miércoles, 16 de abril de 2014

RECOPILACIÓN DE NOTICIAS

Estos días ando un poco ocupada ultimando eventos que tienen que ver con Detrás del cristal. Los próximos días están repletos de citas, espero veros a algunos en ellas.


La primera es este sábado 19, en Cantalejo, dentro de las actividades de la Feria del Libro, 2014. Sé que algunos tenéis preparado el libro para que os lo firme. Yo ya tengo el bolígrafo a buen recaudo, no pase como alguna otra vez que he tenido que pedirlo prestado.


La segunda será en Cabanillas, el 23, día del libro. Me hace especial ilusión porque mis primeros lectores en papel, aquellos que me conocieron a través de La arena del reloj, son de aquí, así que estoy encantada de volver siempre.


La tercera será el día 25 en Fuenterrebollo, en la Biblioteca. Sabéis lo que me gustan las bibliotecas así que estar presente cuando arranca un proyecto no me lo podía perder.

Y para terminar, tengo que dar las gracias a Pep Bruno porque el lunes estuvo hablado en el programa Hoy por Hoy Guadalajara, de la Cadena SER, de la novela. No tengo ni la más remota idea de cómo se comparten los archivos de audio así que dejo aquí el enlace y creo que llegaréis. Habla del libro a partir del minuto 5,20.

¡Me ha hecho muchísima ilusión!

Nos vemos!!!!!

miércoles, 9 de abril de 2014

ESCALÓN TRAS ESCALÓN


El piso de Marcelo Usera era un décimo. 

Mi hermana, mis primos y yo siempre intentábamos que nos dejasen subir y bajar por las escaleras, evitando el ascensor, corriendo. Bajar era muy sencillo, aunque te jugabas hacerlo rodando porque éramos niños y los niños ponen muy poco cuidado mientras juegan. Subir era otra historia, las tres o cuatro primeras plantas eran relativamente fáciles pero cuando ibas por el sexto empezaba a fallar el aliento, en el séptimo los ánimos que te dabas a ti mismo empujaban más que las piernas que hacia la novena planta directamente ni las sentías. Llegar al rellano del décimo era ganar la carrera, el pequeño reto de llegar a la meta, que no era ni más ni menos que la puerta de la casa de la tía María.


¿Por qué nos retábamos? Pues a saber. Tonterías de niños pequeños, competitividad infantil que no buscaba más que demostrarte a ti mismo que ese día estabas en mejor forma que los demás.

La vida está llena de escaleras, de décimos pisos que alcanzar aunque en el intento acabes con una tremenda flojera de piernas y el premio, el único, sea demostrarte que puedes. Hay ascensores, claro que los hay, atajos cómodos que te sitúan al final del camino en muy poco tiempo pero, ¿qué es la vida sin emociones? ¿Qué satisfacción queda si detrás de un logro no ha habido aunque sea un mínimo esfuerzo?

Valoramos las cosas en la medida en que nos cuesta alcanzarlas. Lo fácil, lo que aparece de pronto y se pone ante nuestras manos, acabamos dejándolo abandonado en un rincón.

¿Quién dijo miedo?


Lo cobarde es no intentarlo.

domingo, 6 de abril de 2014

YA NO OPINO


Encuentro a menudo debates en las redes sobre las puntuaciones que se dan a las novelas en Amazon, la falsedad de las de cinco estrellas y la envidia o la mala leche que muchas veces se esconde tras las de una o dos. Los he visto e incluso abierto alguno yo ante alguna opinión de esas que no tienen compra y es dudoso que hablen de la novela porque son tan ambiguas que podrían servir para cualquier libro.

Me pregunto muchísimas veces para qué puñetas pusieron las estrellas.

Yo sabéis que no opino, salvo que un libro me guste de verdad de la buena pero grande, grande con MAYÚSCULAS. Me quedo en mi casita, hago una reseña si me apetece en el blog, pero a Amazon o Goodreads, por ejemplo, voy poco porque estoy hasta las narices de que se me pida opinión a cambio de opinión o que se me sugiera que mienta en una impresión, otorgando más puntuación de la que merece el libro.

