Sinopsis:
Eva, una enfermera y fisioterapeuta, que por culpa de la crisis no encuentra trabajo en la rama sanitaria, acepta un empleo como ayudante de Carmen Grimaldos, una multimillonaria algo excéntrica, copropietaria de una cadena de hoteles, junto con Ander Izarra, su hijastro. Carmen, una vez descubre la valía de Eva para desempeñar cualquier actividad, decide nombrarla gerente, con el único fin de fastidiar a su socio. Ambos mantienen, enquistada en el tiempo, una relación de odios y venganzas. Pero lo que ella no imagina es que esa decisión cambiará su vida, la de su empleada y la de todas las personas de su alrededor.
Mis impresiones:
Esta es una de esas novelas que esperas porque te lo has leído casi todo de la autora y estás deseosa de ponerte con más. Esto, en realidad, me da siempre bastante respeto, porque, ¿imaginas que no te gusta nada lo que te encuentras? Me ha pasado otras veces. He disfrutado como una enana con una novela de un autor y llega la siguiente y me la paso preguntándome qué es lo que sucede que no logro conectar con lo que me está contando. Que ni siquiera reconozco esa manera de escribir que me enamoró, o que la historia me aburre tanto que me quedo dormida con el libro en la mano.
Con Antonia Romero, con La pieza que faltaba, afortunadamente, no me ha pasado.
Al contrario, he disfrutado la lectura mucho, la historia que urde alrededor de una colección de personajes que perfila muy bien y de los cuales no solo nos cuenta su presente, sino que araña en el pasado para que podamos entenderlos y comprender toda la trama. En ese sentido creo que podemos decir que la mayoría de ellos son redondos. Esa característica, que en la novela normalmente se reserva para los principales y un reducido número de secundarios, Antonia se la salta y dota a cada uno de ellos un pasado interesante. Es preciso, porque la historia que nos cuenta, una serie de secretos familiares que han conducido a la familia Izarra a una desestructuración que les hace pelear por todo, no se entendería sin ello.
La novela, narrada en tercera persona, empieza centrando su foco en Eva, una joven enfermera de 23 años que no encuentra trabajo en lo suyo -la crisis, ya se sabe- y que se ve obligada, como tantos otros personajes (digo, personas) a aceptar lo que va saliendo y, por supuesto, con un sueldo miserable que solo le da para pagar un apartamento que no es de los de enseñar en revistas de decoración. Su madre, le consigue una entrevista, a través de un compañero de instituto, para un súper trabajo: ser la asistente personal de Carmen Grimaldos, una anciana excéntrica que está dispuesta a pagarle por ello cuatro mil euros. ¡Toditos para ella, porque vivirá en su casa! Eva no está muy segura de que aquello sea buena idea, pero acepta.
A partir de ahí, arranca la trama. Carmen, al principio, es una cascarrabias de cuidado, maniática, antipática por vocación, pero al ir despejando las capas de cebolla con las que se protege, encontramos otra mujer diferente. Es un personaje que empieza siendo un arquetipo, pero Antonia lo maneja tan bien que acaba rompiéndolo y logra que al final te acabes enamorando de ella. Porque, en realidad, Carmen no tiene sino una enorme coraza con la que se protege de un pasado muy duro. Carmen contrata a Eva, en principio, para que la ayude a tareas cotidianas, para que la acompañe a pasear, pero enseguida sabremos que quiere de ella algo más: la envía a Barcelona, a la casa que comparte con su hijastro Ander Izarra, el hijo de su difunto esposo, para que le eche de la casa.
Allí Eva se encontrará con una parte del elenco de personajes de esta novela: Conchi, su hija Ana, Gus y, por supuesto, Ander Izarra. Ander es... un antipático, odia a Carmen y está dispuesto a hacerle la vida imposible a Eva. No soy de elegir personajes, la verdad es que en esta novela es complicado porque todos tienen su aquel. Cris, la amiga de Eva está como un cencerro, pero me gusta. Y Óscar, su novio, también. Y hay algún personaje más que me ha caído como el culo, que me reservo.
Con lo que sí me quedo es con una escena bajo la lluvia. ¡Qué bonita! Me recordaba a las pelis en blanco y negro.
¡Por cierto!
