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jueves, 7 de enero de 2021

LA BIBLIOTECA DE LOS SUEÑOS IMPOSIBLES

 La primera novela que he leído este 2021 es de Lin Rina, un fantástico libro muy feelgood que me regalaron el año pasado, pero que se me despistó en mi biblioteca digital y no la vi sino hasta que me recordaron que la tenía.


Sinopsis:

A finales del siglo XIX, Animant Crumb es una chica de 19 años rara: le gusta leer y detesta la manía que tiene su madre, como cualquier otra madre de su clase, de buscarle el mejor marido. La pelea con la señora Crumb es constante, pero Ani consigue una tregua cuando su tío le propone que viaje a Londres para ser la asistenta del bibliotecario con más malas pulgas de todas las Islas Británicas: Thomas Reed. Y la verdad es que lo es, pero debajo de esas capas de misterio y malhumor, Animant irá encontrando a un hombre con gran sensibilidad. Además, descubrirá que tienen mucho más en común de lo que pudiera parecer.

Esa no es la sinopsis editorial, he decidido reescribirla y también voy a matizar otra cosa, hablar de que sigue las huellas de las grandes damas de la literatura clásica como Jane Eyre es un poco exagerado, supongo que es cosa de la editorial para vender, pero no es muy acertado. Animat es un personaje atractivo, envolvente, te vas leyendo la novela sin darte cuenta porque es muy agradable, pero jamás podrías confundir este con un libro clásico.

No es una historia de amor de las que nacen a fuego lento y que culminan en fuegos artificiales. Sí es verdad que vamos viendo cómo los personajes encajan poco a poco, pero el final es tan, tan, tan precipitado, hay tan pocas escenas de verdadera intimidad entre ellos (conversaciones que no sean telegráficas, no me estoy refiriendo a otra cosa), que cuando acaba el libro te quedas pensando que te falta alguna página.

¿Significa esto que no me ha gustado? Para nada, me ha gustado mucho y ha sido una lectura muy agradable para empezar este año, pero le pasa como a muchos libros de editorial, que no sé por qué se empeñan en vender algo que no está dentro. Bueno, claro que lo sé, pero es un error porque los lectores no somos tontos. 

(Los que compran solo bestsellers de tapa dura para regalarlos porque son gordos y van a quedar bien, esos sí, pero no los voy a contar como lectores sino como consumidores de libros para otros).

La novela está narrada en primera persona con la voz de de Animant. Son 47 capítulos y un prólogo y tienen títulos individuales que empiezan por el orden que ocupan, siguen todos igual y rematan con una especie de resumen rápido del contenido del capítulo. Algo así:

    1. Primero, o cuando mi tío vino de visita.
    2. Segundo, o cuando mi butaca de lectura se mudó a Londres.
    (...)
    46. El último, o cuando me fui.
    47. El último de verdad, o cuando ocurrió todo.

Al ser una novela ambientada en una biblioteca, esperaba que hubiera alguna referencia más a libros de la época. No digo que no las haya, pero muchas veces son ensayos y me han quedado un poco lejanos. No he encontrado que los libros fueran un protagonista más de este libro, los noté más como un complemento.

La historia que cuenta la novela fluye divertida. Si bien el ritmo no es rápido, la traducción ha hecho un buen trabajo (hay que reconocérselo, hay traducciones que son para darse un tiro en un pie) y se disfruta. Yo quería seguir leyendo, quería que me contase cómo funcionaba la máquina de clasificar y me apetecía ir cada mañana con Animant a su trabajo. Es una novela muy feelgood y muy agradable. No sé si es por todo lo que nos rodea en este último año, mi propia situación personal o qué, pero este año no me apetecen en absoluto historias truculentas. Ni leídas ni en películas. Las voy a esquivar con toda mi energía y me voy a concentrar en los libros bonitos y buenos que son muchos.

He empezado bien 2021, a ver si con la siguiente novela tengo la misma suerte.

lunes, 13 de noviembre de 2017

LA LIBRERÍA DEL SEÑOR LIVINGSTONE DE MÓNICA GUTIÉRREZ



Sinopsis editorial:

Agnes Marti es una arqueóloga en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco éxito profesional, tropieza en el corazón del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lúgubres campanillas y el hermoso rótulo azul de Moonlight Books. La librería, regentada con encantador ceño fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del señor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continúa su búsqueda de trabajo. El té de la tarde en el rincón de los románticos, las visitas de Mr. Magoo, las conversaciones con la bella editora de Edward, las cenas junto a la chimenea del Darkness and Shadow y la buena lectura convencerán a Agnes de que la felicidad está en los pequeños detalles cotidianos. Pero aunque Moonlight Books podría parecer un oasis de paz en el acelerado Londres, las extrañas campanillas de su puerta daran paso a los sucesos más inesperados: una noche de tormenta, el inspector John Lockwood...

Una comedia muy feelgood, con un toque Wodehouse irresistible.

Mi sinopsis:

Existe una librería en el Temple londinense, de suelos de madera, escalera de caracol y un impresionante techo de cristal desde el que se pueden contemplar la luna y las estrellas en las noches sin nubes. Admite escritores residentes, niños abandonados con nombre de huérfanos literarios, editoras arruinadas y enamoradas, ancianos sastres, jóvenes arqueólogas exiliadas y policías poco cuidadosos con las campanillas de la puerta. Al frente de ella está el señor Livingstone, un librero con aire decimonónico que finge tener mal carácter. De todos es sabido que en Moonlight Books eso es imposible. En este extraordinario oasis de paz solo hay sitio para que las buenas gentes encuentren feelgood porque, ¿de qué otro modo podría compensarse a los lectores por todos los problemas y las malas noticias con las que lidian a diario fuera de los libros?