He pensado que lo mejor sería que las estrellas desaparecieran y quedasen, simplemente, las opiniones. 

Solitas, pero que cambiarían de significado en muchas ocasiones, desnudo su contenido, libre de la atadura subjetiva que te hace suponer que cuatro estrellas implican una lectura satisfactoria. Porque las he visto de dos que no machacan la novela sino que señalan algún punto flojo pero que salvan otros tantos y he visto de cuatro que están siendo críticas tan negativas del libro que sorprende ver tal amontonamiento de astros encima de las palabras del comentarista.

Diréis, ¿las lees entonces?

Pues sí, leo las opiniones de algunos libros, sobre todo si ya tengo la mía formada para saber en qué coincido con los demás y me sorprende que muchas veces me he olvidado de matices del libro o he pasado por alto otros. Veo si concuerdan con las mías y confieso que a veces me frustra el hecho de no haber sido capaz de ver ciertas excelencias en algunos libros que se repiten sin cesar, mientras que en otros leo algunas cosas que directamente me hacen pensar que se han leído una novela completamente diferente a la que yo leí porque no hay por donde coger lo que dicen.


Por todo esto, ya no opino.

viernes, 4 de abril de 2014

LOS COLORES DE UNA VIDA GRIS, DE PILAR MUÑOZ ÁLAMO


Son miles las sacudidas que aturden a tu estómago el día en el que, por fin, decides soltar de la mano la novela que has ido gestando durante años. El miedo es humano, libre y condenadamente fuerte, y nos protegemos de él con una capa de dudas que una vez dado el paso van a tener que transformarse en coraje. No queda otra, esta es una lucha diaria en la que bajar la guardia, dejarse condicionar por los días difíciles, es sinónimo de derrota.

Pilar, hoy empieza la montaña rusa. Has ido subiendo despacio, con tiempo incluso para observar el paisaje a tu alrededor, pero dentro de unas horas la fuerza de la gravedad tirará de ti con toda su energía y montada a este vagón que es tu novela irás recorriendo las vías a toda velocidad. Abajo rápidamente, arriba con la burlona parsimonia de un tiempo que se reirá de tu impaciencia.

No tengas miedo.

No estás sola.

A tu lado, tus lectores. Las mujeres de Ellas también viven se han hecho un sitio y te acompañan en este viaje, como un aval y un amuleto. Están los nuevos lectores, los que se incorporarán al camino seducidos por la tierna mirada de Paula. Alguno quizá llegue sin saber cómo y se acabe trayendo a más de la mano. Después, el efecto eco devolverá más ojos dispuestos a recorrer estas páginas en las que hablas de tantas cosas.

Ya lo verás.

Has hecho una apuesta fuerte, la base de tu argumento, el juego, va a sacudir la conciencia de los lectores y espero que sepan sacarle todo el jugo porque tiene mucho. El análisis de la sociedad, cómo se ven los problemas dependiendo del lado que ocupes en esta mesa que es la vida, te ha quedado perfecto y con respecto a tu prosa, transporta y seduce. Oirán las voces de cada uno de tus personajes, entenderán sus motivaciones cuando encajen todas las piezas de este puzle. Se sorprenderán, tú siempre te guardas sorpresas que a mí me dejan con la boca abierta. Como no, esta vez también lo has hecho.

Ay... se me escapó.

Es que ya la he leído.


Ahora os toca a vosotros.

miércoles, 2 de abril de 2014

EL AMO DEL FUEGO DE ENRIQUE OSUNA VEGA





Sinopsis:

Daniel Salgado es un joven universitario, de familia acomodada y acostumbrado a una existencia plácida. Sin saber muy bien cómo, un día retrocede en el tiempo cientos de miles de años. Angustiado por la situación y aferrándose a la pesadilla como única explicación posible, se ve indefenso, perdido en un paraje inhóspito y obligado a sobrevivir sin más ayuda que su inteligencia.
Pero ¿es tan poderosa la elogiada mente del Homo sapiens? ¿Sería el hombre actual capaz de fabricar útiles, encender el fuego, enfrentarse con éxito a las fieras con armas rudimentarias, guarecerse del frío y procurarse alimentos? Con su mayor capacidad craneal y su ingente arsenal de conocimientos, ¿lograría usted sobrevivir como lo hacían nuestros primitivos ancestros?
El amo del fuego es una historia de lucha, de solidaridad, de sacrificio y de amor en un mundo mucho más cercano de lo que parece.