Ha habido una parte de la novela que me he leído dos veces, la primera mientras hacía la lectura y la segunda, una vez terminada, siguiendo los enlaces del índice. Ha sido una parte de la historia que me tenía enamorada perdida desde que me encontré con ella: los DM de Twitter. Al principio no entendía nada, no sabes quiénes están hablando, pero empecé a hacer cábalas yo sola, descartando a unos y otros, hasta que solo me quedaban dos. ¡Y no fallé! Mira que soy torpe con las hipótesis en la novela policiaca, pero se ve que este género se me da un poco mejor. Es una historia que, como yo he hecho, se puede volver a leer sola y es preciosa.
Esta es una preciosa novela que yo, basándome en todo lo que he leído y estudiado en relación a este género, debo catalogar como romántica. No me cabe ninguna duda, aunque se le puedan añadir matices, esos que hablan de personajes muy bien construidos o una trama solvente detrás de la historia de amor. Es romántica muy bien escrita y muy bien llevada, en realidad como deberían ser todas las novelas de este género. Y ojo, que estoy diciendo romántica, no rosa.
Tiene todos los elementos y la estructura clave de una novela romántica y explico por qué.
Dos tramas simultáneas que se van turnando a medida que se avanza en la lectura. Hay una trama principal que conduce la acción, que es la historia de la rivalidad entre Carmen y Ander, en la que ponen a Eva en medio. Hay otra trama romántica que conduce a los personajes principales y nos cuenta su romance. Y en esta novela, hay dos, porque está esa otra escondida en esos mensajes maravillosos que me han fascinado. La novela tiene también una trama secundaria, que conduce el tema de la novela, que son los errores que los personajes han ido cometiendo en el pasado y que han condicionado que su presente sea como es.
La novela tiene dos cambios de giro muy interesantes que reconducen la historia, reavivan el conflicto y nos hacen dudar acerca del desenlace y de los personajes. Tiene su final satisfactorio para el lector, muy bien resuelto y que no deja ni un cabo suelto.
¿Con esto quiero decir que solo la deberían leer las personas que leen romántica? Para nada. Antonia Romero escribe muy bien, construye personajes sólidos. Si alguien, por el hecho de que acabo de decir que es una novela romántica, la descarta en la lectura, creo que se estará perdiendo una maravillosa oportunidad de pasar un excelente tiempo de lectura.
Por los malditos prejuicios.
Sacudios la tontería y dejaos llevar por la historia.
El tiempo en el que se desarrolla la novela es actual y hay tres escenarios: Madrid, que es desde donde arranca la novela, Barcelona, el escenario principal, y Nueva York, una ciudad que es tan mágica que yo creo que muchos caemos en la tentación de utilizarla como escenario. Porque, como dicen en la novela, la hemos visto tantas veces en las películas, la hemos leído en tantos libros, conocemos tantos detalles de sus calles, parques... que parece que alguna vez hemos estado allí.
A ti, que estás leyendo estas impresiones, te digo que la leas, que le des una oportunidad.
Porque, si eres lector de los buenos, no te vas a arrepentir.
Muchas ganas de leer la nueva novela de Antonia Romero, sobre todo porque me ha comentado que se lo pasó en grande escribiéndola y estoy convencida de que cuando el autor disfruta, el lector lo hace mucho más. Además, estos días me apetece dejarme llevar por algo divertido, cálido y con el respaldo de la buena prosa que ya sabemos todos que tiene Antonia. Muy buena reseña, Mayte. Besos.
ResponderEliminarLo vi el otro día mucho en Face, y en general se comentaba lo mismo, dejar al margen un poco el tema "romántico" y leerlo porque vale la pena.
ResponderEliminarNo he leído hasta el momento nada de la autora, así que con esta me voy a animar, con el precio que tiene en Amazon, no es para pensárselo.
BEsitos.
Un ole por tu reseña
Antonia escribe genial, da igual qué género toque, todos los borda
ResponderEliminarEspero despejar un poco mi lista de pendientes y leerlo, que me atrae mucho
Besos Mayte
Me convenció esta autora con Los diletantes y tengo ganas de animarme a leer más cositas suyas. Tengo esperando un libro suyo en la estantería y por lo que cuentas de éste, seguro que va a caer también.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es eso, justo lo que dice Laky, Antonia escribe genial y da igual con lo que se ponga que lo hace perfecto.
ResponderEliminarLeedla, de verdad, no os arrepentiréis.