Mis impresiones:

Todos los que atravesáis el espejo sabéis que no suelo rehacer las sinopsis de las novelas. Hoy, sin embargo, me salto esa premisa porque la novela la ha escrito Mónica Gutiérrez. Es mi pequeño homenaje a lo que ella hace en su blog (espero haber estado a la altura), que siempre escribe una nueva sinopsis de las novelas, algunas mucho mejores que las originales. Pero también lo hago por otra razón: creo que la librería es la verdadera protagonista de esta novela y me apetecía centrar el foco en ella más que personalizarla en cualquiera de sus maravillosos personajes. Son todos protagonistas en su momento, en sus escenas, pero quien realmente destaca en sus páginas es ese espacio mágico que se esconde entre las estanterías de Moonlight Books.

Hace un par de años leí una antología: La librería a la vuelta de la esquina. En ella, un montón de autores se reunían para hacer un homenaje a las librerías, ese sitio tan mágico para lectores y escritores. Una de las librerías que aparecía, creada por Mónica Gutiérrez, era Moonlight Books. En cuanto me sumergí en su cuento, El té de los viernes en Moonlight Books, y sonaron las campanillas de la puerta me sentí dentro de ese mundo único que es capaz de crear Mónica con sus palabras.

Recuerdo que me dio mucha pena que ese relato se acabase tan pronto y le dije una cosa: "Esta librería se merecería una novela". Bueno, no sé si fui así de literal, pero estoy segura de que lo hablamos. Por eso, al ver el libro, sonreí. Cuando volví a entrar hace unos días a Moonlight Books e hice sonar las campanillas (antes de que se las cargase John), me sentí muy feliz. Lo había hecho, al final Mónica había escrito una historia para la librería. Tenía algo que contarme que transcurría bajo esa cúpula desde la que se pueden ver las estrellas en noches despejadas, a la que se llega por la escalera de caracol, acariciando la barandilla de madera pulida...

(Suspiro)

¿Os he dicho alguna vez que mola mucho tener amigas escritoras? Son capaces de hacerte feliz sin ni siquiera estar cerca de ti. Estoy segura de que no fui la única que se lo pidió, ni siquiera fui la primera, pero no quiero que nadie me saque de mi error. Quiero creer que me hizo caso y que este libro está aquí, aunque sea un poquito, porque cerré los ojos y pedí un deseo a una de esas estrellas fugaces que se pueden ver desde Moonlight Books surcando el cielo del Temple londinense (y quizá contó algo que se lo dijera en un mensaje).

(Aprovecho para decirle a cualquier otra amiga escritora que tenga, que le haya pedido que escriba una historia, que sigo esperando. A los escritores no se lo digo porque no me hacen ni puñetero caso, son más suyos.)

¿Qué vais a encontrar en esta novela?

Muchas cosas. La primera, una maravillosa ambientación de esa librería que debería existir de verdad. Y Londres, con la lluvia como telón de fondo, que se convierte en un personaje más. La ciudad posee unas condiciones climatológicas únicas para que Mónica, una enamorada del invierno, la traslade a su novela y a nosotros nos transporte a ella. Serán constantes las referencias a sus barrios, monumentos, parques y callejuelas, haciéndonos sentir como si paseáramos por la ciudad.

Por otro lado, son muchas citas literarias insertadas en la narración, muchos giños para lectores que me han hecho sonreír. Es muy interesante cómo ha sabido insertarlos en los diálogos y cómo es capaz, sin ser inglesa, de transmitir ese humor tan peculiar que tienen los británicos. Esta novela es literaria por todas partes, por cómo está escrita y por ese mundo de los libros que a los apasionados de las citas literarias, como lo soy yo, no se nos escapan.

¿ Y los personajes? Ya os he dicho algo al principio. Supongo que lo típico en otros géneros, en el feelgood no tiene importancia. Nos importan sus pequeñas historias, su día a día más que una gran historia sorprendente. No hay un foco único, un personaje al que persiga cada palabra de la trama y que destaque por encima de los demás. El señor Livingstone es quizá el que está mejor retratado, es el dueño y parte de la librería, y de su carácter gruñón sabemos porque lo nominan a un premio, porque en realidad, cuando lo conocemos, es imposible no quererlo. Pero sucede lo mismo con Sioban, incluso no podemos odiar del todo a la madre de Oliver, la señora Twist, por mucho que deje a su pequeño, que sueña con ser astrónomo, todas las tardes abandonado en la librería.

El protagonismo se lo da la sinopsis a Agnes Martí, una barcelonesa, arqueóloga en paro que acaba en Moonlight Books por aquellas cosas del destino. Y también a John, un atractivo policía que investigará la desaparición del diario del doctor Livingstone. Incluso la señora Dresden, que llega cada lunes renegando del libro que compró el lunes anterior, o el sastre que recuerda a Mister Magoo hasta en la manera de hablar.

¿La recomendaré? Ya lo he hecho. Porque siempre hay momentos en los que apetece apretar un libro contra el pecho y suspirar pensando en lo hermoso que es lo que nos cuenta, porque es necesario perderse en una escritura que no puede sonar más dulce y afinada. Porque, cada vez más, este mundo loco necesita feelgood.

Y tazas de té caliente.

Y alguien que te regale un paseo privado por el British en plena noche de Navidad.

Porque, como dice al final el señor Livingstone, esta novela está escrita para disfrutar el camino.