de misterio.

No os cuento más, quiero que os perdáis entre las páginas de Peso Cero y descubráis todos sus secretos. Quiero que seáis vosotros quienes, de primera mano, conozcáis a Cristina y a Isabel, a Juanjo y Marga; que os empapéis de sus problemas que, seguro que en algún instante, no os suenan tan lejanos.

Peso cero es una novela que podéis conseguir en Amazon.

sábado, 22 de septiembre de 2012

DE AUTORES, LECTORES, CAMBIOS Y ESTUDIOS SIN VALOR CIENTÍFICO.


               El tema de la semana está siendo la "crítica" a los autoeditados por parte de un escritor en su blog, derivado de un estudio que ha hecho (como los míos, sin ánimo demasiado científico) leyéndose los fragmentos gratuitos de 25 obras de las que están habitualmente en el top 100 de Amazon España. Ha salvado del todo uno de los libros (de una autora, dice), media docena le ha parecido que no estaban mal y el resto… pues con el resto ha hecho pupa sin pretenderlo, sin dar nombres. Al menos a mí me lo pareció al leer el artículo, no creo que fuera su intención final. Todo esto que he resumido al máximo ha generado debates y entradas secuela en otros blogs. Iba a poner enlaces de todo esto, pero ya está en TW, en FB y a este paso estará hasta en el telediario de las tres. No lo haré.

               No hay mucho que añadir a lo dicho ya. Amazon nos brinda una oportunidad, quienes escribimos (y podemos por no estar vinculados a ningún contrato que nos lo impida) la tomamos libremente y el lector será el que juzgue.

               No hay más.

               Si el lector es inteligente no se dejará engañar por batallones de comentarios positivos. Si es un lector de calidad y lo que se encuentra no le gusta, podrá hacer lo que se hace con un libro de papel: cerrarlo y colocarlo de nuevo en la estantería. Y a otro. Con la ventaja de que le habrá costado mucho menos y no tendrá que limpiarle el polvo. Sin histerismos, ni rasgarse las vestiduras porque en esta vida hay muchas cosas imperfectas. Puedes ir a comprar manzanas y alguna te sale podrida y no por ello le escribes una carta al agricultor recomendándole un herbicida mejor. O tampoco te dedicas a ir dejando comentarios en las redes sociales, sobre lo descuidados que se están volviendo los campesinos y el poco respeto que tiene con los consumidores de manzanas que de vez en cuando viene una imperfecta en la bolsa.

               Digo yo.

               Pero a lo que quería ir es a una de las entradas de esos blogs, hay una que me ha gustado porque no es la exposición de una opinión, sino literatura. Un relato sobre este tema. La ha escrito Ríos Ferrer en su blog, Secuencia y Palabra. Se llama Autoeditados; esos malditos. Me gusta por la metáfora del caballo de Troya y porque convierte esta historia que tantas opiniones ha generado, en un cuento. Porque mira las cosas con calma y con mesura. Y porque para mi sorpresa, aparece mi nombre por ahí, codeándose "con desparpajo, con los Ken Follet, Las sombras de Grey, María Dueñas, Pérez-Reverte, Matilde Asensi, Zafón o Julia Navarro".

               Lo más curioso, lo que más me ha llamado la atención, no ha sido eso, sino este párrafo:
               "Y Amazon comenzó a crear un sistema, que permitía llegar a vender un libro en lugares insospechados nunca. Y con una distribución imposible económicamente para nadie, bajo su aspecto físico y fuera de la red. El lugar más recóndito, inaccesible, pero con internet, era un cliente en potencia. Inalcanzable para la distribución tradicional. Desencadenando de inmediato la lucha entre las novedades auto editadas y las novedades editoriales que apenas alcanzaban las doscientas unidades de tirada – salvo honrosas excepciones– o en el mejor de los casos, y a ser posible, con premio detrás; las quinientas". 

               Me ha hecho sonreír por algo que hice hace poco. El otro día saqué la calculadora. La arena del reloj, la novela con menos pretensiones de serlo jamás que he escrito en mi vida, el libro que estaba destinado a un cajón porque no tenía el perfil de ser nada más que un libro de familia… ese libro chiquitito, lleva bastantes más de esas doscientas unidades en papel, cifra en estos momentos irrisoria comparada con las ventas digitales que ha logrado en cinco meses. Y eso que no hay una editorial detrás, ni un editor, ni una distribuidora… Y eso que nunca lo he pretendido. Y eso que se han distribuido en mano, uno a uno. Y eso que la única promoción ha sido el boca-oreja, este blog y los que se han sumado a apoyarme (sin conocerme de nada la mayoría) y las redes sociales, sin campañas de esas de anuncios en la tele o mesas llenas de libros en la trayectoria de entrada de las librerías, para que tropieces con ellos sí o sí. Con respecto a la promoción, diré que pienso seguir dando el coñazo, así que si a alguien le molesto con mis links que me borre de sus amigos. No se lo tendré en cuenta. De verdad.

               No sé si esto que me ha pasado es tener tanto éxito como para "codearse" con Ken Follet, la verdad.

               No sé qué pensar.

               Ni de esto, ni de la polémica.

               Probablemente lo que siempre digo.

               Tiempo, perspectiva.

               Paciencia para que las aguas se calmen y entendamos de verdad este fenómeno.

               Pienso en esto hace un año, cuando los autoeditados éramos tan pocos que algunos salían en las noticias como un fenómeno curioso. Recuerdo nombres y voy dándome cuenta cómo algunos se diluyen a favor de otros nuevos. Veo como algunos siguen ahí, cada vez más grandes, mientras que otros se van olvidando. Cierro los ojos, pienso en septiembre de 2013 y estoy segura de una cosa: el mundo no para y quizá tampoco los nombres sean los mismos.

               Quizá, ni yo misma estaré ya aquí.