Mis impresiones:

En muchas ocasiones soy lectora cero, por eso últimamente veis pocas reseñas en el blog. Son libros de los que nada puedo contar hasta que no estén publicados. Mi misión en este caso consiste en dar una opinión sincera del texto y procuro ponerme en la piel del lector más capullo para advertir al autor dónde están los puntos débiles del texto, sobre todo para que cuando llegue el tan temido comentario negativo no le pille de susto. Ya sé que a lo mejor lo que tenía que hacer era mirar si se ha escapado una tilde o sobra o falta una letra, pero me parece que intentar ver un poco más allá puede ayudar a no llevarte disgustos.

En el caso de El amo del fuego poco pude decir en este sentido porque apenas tenía errores y además la historia me hizo disfrutar muchísimo. El tiempo que empleé en su lectura se pasó volando y la saboreé (de esto también le hablo al autor, no os vayáis a creer que sólo me fijo en lo malo), tanto es así que, como en ese momento no hice una reseña, lo he vuelto a leer.

La novela arranca a modo de diario, el de Daniel Salgado, un joven de clase alta afincado en Salamanca, donde estudia Derecho. Daniel, con su novia Elena, su amigo Luis y Marina, la novia de éste, decide pasar unos días de ruta gastronómica por Castilla y León, para degustar los platos típicos de cada lugar. Ya se sabe, cochinillo en Segovia, morcilla en Burgos... una serie de lugares comunes que en principio no indican que ese será un viaje decisivo en su vida.

La visita a Burgos se prolonga y la pandilla decide visitar el yacimiento de Atapuerca en Ibeas de Juarros. Daniel, poco interesado en las explicaciones de la guía, se desvincula del grupo a la más mínima excusa y acaba entrando por su cuenta en un espacio vetado para los visitantes. Allí su natural torpeza le hace acabar empapado y su móvil nuevo de última generación fallece víctima de un chapuzón. Hasta ahí todo parece normal pero deja de serlo cuando Daniel descubre al salir de la cueva un grupo de lo que él considera figurantes del Parque Arqueológico. No lo son. Ha ocurrido algo extraño y ha viajado millones de años en el tiempo y se encuentra, de pronto, con un clan prehistórico.

Al principio todo es un sinsentido que él gestiona como si de un sueño se tratase...

No quiero contar más porque creo que ya me he pasado. Sólo deciros que a lo largo del relato Daniel va sufriendo una mutación en su forma de entender el mundo. La experiencia que está viviendo (o soñando) le está marcando, poniendo patas arriba sus convicciones, haciéndole reflexionar sobre cómo vivimos, cómo nos relacionamos, lo que significan palabras como amistad, la importancia de la comida... Son tantas cosas las que le suceden que Daniel, cuando regrese al presente, no será el mismo.

En ese punto la novela cambia. Sigue a modo de diario y cuenta las dificultades de Daniel para adaptarse de nuevo a lo que hasta entonces era su mundo conocido. La locura que ha vivido le trastorna hasta el punto de que abandonará todo.

El relato está salpicado por una prosa exquisita, una riqueza de vocabulario difícil de encontrar en la literatura actual y una forma de narrar que en más de una ocasión me ha hecho soltar carcajadas. Los personajes, a pesar de que no hablan el mismo idioma, encuentran la manera de comunicarse y Enrique Osuna logra que conozcamos perfectamente a los miembros del clan con sus particularidades: Medio Pie, el hombre Arbusto, Ojos Claros, el Abuelo, La Viuda, Brujita... a cada uno le pone un mote para diferenciarlos y hace que nosotros, como lectores, los individualicemos.

Es una novela reflexiva a ratos, divertida mucho tiempo, tierna, dura. Incluso tiene su parte de metaliteratura al final, ya descubriréis por qué.

¿La recomiendo?


Pues claro que la recomiendo. Como ocurrió con El eterno olvido, no pude soltarla.