No tengo tiempo ni de respirar, tengo un montón de proyectos por revisar y, como soy así de optimista con el tiempo que voy a tener, me compro más libros. En el kindle he preferido no mirar lo que hay, creo que tengo dos páginas enteras de adquisiciones de las últimas semanas; basta decir que he tenido que hacer limpieza de los leídos -y de los que sé positivamente que no leeré- porque no me cabían más.
Estos de la foto son solo los de los últimos quince días, a los que hay que sumar los de la siguiente, los del mercadillo de segunda mano (por Dios, que no venga ese puesto, que me vuelvo loca y no tengo mucho más sitio en casa). Menos mal que estos ya los he leído, algunos varias veces, pero es que siempre me entran ganas de releer.
Vamos a ver si me da el verano para leerlos o, como me pasa casi siempre, vuela entre mis manos y llega septiembre sin darme cuenta y sin haber hecho nada de nada.
Estos de la foto son solo los de los últimos quince días, a los que hay que sumar los de la siguiente, los del mercadillo de segunda mano (por Dios, que no venga ese puesto, que me vuelvo loca y no tengo mucho más sitio en casa). Menos mal que estos ya los he leído, algunos varias veces, pero es que siempre me entran ganas de releer.
Vamos a ver si me da el verano para leerlos o, como me pasa casi siempre, vuela entre mis manos y llega septiembre sin darme cuenta y sin haber hecho nada de nada.
Sé lo que sientes, ahora lo importante es arrancar. Seguro que los aprovechas. Un abrazo
ResponderEliminarUno ya está empezado...
Eliminar¡Me siento muy identificada contigo! Tengo una obsesión por acumular libros que debe ser patológica ya, porque entre los de papel y los electrónicos no necesitaría comprar ninguno más - suponiendo que pudiera, como hasta hace poco, leer varias horas diarias- hasta el diciembre, estoy segura. Y me ocurre lo mismo con las relecturas. Y cada vez me apetece más volver a leer o a estudiar determinados libros. También hago listas y planes y luego no se cumple casi nada (por voluntad propia o causas ajenas), así que no te angusties que me temo que debemos ser muchos los que sufrimos ese mal, jaja.
ResponderEliminarMe encantan tus entradas en el blog; ésta me ha hecho sentirme menos bicho raro. Gracias, ¡un besín!
¡¡Si es que somos del mismo año!! Yo empiezo a tener un problema con los de segunda mano. Además de que me vienen fenomenal para el trabajo, suelen venir escritos, con cosas detro (una servilleta con un dibujo, una tarjeta von el teléfono de un dentista... incluso hay uno dedicado). Es lo que me faltaba para que me disparen la imaginación.
EliminarDetro = dentro
EliminarVon = con
No debería contestar desde el móvil...
Jajaja, los móviles son traicioneros. ¡Yo también compro libros de segunda mano y me encantan! ¡Qué coincidencias, qué gracia! Besos, guapa :***
EliminarEso me pasó a mí el verano pasado. Como suelo leer más en vacaciones, pensé que lo haría, aunque no me llevé los que quería leer en papel, como El juego de la inocencia y Luces y franjas rojas, entre otros. Y no leí mucho, la verdad, leí más estas navidades jajaja.
ResponderEliminarA ver si este verano vuelvo a mis buenos hábitos de lectura. Sí o sí me llevaré los de Marisa Sicilia y otros que tengo por ahí pendientes desde hace tiempo.
Si yo te contara las estanterías que necesito para mis libros... Más los que tengo en Kindle... XDD
Yo siempre leía mucho en verano, pero en los últimos años lo que he hecho más es escribir. Este año espero tener tiempo al.menos de lo segundo. Lo primero hace meses que se me complicó. La verdad es que lo echo mucho de menos. Es como si me faltase el aire.
EliminarUn día voy a hacer fotos a todos los sitios donde tengo fotos...
Besos